Tuesday, November 24, 2009

Desafíos para la Iglesia Católica en Cuba en el contexto internacional en los últimos 50 años (by Cardenal Jaime Ortega Alamino)

Seminario Internacional del Programa de Diálogo con Cuba La Habana

Del 18 al 22 de noviembre se celebró en la Universidad Católica de Eichst ätt , Alemania, el IX Seminario Internacional del Programa de Diálogo con Cuba. En esta ocasión el encuentro versó sobre los desafíos de la Iglesia Católica en Cuba. El evento fue inaugurado por Su Eminencia el Cardenal Jaime Ortega Alamino, Arzobispado de La Habana, con una Conferencia Magistral titulada “Desafíos para la Iglesia Católica en Cuba en el contexto internacional en los últimos 50 años” .

Los otros miembros de la delegación cubana fueron el P. Ariel Suárez Jáuregui, quien presentó una conferencia titulada “ Desafíos religiosos de la Iglesia Católica en Cuba”, y los laicos habaneros Roberto Veiga González y Alexis Pestano Fernández, con las conferencias “Cuba espera por todos” y “Una imagen de nuestra posibilidad”, respectivamente. (Tomado del website del Arzobispado de La Habana)

A continuación. el texto de la conferencia ofrecida por el Card. Jaime Ortega y el link a los textos (en pdf) de las otras disertaciones de los miembros de la delegcion cubana a este evento.

- “Los Desafíos Religiosos de la Iglesia Católica en Cuba”. Conferencia pronunciada por el Lic. Pbro. Ariel Suárez Jáuregui.

- “Cuba espera por todos” . Conferencia pronunciada por el Prof. Lic. Roberto Veiga González

- “Una imagen de nuestra posibilidad” . Conferencia pronunciada por el Lic. Alexis Pestano Fernández


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“Desafíos para la Iglesia Católica en Cuba en el contexto internacional en los últimos 50 años”.

por Cardenal Jaime Ortega Alamino

El título mismo de esta conferencia ubica a la Iglesia que está en Cuba como parte del mundo que globalmente la envuelve, es decir, en relación con todos los hombres y mujeres que pueblan la tierra. Respecto a la Iglesia que vive en Cuba nuestra mirada se dirige en esta ocasión, al mundo cristiano, a los pueblos de tradición cristiana y a los núcleos más o menos grandes de cristianos en los distintos países del orbe.

Dentro de este conjunto el mayor interés para nosotros en el tema que nos ocupa es la relación de la Iglesia en Cuba con Europa, especialmente con la Sede Apostólica, con España, de donde recibimos la fe cristiana y otros países de Europa Occidental y además con los países de América Latina que comparten con nosotros una herencia cultural común, con profundas raíces católicas. Después viene la relación con la Iglesia en América del Norte, pues la cercanía de nuestro país a Estados Unidos lo ha hecho mantener lazos especiales y a veces difíciles con esa nación que ha sido siempre de mucha importancia para nosotros, lugar de emigración para los cubanos en épocas turbulentas o en situaciones de crisis económicas u otras.

Sin embargo, nuestra primera mirada al mundo de los años 60 del pasado siglo y a nuestro mundo actual del siglo XXI, como católicos, nos lleva a ahondar en la naturaleza de la Iglesia Católica que lleva a la comunidad eclesial a crear lazos, no sólo formales o estructurales, entre las comunidades eclesiales católicas de Cuba y de otros países, sino también a estrechar esos lazos con honda raíz espiritual que tienen un fuerte y antiguo fundamento teológico. La Iglesia Católica tiene, en la misma expresión de su identidad, una relación obligada con el conjunto de comunidades católicas de todo el mundo, porque católico significa, tomando en sentido etimológico la palabra de origen griego: partes orientadas hacia el todo, pero también: todo orientado hacia las partes. De este modo podemos decir que una comunidad católica nunca está aislada, pues en su mismo ser lleva una orientación, una especie de inclinación vital hacia cada una de las comunidades eclesiales que existen en su entorno inmediato y en el mundo y hacia el conjunto de todas ellas. Por tanto, católico es algo más que universal.

