La que grita, arranca y arrebata,
la que gime, rompe y te mata.
La que indaga pregunta y escudriña,
Se impone, y en silencio cual una niña,
Te mira a los ojos y te deja sin aliento,
Y luego se va como hoja en el viento
A donde a ella le da la gana.
Ella cura, apacigua y da sustento
Al enfermo lo mismo que al hambriento
Con suavidad de clavel,
Y hace olvidar dolor, temor y desconcierto
Con su presencia y su luz de ángel.
Ella, juez, verdugo y testigo,
Puede ser tan dulce como la miel
O amarga como el vino.
Te puede llevar de la mano al cielo
O al infierno si ese es tu destino.
Amiga o enemiga, santa o mal nacida,
Surge en el alba, tarde o madrugada:
Yo la admiro, la respeto y la valoro,
Su nombre es LA PALABRA.
___________
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Página de Thelma Delgado en el website del Cultural Council of Palm Beach County
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