Saturday, October 1, 2022

Gala de clausura del XXVII Festival Internacional de Ballet de Miami (por Baltasar Santiago Martín)



El domingo 14 de agosto de 2022, el Miami Dade County Auditorium descorrió sus cortinas para dar paso a la Gala de Clausura del XXVII Festival Internacional de Ballet de Miami, la cual se inició con la presentación del premio “Crítica y cultura del ballet” a la Maestra mexicana Rocío Rabaza Rivacoba, figura admirada, reconocida y respetada a nivel mundial por su extraordinaria labor de promoción y difusión de la danza y las artes escénicas al frente del proyecto Danzadance.Org, que fundó en 1991, quien, debido a que no pudo estar presente por razones de trabajo, envió una carta de agradecimiento, leída por el Maestro Eriberto Jiménez, director artístico del Festival.

El desfile dancístico comenzó con la Compañía Octavio de la Rosa, de Suiza, con Introtango, interpretado por Camilla Colella y el propio Octavio, también directores artísticos de la compañía, con coreografía y música del multifacético De la Rosa, quienes ofrecieron un estilizado tango de salón, enriquecido con su entrenamiento como bailarines de danza contemporánea.

Camilla Colella y Octavio de la Rosa 
en Introtango. Foto: Simon Soong
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A continuación, Dimensions Dance Theatre of Miami, con Jennifer Kronemberg y Carlos Guerra como sus directores artísticos, presentó el pas de deux Adiemus, coregrafiado por Yanis Pikieris & David Palmer; música de Karl Jenkins y trajes por Voogd Seamworks, a cargo de Meisy Laffitte y Alexey Minkin, quienes con sobriedad y precisa técnica neoclásica demostraron que Dimensions no solo descolla con trabajos grupales como Light Rain.

Meisy Laffitte y Alexey Minkin en Adiemus.
 Foto: Simon Soong
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Correspondió después a Jorge Oscar Sánchez, del Ballet de Washington, cuya directora artística es Julie Kent, salir a defender, con la bravura que le caracteriza, el solo Les Bourgeois, coreografía de Ben Van Cauwenbergh y con una canción de Jacques Brel como fondo musical.

Jorge Oscar Sánchez en el solo Les Bourgeois.
 Foto: Simon Soong
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Le siguieron los también brillantes Marizé Fumero y Arionel Vargas, del Milwaukee Ballet (Estados Unidos), dirigido artísticamente por Michael Pink, quienes escogieron un pas de deux del ballet La Boheme, coreografía de Michael Pink y música de Giacomo Puccini, para su actuación en esta Gala de Clausura.

Marizé Fumero y Arionel Vargas
  pas de deux del ballet La Boheme
 Foto: Simon Soong
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Desde el inicio, este pas de deux fue otra entrega virtuosa de Marizé y Arionel, que como cada vez que se presentan, dieron una clase maestra de la técnica en función de la interpretación de sus personajes, “como si estuvieran viviendo la historia y no existiera el público”, como he expresado ya en otra ocasión sobre ambos.

Unblanche, de Japón, con Rainer Krenstetter como director artístico, volvió a ofrecer Adagetto, coreografía de Renato Zanella para una partitura de Gustav Mahler, con Tricia Albertson (Miami City Ballet) y el propio Rainer Krenstetter como ejecutantes, sobre los cuales repito mis observaciones sobre su presentación en la Gala de las Estrellas con este misma oferta:

“Tanto Tricia como Rainer evidenciaron lo cómodos que se sienten bailando esta coregrafía tan intimista, desde la sutil sujeción de los brazos de ella sin lucir apresada, hasta las medias cargadas de fuerte contenido erótico sin provocarle rechazo. En fin, una verdadera joya coreográfica, excelentemente bien interpretada”.

Tricia Albertson y Rainer Krenstetter en Adagetto
Foto: Abelardo Reguera
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Karina Moreira y Norton Fantinel, de Arles Youth Ballet Company/Compañía Ballet Joven de Arlés, Francia –cuyo director artístico es también Norton Fantinel– también repitieron a continuación Reminiscencias, coreografía de Craig Davidson, música de Olafur Arnalds, vestuario de Kate Venables y luces de Salvatore Scollo, sobre quienes vuelvo a acotar lo que escribí sobre su presentación en la Gala de las Estrellas con mismo pas de deux:

“Dos jóvenes hermosos, en forma, poseedores de una técnica evidente, al servicio aquí de una inquietante coreografía que nos deja pensando, en un dueto con Norton a torso descubierto y una falda negra nada ajustada –y al parecer plisada–, en contraste con la gris y casi tubular de Karina, cual mensajes subliminares de un relación que, ya por el título, tuvo y tiene sin dudas un pasado”.

Karina Moreira y Norton Fantinel en Reminiscencias
Foto: Simon Soong
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Unblanche de nuevo trajo a escena el pas de trois de las Odaliscas, del ballet El corsario, coreografía de Marius Petipa y música de Adolphe Adam, bailado por Natsuki Tsunoda, Eri Kusakabe y Shun Nagasue, “quienes con elegancia, musicalidad y acople salieron airosas de su encomienda”.