Aunque San Agustín en su polémica con los donatistas acentuó mucho el aspecto de la universalidad de la Iglesia como el rasgo más saliente de todos los que la conforman como católica, este término expresa algo más que una extensión territorial de la Iglesia a todas las regiones de la tierra. Se trata de lo que en el Credo, después de afirmar nuestra fe en la Iglesia Católica, llamamos la comunión de los santos, es decir, de esa unión espiritual de todos los que en cualquier lugar forman parte de una misma Iglesia. Por lo tanto, el aislamiento de una Iglesia con respecto al conjunto de la Iglesia Católica extendida por el mundo es algo que la marca negativamente, que la afecta en su propio ser.

De la catolicidad de la Iglesia le viene su condición misionera para llevar a otros, en otras partes, el mensaje y la vida que ella siente como propios y que debe compartir con otros. De la catolicidad viene la aceptación por parte de una Iglesia de los misioneros que llegan de diversos lugares a sembrar la semilla de la Palabra evangélica o a cultivar la semilla plantada por otros para hacer florecer el árbol de la Fe y el amor a Dios. Desde el Nuevo Testamento y los Padres apostólicos vemos a los primeros evangelizadores fundando comunidades en regiones diversas a sus lugares de origen, al mismo tiempo que dirigían cartas incluso a comunidades no fundadas por ellos, sino conocidas, sintiéndose todos responsables de todos, todos unidos en una misma realidad a pesar de las distancias y de las condiciones diversas en que podía plantarse la semilla evangélica. Este fue el modo concreto de aplicar el mandato de Jesús: “Vayan al mundo entero y proclamen el evangelio” (Mc 16, 15).

Teniendo esto en cuenta, el primer desafío para la Iglesia Católica entre nosotros, cubanos, podía ser, y de hecho en algunos momentos lo fue, el aislamiento de la Iglesia con respecto al todo eclesial que halla su unidad en la guía del Sucesor de Pedro, del Papa en Roma. Una vez proclamada la condición socialista de la revolución en Cuba y su adhesión a la Unión Soviética, el temor de que ese aislamiento de la Iglesia pudiera producirse en el mismo grado y estilo de lo sucedido a la Iglesia Católica en los países de Europa Oriental, que por el Pacto de Yalta quedaron bajo la égida de Moscú, por demás en tiempos estalinistas, se apoderó de los católicos cubanos. La terrible persecución de la Iglesia de aquella época en los países del bloque socialista, privada de sus pastores, en muchos casos por muerte e imposibilidad de nuevos nombramientos de obispos y en otros por prisión de obispos y sacerdotes; la incomunicación de la comunidad eclesial con el centro vital del catolicismo mundial que es Roma y el Papa, al romperse las relaciones diplomáticas con la Sede Apostólica, eran situaciones históricas ya conocidas y temidas por pastores y fieles en Cuba. Se temía que pudiera quedar la Iglesia en Cuba como las Iglesias en cada país del Este europeo, forzadas a comportarse como “iglesias nacionales”, sin lazos con otras “Iglesias nacionales” de países vecinos que se hallaban en las mismas circunstancias y prácticamente sin comunicación con la Sede Apostólica y el Santo Padre, que garantiza siempre la unidad, la cohesión, ese marchar juntos de la Iglesia que es expresión precisamente de su catolicidad.

