Showing posts with label Ballet. Show all posts
Showing posts with label Ballet. Show all posts

Sunday, March 30, 2025

Ballet “Sylvia o la ninfa de Diana” (por Florencia Guglielmotti)

Nota del blog: Sección semanal dedicada al Ballet y la Danza, a cargo de la la ballerina, coreógrafa y profesora Florencia Guglielmotti.


El 14 de junio de 1876, en el recientemente inaugurado Teatro Nacional de la Ópera de París, fue estrenada la obra “Sylvia o la ninfa de Diana” (“Sylvia ou la nymphe de Diane”, su título original en francés), con coreografía de Louis Mérante, primer maestro de ballet en aquella época, y música de Léo Delibes, ya conocido por su composición para el ballet “Coppelia”, estrenado con esa misma compañía. El argumento, una adaptación del poema de Torquato Tasso “Aminta”, publicado en 1573, fue realizado por Jules Barbier y el Barón de Reinach. La escenografía fue realizada por Jules Chéret, August Rubé y Philippe Chaperon, y el diseño de vestuario por Eugène Lacoste. Los roles protagónicos estuvieron a cargo de Rita Sangalli, como Sylvia, y del propio Mérante, como Aminta.


El ballet original estaba estructurado en tres actos y cinco cuadros. El primer acto inicia con las criaturas del bosque adorando a Eros, dios del amor. Llega Aminta, un humilde pastor, e interrumpe su ritual. Sylvia, una ninfa que sirve a la diosa de la caza, Diana, llega junto a un grupo de cazadoras para mofarse de Eros. Aminta, que estaba enamorado de Sylvia, se esconde pero es descubierto por ésta. Sylvia, enojada, dispara su flecha contra Eros, pero Aminta se interpone y termina mal herido, Sylvia se esconde en el bosque.



Aparecen ahora los cazadores y los campesinos, entre ellos el malvado Orión, que estaba escondido observando la acción. Cuando estos se dispersan, vuelve Sylvia que se lamenta por Aminta. Al verla sola, Orión aprovecha la oportunidad y la secuestra.


Los campesinos regresan, se afligen por la muerte de Aminta. Aparece un extraño viejo que, tras una serie movimientos y gestos, revive al pastor. Ante el asombro de todos, el viejo revela su verdadera identidad: es Eros. Informa a Aminta sobre lo sucedido con Orión.


El segundo acto se desarrolla en una cueva en la Isla de Orión. Éste trata de tentarla con joyas y vino pero ella se niega, continúa afligida por Aminta y sólo implora por ser liberada. Orión comienza a beber hasta emborracharse y Sylvia aprovecha para invocar a la diosa Diana y pedirle que la rescate. Cuando Diana aparece, le muestra a Sylvia que Aminta está esperándola. Amabas parten de la isla en una embarcación.


En el último acto vemos el Templo de Diana donde se desarrolla una bacanal. Llega Aminta y, poco después, arriban Sylvia y Diana. Todos están felices hasta que aparece Orión intentando recuperar a Sylvia. Aminta lucha con Orión para defender a Sylvia, que termina por ocultarse en el templo. Diana, agraviada por la impertinencia de Orión, termina con la disputa matándolo de un flechazo y prohibiendo la unión entre Aminta y Sylvia. Ambos le suplican en vano que cambie de opinión. Pero llega Eros que le presenta una visión de cuando una joven Diana se enamoró de Endimión, que también era pastor. Ese recuerda la hace cambiar de opinión y así, Sylvia y Aminta se unen con el beneplácito de ambos dioses.


Este ballet no despertó gran interés en la época, el argumento era débil y el gusto del público se volcaba hacia otro tipo de espectáculo, lo único que la mantuvo viva fue la calidad musical. Sin embargo, la obra despertó el interés de otros coreógrafos que realizaron sus propias versiones de “Sylvia”, actualizando el argumento o reduciendo su duración, pero siempre respetando la partitura de Delibes. Entre ellas se destaca la de Sir Frederick Ashton, estrenada el 3 de septiembre de 1952. Toda la coreografía tiene un fuerte énfasis en el rol principal femenino, pensado íntegramente para ser bailado por la primera bailarina del Sandler´s Wells Ballet, Margot Fonteyn, quien fue acompañada en el rol de Aminta por Michael Somes. Esta versión es la más representada por las compañías actualmente.



------------------------------
Florencia Guglielmotti reside en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina). Es Profesora de Danza (titulada en la Escuela Nacional de Danzas "María Ruanova"), Licenciada y Profesora de Artes (recibida en la Universidad de Buenos Aires). Cursó estudios en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba. Es Miembro de International Dance Council CID (UNESCO).

Actualmente se desempeña como Profesora de Danza Clásica y como Profesora Titular de Historia de la Danza en la Escuela Superior de Enseñanza Artística "Aída V. Mastrazzi". florenciagu@gmail.com

Sunday, March 23, 2025

Ballet “The prodigal son” (por Florencia Guglielmotti)

Nota del blog: Sección semanal dedicada al Ballet y la Danza, a cargo de la la ballerina, coreógrafa y profesora Florencia Guglielmotti.

