Como el alma que deja en su envoltura
De cuanto humano fué grandes anhelos,
Y se eleva á los campos de los cielos
Blanca como Beatriz, radiante y pura;
Del cielo de la Historia á la amplia altura,
Libre por fin de inmerecidos duelos,
Llegaste ¡oh Genio! con pasmosos vuelos
Para astro ser de sorprendente albura.
Con la creadora fuerza allí te mides,
Pues no hay hombre que ostente los blasones
Que deslumbran en tu urna cineraria:
Las columnas magníficas de Alcides
Rotas, y un hemisferio (cien naciones)
Completando una esfera planetaria!
No comments:
Post a Comment