Nota del blog: Sección semanal dedicada al Ballet y la Danza, a cargo de la la ballerina, coreógrafa y profesora Florencia Guglielmotti.
Los textos anteriores, se pueden leer en este enlace
El 14 de marzo de 1959 nacía en París Patrick Dupond. Su padre dejó la familia tempranamente y Patrick se crió con su madre y su nueva pareja. Era un niño muy inquieto por lo que a su madre le pareció una buena idea que practique futbol y judo para canalizar toda su energía. Sin embargo, estas actividades no eran de su agrado y las abandonó en seguida. Viendo una clase de ballet descubrió su vocación y, ante su solicitud, su madre lo anotó en clases de danza. Sus habilidades aparecieron rápidamente y el profesor les recomendó que estudiara en un nivel superior. Es así como a finales de 1967 comenzó a estudiar con Max Bozzoni, ex bailarín de la Ópera de París, quién vio de inmediato el talento del niño y lo acompañó, luego, durante gran parte de su carrera, hasta su fallecimiento en 2003.
A los 10 años, en 1969, fue admitido en la Escuela de la Ópera de París, donde cursó sus estudios, pero su maestro principal siempre fue Bozzoni, con quien tomaba clases por la noche, luego de su actividad escolar. Tras graduarse en la Escuela de la Ópera en 1976, ingresó al Ballet. Al año siguiente participó del Concurso Internacional de Ballet de Varna (Bulgaria), donde obtuvo la Medalla de Oro junto una mención especial a la excelencia, siendo un bailarín tan joven. Este premio le valió un primer reconocimiento internacional, el que iría creciendo a través de los años.
Se convierte en Primer Bailarín de la Ópera de París en 1979 y en Étoile (máxima categoría que un bailarín puede alcanzar) en 1980, con tan solo 21 años. Interpretó todos los clásicos del repertorio con excelencia. Su virtuosismo técnico y su carisma en el escenario, llamaron la atención de coreógrafos contemporáneos, quienes crearon obras especialmente para él. Tal el caso de “Vaslav” de J. Neumaier (1979), estrenada con el Ballet de Hamburgo, “Le Fantôme de l'Opéra” de R. Petit (1980), “Au bord de précipice” de A. Ailey (1983), la versión de R. Nureyev de “Romeo y Julieta” (1984), “Salomé” de Béjart (1985) y “Grand Pas: Rhythm of the Saints” de T. Tharp (1991), entre otras.
Siempre manteniendo su lugar como Étoile en la Ópera de París, a partir de 1980, participa como artista invitado en varias compañías, como el Ballet du Rhin, el American Ballet Theatre y el Ballet del Siglo XX, entre otros. En 1988, Dupond fue nombrado Director Artístico del Ballet de Lorraine (Nancy) y, en 1990, asumió el mismo puesto en el Ballet de la Ópera, tras la salida de Nureyev, cargo en el que permaneció hasta 1995. En 1997, tras 17 años como Étoile, deja definitivamente la Ópera de París, por desavenencias legales con la administración del Ballet.
A partir de allí su actividad se diversificó aun más -ya había participado en el film “Dance machine” (1990), junto a Alain Delon-, fue jurado del Festival de Cannes y en programas televisivos, como “Danse avec les stars”, y continuó con su propia compañía, “Dupond et ses Stars”, creada ya en 1985, que incluía a bailarines de la talla de Sylvie Guillem, Monique Loudières, Fanny Gaida, Manuel Legris, Jean-Marie Didière y la pianista y directora Elizabeth Cooper, con quienes realizó una gira de dos años.
En el año 2000, Patrick sufrió un grave accidente automovilístico que lo dejó internado con 134 fracturas, por ello los médicos aseguraron que no podría bailar nuevamente. Esto lo hundió anímicamente, sin embargo logró reponerse gracias a su maestro, Max Bozzoni, y a un estricto entrenamiento diario, en el que casi tuvo que aprender a moverse nuevamente. Gracias a ese enorme esfuerzo, hacia finales de ese mismo año pudo regresar a los escenarios con “L'air de Paris”, en el Espace Pierre Cardin, teniendo a Manon Landowski como socio.
En 2004, comenzó a dictar clases en la escuela de danzas de Leïla Da Rocha, su compañera en ese momento. En agosto de 2017, inauguró una escuela de danza en Burdeos, también con Da Rocha como socia, con el objetivo de que jóvenes de entre 10 y 20 años pudieran formarse como bailarines profesionales, obteniendo el mismo nivel que en la Escuela de la Ópera.
Tras una enfermedad devastadora, a pocos días de cumplir 62 años, el 5 de marzo de 2021, Patrick Dupond falleció en su ciudad natal. Su temprana y repentina partida representa una gran pérdida para la danza internacional.
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Florencia Guglielmotti reside en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina). Es Profesora de Danza (titulada en la Escuela Nacional de Danzas "María Ruanova"), Licenciada y Profesora de Artes (recibida en la Universidad de Buenos Aires). Cursó estudios en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba. Es Miembro de International Dance Council CID (UNESCO).
Actualmente se desempeña como Profesora de Danza Clásica y como Profesora Titular de Historia de la Danza en la Escuela Superior de Enseñanza Artística "Aída V. Mastrazzi". florenciagu@gmail.com
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