Monday, September 19, 2022

P. José Conrado: "Santo Padre, los cubanos sentimos vergüenza ajena por Usted"


"No podemos pasar de largo frente al hombre tirado a la orilla del camino, como hicieron el Sacerdote y el levita en la parábola del Buen Samaritano. Hay que descender de la cabalgadura, hay que lavar y vendar las heridas. Hay que “levantar la voz y advertir el peligro.” Si no, nos hacemos cómplices de un silencio culpable. Santidad, su entrevista en la cadena Univisión con motivo del primer aniversario del levantamiento popular del 11 de julio de 2021 en Cuba, sorprendió a muchos en la Isla y fuera de ella. Santo Padre, los cubanos sentimos vergüenza ajena por Usted.

¿Cómo es posible que el Papa calle frente a una represión brutal contra ciudadanos pacíficos que gritaban “Patria y Vida” y expresaban su enorme anhelo de libertad y de justicia frente a un gobierno que lleva 63 años en el poder conculcando derechos y aplastando a todo un pueblo? Los cerca de mil presos, en su mayoría jóvenes, algunos incluso menores de edad, que llenan desde entonces nuestras cárceles, son un clamor que llega al cielo y que debería conmover los corazones de los dirigentes del mundo, y de los pueblos y naciones de la tierra. Pero, sobre todo, de la Iglesia y del supremo Pastor de la misma, el servidor de los servidores de Dios. Con tristeza le trasmito lo que me dijo un joven y excelente sacerdote: “A veces el Papa me suena más como un ideólogo que como un profeta o un pastor”. Algo más, y terrible, sucedió ese día: El presidente de la nación y primer secretario del Partido Comunista de Cuba, hizo un llamado no a la moderación y la concordia sino a la represión y la violencia contra los reclamantes, a manos de aquellos que contaban con el uso y posesión de las armas, representantes del poder y apoyados por este. Santidad, la palabra del Apóstol de nuestra independencia, José Martí, sigue siendo un paradigma de justicia y equidad para los cubanos de todas las tendencias. Quiero citar a Martí en un texto lapidario: “Asesino alevoso, ingrato a Dios y enemigo de los hombres, es el que, so pretexto de dirigir a las generaciones nuevas, les ensena un cumulo aislado y absoluto de doctrinas, y les predica al oído, antes que la dulce platica de amor, el evangelio bárbaro del odio. ¡Reo es de traición a la naturaleza el que impide, en una vía u otra, y en cualquier vía, el libre uso, la aplicación directa y el espontaneo empleo de las facultades magníficas del hombre!” “...Ni la originalidad literaria cabe, ni la libertad política subsiste, mientras no se asegure la libertad espiritual”. En la semblanza que escribió a la muerte de ese gran venezolano que fue Cecilio Acosta, jurista, intelectual y político de gran calibre, Martí apuntó: “Quien se da a los hombres, es devorado por ellos, y él se dio entero; pero es ley maravillosa de la naturaleza que solo esté completo el que se da; y no se empieza a poseer la vida hasta que no vaciamos sin reparo y sin tasa, en bien de los demás, la nuestra. Negó muchas veces su defensa a los poderosos; no a los tristes. A sus ojos, el más débil era el más amable. Y el necesitado, era su dueño”. Santidad, si queremos tener un norte claro ante los problemas de este mundo, debemos optar por los más pobres, por los más débiles, por los oprimidos. Como nos dijo el Señor: “los poderosos de la tierra los oprimen, pero quieren que se les llame benefactores de la humanidad y padres de la patria. Pero entre ustedes que no sea así: el que quiera mandar que se ponga a servir y el que quiera ser primero que vaya y tome el último lugar. Porque yo mismo no he venido para ser servido sino para servir y para dar mi vida en rescate de todos”. 

José Conrado Rodríguez Alegre, pbro. 
Párroco de San Francisco de Paula en Trinidad.
Cuba.

Leer texto completo en el Diario de las Américas

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