Natsuki Tsunoda, Eri Kusakabe y Shun Nagasue
 en el pas de trois de las Odaliscas
del ballet El corsario
Foto: Simon Soong
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De igual manera, la Compañía Colombiana de Ballet, con José Manuel Ghiso como director artístico, presentó nuevamente a Nicole Nathalia Duque y Andrés Felipe Vargas en el pas de deux del tercer acto de El lago de los cisnes, conocido como “El cisne negro”, coreografiado por Marius Petipa y la maravillosa música de Piotr I. Tchaikovski, en el que ambos, sobre todo Nicole Nathalia, subieron la parada en comparación con la noche anterior. Ella atendió las observaciones que le hice en la fiesta después de esa función, pues su intepretación de Odile fue más “perversa” y sus fouettés los completó sin casi desplazarse de lugar.

Nicole Nathalia Duque y Andrés Felipe Vargas 
 en el pas de deux El cisne negro
Foto: Simon Soon
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A seguidas, el Ballet Clásico Cubano de Miami, bajo la dirección artística de Eriberto Jiménez, repitió To Zero Point “(que no voy a traducir al español porque a los cubanos nos va a traer un muy mal recuerdo), con Beatriz García y Armando Brydson a cargo de defender con sumo brío su original, “descoyuntada” y sorprendente coreografía para la partitura de Arvo Part” –repito yo también.

Beatriz García y Armando Brydson 
en To Zero Point. Foto: Simon Soong
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Diana y Acteón, el pas de deux con música de César Pugni, coreografiado e incorporado por Petipa en 1886 a su versión del ballet Esmeralda, coreografía de Jules Perrot (1844), pero que el Ballet Clásico Cubano de Miami ha montado con la de Agripina Vagánova, volvió a ser interpretado por Yaman Kelemet (SNG Opera & Ballet de Slovenia) y Ihosvany Rodríguez (Ballet Clásico Cubano de Miami), pero no tal y como lo hicieron en la Gala de las Estrellas de la noche anterior, sino que ambos tuvieron en cuenta mis observaciones en la fiesta después de dicha gala, ya que Yaman no bailó sonriente como le aconsejé (“Diana está furiosa con el pastor Acteón y lo que quiere es herirlo con sus flechas como venganza por su voyeurismo”) e Ihosvany superó su actuación precedente con ahora sí más giros y mucho más rápidos, sin descuidar ninguno de los dos todo lo que les elogié en la reseña correspondiente:

“Yaman satisfizo la exigente coreografía con fuerza y vitalidad en su baile, con arabesques, balances y jettés elegantes y precisos; y unos fouettés intercalados con pirouéttes en la apoteosis de su variación” y “Ihosvany Rodríguez, como el perseguido pastor, supo hacer girar a su compañera con total verticalidad –como debe ser–, y a sus saltos no les faltaron altura ni volteretas acrobáticas”, aunque no tapó sus ostensibles tatuajes como también le había señalado.

Yaman Kelemet y Ihosvany Rodríguez
 en el pas de deux Diana y Acteón
 Foto: Simon Soong
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Yaman Kelemet en el pas de deux Diana y Acteón. Foto: Simon Soong
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Ihosvany Rodríguez en el pas de deux Diana y Acteón
Foto: Simon Soong
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El Miami City Ballet (Estados Unidos), bajo la dirección artística de Lourdes López, repitió entonces Amorada, coreografía de Ariel Table Rose y, como música, Birthday Variations, de Giuseppe Verdi; a cargo de Jennifer Lauren y Renan Cerdiero, “quienes evidenciaron, desde el inicio, el gran gusto y la delicadeza con la que bailan, sin descuidar en absoluto la técnica, que en ellos estuvo completamente supeditada a la interpretación de sus personajes de felices –y hasta ingenuos– enamorados” –repito con gusto yo también.


Jennifer Lauren y Renan Cerdiero en Amorada.
 Foto: Simon Soong
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Y para finalizar esta Gala de Clausura, el Ballet Teatro Alla Scala, con Manuel Legris como director artístico, presentó el Pas d’Esclave del ballet El corsario (coreografía de Petipa y música de Adolphe Adam) –que habían bailado Marizé Fumero, del Milwaukee Ballet (Estados Unidos) y Jorge Oscar Sánchez, del Ballet de Washington, la noche anterior–, en el que Martina Andruino y Marco Agostino volvieron a mostrar el exquisito desempeño, tanto técnico como interpretativo, que tanto elogié cuando bailaron el pas de deux del ballet Silvia o la ninfa de Diana, en la Gala de las Estrellas, tanto en el adagio, sus respectivas variaciones, como en la coda, para cerrar con broche del más fino arte esta Gala de Clausura del Festival Internacional de Ballet de Miami, en su vigésimo séptima edición.

Martina Andruino y Marco Agostino en el Pas d’Esclave del ballet El corsario.
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Gracias, maestro Eriberto Jiménez, por tanta entrega y devoción por el ballet y el arte en general, fiel continuador del legado del inolvidable Maestro Pedro Pablo Peña.




Baltasar Santiago Martín
Fundación APOGEO & ACE Miami
Hialeah, 29 de septiembre de 2022.

Fotos: Simon Soon y Abelardo Reguera

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