Wednesday, September 14, 2022

Alusiones a Camagüey en el National Geographic Magazine. Enero de 1947. (por Carlos A. Peón-Casas)



Los detalles en particular de una singular visita a la ciudad agramontina, aparecían en aquella prestigiosa revista en un artículo mayor sobre Cuba, intitulado: Cuba: la azucarera de los norteamericanos, con el que abría el número correspondiente al Volumen XCI.


El cronista Melville Bell Grosvenor, había realizado aquel reportaje de la Isla luego de un recorrido multitudinario por toda su geografía de occidente a oriente.


A Camagüey llegó el periodista acompañado por el destacado profesor de geografía el Dr. Salvador Massip, quien dictaba cátedra por entonces en la Universidad de La Habana.


Transcribimos para el curioso lector los detalles de aquella visita a nuestro terruño, desde la traducción del artículo original en Inglés a nuestra vista, otro valioso tesoro de los que guarda la Biblioteca Diocesana de Camagüey.
Pudimos ver las techumbres rojas de Camagüey desde la distancia. la ciudad se alza sobre los verdes campos como un castillo de hadas. "Camagüey es la ciudad de los patricios", me dijo el profesor Massip. "Muchas antiguas familias tienen ancestros que datan del siglo XVI". El profesor José Agüero se nos presentó con su brillante traje blanco, de lino. Es profesor de Historia Natural en el Instituto de Camagüey. Agüero es un apellido famoso en Camagüey. Miembros de esta familia tuvieron roles heroicos en la historia citadina. Francisco de Agüero fue uno de los primeros mártires, ajusticiado en la horca en el hoy Parque Agramonte, el 16 de Marzo de 1826. Otro héroe revolucionario fue Joaquín de Agüero, un emulo cubano de Nathan Hale, fusilado en Agosto de 1851. El Parque Agramonte honra a otros héroes revolucionarios. En su centro se alza una estatua ecuestre del General Ignacio Agramonte, nacido en la ciudad, y muerto en batalla en 1873 durante la Guerra de los Dies Años. Camagüey ofreció muchos valientes a esa guerra infructuosa por la Independencia que costó 25. 000 vidas y 300 millones de dólares. Con el Dr. Agüero como nuestro cicerone fuimos recibidos en muchas de las casas más antiguas de la ciudad El Dr. Aurelio Izquierdo y su Sra. nos mostraron su preciosa casa, sencilla pero decorada con gran gusto. Posee uno de los patios más maravillosos que yo viera en Cuba. Adornado por los típicos tinajones camagüeyanos. Cruzando la calle Finlay, frente a la casa de los Izquierdo, se localiza la casa donde nació Carlos J. Finlay*, el eminente médico cubano quien sugirió que la Fiebre Amarilla era transmitida por un mosquito. El Dr. Finlay, graduado de la Escuela de Medicina de Jefferson en Pennsylvania... comenzó luego su estudio sobre la enfermedad que causaba mucha mortalidad en Cuba (...) Finalmente el Mayor Walter Reed probó que Finlay tenía razón.

Las fotos tomadas en nuestra ciudad por el propio cronista, o su fotógrafo, son casi octogenarias, pero se mantienen impecables en la magnífica reproducción de la revista de donde las reproducimos para el complemento de estás tan reveladoras líneas. El Camagüey de entonces luce impoluto en aquella su esplendente condición a pesar del tiempo y tantos avatares.





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*Tal era el criterio de la época, que se recordaba en una tarja aun adosada a la pared de la casa de marras, y que el cronista tuvo a la vista. A posteriori resultó ser enmendado, ubicando la casa natal, dónde hoy se le reconoce, en la Calle Cristo.

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