Podemos decir que éste fue un temor muy extendido entre nosotros. Para la Iglesia en Cuba fue más grande el temor a este riesgo que las dificultades de la realidad subsiguiente a aquellos primeros años de revolución en que la Iglesia quedó muy empobrecida en personal y despojada de medios de comunicación con el pueblo cristiano, por lo tanto silenciada y limitada al culto en sus templos. Las escuelas y casas asistenciales católicas habían desaparecido en gran número, nacionalizadas las primeras en su totalidad y las otras disminuidas por medidas oficiales o por la partida del personal religioso, justamente atemorizado ante una situación que preveían similar a la de los países de Europa del Este. Podemos decir que éste fue el primer gran desafió de la Iglesia Católica en Cuba de cara al mundo de aquel momento, un gran temor de quedar aislados, de perder lo que nos caracteriza como católicos, es decir, nuestra comunicación con la Santa Sede y con el Papa, de poder mantener las relaciones tradicionales con Iglesias como la de España y algunas de América Latina, de Canadá y Estados Unidos, pero sobre todo, de vernos alejados del Sucesor de Pedro, del Sumo Pontífice. Esto se sintió con mucha fuerza en los años 60-61-62.

Pronto nos dimos cuenta en Cuba, que si muchas de las medidas que se aplicaban a la Iglesia en nuestro país tenían el mismo sabor y color del estalinismo que pervivía aún en los países de Europa del Este y en la misma Unión Soviética, las situaciones no llegaban generalmente a ser de una envergadura tan trágica como las que aquejaban a los países satélites de Moscú.

No se rompieron las relaciones con la Santa Sede, Cuba mantuvo un embajador ante la Sede Apostólica en Roma, si bien la Santa Sede sólo mantuvo por muchos años un Encargado de Negocios en La Habana, pero la Nunciatura Apostólica llegó a ser en esos tiempos el único puente de comunicación entre la Iglesia en Cuba y el Gobierno Revolucionario y lo fue por varios años.

De todas formas, si bien no se rompió nuestra comunicación eclesial, ésta no fue fácil, ni mucho menos amplia. Durante casi dos décadas ningún sacerdote o personal religioso pudo salir de Cuba para participar en reuniones, en cursos u otro tipo de programas. Sólo los obispos pudieron acudir a las Sesiones del Concilio Vaticano II y después viajar en otras ocasiones a Roma o a algún otro sitio de América o Europa. No fue posible por más de dos décadas enviar seminaristas o sacerdotes a hacer estudios a Roma o a otras universidades católicas. Salvo algunas excepciones en los años 60, no pudieron entrar misioneros en Cuba de otras nacionalidades, ni regresar sacerdotes cubanos que se encontraban fuera del país y querían venir a desarrollar su labor en nuestro suelo.

Todo esto ocurrió así hasta la década del ochenta en que lentamente la situación eclesial comienza a cambiar.

Pero paso a paso la Iglesia sentía también que su catolicidad se había salvado y reforzado en cuanto a profundidad y sentido y al mismo tiempo había salvado a los católicos cubanos de un total aislamiento eclesial, dañino por cuanto una de las notas esenciales de la Iglesia, el ser católica, es decir, saberse parte de una Iglesia universal y al mismo tiempo saber que esa Iglesia la reconoce y siente como parte de ella, pudo ser salvaguardada y desarrollada progresivamente. Esto se hizo evidente durante la visita pastoral del Papa Juan Pablo II a nuestro país.

Cuando comparamos con los países de Europa del Este que compartían con nosotros en aquel tiempo la condición socialista prosoviética, y que estaban ubicados en el mismo continente de la Sede Apostólica y de las Iglesias de Europa Occidental y vemos lo que fue en general su desconocimiento del Concilio Vaticano II, su dificultad, a veces muy dolorosa, para tener pastores, obispos, su lejanía espiritual del resto del mundo católico, que sólo por la voz de la Iglesia de Roma conocía de sus sufrimientos, podemos dar gracias a Dios por el hecho de haber mantenido siempre la Iglesia en Cuba esa relación con la Sede Apostólica que posibilitó vivir la catolicidad y mantener la libertad e iniciativa de la Iglesia para nombrar a sus obispos sin ninguna coerción o veto gubernamental, siempre elegidos por el Papa, sin que hubiera nunca rupturas en esa comunión esencial entre el Sucesor de Pedro y los obispos, como vemos que ha podido pasar en la Iglesia de China.

