Nota del blog: Sección semanal dedicada al Ballet y la Danza, a cargo de la la ballerina, coreógrafa y profesora Florencia Guglielmotti.
Los textos anteriores, se pueden leer en este enlace.
El ballet "Flore et Zephyr" fue estrenado en 7 de julio 1796 en el King’s Theatre de Londres. La coreografía y el argumento fueron realizados Charles-Louis Didelot, la música por Cesare Bossi y los diseños de escenografía estuvieron a cargo del ingeniero Liparotti, quien fue también el principal responsable de la maquinaria teatral utilizada. En ocasión del estreno, los roles principales fueron interpretados por Collinet (esposa del coreógrafo) como Flore, Marie Louise Hilligsberg como Cupido y el propio Didelot como Zephyr.
Esta obra remite a la mitología griega y es por eso que puede ser catalogada como ballet anacreóntico, muy en boga en la época. Según el mito, Zephyr (dios del viento oeste) se enamora de la ninfa Flore. Su hermano Boreas (dios del viento norte) compite con Zephyr por el amor de la ninfa. Finalmente, Zephyr recupera a Flore y Boreas es castigado por su comportamiento. Cabe aclarar que la denominación “Zephyr” pertenece a la mitología griega y “Flore” a la romana, si se mantuviera el original griego debería llamarse “Cloris”. Didelot realiza una adaptación del mito para este ballet y entonces vemos a Zephyr que se enamora efectivamente de la ninfa Flore, pero en un momento se distrae con otra bella mujer; al final se da cuenta que su verdadero amor es Flore, la toma en sus brazos y la lleva consigo hacia el cielo. En este momento se veía a la bailarina “volando” sobre el escenario, gracias al artefacto escénico creado por Liparotti.
Según algunos relatos de la época, en este ballet se vio por primera vez a la bailarina pararse sobre las puntas de los pies, aunque se cree que ese efecto era generado por la maquinaria teatral que lentamente iba elevando a la bailarina del suelo, ya que la zapatilla de punta se crearía unos 20 años después. Lo que sí se sabe es que las bailarinas utilizaban un calzado que les permitía pararse sobre la media punta con gracia y fluidez, lo que daba la sensación de liviandad y daba un carácter etéreo a las bailarinas, ambas características del Romanticismo en la danza. Debido a esto, también se puede encuadrar a este ballet como pre romántico.
“Flore et Zéphire” tuvo gran éxito en toda Europa y se transformó en la obra más conocida de Didelot. Gracias a ella, en 1799, el coreógrafo fue contratado por el Zar como director de los Teatros Imperiales. En 1808, Didelot cambió el nombre de la obra a “Zephyr y Flore” para la producción que protagonizó el bailarín francés Louis Duport, en San Petersburgo. En 1830, Marie Taglioni debutó en Londres con este ballet, interpretando a Flore, junto a Jules Perrot, lo que significó el inicio de una larga sociedad artística entre ambos.
Leonide Massine realizó, para los Ballet Russes, otra versión sobre este mismo mito, en 1925. En este caso, la música fue compuesta por Vladimir Dukelsky, el vestuario y la escenografía fueron creados por Georges Braque. Los protagonistas en la premier fueron Anton Dolin, Alicia Nikitina y Serge Lifar.
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Florencia Guglielmotti reside en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina). Es Profesora de Danza (titulada en la Escuela Nacional de Danzas "María Ruanova"), Licenciada y Profesora de Artes (recibida en la Universidad de Buenos Aires). Cursó estudios en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba. Es Miembro de International Dance Council CID (UNESCO).
Actualmente se desempeña como Profesora de Danza Clásica y como Profesora Titular de Historia de la Danza en la Escuela Superior de Enseñanza Artística "Aída V. Mastrazzi". florenciagu@gmail.com
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