Friday, June 23, 2023

Despedida a los alumnos graduados en el curso 1955-1956 del Instituto de Segunda Enseñanza de Camagüey, en nombre del Claustro de Profesores (por el Dr. Manuel Beyra Alemany. Catedrático Titular de Francés)


Una vieja y hermosa leyenda nos cuenta como en un claustro situado a la vera de un bosque, el hermano portero oyó una vez el canto seductor de un pajarillo. Abandonó su puesto por unos momentos, salió del claustro y escuchó de cerca los deliciosos trinos.

Cuando volvió al claustro, encontró la puerta cerrada. Llama, le abre un fraile desconocido. Se miraron con sorpresa...

En el claustro todo ha cambiado. Son nuevos todos los hermanos y miran con extrañeza, como si fuera un espectro, al fraile viejo. No saben su nombre, sacan antiguos folios y buscan datos de su vida y así descubren que hace 100 años desapareció un hermano portero del mismo nombre que él.

Pasaron cien años sobre el fraile, cien años que le parecieron a él no tener más duración que el canto de un pájaro. 

¡El tiempo huye, vuela sin notarlo nosotros!

Hace 17 años, compañeros profesores, recibía yo en mis brazos de médico para prodigarles mis cuidados, casi acabados de llegar al mundo, algunos de estos jóvenes que aquí hoy se graduan. Me parece que el tiempo transcurrido no ha tenido más duración que el canto del pájaro de la leyenda.

Esta juventud pertenece a la generación que surgía a la vida también, cuando comenzaba yo a compartir con vosotros esta alta responsabilidad de la Enseñanza, cuando tan amablemente me acogistéis y recibistéis en vuestro seno. 

Disimulad pues, queridos amigos, que aun hablando en este acto en representación vuestra, me muestre un tanto personal y hasta íntima con estos jóvenes.

Perdonadme que puedo decirles hoy en su graduación - aunque no con las bellas palabras que vosotros si sabéis emplear, porque sois profesores completos  - al menos con mis frases sencillas, lo que sinceramente me inspira esta particular relación médica, cuando cuasi-paternal que me liga a muchos de los de aquí hoy se gradúan. 

Joven querido,  hoy terminas tus estudios secundarios. Llegas no a una meta, porque el título de Bachiller solo faculta para seguir estudiando, pero sí a una estación intermedia.

Hoy para tí, como para los tuyos, es un día inolvidable. Para tus maestros es el día del apretón de manos en esta "estación" de la que partes y allí, también "Al Partir", como la excelsa Tula, quisieran volcar en ellos su mejor sentir por boca mía para tu felicidad.

Yo, intentando reducir todo es bien a un solo pensamiento , de lo más sincero de mi ser, lo resumo así: donde quieras que vayas, cualquiera sea el camino que tomes al dejar este Centro, fuese cual fuere la carrera que emprendieres o la actividad a que te dedicares, siempre, en esta circunstacia, este es mi voto:

levanta el vuelo de tu espíritu

El camino de la vida es angosto, arduo y empinado. Tan empinado, que muchas veces deja de ser camino, y es áspera subida en que cada paso se riega de sudor, por donde no se asciende, sino agarrándose a las rocas. El punto final se muestra a nuestros ojos, iluminado por los rayos del sol, pero a tal distancia que sólo el mirarlo nos desalienta; y a nuestros pies se abren en tan profundos precipicios que el mirarlos produce vértigos. Pero o "miras hacia arriba" y subes o te deslizas...

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