Quedaba, sin embargo, otro aspecto en este mismo orden de relaciones de la Iglesia en Cuba con el mundo católico de aquella época. Se trataba de la comunicación entre Iglesias, es decir, de la Iglesia en Cuba con la Iglesia católica en distintos países de Europa, de Estados Unidos, de América Latina. Las primeras relaciones fueron con el Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM, y esto permitió que los obispos cubanos participaran en la Conferencia de Medellín. Pero las relaciones en general con otras Iglesias eran de muy bajo perfil, al ser nuestra situación muy distinta a la de la Iglesia en otros países, a causa del socialismo cubano y de la hora especialmente
agitada que vivía el mundo en aquella década del 60.

Y he ahí el segundo gran desafío para la Iglesia en Cuba: el momento que vivía el mundo en el instante en que se produce la revolución cubana. La década del 60 representa un gran cambio en el decurso del siglo XX con respecto a períodos precedentes de ese mismo siglo. La revolución cubana interacciona con otras inquietudes y movimientos que estremecían al mundo. Es la época de la descolonización rápida en el continente africano y en otras partes del mundo, es la época del romanticismo revolucionario con matices marxistas que arrastra a muchos cristianos a participar en movimientos sociales, obreros y políticos en América Latina, que llegan a veces al uso de la violencia en guerrillas o en insurrecciones urbanas. El fenómeno terrible de la pobreza en América Latina tocaba las conciencias de los cristianos, de los más comprometidos con la fe. La solución del problema de la pobreza aparecía con unos ribetes de urgencia y de dificultad tan grandes que dejaban poco espacio para la consideración de otros aspectos del quehacer eclesial. También la América del Norte estaba convulsionada por los reclamos justos de los negros norteamericanos. En estos esfuerzos y luchas contra la discriminación se destacaron los cristianos no católicos, a la cabeza de los cuales estaba Martin Luther King. Europa bulle y en el año 68 París es un hervidero que más que causa es síntoma de una inquietud generalizada de la juventud de aquellos tiempos. En este clima de efervescencia mundial la revolución cubana aparecía como otro de los grandes remedios a grandes males que sufría el mundo y según la consideración prioritaria dada al bien social, a la solución de las necesidades elementales del hombre, a la lucha por una verdadera justicia capaz de redimir a los marginados y explotados, cualquier otra cosa, aun importante en el orden del pensamiento, de los sentimientos, de la libertad personal y social, de las tradiciones, de la fe religiosa, etc., podía aparecer como un detalle intrascendente que no contaba en el panorama mundial.

Esto explica cómo en aquellos tiempos un ilustre purpurado europeo, cuyo nombre no voy a citar, refiriéndose a la Iglesia en Cuba lo hizo en estos términos: “La Iglesia en Cuba tiene lo que se merece, porque no supo ponerse del lado de los pobres”. Y se trataba de Europa, no estábamos dentro del florecido campo del romanticismo revolucionario de América Latina, desde donde nos llegaban voces que podían ir desde la conmiseración hasta el desprecio, por no haber sabido la Iglesia en Cuba ponerse a la altura del momento histórico que vivíamos. En aquellos tiempos de grandes dificultades internas para la Iglesia en nuestro país en sus relaciones con el poder civil, si bien la comunidad eclesial no se vio aislada de la Iglesia universal por el papel fundamental de la Santa Sede y del Papa, se vio incomprendida, juzgada desde posiciones de izquierda como una Iglesia conservadora y reaccionaria. Por otra parte, la situación singular de Cuba, que parecía asemejarse a la de los países comunistas de Europa del Este (sin que de hecho fuera realmente igual), no podía ser captada por hombres de pensamiento o de acción que hablaban simplemente de Iglesia sometida, callada y aún culpable de su silencio, llamada en ocasiones a romperlo por una inmolación masiva; otros consideraban que lo esencial de aquel momento histórico estaba fuera del ámbito del espíritu humano en sus relaciones con Dios y con el prójimo a partir de la fe. No olvidemos que un secularismo de rápida implantación se iba abriendo paso en Europa Occidental y éste da una pobre consideración al fenómeno religioso.