Los textos anteriores, se pueden leer en este enlace.


Esta obra, cuyo título original es “Le fils prodigue”, con coreografía de George Balanchine, fue estrenada el 21 de mayo de 1929 en el Théâtre de la Ville, en París, y fue la obra apertura de la última temporada que los Ballet Russes realizaron en París. La música fue compuesta por Sergei Prokofiev quien, además, estuvo a cargo de la conducción de la orquesta, la escenografía y el vestuario fueron diseñados por Georges Rouault y la iluminación estuvo a cargo de Ronald Batas. El argumento fue realizado por Borís Kojnó, basándose en la parábola del Evangelio según San Lucas pero enfatizando la idea del pecado y la redención, hacia el final de la obra. En ocasión de su premier, la obra estuvo protagonizada por Serge Lifar, Anton Dolin, Felia Doubrovska, Michael Fedorov y Léon Woizikowsky.


Esta colaboración fue la tercera entre Prokofiev y los Ballet Russes. Sin embargo, por primera vez, el compositor se mostró molesto con el coreógrafo ya que él había imaginado una puesta coreográfica más realista de la propuesta por Balanchine. Es por eso que Prokofiev se negó a pagarle regalías a Balanchine por su coreografía. A pesar de este desentendido entre los implicados, “The prodigal son” fue un éxito de crítica y de público, y uno de los primeros ballets de Balanchine en alcanzar trascendencia internacional.


El argumento es sencillo y se organiza en un acto y tres cuadros. En el primer cuadro el hijo pródigo abandona el hogar paterno, junto a dos amigos, tras recibir parte de su herencia. En el cuadro siguiente, se los ve en una taberna, participando de una fiesta; el hijo pródigo queda deslumbrado por una misteriosa mujer, sus amigos aprovechan y lo emborrachan, le roban todo su dinero y lo dejan abandonado a suerte. En el cuadro final, el joven vuelve al hogar paterno, arrepentido, en busca de redención.


Luego del estreno y tras la muerte de Diaghilev, ocurrida ese mismo año, Balanchine se traslada a Estados Unidos y repone esta obra para el American Ballet en 1934 y, también se volverá a presentar, con M. Barishnikov, en 1980. Otras compañías que la han representado son el New York City Ballet (1950, con J. Robbins), el Royal Danish Ballet (1968), el Royal Ballet (1973, con R. Nureyev), el ballet de la Ópera de Paris (1973) y Les Grand Ballet Canadiens (1989).


------------------------------
Florencia Guglielmotti reside en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina). Es Profesora de Danza (titulada en la Escuela Nacional de Danzas "María Ruanova"), Licenciada y Profesora de Artes (recibida en la Universidad de Buenos Aires). Cursó estudios en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba. Es Miembro de International Dance Council CID (UNESCO)

Actualmente se desempeña como Profesora de Danza Clásica y como Profesora Titular de Historia de la Danza en la Escuela Superior de Enseñanza Artística "Aída V. Mastrazzi". florenciagu@gmail.com

Sunday, March 16, 2025

Ballet "The two pigeons" (por Florencia Guglielmotti)

Nota del blog: Sección semanal dedicada al Ballet y la Danza, a cargo de la la ballerina, coreógrafa y profesora Florencia Guglielmotti.

Los textos anteriores, se pueden leer en este enlace.


La primera versión de este ballet fue estrenada en la Ópera de París, el 18 de octubre de 1886, con coreografía de Louis Mérante, libreto de Mérante y Henri de Régnier, sobre una fábula de Jean de la Fontaine, música de André Messager e interpretada por Rosita Mauri y Marie Sanlaville. Esta obra estuvo estructurada primero en tres actos y luego en dos, y la historia transcurría en Tesalia, en el Siglo XVIII, donde Pépio (que había sido interpretado por una mujer travestida) no está feliz con su vida hogareña junto a su prometida, Gourouli. Esta incomodidad se ve simbolizada en un pas de deux, donde imitan los movimientos de un par de palomas que ambos estuvieron observando. Pépio es seducido por un grupo de gitanos que visitan su pueblo y decide dejar el pueblo para unirse a sus aventuras. Gourouli recibe el consejo de su abuela, que la incita a seguirlo disfrazada de gitano. Al llegar al campamento seduce a los gitanos y soborna a uno de ellos para que moleste a Pépio. Una fuerte tormenta cae sobre el campamento y los gitanos huyen, dejando atrás a Pépio y llevándose su dinero. Viéndose solo y sin dinero, decide regresar a su casa, compungido, y pedirle perdón a su prometida.


En 1906, en Londres, se estrena una nueva versión del ballet con coreografía de François Ambroisiny y una adaptación abreviada de la música de Messager. Esta partitura corta de la obra musical original también se presentó en la Ópera de París, en 1912, y fue publicada como la versión final. Albert Aveline realizó una nueva coreografía en un acto, para el mismo teatro, en 1919. El rol de Pépio fue interpretado por una mujer hasta 1942, momento en que finalmente fue danzado por un hombre.


