Un 31 de diciembre que no olvido, es el de 1988 (quizás 89), en La Prueba, Santiago de Cuba.
Estudiaba en la Universidad de Oriente, tenía los exámenes semestrales muy cercanos, entre el fin de ese año y el principio del otro, por lo que preferí no viajar a Camagüey. La novia de un amigo nos invitó a pasar la celebración en su casa.
Salimos (mi amigo y yo) temprano desde la estación intermunicipal(1) (no la de "labana" que era la interprovincial, sino la otra que no recuerdo su apodo). La Maya, Songo, llegamos a La Prueba.
Lo primero que me llamó la atención fue que el pueblo se abastecía de agua gracias a un pozo central (lo asocié a la película del Zorro). Nos recibieron con un suculento desayuno de media mañana, tostones gigantes (criollos, de la mata a la mesa) y masas de carne frita.
El puerco lo preparaban en el patio de la casa, nos sumamos a la labor, bebiendo ron (no había cerveza). Se montó el puerco en la pua, comenzaron los turnos para darle vueltas, continuaban vaciándose botellas de ron, al son de los Van Van, desde un tocadisco Sanyo.
De las botellas de ron, solo sobrevivimos mi amigo y yo, por lo que tuvimos que encargarnos de asar el "macho" (puerco en la variante oriental). Mi experiencia anterior era solo la de darle vueltas a la pua cuando me tocaba, fue ese mi primer puerco asao, que llegó bien cocinao a la mesa (aunque sin orejas, ni rabito). Ahora, al paso de los años no le encuentro explicación, a esa preferencia cubana por el rabito y las guatacas del lechón asao.
To el mundo borracho, con los Van Van, cara A, cara B en el tocadisco, cuando inició de pronto un intercambio de alimentos entre los vecinos, que recorrían los hogares del pueblo brindando de su cena, y deseando un Buen Año Nuevo a todos.
Mi amigo y yo, decepcionamos porque no sabíamos bailar. Me apunto en positivo, que salvamos el asao.
Al otro día, luego de otro abundante desayuno, y aprovisionados de carne asada, regresamos a la Universidad, semivacía, en calma y a estudiar para los exámenes.
Nunca he olvidado esa noche y algo más de un día, en un pueblo con un pozo central (como en la película del Zorro), mi primer puerco asado, mi primer fin de año a ron (no cerveza), a todos esos vecinos compartiendo y deseandose un Buen Año Nuevo. En especial recuerdo a la familia que nos acogió esa Noche Vieja.
Bien recuerdo a La Prueba, donde pasé un 31 a fines de los 80s.
Buen 2024 para todos. (JEM)
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1. Me recuerdan que la terminal intermunicipal de Santiago de Cuba, era conocida como "Calle 4".
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