Hay en la contagiosa tristeza de esta tarde
-hora crepuscular-, yo no sé qué de ambiguo,
sutil y misterioso... Mientras cae la tarde,
mi alma, la romántica, sueña... sueña...
El ambiguo.
resplandor del crepúsculo vierte en todas las cosas
del paisaje de otoño una melancolía
que se adentra en las almas, y en las frondas ruinosas
el viento tiene un triste acento de elegía.
Paz. Quietud. Un silencio sonoro! La discreta
penumbra del ocaso va borrando el paisaje
igual que un esfumino... Tengo un ansia secreta
de sentir en mi alma el alma del paisaje!
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