En todos los campos a derecha e izquierda sólo interesa, pues, el papel social o político que la Iglesia pueda desempeñar, no su quehacer evangelizador, ni la libertad más o menos restringida que pudiera tener para desarrollar su misión. Así, la Iglesia recibía ataques desde varios flancos: movimientos de izquierda, aún católicos, la tildaban de conservadora y sectores integristas la acusaban de condescendencia con el régimen comunista. En el caso de los emigrados cubanos en los Estados Unidos, muchos reclamaban un activo papel opositor claramente político por parte de los obispos cubanos.

Esta situación dejó a la Iglesia Católica en Cuba sola ante un sistema ateizante que la relegaba a las sacristías y sola ante una opinión internacional que esperaba de ella en muchos casos dos posturas contrapuestas y ninguna de ellas plenamente evangélica, ya sea un acrítico entusiasmo revolucionario, o si no, acerbas críticas al régimen político que nos mantenía muy limitados en nuestra misión evangelizadora. En esa etapa histórica la Iglesia, en su acción pastoral, se mantenía luchando casi exclusivamente por la salvaguarda de la fe en grupos reducidos de católicos que trataban de preservar la supervivencia de la comunidad eclesial.

La perdurabilidad de aquellas inexactas aproximaciones al mundo eclesial cubano desde distintos ángulos en diversos países se ha debido a un desconocimiento de la evolución interna de la vida de la Iglesia en Cuba, en sus relaciones con el Estado, en sus posibilidades de acción pastoral. La vida de la Iglesia no es la misma hoy, ni lo fue en décadas pasadas, como en los difíciles años 60 y 70.

Si bien no navegamos en aguas totalmente tranquilas, no enfrentamos tampoco un mar embravecido que rompe contra la barca de la Iglesia. Más bien las inquietudes de los pastores en Cuba tienen mucho que ver hoy con las nuevas realidades sociales, políticas y económicas de un mundo global, donde se produce una crisis de valores que afecta especialmente a la juventud, un mundo intercomunicado donde se transmiten más bien defectos que propósitos virtuosos, en una era nueva que algunos llaman posmoderna y otros poscristiana, donde se abre paso un pensamiento débil sobre el hombre y su acción en la historia. El existencialismo primero y después el relativismo, entre otras corrientes de pensamiento, han ido llevando al hombre occidental hacia la vaciedad. Estos males son globales, afectan a la Iglesia y a la civilización cristiana. Cuba es parte del mundo occidental y, aunque tenga distintos modos de experimentar estos nuevos retos, son fundamentalmente los mismos que la Iglesia Católica enfrenta en distintas partes del mundo.

Es claro que con el transcurso del tiempo aquellas opiniones y actitudes duras o simplistas del ámbito internacional se fueron temperando, mientras que progresivamente mejoraba de modo sensible la situación interna de la Iglesia en Cuba en sus posibilidades de acción evangelizadora y de relación con el mundo eclesial fuera de la Isla. Sin embargo, aquel tipo de consideración polarizada, indiferente y casi siempre superficial, sobre la Iglesia en nuestro país, dejó sus huellas en el enfoque de la vida de la Iglesia en Cuba, junto con un tratamiento únicamente político de la acción de la Iglesia cubana. De este modo puede llegar a ignorarse el desempeño pastoral de la Iglesia, tanto su acción de servicio caritativo a la sociedad, como los aspectos educativos y de formación humana y cristiana de su quehacer eclesial y, sobre todo, su empeño evangelizador, que constituye el núcleo esencial de la misión que el Señor le ha confiado. La Iglesia en Cuba ha puesto en práctica un estilo pastoral nuevo, creando comunidades cristianas en barrios de pueblos y ciudades y en nuestros campos, con una acción catequética en dichos centros que incluye a niños, adolescentes y jóvenes, y con una participación amplia del laicado en todos esos sectores descritos, tanto en la acción social, como en el trabajo evangelizador o formativo.

