En medio de un profundo dolor emocional y casi pesando algunas libras, con un físico quebradizo y el rostro desencajado llegué por fin a la cita esperada por largos meses.
El 25 de Junio 04 me harían un ultrasonido, querían saber el porqué de la anemia que me estaba deteriorando el organismo lentamente desde hacía algún tiempo.
Un hospital frío no solo por su aire acondicionado sino por todo lo que allí se reflejaba Jackson Memorial Hospital dio por fin el diagnóstico.
Dos días después tomé la decisión más importante de mi vida, regresar a mi país en medio de un profundo dolor emocional y un gran vacío en mi alma, sabía que la separación con mi esposo iba a ser dolorosa, inesperada, nunca olvidaré aquel momento cuando en el aeropuerto nos despidió y recuerdo aun su rostro demacrado por su trabajo y por la desdicha de ver partir a sus hijos y a su mujer enferma, sin saber si volvería a verlos.
Cinco horas después llegue a mi país, me embargó una profunda alegría y entusiasmo por estar nuevamente en casa, en aquella tierra que me vio partir.
Veía por fin un nuevo horizonte en mi vida en medio del dolor que me deterioraba lentamente, mis padres, mi hermano, mis seres más queridos nos esperaban.
Llegué cargada de profundas incertidumbres, mi enfermedad y el no saber si mis hijos podrían reintegrarse nuevamente a las costumbres que ellos dejaron atrás, luego de haberse ausentado por tres años, pero el cambio fue satisfactorio mis hijos asimilaron con una positiva actitud ante lo que me parecía imposible y me demostraron que no hubo obstáculos y que en menos de un mes ellos eran unos niños verdaderamente “felices”.
Yo aún lacerada emocionalmente no podía reintegrarme, mis lágrimas no cesaban, mi enfermedad me consumía a diario.
Solo tenía un pensamiento fijo “aferrarme a fortalecer mi cuerpo”
Al siguiente día de haber llegado, visité al doctor y luego de un minucioso examen el diagnóstico fue duro para muchos, inesperado para otros, no hay nada más que hacer señora < fueron sus palabras>.
En ese momento había ido preparada para todo, salí de ahí tranquila y tomé la noticia con mucha madurez.
Luego cuando los días transcurrieron mientras me preparaba para la cirugía, cada momento parecía que se me partía en dos, fueron momentos largos y eternos, mi cuerpo no resistía una operación, mi organismo prácticamente deteriorado tuvieron que restituirlo para poder intervenirlo no podía subir a un quirófano en esas condiciones.
“Uno no reconoce el valor de la vida hasta que la ve verdaderamente amenazada”
En ese momento pensé ponerle una postura fuerte a la vida, era lo más sensato. Desde entonces mi realidad empezó a cambiar, comprendí que fui una de las elegidas. Dos meses después llegó el día, un frío quirófano me esperaba solo estaban los seres que más quería, mis padres y hermano, no quise que mis hijos estuvieran allí ellos fueron a la escuela como cualquier día, los vestí y me despedí de ellos con un beso en la frente y les dije” yo voy a regresa a casa” sin saber en realidad si eso iba a ser cierto.
Cerca de las 10 de la mañana entré al quirófano, luego de haberme despedido de mi madre y mi hermano. Mi padre estaría en el quirófano, esperando por mí llegada.
Mientras me preparaban alcancé ver el rostro de mi padre muy afligido se operaba su hija la preocupación no era para menos.
Vi en ese momento otras personas y un hombre de lente se me acercó y sin decir palabras el aplicó a mi suero una inyección la misma que en segundos hizo que mi mirada fuese perdiendo vida y quedé dormida profundamente.
Tres horas después desperté y escuché que le dijeron a mi padre ya no puede acompañarla debe abandonar la sala de recuperación, me desperté no solo con un profundo dolor en mi físico, también sentía dolor en mi alma, gritaba de dolor y una enfermera me aplicó una inyección que me calmó y entre sollozos retomé nuevamente el sueño, minutos después me sacaron y el primer rostro que vi fue el de mi madre que besándome la frente me dijo< todo salió bien>.
Horas después recibí la visita de mis hijos, le di gracias a Dios porque había vuelto a la vida y porque me había dado otra oportunidad, me dio la dicha de abrazar y besar a mis hijos, entonces pensé y me dije: “El cielo tuvo piedad de mi”
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Autora de los libros: "Volando en Solitario" año 2015, Guayaquil - Ecuador. (Disponible en Amazon Kindle). "Los símbolos del Amanecer" (Editorial Voces de Hoy, 2020)
-Estudió en Miami Dade College: Certificate of Florida “Child Development Associate Equivalency”. Maestra de Educación Preescolar e Infantil en la ciudad de Miami.
-Licenciada en Psicología graduada en el 02/2017 - Atlantic International University.
-Orientadora Motivacional y Conferencias pueden contactar a Orlanda Torres a través de la página que administra www.fb.com/vivencialhoy
Publicaciones en Revista Sapo - Santiago de Chile – 2016
-La Estancia en el Paraíso de los Sueños
-Relación de Pareja y su gran Desafío
-Es la Felicidad una Elección
Conferencia en Radio - Miami, Florida
-Positivo Extremo Radio: Entrevista 123Teconte “Regreso a Clases y La Adolescencia”
-¿Como aprender a ser feliz?- Edificio Trade Building-.Innobis Coworking, Guayaquil - Ecuador
-La Inteligencia Emocional en la Relacion de Pareja- WENS Consulting Group, Guayaquil - Ecuador
Publicaciones en Revista Sapo - Santiago de Chile – 2018
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