Sir Frederick Ashton, sobre la partitura corta, decide hacer su propia versión del ballet, estrenado el 14 de febrero de 1961 por el Royal Ballet en el Royal Opera House de Londres. La adaptación del libreto estuvo a cargo del propio Ashton, John Lanchbery realizó los arreglos sobre la música original de André Messager y el diseño fue de Jacques Dupont. En la premiere los roles principales fueron interpretados por Lynn Seymour, Chistopher Gable y Elizabeth Anderton. En esta versión resulta interesante que se utilizan dos palomas blancas reales para simbolizar a los amantes.


Aquí, la historia se sitúa en la París de fines del Siglo XIX. Un pintor retrata a su amante, que está sentada en una silla de hierro fundido. Llegan unos amigos de la modelo y el pintor demuestra su espíritu inquieto ante la presencia de otra mujer en el estudio. Por la ventana de la buhardilla observa aun grupo de gitanos que, al malinterpretar uno de sus gestos, aparecen en el estudio para disputar la posesión de la silla. Una de las gitanas coquetea con el pintor y cuando el grupo de gitanos decide irse, él va tras ellos. Sin embargo, esta presencia foránea inquieta al campamento y deciden expulsarlo. El pintor regresa a su estudio para reconciliarse con su amante. Finalmente, ambos se sientan en la silla de hierro que ha desatado todo el conflicto.


Esta última versión, ligeramente cómica en su requerimiento interpretativo, se ha repuesto para el Royal Ballet en 1962 (nuevamente con L. Seymour y C. Gable), para el CAPAB Ballet (1968), el Australian Ballet (1975), el National Ballet of Canada (1979), el Teatro Regio Ballet (1992) y el Sarasota Ballet (2007).




---------------------------
Florencia Guglielmotti reside en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina). Es Profesora de Danza (titulada en la Escuela Nacional de Danzas "María Ruanova"), Licenciada y Profesora de Artes (recibida en la Universidad de Buenos Aires). Cursó estudios en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba. Es Miembro de International Dance Council CID (UNESCO).

Actualmente se desempeña como Profesora de Danza Clásica y como Profesora Titular de Historia de la Danza en la Escuela Superior de Enseñanza Artística "Aída V. Mastrazzi". Email: florenciagu@gmail.com

Sunday, March 9, 2025

Prokofiev y Ravel, enaltecidos por Arts Ballet Theatre of Florida. (por Baltasar Santiago Martín)


Arts Ballet Theatre of Florida (ABTF), dirigido por el talentoso coreógrafo y maitre Vladimir Issaev, presentó su espectáculo Dancing Prokofiev and Ravel, en el Aventura Arts & Cultural Center, los días 1 y 2 de marzo de 2025.

Antes de comenzar mi reseña propiamente dicha, necesito decir, en este difícil momento en que vive el mundo debido a la guerra de agresión de Vladimir Putin a Ucrania –ya entrando en su cuarto año–, que mi compositor absoluto preferido (ballet, ópera y conciertos) es el ruso Piotr Ilich Chaikovski (Vótkinsk, 25 de abril (jul) / 7 de mayo de 1840 (greg) - San Petersburgo, 25 de octubre (jul) / 6 de noviembre de 1893(greg), seguido de Serguéi Vasílievich Rachmáninov (Semiónovo, cerca de Stáraya Rusa, Imperio ruso; 20 de marzojul./ 1 de abril de 1873greg ​-Beverly Hills, 28 de marzo de 1943) y Dmitri Dmítrievich Shostakóvich (San Petersburgo, 25 de septiembre de 1906-Moscú, 9 de agosto de 1975), también rusos, aunque ambos solo como compositores de música de concierto, ya que en ópera mis ídolos son los italianos Giuseppe Verdi y Giacomo Puccini.

Considero pertinente esta disgresión porque admiro muchísimo la cultura rusa y me consta de primera mano –porque trabajé en la bellísima San Petersburgo tres meses en 1990, regresé luego en 2016 ya como turista, en que conocí también Moscú, que me encantó– que el pueblo de esa gran nación es un pueblo noble, sensible y culto, al que desgraciadamente le han dañado personajes tan terribles como Lenin, Stalin y ahora Putin, al igual que al pueblo cubano, Fidel, Raúl Castro y ahora Miguel Díaz Canel.

Confieso también que la obra del ucraniano Serguéi Prokófiev (Serguéi Serguéievich Prokófiev; Sontsovka, actual Ucrania, 1891 - Moscú, 1953) no me era tan familiar como la de los tres compositores rusos anteriormente mencionados, pues solo conocía su música para el ballet Romeo y Julieta –que me encanta y me parece genial–, así que fue un muy agradable “descubrimiento” su sorprendente y hermosa Sinfonía Clásica, escogida por mi admirado y querido Maestro ruso Vladimir Issaev para coreografiarla para su esforzada troupé de bailarines que, procedentes de “medio mundo”, han sido entrenados magistralmente por él en la técnica de la reconocida Escuela Vagánova (Agrippina Vagánova: San Petersburgo, 14 de junio de 1879(jul) – Leningrado, 5 de noviembere de 1951).