La unilateralidad de un signo o de otro, por el reduccionismo secularista que lleva en sí, la consideración de la vida de la Iglesia en Cuba internacionalmente con un sello poco realista, no ha facilitado con frecuencia un verdadero sentido de solidaridad, aún entre los mismos cristianos católicos, hacia nuestra Iglesia.

Y así entramos en el tercer desafío para la Iglesia en Cuba. Nuestra Iglesia necesita la solidaridad de Iglesias hermanas en varios aspectos:

− Para desarrollar su irreemplazable misión evangelizadora: la Iglesia en Cuba necesita sacerdotes, religiosos y religiosas misioneros capaces de prestar sus servicios en nuestro país.

− Necesita ayuda de personal cualificado en las disciplinas teológicas, filosóficas y pastorales y en ciencias humanas, como la psicología, la sociología y otras, a fin de perfeccionar la formación de sacerdotes, diáconos, personas consagradas y laicos. Estas sesiones de estudio pueden tenerse en distintas etapas del año, según los sectores a quienes se dirijan.

− Es indispensable el apoyo a la obra social de la Iglesia que no cesa de crecer: Caritas Cuba administra en general esta ayuda que debe continuar diversificándose y adaptándose a los sucesivos tiempos, con sus diversos reclamos.

− Es también necesario el apoyo económico al quehacer pastoral de la Iglesia: planes pastorales, encuentros, reuniones, retiros, cursos formativos, catequesis, medios audiovisuales, publicaciones de la Iglesia, etc.

− Es fundamental y a veces prioritario el apoyo económico para la base material indispensable de la Iglesia: sus templos que hay que reconstruir, salas parroquiales de reunión, nuevas capillas en barrios y campos, Casas de retiro, etc.

Podemos decir que tres carencias fundamentales aquejan a la Iglesia en Cuba:

1º. Falta de personal especifico para su misión pastoral: sacerdotes y religiosos y de personal cualificado para la formación integral de sacerdotes, religiosos y laicos.

2º. Nos hace falta el apoyo económico al quehacer social de la Iglesia.

3º. Nos hace falta el apoyo económico para crear y mantener los espacios físicos necesarios para la acción de la Iglesia: templos, casas parroquiales, casas de religiosas, salones de reunión, etc.

La falta de personal para la misión es grande, pero en los últimos doce años ha aumentado el número de misioneros y misioneras, sacerdotes y religiosas venidas de más de veinte países diferentes que ejercen su misión evangelizadora en Cuba.

Esperamos que especialmente de Latinoamérica continúe mostrándose esa imprescindible solidaridad. La visita pastoral a Cuba del Papa Juan Pablo II fue determinante en ese abrir las puertas de Cuba a misioneros de todo el mundo y ese suscitar respuestas generosas de obispos y congregaciones religiosas a las solicitudes de la Iglesia en Cuba. Este flujo debe continuar y nuestra Iglesia agradece grandemente la generosidad de obispos, sacerdotes y religiosas que no cesan de mostrarnos una solidaridad creciente especialmente en Latinoamérica. Aún así el número de agentes pastorales es insuficiente para la misión que la Iglesia tiene ante sus ojos.

El personal cualificado: sacerdotes, religiosos y laicos que vienen por períodos cortos a impartir cursos, a reuniones de pastoral o retiros se hace cada día más habitual. Esto no debe cesar, pues no hay dificultades para la entrada de misioneros permanentes ni para este tipo de colaboración cualificada eventual.

