Nota: Cada lunes la poesía de Félix Luis Viera. Puedes leer todos sus textos, publicados en el blog, en este enlace. Traducción al italiano de Gordiano Lupi.
E-MAIL
El día todo ha sido de mucho frío, pero
más esta noche; son las 10 de la noche aquí.
El parque que tanto te gustaba y que paseamos tantas veces
desde la tarde parece congelado.
Hay días, como hoy, tardes, noches como hoy que no encuentro
la paz ni la guerra ni la sal ni el almíbar ni nada de un punto
y otro
ni entre uno y otro punto
ni en medio de uno y otro punto.
Nada. Como si mirar para cualquier sitio fuera eso, nada.
Como si sentir cualquier cosa fuera eso, nada.
Pronto será otro diciembre en que no nos veremos.
Si vieras la avenida, parece llorar de tanto frío;
bueno, la veo llorando, no sé si por el frío.
Igual parecen llorar los árboles frente a la casa —por cierto, aquel,
el desramado, el triste, al fin cayó. Vinieron las personas del Gobierno a recogerlo—.
Nunca imaginé que doliera tanto mirar el cadáver de un árbol que una vio relucir,
florecer, desafiar la vida.
Y si vieras qué gélido se siente el cuarto esta noche, qué pesaroso —Por
cierto, y perdóname lo cursi: a veces, como esta noche,
siento que es el cuarto quien me mira, entristecido.
Se me había pasado decirte que el perro del vecino, así, de
repente, entró en el
portal y desguazó a Baby —a ese perro siempre le cayó gordo
Baby,
y a ti también, recuerdo, por el color azul intenso de su pecho, me decías,
mas, ya tenía el pecho gris…, porque lo sabes…, el tiempo pasa…
En fin, que lo extraño, me duele sobre todo a la hora de dormir,
su sitio
vacío.
Sabes, yo jamás pensé que estaba hecha para tanto
extrañamiento,
tanto escurrimiento del corazón, tanto
amargor en mis manos, en mi aire.
El otro día me preguntó por ti la Eugenia, ya sabes,
ella de verdad te estima,
sigue diciendo de memoria aquellos versos tuyos casi 10 años después,
y casi 10 años después como que sigue intentando darme fuerzas
—por cierto, cuánta falta me hacen las fuerzas, muchas, muchas fuerzas las 24 horas
del día — y que no pierda las esperanzas, dice, y cita historias de mujeres que
no perdieron las esperanzas, hombres y mujeres, parejas, amantes jóvenes y viejos,
que no las perdieron.
Pero ella solo me lo dice para darme fuerzas,
ella sabe que tú y yo nunca jamás volveremos a encontrarnos, hay Poderes…
sabe que tú y yo estamos como enviciados a vivir una vida esperando el uno por el otro
completamente seguros de que esperamos en vano. Enviciados.
Hasta que al fin nos hagamos definitivamente viejos, en la
antesala de la
partida. Y no debe ser muy bonito eso de irse cada cual por su cuenta,
uno lejos del otro quiero decir.
Allá donde estás, ya se sabe, siempre hace calor,
aun hace calor esta noche helada para mí. Aun.
Te lo repito derecho:
si el orgullo en exceso no existiera, tú hubieras llegado a ser rey.
Quién sabe por qué no respondiste mi llamada,
sabrá Dios.
Me has dicho que esta es buena hora para hablarte.
De veras yo estaba ansiosa por hablarte, porque platicáramos
prometiéndonos lo imposible; que ya eso es algo.
Bueno pues, te marqué como cuatro veces y no hubo respuesta…
y entonces decidí escribirte esta como carta
que te llegará ahora mismo.
Besos
1 de noviembre del 2024
E-MAIL
La giornata intera è stata molto fredda, ma
ancor più questa sera; qui sono le 10 di sera.
Il parco che tanto ti piaceva e dove abbiamo passeggiato tante volte
dal pomeriggio pare congelato.
Ci sono giorni, come oggi,pomeriggi, sere come oggi, che non trovo
né la pace né la guerra né il sale né lo zucchero né niente da un punto
all’altro
né tra un punto e l’altro
né in mezzo a un punto e all’altro.
Niente. Come se guardare da qualche parte fosse questo, niente.
Come se sentire qualcosa fosse questo, niente.
Presto sarà un altro dicembre in cui non ci vedremo.
Se tu vedessi il viale, sembra piangere per il gran freddo;
bene, io lo vedo piangere, non so se per il freddo.
Anche gli alberi davanti casa sembrano piangere - a proposito,
quello sfrondato, il più triste, alla fine è caduto. Sono venute le persone del Governo
a raccoglierlo -.
Mai avrei immaginato che addolorasse tanto guardare il cadavere di un albero che un tempo vidi germogliare,
fiorire, sfidare la vita.