Fue precisamente la función del sábado 1ro de marzo a la que tuve el gusto de asistir, la cual comenzó justamente con la ya alabada Sinfonía Clásica de Prokófiev, de 1917.

Serguéi Prokófiev
---------------

Comenzaré hablando de dicha “banda sonora”, de acentuado lirismo y bellas melodías –que me recordó al tan barroco Vivaldi–, en agudo contraste con la tendencia a lo grotesco, antirromántica y futurista, de sus primeras obras, disonantes y deliberadamente escandalosas, que provocaron el estupor del público, como la brutal Suite escita, de 1915 –solo dos años antes de Sinfonía

En Sinfonía Clásica, Prokófiev ratificó su enorme talento y poderío como compositor, con una asombrosa capacidad de reinvención e inagotable fantasía, que el propio Shostakóvich admiró y reconoció; por eso es que digo que me sorprendió, al “descubrirla” gracias a Issaev, acostumbrado yo a su Romeo y Julieta, completamente neoclásica y totalmente diferente.

Sinfonía Clásica, por ABTF
--------------------

Vladimir trajo a escena a 21 de sus bailarines, para lograr, con total virtuosismo y sincronización ejemplar –fruto del riguroso entrenamiento y disciplina de sus clases–, que su fluida y dinámica coreografía nos hiciera, tal y como decía el insigne coreógrafo George Balanchine: “Ver la música, escuchar la danza”, así como cumplir esa otra premisa suya de que “la danza es música hecha visible”.


Sinfonía Clásica, por ABTF
--------------------

No puedo dejar de mencionar el vestuario de los bailarines, sobre todo el andrógino de los hombres, de una sola pieza, con pantaloncitos muy cortos (shorts), sobre todo por detrás, que atribuyo a la intención del coreógrafo de darle sensualidad y un aire más juvenil a una sinfonía que data de 1917, ¡y vaya que sí lo logró!

Sinfonía Clásica, por ABTF
--------------------

A continuación, Saaya Okada y Ataru Matsuya asumieron los roles legendarios de Romeo y Julieta, para bailar el pas de deux del ballet homónimo, con coreografía del propio Maestro Vladimir Issaev sobre la de Leonid Mijailóvich Lavrrovsky, y con la ya mencionada música de Prokófiev como banda sonora.

Ataru Matsuya y Saaya Okada 
en el pas de deux de Romeo y Julieta.
---------------------
Saaya Okada en el pas de deux
de Romeo y Julieta.
------------

He dicho “bailar” y no “interpretar”, porque a ambos le faltó la pasión que se espera de sus dos famosos personajes shakesperianos, que se inician en este pas de deux en la dulce y loca aventura del amor, a pesar de la oposición de Montescos y Capuletos, sus respectivas familias enemigas entre sí.

Después tocó el turno a Bole-Ro, coreografiado por Miao Song, con música de Maurice Ravel (Ciboure, Labort, 7 de marzo de 1875 - París, 28 de diciembre de 1937) y un precioso “agrego” al final, con música del inspirado compositor venezolano Aldemaro Romero (Valencia, Estado Carabobo, 12 de marzo de 1928 - Caracas, Venezuela, 15 de septiembre de 2007).

Maurice Ravel
---------------
Aldemaro Romero
---------------
Bole-Ro, por ABTF
-------------

Todos los bailarines participantes sobresalieron en sus interpretaciones, con gran acople y musicalidad, amén de virtuosismo técnico, y como cierre, un fino trabajo grupal para la bella partitura del Maestro Aldemaro.

Bole-Ro, por ABTF,
 al final con la música 
del Maestro Aldemaro Romero.
--------------------

Y después de un adecuado intermedio, para ya finalizar la sobresaliente función, la compañía nos trasladó nada menos que a los Montes Urales, frontera natural entre la Rusia europea y la asiática, para ofrecer exergos del primer y tercer acto del ballet La flor de piedra, con coreografía de Issaev y música de Prokófiev, esta vez en una faceta completamente distinta a Sinfonía Clásica y a Romeo y Julieta, pues en La flor de piedra el compositor conjugó de manera genial el folclore tradicional ruso con las tendencias musicales en boga en la postguerra, entre 1948 y 1953, período de gestación de su partitura.

Al igual que Romeo y Julieta, este es un ballet con argumento cuya síntesis se ofrece a continuación:
Danil, un joven tallador de piedra de los Urales, comprometido con Katerina, sueña con tallar toda la belleza de una flor en malaquita, pero no se satisface con sus intentos.

Ve en un sueño a la Reina de la Montaña de Cobre, guardiana de un tesoro subterráneo; la única que conoce el secreto de la flor de piedra que le muestra deslumbrantemente en sus manos, por lo que Danila destruye la que había comenzado a tallar y se desmaya.

Cuando vuelve en sí, la Reina de la Montaña de Cobre aparece y desaparece ante él, como un fantasma y a veces tomando la

forma de un lagarto dorado, y otras de una hermosa joven. Lleva a Danila a su reino con maravillosas gemas, quien le ruega que le muestre la flor de piedra, la cual aparece finalmente con toda su belleza.

Katerina está preocupada porque no sabe dónde está su Danila y decide ir en su busca.