Los fondos económicos para los programas de promoción social de la Iglesia u otros proyectos asistenciales llegan también a nosotros: hay que destacar la ayuda de Caritas de Alemania, de la Conferencia Episcopal Italiana, de Catholic Relief Service en Estados Unidos. Siempre han ido creciendo las posibilidades de Caritas Cubana para desempeñar su misión; esto es más notable en casos de desastres naturales, como los tres huracanes que nos afectaron el año pasado.

Los fondos económicos para programas formativos, medios de comunicación social, gastos de reuniones, encuentros, acción catequética de la Iglesia pueden obtenerse más fácilmente de distintos organismos eclesiales de ayuda.

Pero la ayuda imprescindible para tener una base material digna y adecuada para los centros de culto, salones parroquiales, casas curales, casas de religiosas, etc., no encuentra el eco necesario en los organismos de ayuda internacional.

Aquí merece, por lo tanto, una mención especial la Iglesia Católica en Alemania por medio de su Comisión episcopal ADVENIAT.

Fue la primera agencia de ayuda eclesial que se hizo presente en Cuba en la misma década del 60. Ya en el año 65 rodaban en Cuba los primeros treinta y cinco VW que tuvieron los sacerdotes cubanos y que fueron enviados por ADVENIAT.

Desde ese momento la ayuda de ADVENIAT no ha cesado y nuestras iglesias se han reconstruido, algunas de ellas se han levantado de las ruinas gracias a ADVENIAT. Esto ha sido fundamental para el pueblo católico y para cada pueblo y ciudad de Cuba, ver resurgir sus templos ha sido un signo claro de que la Iglesia vive. Más tarde ha prestado también su colaboración en este empeño de reparar iglesias, construir casas parroquiales y de religiosas Kirch in Nott, de Alemania, para la cual también va nuestra gratitud.

Poco después de ADVENIAT Misereor comenzó a prestar ayuda para algunos proyectos sociales, que incluyeron la construcción de algunos salones múltiples, pero después la colaboración de Misereor se redujo mucho y quisiéramos pudiera acrecentarse de nuevo.

La Iglesia en Cuba tiene una imborrable deuda de gratitud hacia la Iglesia Alemana que se mostró tan solidaria desde los momentos iniciales de carencias materiales para los católicos cubanos y para nuestro pueblo.

Más tarde (a partir de la década de los 80) la Iglesia en Estados Unidos, a través de la Comisión episcopal para América Latina ha prestado una ayuda sostenida y valiosa a nuestra Iglesia.

Desde la década del 90 la Conferencia Episcopal Italiana ha sido, junto a las antes mencionadas, la que ha propiciado y favorecido el crecimiento y afianzamiento de la Iglesia en Cuba en estos años. Sólo con esta solidaridad económica ha podido nuestra Iglesia desempeñar su misión.

El pasado cercano que hemos descrito a grandes rasgos hasta su evolución más reciente nos conduce hasta el presente en el cual la Iglesia en Cuba tiene mayores posibilidades en su acción pastoral, específicamente formativa, en su servicio social al pueblo cubano y en la participación de la Iglesia Católica cubana en eventos, reuniones y cursos de estudios que se realizan en el ámbito internacional.

No cesa de extenderse la actividad misionera de la Iglesia. La respuesta de nuestro pueblo es positiva y la acogida al mensaje evangélico, reclama un gran esfuerzo de los agentes de pastoral. Hay grupos de jóvenes que han venido y vienen de España, de Italia y de algún otro país para prestar apoyo a la misión evangelizadora de la Iglesia, sobre todo en tiempos de vacaciones.

También suelen venir predicadores de retiros, pastoralistas, profesores de universidades católicas y otros que aportan tiempo y conocimiento para la formación y orientación de sacerdotes, personas consagradas y laicos.

