La Revolución del 30 tuvo en Santiago de Cuba un escenario interesante; el primer episodio estuvo vinculado a la prohibición de las autoridades locales de celebrar un acto en el Teatro Marti en memoria del Rafael Trejo, muerto en la Habana en una protesta estudiantil contra el Gobierno del General Machado.
El 10 de noviembre de 1930, una manifestación de estudiantes, indignados por la prohibición bajó la calle de Enramadas y en la esquina de esta con la calle Reloj se enfrentó con un piquete de policías a caballo y de infantería que los embistió a planazos sin mucho miramientos.
El Diario de Cuba también informa ese día de otra manifestación estudiantil que avanzó hasta el parque Aguilera; así como de actos de protesta frente al hospital de Emergencias y el edificio del Gobierno Provincial. Los estudiantes normalistas por su parte protestaron frente a los edificios de los periódicos Diario de Cuba y La Independencia.
Otra manifestación gritó consignas contra el gobierno ante el Juzgado de Instrucción y pidió la libertad de los estudiantes detenidos, luego avanzaron hacia el VIVAC siendo interceptados por policías a caballo que cargaron a planazos contra ellos.
En La Alameda un grupo de estudiantes furiosos rompieron farolas, derribaron el busto del gobernador Barceló y le cayeron a cabillazos al del presidente Machado, finalmente fueron dispersados a tiros por la policía.
El 11 de noviembre la ciudad fue tomada militarmente y nombrado como Supervisor Militar el siniestro comandante Arsénio Ortiz.
Aquel estallido de ira de los estudiantes santiagueros no ha sido estudiado en profundidad. En realidad no existía en la ciudad una tradición de rebeldía estudiantil, ni una universidad que se hubiera hecho eco de la lucha de los universitarios de la Habana. Aquella quizás fue inicialmente una especie de explosión de rebeldía juvenil que los planazos de la policía politizaron.
En agosto de 1931 se produjeron numerosos alzamientos contra el gobierno en diferentes provincias del país, los cuales fueron reprimidos por el ejército. En la noche del 12 de agosto en la finca La Gallinita, cerca de la ciudad de Santiago de Cuba tuvo lugar un alzamiento contra el gobierno, el cual fue enfrentado por fuerzas del Distrito Militar.
El 12 de agosto de 1933, el periódico matutino El Diario de Cuba publicó en su primera plana con letras rojas: "Cayó el régimen de Machado". El diario vespertino Las Noticias informó que el comandante Ramón Cabrales había asumido el mando de la ciudad de Santiago de Cuba, eliminando la censura de la prensa y pidiendo al pueblo que se comportara con cordura y patriotismo.
Al conocerse la caída del gobierno de Machado se organizó una manifestación que recorrió las calles con gritos de alegría y vivas a Cuba libre; el comercio no abrió sus puertas; también recorrió la ciudad una enorme conga.
La policía se esfumó de las calles y se produjeron saqueos no sólo en casas de miembros del ejército la policía y políticos machadistas, sino también en panaderías, carnicerías, cafeterías, bodegas y otros establecimientos comerciales. ¡De pronto había aparecido el espectro del santiaguero feo, poniendo una nota de vandalismo!
El domingo 13 de agosto hubo una gran manifestación, calculada en 3 mil personas, organizada por el ABC que marchó hasta el cementerio para “rendir homenaje a los caídos en la lucha fraticida”.
El 5 de septiembre un grupo de revolucionarios santiagueros fueron al cuartel Moncada e informaron a los militares de las acciones de Batista el día anterior en Columbia, entonces los sargentos tomaron el mando del Moncada y crearon una comisión de depuración que analizaría la conducta de oficiales y soldados durante el gobierno de Machado.
A partir de las diez de la mañana de ese día, comenzaron a recorrer las calles de la ciudad camiones con grupos de civiles que disparaban al aire; estudiantes y soldados se movían por las calles en automóviles cubiertos por banderas cubanas; también salieron sargentos con grupos de soldados a caballo y en camiones que portaba banderas cubanas y daban gritos por el triunfo de la revolución.
En el parque Céspedes se concentró un numeroso público y se hicieron disparos al aire; una turba encolerizada rompió las puertas del VIVAC y linchó a cuatro esbirros y confidentes de la policía.
Algún tiempo después la ciudad de Santiago Cuba regresaba a la normalidad y la revolución se iba a bolina...
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Carteles. Agosto 27, 1933
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Rafael Duharte Jiménez (Santiago de Cuba, 1947). Profesor, Historiador Ensayista y Guionista de radio y televisión. Ha publicado 12 libros, numerosos artículos y ensayos en revistas en Cuba y el extranjero y una Historia Audiovisual de Santiago de Cuba que consta de 355 audiovisuales de 12 minutos cada uno; conferencista en 28 universidades y centros de investigación en El Caribe, América Latina, Europa y Los Estados Unidos. Es miembro de la UNIHC y la UNEAC. Actualmente labora como especialista de la Oficina de la Historiadora de la Ciudad de Santiago de Cuba.
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