Thursday, July 8, 2021

Santiago de Cuba se enlaza con el mundo (por Rafael Duharte Jiménez)



En sus Crónicas de Santiago de Cuba, Carlos Forment cuenta que el día 11 de marzo de 1910 los santiagueros vieron por primera vez un avión, en un improvisado campo de aterrizaje en la zona de San Juan.

Diez años más tarde la Compañía Oriental de Aviación de Sport y Turismo Aéreo de Santiago de Cuba anunciaba que se dedicaría al transporte de pasajeros por el interior de la provincia de Oriente y a los anuncios y colgantes por medio de aeroplanos. La noticia constituía una señal del desarrollo alcanzado por la industria turística en la región.

En diciembre de 1920 un aeroplano marca Curtiss con capacidad para tres pasajeros aterrizó en el área del malecón en medio de un gran público que acudió a verlo. La prensa local informó al día siguiente que el aparato había sido trasladado para el reparto Los Olmos, donde haría vuelos para los que estuvieran interesados y luego publicó una lista de personalidades locales que habían volado en el Curtiss.

Ocho años más tarde en la misma zona del malecón aterrizó un aeroplano de la Pan American Airwais, el cual estudiaba la apertura de una línea regular entre La Habana y Santiago de Cuba, para el traslado postal, de periódicos y pasajeros. Al año siguiente, en enero de 1929, se inauguraba un campo de aviación en el reparto San Pedrito el cual la prensa local presentó de la siguiente manera: “Aviones de vuelos nacionales y extranjeros aterrizaron sobre la tierra de Oriente, en un recodo del camino que conduce desde esta ciudad al Cobre” Se consignaba la llegada ese día de tres aviones del ejército y dos civiles con pasajeros, uno proveniente de Puerto Rico y otro de Miami.


En 1930 La compañía de Aviación Curtiss, la mayoría de cuyos accionistas eran cubanos, inauguró un servicio de pasajeros entre Santiago de Cuba y La Habana, con lo cual ya sumaban tres compañías que ofrecían este servicio. Este año también se inició El Servicio Postal Nacional.

En 1933 el periódico Adelante publicó un anuncio titulado “Viajar por el aire es un placer” en el que se informaba de los horarios y los precios de los vuelos a La Habana, Baracoa, Guantánamo, Jamaica y Haití. El vuelo a la Habana costaba 30 pesos con 90 centavos y duraba 5 horas y media porque hacia escalas en Manzanillo, Camagüey, Morón, Santa Clara y Cienfuegos.

En febrero de 1935 aterrizó en el aeropuerto de San Pedrito el avión Marti, marca Loockheed-Electra, que integraba una moderna flota adquirida por la Compañía Nacional Cubana d Aviación. En julio de ese año se inauguró el servicio aéreo de pasajeros, correo y expreso en la ruta Habana –Santiago-Guantánamo, en el avión Maceo.


Probablemente a estos vuelos se refería el novelista Enrique Serpa en su crónica publicada en la revista Carteles en marzo de 1935, bajo el sugestivo titulo “Raid Habana-Santiago de Cuba” en la cual después de una estupenda descripción de lo que se veía desde el avión a lo largo del viaje, termina refiriéndose a la llegada del avión al aeropuerto santiaguero: “Aterrizamos. El estómago sube a la garganta, como en un ascensor que desciende con rapidez excesiva. Una leve sacudida acusa el contacto de las ruedas con la dureza del suelo. Se desliza el avión sobre un campo agotado por el bochorno del mediodía. Al cabo se detiene. Acuden hacia el aparato unos hombres apresurados. Y el steward mientras flanquea la portezuela de la cabina, anuncia ¡Santiago de Cuba!”


En octubre de 1953 comenzó a funcionar el Aeropuerto Internacional Antonio Maceo. Al año siguiente el ministro de Obras Públicas hizo la entrega oficial del nuevo edificio y demás departamentos al presidente de la Compañía Cubana de Aviación; el servicio al público se inició con un avión Viscount, el 7 de diciembre de 1956. En abril de ese mismo año un moderno Constellation Súper G trajo a Santiago a la orquesta Sinfónica de Nueva Orleáns, que es anoche ofreció un concierto en el teatro Oriente auspiciado por la Sociedad Filarmónica.


La historia de los inicios de la aviación en Santiago de Cuba abarca un periodo de poco más de cuatro décadas y está asociada con el crecimiento económico de la ciudad y en particular con el de la industria del turismo en la provincia de Oriente, la cual en la década del cincuenta era probablemente el segundo destino turístico del país y atraía gran cantidad de turismo norteamericano de ocio y hombres de negocios. También algunos orientales comenzaron a hacer turismo fundamentalmente a Miami, Nueva York y Madrid.

En 1910 los habitantes de la ciudad de Santiago vieron por vez primera un avión y en 1956 por el aeropuerto Internacional Antonio Maceo llegaban en modernos aviones los turistas norteamericanos y salían los turistas santiagueros. ¡El avión había conectado a Santiago de Cuba con el mundo!






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Rafael Duharte Jiménez (Santiago de Cuba, 1947). Profesor, Historiador Ensayista y Guionista de radio y televisión. Ha publicado 12 libros, numerosos artículos y ensayos en revistas en Cuba y el extranjero y una Historia Audiovisual de Santiago de Cuba que consta de 355 audiovisuales de 12 minutos cada uno; conferencista en 28 universidades y centros de investigación en El Caribe, América Latina, Europa y Los Estados Unidos. Es miembro de la UNIHC y la UNEAC. Actualmente labora como especialista de la Oficina de la Historiadora de la Ciudad de Santiago de Cuba.

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