E se tu vedessi com’è gelida la stanza questa sera, quanto rimpianto.
A proposito, e perdonami la banalità: a volte, come questa sera,
sento che è la stanza che mi guarda, rattristata.
Ho dimenticato di dirti che il cane del vicino, di punto in bianco,
è entrato nel
portone e ha fatto a pezzi Baby - a quel cane è sempre sembrato grasso
Baby,
e anche a te, ricordo, per il colore blu intenso del suo petto, mi dicevi,
ma aveva già il petto grigio..., perché lo sai..., il tempo passa...
In ogni caso, mi manca, mi addolora soprattutto quando è l’ora di dormire,
il suo posto
vuoto.
Sai, non ho mai pensato di essere tagliata per tanta
nostalgia,
tanto esaurimento del cuore, tanta
amarezza nelle mie mani, nel mio spazio.
L’altro giorno mi ha chiesto di te Eugenia, lo sai,
lei ti stima davvero,
continua a ripetere a memoria quei tuoi versi dopo quasi 10 anni,
e dopo quasi 10 anni cerca ancora di darmi forza
- a proposito, quanto ho bisogno di forza, molta, moltissima forza per 24 ore
al giorno - e che non perda la speranza, dice, e cita storie di donne che
non hanno perso la speranza, uomini e donne, coppie, amanti giovani e anziani,
che non l’hanno persa.
Ma lei me lo dice solo per darmi forza,
lei sa che io e te non torneremo mai a incontrarci, ci sono Poteri...
sa che io e te siamo come destinati a vivere una vita in attesa l’uno dell’altro
completamente sicuri che attenderemo invano. Destinati.
Fino a quando non invecchieremo definitivamente,
nel preludio della
partenza. E non dev’essere molto bello andarsene ognuno per suo conto,
uno lontano dall’altro, voglio dire.
Là dove sei, ormai lo sappiamo, fa sempre caldo,
per me fa ancora caldo in questa notte gelida. Ancora.
Te lo dico sinceramente:
se l’orgoglio in eccesso non esistesse, saresti diventato re.
Chissà perché non hai risposto alla mia chiamata,
lo sa soltanto Dio.
Mi hai detto che questa è un’ora buona per parlarti.
Ero davvero ansiosa di parlarti, per confidarci
e prometterci l’impossibile; che è già qualcosa.
Bene, ti ho chiamato almeno quattro volte e non ho avuto risposta...
e così ho deciso di scriverti questa lettera
che ti arriverà in questo stesso momento.
Baci.
1 novembre del 2024
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Félix Luis Viera (El Condado, Santa Clara, Cuba, 19 de agosto de 1945), poeta, cuentista y novelista, es autor de una copiosa obra en los tres géneros.
En su país natal le fue otorgado el Premio David de Poesía, en 1976, por Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia; el Premio de Novela de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, distinción que, en 1983, le fuera concedida a su libro de cuentos En el nombre del hijo.
En 2019 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, auspiciado por varias instituciones culturales cubanas en el exilio.
Su libro de cuentos Las llamas en el cielo retoma la narrativa fantástica en su país; sus novelas Con tu vestido blanco y El corazón del rey abordan la marginalidad; la primera en la época prerrevolucionaria, la segunda en los inicios de la instauración del comunismo en Cuba.
Su novela Un ciervo herido —con varias ediciones— tiene como tema central la vida en un campamento de las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), campos de trabajo forzado que existieron en Cuba, de 1965 a 1968, adonde fueron enviados religiosos de diversas filiaciones, lumpen, homosexuales y otros.
En 2010 publicó el poemario La patria es una naranja, escrito durante su exilio en México —donde vivió durante 20 años, de 1995 a 2015— y que, como otros de sus libros, ha sido objeto de varias reediciones y de una crítica favorable.
Una antología de su poesía apareció en 2019 con el título Sin ton ni son.
Es ciudadano mexicano por naturalización. En la actualidad reside en Miami.
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Gordiano Lupi, periodista, escritor y traductor, nació en Piombino, Italia, en 1960. Fundador, en 1999, junto con Maurizio y Andrea Maggioni Panerini de la editorial La Gaceta Literaria, ha traducido del español a varios autores cubanos, como Alejandro Torreguitart Ruiz, Guillermo Cabrera Infante, Félix Luis Viera y Virgilio Piñera, entre otros. Cuenta en su haber con un amplio trabajo sobre figuras del cine, entre ellas Federico Fellini, Joe D´Amato y Enzo G. Castellari. Ha publicado más de una decena de libros que abarcan diversos géneros, como Nero tropicale, Cuba magica, Orrore, ertorismo e ponorgrafia secondo Joe d´Aamto y Fidel Castro – biografia non autorizzata.
Gordiano Lupi es un luchador por la democracia para Cuba y un promotor de las artes y la cultura de la Isla.