En el reino de la Reina de la Montaña de Cobre, Danila está tallando la flor extraordinaria con la que había soñado durante tsnto tiempo.

Muestra su trabajo con emoción a la Reina, quien le ruega que no la deje, pero el corazón de Danila es de Katerina. La Reina le lanza un hechizo y lo convierte en piedra.

Siguiendo a la Hija del Fuego, Katerina llega a la casa de la Reina. Su corazón le muestra dónde está Danila, quien está muy cerca, pero sordo a sus llamadas y desaparece de repente. La joven se queda sola.

La Reina, conmovida por el amor devoto de Katerina, decide liberar a Danila de su encantamiento. Le pide por última vez que se quede con ella, pero él decide regresar con Katerina a su amada aldea y trabajaren su oficio de tallador.

En una hermosa mañana de primavera, Danila y Katerina regresan a su aldea, donde son recibidos con júbilo por sus amigos y familiares.

La flor de piedra, por ABTF. 
Al centro, Saaya Okada como Katerina.
-----------------
La flor de piedra, por ABTF. Al centro, Yayai Sasaki 
como la Reina de la Montaña de Cobre/La Serpiente
---------------------
La flor de piedra, por ABTF. Delante, Saaya Okada como Katerina
 y Yoichi Habaguchi como Danil Sasaki; 
al centro, al fondo, Yayai Sasaki como
 la Reina de la Montaña de Cobre/La Serpiente.
------------------

Centralizada por Saaya Okada como Katerina, Yayai Sasaki como la Serpiente / la Reina de la Montaña de Cobre y Yoichi Habaguchi como Danila; y apoyados los tres por un cuerpo de baile de nuevo fenomenal, con un vestuario bellísimo, tanto para los aldeanos como para los protagonistas y los personajes fantásticos, no tengo dudas de que esta representación resumida de La flor de piedra –con adecuados telones pintados como escenografía– está apta para ser montada y ofrecida en cualquiera de los mejores teatros del mundo, empezando por nuestro Adrienne Arsht Performing Arts Center.

Muchas felicidades, Maestro Vladimir Issaev, por esta formidable función, y que continúen los éxitos de su relevante compañía Arts Ballet Theatre of Florida.



Baltasar Santiago Martín
Fundación APOGEO para el arte público.
Asociación de Cronistas de Espectáculos de Miami (ACEM).

Hialeah, 7 de marzo de 2025.

Fotos: Patricia Laine (cortesía de Arts Ballet Theatre of Florida)

Isadora, la revolucionaria de la danza (por Florencia Guglielmotti)

Nota del blog: Sección semanal dedicada al Ballet y la Danza, a cargo de la la ballerina, coreógrafa y profesora Florencia Guglielmotti.


Isadora Duncan nació en la ciudad de San Francisco, Estados Unidos, el 27 de mayo de 1877. Su padre, Joseph, abandonó a la familia cuando Isadora era aún muy pequeña, siendo luego acusado de fraude bancario y encarcelado. Esto generó una difícil situación económica y, al parecer, influyó en el alejamiento de la familia de la fe católica que hasta entonces habían profesado (Isadora era una «atea convencida», según sus propias declaraciones).

Abandonó la escuela a los diez años y comenzó a impartir clases de danza a niños de su barrio, junto con su hermana Isabel; mientras, su madre Dora daba lecciones de piano para mantener a la familia y se encargaba, además, de la educación de sus hijos. Predominaban en las lecciones musicales Mozart, Schubert y Schumann, que tuvieron una indiscutible influencia en el posterior desarrollo artístico de Isadora.

Según sus biógrafos, Isadora era una niña solitaria y retraída que solía jugar en la playa observabando el mar. La influencia del mar y sus juegos infantiles se recogen en su Autobiografía, publicada en 1927. Cuando Isadora llegó a la adolescencia, la familia se mudó a Chicago, donde Duncan estudió danza clásica. Allí perdieron todas sus posesiones en un incendio y se trasladaron a Nueva York, donde Duncan ingresa en la compañía de teatro del dramaturgo Augustin Daly. En el momento en que la mitad de Europa intentaba emigrar para alejarse de la penuria económica y encontrar un futuro mejor, Isadora convence a su madre y a su hermana de emigrar a Europa. Se asientan primero en Londres y posteriormente en París.

Durante su etapa londinense, Isadora siempre inquieta y autodidacta, pasa largas horas en el Museo de Arte Británico. Le fascinan las obras de la Grecia clásica, especialmente los vasos decorados con figuras danzantes. De ellas adoptará algunos elementos característicos de su danza, tales como inclinar la cabeza hacia atrás, como las bacantes, y el uso de las túnicas. Es en esta época cuando comienza a consolidarse su estilo único de danza. Se trata de una danza muy alejada de los patrones clásicos conocidos hasta entonces, incorporando movimientos que tenían más que ver con una visión filosófica de la vida, ligada quizás al expresionismo, a una búsqueda de la esencia del arte que solo puede proceder del interior.

