Nota del blog: Sección semanal dedicada al Ballet y la Danza, a cargo de la la ballerina, coreógrafa y profesora Florencia Guglielmotti.
Los textos anteriores, se pueden leer en este enlace.
Durante 1968, la situación social en Estados Unidos había alcanzado un momento álgido en cuanto a la lucha por los derechos civiles de las minorías, particularmente de los afrodescendientes. El asesinato de Martin Luther King Jr. el 4 de abril de ese mismo año, despertó en Arthur Mitchell la iniciativa de crear una compañía de danza académica que permitiera saldar una deuda histórica: que los bailarines de danza clásica afroamericanos tuvieran las mismas oportunidades que los demás de formarse y desarrollarse profesionalmente ya que, hasta el momento, les resultaba muy difícil ser aceptados en estudios de danza y compañías.
Con esa idea en mente Arthur Mitchell, quien fuera el primer bailarín negro en llegar a solista del New York City Ballet, regresa de Brasil, donde estaba colaborando con la formación del Ballet Nacional, y crea junto a Karel Shook la Dance Theatre of Harlem.
En un primer momento, Arthur alquila un garaje en su Harlem natal (New York) y lo acondiciona para poder dar clases de danza. Dejaba las puertas abiertas para que la gente que pasaba por allí pudiera anoticiarse de la apertura de este espacio de danza inclusivo. Para adaptarse a las necesidades de los nuevos estudiantes, Mitchell dejó de lado la tradicional vestimenta de la danza académica y les permitía bailar con short y remera, y de ese modo rápidamente aumentó la matrícula de su humilde estudio. Es en ese momento en que le propone a Karel Shook, uno de sus primeros maestros de ballet, sumarse al emprendimiento, con el objetivo de poder formar, además de la escuela, una compañía.
Es así como surge la Dance Theatre of Harlem, una compañía que se transformó en modelo y guía para todos los bailarines afrodescendientes, asiáticos y latinos, sin distinción de nacionalidad. El objetivo último de la compañía era demostrar que no importa el origen del bailarín sino su arte.
Arthur Mitchell contó, además, con el apoyo de George Balanchine, director y coreógrafo por ese entonces del New York City Ballet. Balanchine le cedió a Mitchell los derechos de varios de sus ballets, lo que permitió que, en 1971, la Dance Theatre of Harlem debutara oficialmente como una Compañía de danza neoclásica en el Museo Guggenheim. Ese mismo año, Balanchine y Mitchell en colaboración, co-crearon la obra “Concerto for a Jazz Band and Orchestra”, lo que consolidó el lanzamiento de la Compañía.
Tras realizar un especial para televisión, titulado “Rythmetron”, coreografiado por Mitchell, la Compañía consiguió su primera temporada completa en New York en 1974. Ya, en 1979, la Dance Theatre of Harlem realizó una gira internacional con un amplio repertorio de más de 40 ballets, algunos de ellos de Balanchine. En la década del ‘80, la Compañía se había instalado como una de las opciones culturales de New York, dándole nuevos aires a obras ampliamente conocidas por el público local, como “Firebird”, “Giselle”,” Scheherazade”, “Bugaku” y “ Agon”.
Los años ’90 tuvieron también sus hitos para la Dance Theatre of Harlem. Fue la primera compañía estadounidense en actuar en Rusia, tras la caída de la Unión Soviética. En 1992, sobre el final del apartheid, realizaron una gira por Sudáfrica donde actuaron frente a una multitud y compartieron sus principios de inclusión en diferentes municipios, creando programas como el “Dancing Through Barriers”, que aun funcionan.
Entre 2004 y 2012, la Dance Theatre of Harlem debió suspender sus actividades debido a dificultades económicas. En 2013, de vuelta en las tablas, Mitchell cedió su lugar como director artístico a Virginia Johnson, quien fuera bailarina de la Compañía por 25 años. Ella ha mantenido vivo el legado de Mitchell hasta la actualidad: una compañía de danza académica con un enfoque inclusivo.
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Florencia Guglielmotti reside en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina). Es Profesora de Danza (titulada en la Escuela Nacional de Danzas "María Ruanova"), Licenciada y Profesora de Artes (recibida en la Universidad de Buenos Aires). Cursó estudios en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba. Es Miembro de International Dance Council CID (UNESCO).
Actualmente se desempeña como Profesora de Danza Clásica y como Profesora Titular de Historia de la Danza en la Escuela Superior de Enseñanza Artística "Aída V. Mastrazzi". florenciagu@gmail.com
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