Wednesday, February 10, 2021

La fábrica Guarina de Camagüey (por Carlos A. Peón-Casas)

Aspecto actual de la antigua Fábrica Guarina, 
hoy edificio de oficinas
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Su perfil actual, como el de antaño, se ubica en la popular calle de Enrique José Varona (Norte), la de San Ramón de toda la vida en lo que fuera su porción final, y hoy la del comienzo según se le mire: por la circulación vehicular que corre hacia el sur y busca finalmente el oeste.

Pero para estos días lo que fuera un centro de producción importantísimo en el rubro de la mantequilla y el queso que se consumía en la ciudad y más allá, no alberga otra cosa que oficinas y más oficinas. 

Los papeles y la burocracia inundaron aquel celebrado centro productivo del que comieron literalmente muchos empleados y sus familias, incluyendo a mi abuelo materno Armando (Casitas), quien con el tiempo y su pericia llegó a ser el inspector del recibo de la leche, la primaria y vital materia prima, por la que respondía con su experiencia, ante la celosa Administración.


Guarina era el nombre genérico de la marca con que se conocerían sus quesos y la mantequilla homónimos. La industria parece datar de finales de los años veinte del siglo veinte. 

Para la década del cuarenta fue adquirida por Bernabé Sánchez Culmell, hijo del segundo matrimonio del Comandante del Ejercito Libertador Bernabé Sánchez Batista(1), y fundador del Central Senado y otras propiedades conexas. Inicialmente se concibió como una planta pasteurizadora, y ya para 1944, cuando mi abuelo Armando, se sumó a su plantilla, por invitación del propio dueño para quien ya trabajaba en sus propiedades de Arroyo Prieto, se convirtió en fábrica de derivados lácteos.


Guarina incluía una reconocida fábrica de hielo: La Camagüeyana, que servía tan demandado producto con camiones de reparto, muy populares entonces entre la población que no disfrutaba todavía mayoritariamente de los aparatos de refrigeración. Igualmente tenía anexa una fábrica de cigarrillos que respondían al nombre de misma marca, y que hoy día es reconocida como la Fabrica de Tabacos El Surco.


En algún minuto temprano de la década de los cincuenta, la fábrica pasó a manos de otra empresa: Derivados de Leche. S.A. de Juan José Hernández Mendoza, quien fungía como Presidente, y su hijo Rodolfo Hernández Lasarte, vicepresidente. Padre e hijo, eran igualmente propietarios de la Compañía Eléctrica Industrial S.A ubicada en Sancti Spiritus, y donde producían además de la conocida leche condensada y en polvo marca Nela, y los quesos tipo Gruyere y Roquefort(2).

En el Directorio Social de Camagüey de 1960, leemos que para tal fecha las oficinas comerciales de los Productos Nela y Guarina se ubicaban en la calle Requena 14 en la capital habanera. Y la residencia familiar de se localizaba en la esquina de las calles B y 21 en el Vedado(3). A estos últimos dueños les fue nacionalizada en su minuto la industria camagüeyana junto a otras siete propiedades de su grupo empresarial.


En la planta de Camagüey la marca insignia lo constituía el famoso Queso Guarina del tipo Patagrás. Y por supuesto, la popular mantequilla homónima, que muchos conocieron y degustaron, incluido este escribidor. 


Con el mismo nombre genérico de Guarina se conocía también un helado bien popular por entonces pero que no se elaboraba en la fábrica camagüeyana. Su producción correspondía a los Helados Guarina S.A, propiedad de Thorwald Sánchez Culmell, hermano de Bernabé, y radicada en la Habana en la calzada de Luyanó, y cuyo apelativo comercial pudo mantener quizás después de la venta de la fábrica camagüeyana.

Mi recuerdo más vital de aquella emblemática Guarina, data de mi primera infancia, y es quizás el de mi abuelo Armando, quien después de nacionalizada la industria siguió laborando hasta su retiro, destapando las ingentes cantinas metálicas de leche que arribaban en filas de camiones interminables, y escrutando con ojo experto, sus características organolépticas que muy pronto decidiría si entraría al proceso productivo de la fábrica.

De la mano de mi madre Addy y mi tía Elsa, ambas empleadas en las Oficinas, la segunda desde los tempranos años cincuenta, recorría aquel patio de mayúsculo movimiento, y las distintas dependencias: desde el recibo y el área de pasteurización, hasta el empaque de la sabrosa mantequilla y el queso, la primera en las conocidas cajas de una libra, y el segundo en su atractiva presentación de cubierta roja encerada. 

Sus olores y sabores laten todavía en mi recuerdo al pasar cada día frente a lo que fue aquella Guarina que remiten desde aquellos tiempos de mi niñez, y primera adolescencia, pero que de allí no pasan, extintos para siempre en la desidia que permea aquellos edificios tan ajenos a sus primarias funciones productivas.







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  1. Para 1960 vivía en la capital, y aparecía registrado en el Directorio Social de Camagüey 1960 como Industrial y Ganadero. Mantenía oficinas en Camagüey de su empresa Productora de Alimentos El Agro. S.A.
  2. Las Empresas de Cuba 1958. Guillermo Jiménez. La Habana, 2004. p.283
  3. Rodolfo Hernández Lasarte fungía igualmente como Vicepresidente de la Carahatas Industrial, S.A y miembro de la Junta de Directores de la Compañía de Seguros y Fianzas Cienfuegos, S.A. Estaba casado con la Sra. Eumelia Quintero y el matrimonio tenía tres hijos: Rodolfo, Juan José y Agustín. Su residencia se localizaba en la Avenida de Kohly en el reparto de Alturas del Vedado. En Directorio Social de Camagüey. 1960.

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