Era plenamente consciente de que su estilo implicaba una ruptura radical con la danza clásica y por eso se veía a sí misma como una revolucionaria. Al mismo tiempo que su estilo se iba consolidando, Isadora estudiaba en profundidad la danza y la literatura antiguas a través de los museos, particularmente el Louvre de París, la National Gallery de Londres y el Museo Rodin.

Los temas de las danzas de Isadora eran clásicos, frecuentemente relacionados con la muerte o el dolor, en oposición a los asuntos que trataba la danza clásica conocida hasta entonces, que giraban en torno a héroes, pricesas y espíritus. Su puesta en escena era también revolucionaria y en cierto sentido minimalista: apenas algunos tejidos de color azul celeste en lugar de los aparatosos decorados conocidos hasta entonces y una túnica vaporosa que dejaba adivinar el cuerpo y entrever las piernas desnudas y los pies descalzos, frente a los tutús, zapatillas de punta y medias rosadas de rigor en el ballet. Isadora bailaba sin maquillaje y con el cabello suelto, mientras que lo habitual en aquella época era maquillarse a conciencia y recogerse el pelo con un rodete.


Es comprensible que el estilo de Isadora resultase chocante al público del momento, acostumbrado a los estándares de la danza clásica. Isadora tuvo que aguantar abucheos e interrupciones de diversa índole en sus sesiones de danza durante algún tiempo, siendo notable en este sentido la polémica que se desató durante una gira por Sudamérica en 1916. En el libro “El Siglo del Viento”, Eduardo Galeano cuenta cómo fueron los días de la artista en Buenos Aires:
Descalza, desnuda, apenas envuelta en la bandera argentina, Isadora Duncan baila el Himno Nacional. Una noche comete esa osadía en un café de estudiantes de Buenos Aires, y a la mañana siguiente todo el mundo lo sabe: el empresario rompe el contrato, las buenas familias devuelven sus entradas al Teatro Colon y la prensa exige la expulsión inmediata de esta pecadora norteamericana que ha venido a la Argentina a mancillar los símbolos patrios. Isadora no entiende nada. Ningún francés protestó cuando ella bailó La Marsellesa con un chal rojo, azul y blanco por todo vestido. Si se puede bailar una emoción, si se puede bailar una idea, ¿por qué no se puede bailar un himno? La libertad ofende. Mujer de ojos brillantes, Isadora es enemiga declarada de la escuela tradicional, el matrimonio, la danza clásica y de todo lo que enjaule al viento.

Tuvo una vida personal tan poco convencional como la expresión de su arte, y vivió siempre al margen de las costumbres tradicionales. Se casó con el poeta ruso Serguéi Esenin, 17 años más joven que ella. Isadora eligió ser madre soltera y tuvo dos hijos. Nunca quiso revelar el nombre de los padres, pero se sabe que fueron el diseñador teatral Gordon Craig y París Singer, hijo del magnate de las máquinas de coser. La vida privada de Isadora nunca estuvo exenta de escándalos ni de tragedias. La más espantosa fue ciertamente la muerte de sus dos hijos, Deirdre y Patrick, que se ahogaron en un accidente en 1913, cuando el auto en el que viajaban junto a su nodriza, se cayó al agua del río Sena.

La carrera de Isadora había empezado a declinar. Fueron tiempos de serios problemas financieros y de diversos escándalos sentimentales, acompañados por algunos episodios de embriaguez pública. Isadora vivió sus últimos años entre París y la costa del Mediterráneo, dejando deudas en hoteles y pasando cortos períodos en departamentos alquilados. Algunos de sus amigos trataron de convencerla para que escribiese su autobiografía, con la esperanza de aliviar un poco su situación económica, la cual fue finalmente publicada en 1927.

Las trágicas circunstancias que rodean la muerte de Isadora Duncan han contribuido a la consolidación del mito y están envueltas en cierto misterio que la historia no ha conseguido despejar. Isadora Duncan murió en un accidente de automóvil en Niza, la noche del 14 de septiembre de 1927, a la edad de 49 años, cuando la larga chalina que llevaba alrededor de su cuello se enredó en la llanta del automóvil descapotable en que viajaba.



------------------------------
Florencia Guglielmotti reside en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina). Es Profesora de Danza (titulada en la Escuela Nacional de Danzas "María Ruanova"), Licenciada y Profesora de Artes (recibida en la Universidad de Buenos Aires). Cursó estudios en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba. Es Miembro de International Dance Council CID (UNESCO).
Actualmente se desempeña como Profesora de Danza Clásica y como Profesora Titular de Historia de la Danza en la Escuela Superior de Enseñanza Artística "Aída V. Mastrazzi". florenciagu@gmail.com

Monday, March 3, 2025

"Amor eterno" ("Eternal Love") a escena. (por Baltasar Santiago Martín)


El sábado 22 de febrero de 2025 acudí al Teatro Jackie Gleason, de la ciudad de Miami Beach, para ver el espectáculo Amor eterno/ Eternal Love, presentado por el Ballet Clásico Cubano de Miami / Cuban Classical Ballet of Miami, bajo la dirección del Maestro Eriberto Jiménez.

El programa comenzó con el ballet Las sílfides, interpretado por Mayrel Martínez, Eleni Gialas y Natalie Álvarez, como las sílfides, y Ariel Morilla como el Poeta, también presentado como el Joven.

