Dando continuación a la actual temporada de Teatro en la Casona, que desde los diversos espacios del Miami Hispanic Cultural Arts Center, de la Pequeña Habana, se viene realizando desde principios del presente año, donde cada mes se presenta la oportunidad de disfrutar de una diferente puesta en escena -la cual tendrá únicamente los sábados como día de presentación- el pasado Abril hubo de presentarse la obra “Trespielesuncafé”, trabajo bajo la autoría y dirección del destacado teatrista venezolano José Eduardo Pardo, contando con las actuaciones de Adriana Moure y Jorge Melo, en una producción de Red Umbrella.
Como ya es habitual, los trabajos presentados en esta serie, son enfrentados a partir de dos condiciones indispensables de creación y que van a determinar el quehacer de los mismos: la inmediatez del público y la limitación espacial de representación.
Según su autor, la idea para dicho texto surgió hace casi una década y aunque demoró en su elaboración, primeramente fue concebido como un texto breve, para ser presentado en escenarios de micro-teatro, transformándose más tarde en el espectáculo que pudo ser apreciado ahora.
Lo que provocará la escritura de dicho texto será la necesidad que va a poseer a todo escritor de interiorizar de manera múltiple la concepción de sus personajes al instante de darles vida en el papel primero para luego poder verlo sobre las tablas. El arduo y complejo trabajo de construirlos, asignándoles características apropiadas que los hagan corporal y mentalmente creíbles sobre el escenario, marcará constantemente el proceso intelectual de cualquier autor, y es sobre esta base que Pardo construirá la dramaturgia del presente proyecto.
Si en sus inicios lo que el espectador creerá ver ante sí es la rutinaria relación de un psicólogo con una de sus pacientes, donde la autosuficiencia del especialista se abroga la autoridad sobre la mujer necesitada de su asistencia, dicha personalidad poco a poco, furtivamente, se irá transformando ante la mirada de todos. La seguridad de aquel se desdibuja a medida que dicha presencia femenina se presente ante él mediante una relativa corporización, al parecer a través tres mujeres diferentes, pero que al unísono no serán más parte de un mismo personaje.
Es en ese punto que el transcurso de la acción dramática sufrirá un vuelco, siendo a partir de este instante que el espectador podrá comenzar a darse cuenta que en realidad está en presencia de un autor que trata de entablar desesperadamente un diálogo con el personaje que tiene en mente y del que no termina de encontrar su completo modelado. Con tal descubrimiento se puede llegar por otra vía a la percepción de que estamos en presencia de un posible monólogo en escena, que el autor dialoga consigo mismo, con sus propias ideas y que la imagen de la mujer es solo uno de sus fantasmas creativos.
Para tan compleja interacción psicológica, el desempeño de ambos actores fue excelente.
El colombiano Jorge Melo, actor de larga trayectoria en los diversos medios, asume su personaje con una sobria incorporación inicial, la cual va dando paso a un trabajo más sanguíneo. Su imagen primera de total dominio, se irá diluyendo hacia una de descontrol, aunque manteniendo una interesante economía de recursos expresivos, que no afectarán el proceso de transformación interna que sufre el personaje. Actor de una poderosa y bien timbrada voz, proyecta con seguridad cada palabra o frase, que es escuchada con total claridad.
Adriana Moure, actriz argentina, será la encargada de darle vida a esos reales o imaginarios personajes –usted escoge- desdoblándose, ayudada por sutiles cambios de vestuario y peinados, construyendo con ello una imagen multiplicada de un mismo ser. De esta manera se hace cargo de un trabajo que la obliga ante los ojos del público a llevar a cabo unos cambios de personalidad instantáneos, permitiendo mostrar las herramientas con que cuenta en su trabajo actoral.
Ambos actores defienden bien una entrega que necesita de una introspección muy específica para darle vida a sus respectivos personajes.
Una vez más este nuevo espacio escénico que ha visto la luz en nuestra ciudad permite que haya una mayor posibilidad de disfrutar de teatro, de que autores puedan ver sus obras en escena, de que directores y actores puedan entregarse a hacer lo que tanto aman, por lo que felicitar y apoyar la labor de Eriberto Jiménez y de Eduardo Pardo, al frente del Miami Hispanic Cultural Arts Center y de Red Umbrella respectivamente se convierte en una obligación de todos.
Texto y fotos: Lic. Wilfredo A. Ramos
Miami, Abril 30, 2023
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