Wednesday, October 2, 2024

Comunicaciones obispales en antiguo libro de la Parroquia del Santo Cristo de Camagüey (por Carlos A. Peón-Casas)

 

Comunicaciones obispales en antiguo libro de la Parroquia del Santo Cristo de Camagüey.[1]


por Carlos A. Peón-Casas





Son a no dudarlo documentos de sólida historicidad. Se conservan en la transcripción de la propia mano de los curas párrocos a cargo, como era costumbre de la época.

La primera es una verdadera revelación hoy día. Data del año 1916 y se relaciona con un suceso sin par en la historia eclesial cubana: el minuto en que la Virgen de la Caridad del Cobre fuera declarada como Patrona de Cuba.

El texto de la comunicación episcopal rubricada por el primer obispo diocesano Mons. Valentín Zubizarreta y Unamunzaga, fue copiado en su integridad en el libro parroquial, por el entonces párroco a cargo, el presbítero Pablo Gonfaus:
Tengo el honor de poner en conocimiento de Ud. que la Virgen de la Caridad del Cobre ha sido declarada por la S. Sede Apostólica Patrona de Cuba. A reserva de lo que ulteriormente podamos disponer acerca de la celebración de esta festividad por las presentes ordenamos a Ud. que en el primer día festivo siguiente al recibo de la presente Circular, haga cantar en la iglesia de su cargo un solemne Te Deum y explique el pueblo el alcance de tan señalada gracia.

Dios gire a Ud ms. Añs

Camagüey quince de julio de mil novecientos dieciséis.

Fr. Valentín. Obispo de Camagüey.
La segunda tiene una especial relación con la antedicha, pues tiene a la figura de nuestra Patrona, como elemento sustancial. El texto, que data del año 1928, alude a una especial peregrinación hasta el por entonces recién estrenado Santuario Nacional del Cobre según lo testimonia el obispo firmante: Mons. Enrique Pérez Serantes:
Gracias al entusiasmo y al esfuerzo del Excmo. Señor Arzobispo de Santiago de Cuba Mons. Fr. Valentín Zubizarreta y a la cooperación de todos los fieles de la República, se inauguró el ocho de septiembre del año próximo pasado el magnífico templo; y muchísimos de vosotros fuisteis testigos de la brillantez de las fiestas que tuvieron lugar con este motivo, marcando para siempre en la vida de la República un acontecimiento religioso nacional que será celebrado por la posteridad.
La invitación del obispo aspira a ver superado en número el de los peregrinos que la acometieron en aquel minuto:
Es nuestro ardiente deseo que este año se organice una extraordinaria peregrinación de toda la Diócesis de Camagüey que sobrepase en número y entusiasmo la del año pasado- Dios mediante iremos Nos al frente de ella saliendo de esta Ciudad el día 7 del próximo septiembre. Llevaremos a nuestra Señora de la Caridad, las aspiraciones y anhelos, los votos y acciones de gracias de de toda esta amada Diócesis depositando a los pies de nuestra dulcísima Madre la ofrenda de nuestro amor filial.
La Circular en cuestión, rubricada por el obispo el 3 de agosto de 1928, se encuentra asentada en el libro correspondiente bajo el número 114, por el propio padre Gonfaus, todavía a cargo de la parroquia en ese minuto.

Una tercera es igualmente un recuerdo singular para la diócesis camagüeyana. La llegada a aquella en el año de 1922, del ya citado segundo obispo residente: Mons. Enrique Pérez Serantes, que venía a sustituir a Mons. Zubizarreta, ya por entonces electo Obispo de Cienfuegos y quien fungía en ese minuto como Administrador Apostólico de Camagüey.

El texto es el oportuno aviso de Mons. Zubizarreta[2] sobre los actos de recibimiento del nuevo prelado y de toma de posesión de su nueva diócesis.

La transcribimos, al curioso lector, en extenso, pues recoge además el oportuno programa de aquellos actos, el recuerdo singular de la toma de posesión de nuestro segundo prelado camagüeyano, ya a la distancia casi efectiva de un siglo:
Camagüey veintiocho de Agosto de mil novecientos ventidos—Señor Cura del Santo Cristo-Camagüey- Muy Sr. Mío: Me es grato poner en conocimiento de Ud. que el sábado próximo dos de Septiembre a las tres cuarenticinco p.m llegará a esta Ciudad el nuevo Obispo de Camagüey Ilmo. y Rmo. Sr. Dr. Enrique Pérez Serantes[3]-Deseo que se haga el recibimiento que se merece y que señala el Ceremonial de Obispo, para lo cual propongo el siguiente programa:-Día dos a las tres y cuarenticinco p.m. saldrán las comisiones y las personas que lo deseen a la estación del ferrocarril con el fin de saludar al nuevo Prelado.-Después de las presentaciones y saludos se trasladarán a la Iglesia del Sagrado Corazón (P.P Escolapios)-donde se reunirán los fieles.-Allí se revestirá de Pontifical el Sr. Obispo y se dirigirá procesionalmente a la S.I. Catedral, cuyo acto será amenizado por una banda de música.-Una vez en la Iglesia y leída la Bula pontificia, tomará posesión de su diócesis, dirigirá la palabra al público y dará a besar el pastoral anillo, mientras se cantará el Te Deum.- Día tres a las nueve y treinta a.m. Misa Pontifical en la S.I Catedral en la que predicaré mi sermón de despedida[4].-Ruego a Ud. y a los católicos de esta Ciudad que honren estos actos con su presencia.-Dándole anticipadas gracias por su asistencia, queda de usted atento y S.S. Fray Valentín, Obispo de Cienfuegos y Admor. Ap. de Camagüey.
La complementación del suceso nos llega igualmente desde la prensa de la época, en un ya inencontrable recorte de El Camagüeyano que data del lunes 4 de septiembre de aquel ya precitado año de 1922.