Mayrel Martínez y Natalie Álvarez como las sílfides, 
y Ariel Morilla como el Poeta
------------------

Las sílfides (en francés: Les Sylphides) es un ballet neorromántico breve y no-narrativo en un acto, coreografiado por Mijaíl Fokín, con música de Federico Chopin. Fue estrenado en 1908 en el Teatro Mariinski de San Petersburgo, como Rêverie Romantique: Ballet sur la musique de Chopin o Chopiniana. Como Les Sylphides, el ballet fue presentado por primera vez el 2 de junio de 1909, en el Théâtre du Châtelet de París. ​

Mayrel Martínez y Eleni Gialas como las sílfides,
 y Ariel Morilla como el Poeta.
-----------------

Según cuenta la gran Maître Laura Alonso en su biografía aún inédita:
Fue mamá (Alicia Alonso) la que me tomó los ensayos del preludio en Las sílfides y me explicó en detalles qué significaba: El bailarín representa a Chopin, las sílfides son el espíritu de los árboles y de las cosas de la naturaleza que inspiraron a Chopin a componer esa música; el vals es el juego del sol a través de las hojas de los árboles en el campo; el preludio es la lluvia en el bosque y la mazurka es el viento azotando las ramas; es por esto que Chopin baila con la lluvia y con el viento, que es lo que siente y puede tocar.
Como tan bien insistía la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, en el ballet es tan importante el estilo como la técnica, y estas tres sílfides miamenses lograron un admirable y equilibrado balance entre su muy bien entrenado arsenal técnico y la delicadeza y mesura que el estilo que esta ensoñación neorromántica requiere, mientras que a Morilla, como el Poeta / el Joven / Chopin, a mi juicio, le faltó creerse más el personaje y pulir la coreografía para lucirse más como bailarín, a la altura de sus tres compañeras.

A continuación, Yoalli Sousa y Juan Capellán protagonizaron el adagio del segundo acto de El lago de los cisnes, con música de Chaikosvki y coreografía de Marius Petipa.

Juan Capellán y Yoalli Sousa en el adagio 
del segundo acto de El lago de los cisnes.
-----------------------

Yoalli salió a escena como el cisne víctima del encantamiemto de Von Robarth y se transformó ante Sifgfrido en la sufrida princesa que lo impresiona y lo enamora a primera vista, todo ello gracias a su muy cuidada interiorización del personaje, amén de una técnica precisa, con hermosos arabesques penché a casi 180 grados y sin enfatizar el port de bras como si siguiera siendo un cisne, partneada de forma también exquisita por Juan, muy en su personaje de príncipe al igual que Yoalli de princesa; en fin, un adagio francamente delicioso.

Juan Capellán y Yoalli Sousa en el adagio
 del segundo acto de El lago de los cisnes.
-------------------

A seguidas, Cynthia Hamm y Kelvin Rabines nos trasladaron nada menos que a Escocia, para brindarnos el pas de deux del ballet La sílfide (en frances: La Sylphide) –que no en balde se conoce también como La sílfide y el escocés–, con coreografía de Augusto Bournoville –el Maestro epítome de la Escuela Danesa de Ballet– y música de Jean Madeleine Schneitzhoeffer.

Kelvin Rabines y Cynthia Hamm en La sílfide.
-----------------

La sílfide es un ballet romántico en dos actos, coreografiado por Filippo Taglioni en 1832 para su hija, la gran María Taglioni, aunque una segunda versión coreografiada por Augusto Bournonville en 1836 es la única que ha sobrevivido, siendo uno de los ballets más antiguos del mundo.

La peculiaridad principal del llamado “estilo Bournonville” es que las variaciones para el hombre le dan más oportunidad de lucimiento al bailarín, limitado generalmente a secundar a su compañera, y considero que Bournonville hubiera quedado muy satisfecho con Kevin, tanto como lo quedé yo, por su excelente trabajo de pies en los demandantes entrecháts de la coreografía, sin descuidar en lo más mínimo el acompañamiento de Cynthia, que no fue opacada en lo absoluto por Kevin, sino que brilló también en sus variaciones, sin descuidar el estilo romántico de este ballet, tal y como tanto insistía Alicia Alonso.

Kelvin Rabines y Cynthia Hamm en La sílfide.
-----------------------

Tras un adecuado intermedio, Yoalli Sousa y Juan Capellán regresaron a escena, ahora convertidos en Giselle y Albrecht, para “bordar” el Grand pas de deux del segundo acto de Giselle, el ballet romántico por excelencia, considerado la cumbre de dicho estilo.

Juan Capellán y Yoalli Sousa
 como Albrecht y Giselle.
----------------

Giselle es un ballet en dos actos con música de Adolfo Adam, coreografía de Jules Perrot y Jean Coralli y libreto de Théophile Gautier y Jules-Henri Vernoy, basado en la obra De l'Allemagne (1835), de Heinrich Heine. Considerada una obra maestra en el canon del ballet clásico, fue interpretada por primera vez por el Ballet du Théâtre de l'Académie Royale de Musique en el Salle Le Peletier en París, Francia, el 28 de junio de 1841, protagonizada por la bailarina italiana Carlotta Grisi.

En este acto, Giselle tiene que proteger a Albretch de las willis que habitan en el bosque donde está su tumba, y de Mirtha, su implacable reina, y Yoalli inició el pas de deux girando en planta sin titubeos y con el arabesque final correspondiente, mientras que los entrechats quatre de su variación fueron inobjetables, sin pausas, así como su diagonal de piqués con pirouettes y el esperado balance antes de salir de escena, sin olvidar la posición de los brazos y las manos con la delicadeza que demanda el estilo romántico.

A su vez, Juan se lució como el dedicado partenaire de Yoalli, al igual que en sus variaciones, con raudos giros, jetés y saltos en el aire.

Juan Capellán y Yoalli Sousa 
como Albrecht y Giselle.
---------------

Como cierre de esta función dedicada al amor, María Luisa Márquez y Ihosvany Rodríguez, secundados por Natalie Álvarez, Eleni Gialas y Mayrel Martínez, ofrecieron la escena cumbre del ballet La bayadera.

El estreno de La Bayadera se produjo en San Petersburgo, Rusia, en 1877, con coreografía de Marius Petipa, música del austríaco Ludwig Minkus, y diseños de Piotr Lambkin, Konstantín Ivanov, Orest Allegri y Adolf Kwapp.

Dicho ballet puede ser considerado como una secuela tardía del Romanticismo, caracterizado por la fascinación por las leyendas medievales y los temas exóticos, que en caso del ballet que nos ocupa, Sergei Kuschelok y el propio Marius Petipa se inspiraron en dos dramas del poeta hindú Kalidasa para escribir el libreto, impactados por la imagen de las bayaderas –las “devadasi” –, doncellas formadas desde la infancia como bailarinas profesionales, con el máximo rigor artístico, para representar las danzas religiosas y sagradas del Hinduísmo; percibidas además por la sociedad como generadoras de hermosos sentimientos de belleza, luminosidad y fragancia (la palabra “bayadera” tuvo su origen cuando los navegantes portugueses, entre los siglos XV y XVI, llegaron a la India, y las llamaron “bailadeiras”, de donde ha derivado a “bayaderas”).

Me he referido a que ofrecieron la escena cumbre del ballet, ya que su argumento es bastante complicado, por lo que Eriberto se concentró en ese episodio del mismo.
La bayadera Nikiya está enamorada del príncipe Solor y es correspondida por este, pero Solor acepta casarse con Gamzatti, la malvada hija del Rajá gobernante. A su vez, el Gran Brahmán (gran sacerdote de la religión brahmánica) también desea a Nikiya y odia a Solor. Gamzatti introduce una serpiente áspid venenosa en una cesta de flores que su criada le envía a Nikiya, quien cree que se la envía Solor. El áspid la muerde, y el Gran Brahmán le ofrece un antídoto, pero Nikiya, al ver juntos a Solor y a Gamzatti, lo rechaza y muere.

Esto ocurre en el mundo real.

Desesperado por la muerte de la hermosa bayadera, y bajo la influencia del opio, Solor ve a Nikiya en el Reino de las Sombras (el mundo irreal), muerta y multiplicada su imagen por espectros de bayaderas. Junto a ella, Solor evoca su danza ante la Llama Sagrada.
Y justamente, la escena ofrecida fue cuando Solor, en el Reino de las Sombras, bajo el efecto del opio, ve a Nikiya, multiplicada su imagen por espectros de bayaderas

Ihosvany Rodríguez como Solor y María Luisa Márquez como Nikiya, en La bayadera.
------------------

Ihosvany Rodríguez, como Solor, así como María Luisa Márquez como Nikiya, junto a Natalie Álvarez, Eleni Gialas y Mayrel Martínez como las bayaderas –en representación de las 24 de la coreografía original– recrearon en el escenario del Jackie Gleason toda la magia y la ilusión del amor más allá de la muerte –como ocurre también en Giselle–, que ha servido de inspiración a poetas y escritores a través de los tiempos.

María Luisa Márquez como Nikiya e Ihosvany Rodríguez como Solor, en La bayadera.
----------------
Natalie Álvarez, Eleni Gialas
 y Mayrel Martínez como las bayaderas.
------------------

Los cinco pusieron su poderosa técnica en función de sus personajes –como debe ser–, para cerrar con broche “de amor eterno” la hermosa función.


Baltasar Santiago Martín
Hialeah, 28 de febrero de 2025.


Fotos: Ismael Requejo.
Click here to visit www.CubaCollectibles.com - The place to shop for Cuban memorabilia! Cuba: Art, Books, Collectibles, Comedy, Currency, Memorabilia, Municipalities, Music, Postcards, Publications, School Items, Stamps, Videos and More!

Gaspar, El Lugareño Headline Animator

Click here to visit www.CubaCollectibles.com - The place to shop for Cuban memorabilia! Cuba: Art, Books, Collectibles, Comedy, Currency, Memorabilia, Municipalities, Music, Postcards, Publications, School Items, Stamps, Videos and More!