La crónica la firma el reconocido periodista Alfredo Correoso Quesada, ubicada en su aparte de Mundo Social, sección fija del diario a su cargo.

La compartimos con el amable lector ya como oportuno colofón a un suceso de especial raigambre conectado con la memoria de nuestra irrenunciable catolicidad.
Fue en la tarde del sábado. Una numerosa concurrencia, en la que hallaban representadas todas las clases sociales de Camagüey, acudió al templo del Sagrado Corazón de Jesús, desde donde salió la gran manifestación con dirección a la S.I. Catedral, después de haberse revestido con todos los ornamentos pontificales Monseñor Pérez Serantes. Portaban el palio nuestra primera Autoridad Municipal, señor Godofredo Peláez y los miembros del Consejo Supremo de San Agustín 1230, de la Orden de los Caballeros de Colón, señores Armando Pradas de Latorre, Jefe de Obras Públicas; Juan Albaijés, Dres. Fernando Martínez Lamo y Juan Gallardo y Mr. Sheils. De Diáconos los PP. Miguel Simón y Timoteo Amirall, de la Comunidad Calasancia. Después de prestar el juramento de rúbrica ante al Ilmo. Mons. Valentín Zubizarreta Unamunzaga, Obispo de Cienfuegos, ocupó el nuevo prelado de la diócesis camagüeyana, la sagrada cátedra, en la que pronunció un gran discurso lleno de erudición, dando las gracias al pueblo de Camagüey, por el recibimiento que le había dispensado. Monseñor Pérez Serantes se encontraba muy emocionado, y tuvo momentos en que apenas pudo pronunciar sus frases llenas de elocuencia, que cautivaron al numeroso auditorio. Entre las distintas representaciones que allí vimos recordamos la del Club Rotario de Camagüey, integrada por los señores doctor Isidro de la Herrán, Enrique Garciarena, Casildo López y Manuel Estévez. De la Colonia española su Presidente Don Manuel Bustamante (…)El señor Cónsul de España, Don Juan Mata Barrios.(…)una comisión de la barriada de ultrapuente[5], señor Gregorio Zazua, Ricardo Hernández, Manuel Amador y otros. Los curas párrocos de la Caridad, Santa Ana, San José y el de Nuevitas. Ricardo Vicente, Miguel Castelar y José Valentí, Escolapios; Hermenegildo, Elías, Eusebio, Valentín y Daniel, Carmelitas; Felipe de la Cruz, Salesiano y el Padre Sosa, Marcelino Basaldúa y Antonio Salas Royano. Y el señor Miguel Peyrellade, en representación del Sr. Mariano Aramburo y Machado, Rector de la Academia de Ciencias Sociales de la Habana. Dio término el acto con el besamano, repartiéndose elegantes recordatorios de la consagración de Mons. Pérez Serantes (…)”[6]





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[1] El autor agradece el acceso a estos documentos fotocopiados de los originales, y que ha puesto bajo su mirada el atento amigo Enrique Palacios Caraballo, cuidador en su minuto del Archivo de la parroquia del Santo Cristo.
[3] “Enrique Pérez Serantes “hechura de Mons. Zubizarreta”. Recibió la consagración episcopal en la catedral de Cienfuegos el 13 de agosto de 1922 siendo consagrante principal Mons. Valentín, asistido por Mons. Severiano Sainz, obispo de Matanzas y por Mons. Manuel Ruiz, obispo de Pinar del Río. En Mons. Valentín Zubizarreta. Carmelita, Obispo, Teólogo. Antonio Unzueta. Ediciones El Carmen. Vitoria, 2006.p.180-181
[4] Mons. Zubizarreta tomó oficialmente posesión de la Diócesis de Cienfuegos el 13 de agosto de 1922. Había sido “preconizado obispo residencial” el 24 de febrero de 1922. El día 3 de septiembre fue la fecha escogida para que Mons. Zubizarreta hiciera el traspaso de las responsabilidades pastorales al nuevo obispo y se despidiera de su grey camagüeyana. Todavía se quedó unos días acompañando al nuevo obispo y compartiendo con el sus experiencias. El día 6-salió de esta para su Diócesis de Cienfuegos acudiendo numeroso público a la estación a recibir su última bendición (Aromas del Carmelo) En Mons. Valentín Zubizarreta. Carmelita, Obispo, Teólogo. Antonio Unzueta. Ediciones El Carmen. Vitoria, 2006. pp. 180-183
[5] El subrayado es mío. No deja de ser llamativa la curiosa frase del cronista para definir la ya populosa barriada de la Caridad.
[6] El Camagüeyano. Lunes 4 de septiembre de 1922. Mundo Social por Alfredo Correoso, página octava.

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