Esto mantiene a la Iglesia en Cuba más actualizada que lo que estuvo en el pasado y siempre abierta a nuevas posibilidades. También el número de sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que siguen cursos en universidades en el extranjero, que participan en cursillos, congresos y reuniones no cesa de crecer.

La importación de libros y material didáctico para catequesis y otros cursos es, desde hace ya diez años, una posibilidad que abre las puertas del conocimiento filosófico, teológico, del pensamiento cristiano actual y también de buenos escritores, aún no católicos o no cristianos, a muchos hombres y mujeres, en gran número jóvenes que acuden a nuestras bibliotecas zonales o parroquiales las cuales han podido crearse y mantenerse en estos últimos años.

Todo este movimiento formativo y participativo que abre cada vez más a la Iglesia de Cuba al mundo se sostiene gracias a la colaboración económica de la Conferencia Episcopal Italiana, de las Editoriales católicas de España y de México y quiero mencionar de modo especial el Instituto de Misionología de Aachen, Alemania, que apoya estos encuentros y la creación de bibliotecas.

En todos estos aspectos, como en otros ya citados, la Iglesia en Cuba es hasta el momento económicamente dependiente y no prevemos que pueda ser de otro modo en un futuro a corto o a mediano plazo.

Gracias a esa solidaridad que antes invoqué como necesaria, de la cual ustedes, los aquí presentes como el profesor Fornet Betancourt, el Dr. Horst Sing, el profesor Bernhard Mayer, la diócesis de Eichstätt que nos acoge, la Universidad Católica de Eichstätt y todos los que hacen posibles estos encuentros que se celebran ya por más de una década, ha podido la Iglesia en Cuba y especialmente la nueva generación del laicado, aprovechar las oportunidades que ahora tienen de abrirse al mundo. No olvidemos que éste fue el deseo formulado por el Papa Juan Pablo II en su visita a Cuba: “Que Cuba se abra al mundo, que el mundo se abra a Cuba”. Esto es válido no sólo para las estructuras sociopolíticas y económicas en nuestro país, sino también para la Iglesia, y vuestra preocupación y ayuda concreta contribuyen a hacerlo posible.

Por esto gracias de nuevo a quienes propician encuentros como éste. Gracias a todos.


Servicio de noticias- Arzobispado de San Cristóbal de La Habana. 2008-2010©

Nuevo proceder quirúrgico en la Neurocirugía camagüeyana

CAMAGüEY.— Una intervención de exéresis tumoral con método endoscópico y por vía nasal, se realizó por vez primera en el Hospital Universitario Manuel Ascunce Domenech, de esta ciudad.

«No hay referencia de su realización en otra parte del país», explicó el especialista en Neurocirugía y jefe del equipo que efectuó la intervención quirúrgica, Dennis Suárez Monné. (ver información en Juventud Rebelde)

Monday, November 23, 2009

Welcome to El Retozadero

Foto/Blog Gaspar, El Lugareño (by Valia Garzón)
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El Retozadero es una aldea cercana a Moyuta, Jutiapa,
a unos 115 kms de Ciudad Guatemala.

recién llegado de Miami ...

Amaury no se queda en Miami y Cubadebate lo anuncia con alivio ....

No Violencia (Estilo Hermanos Saíz)

Fotos/Reuters
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Sesión de tatuajes en La Habana, el pasado sábado 21, durante
un Festival por la No Violencia, convocado por la Asociación Hermanos Saíz

Orígenes y el Caribe

¿Era Orígenes una revista caribeña? El pensamiento de sus animadores no se detiene en definiciones sobre el Caribe, pero la obsesión insular es ya, por sí misma, una noción de presencia en una zona del mundo, y con ella, de un modo de existir y de relacionarse con el resto de las islas y el Continente. A esto habría que añadir la condición expansiva del pensamiento de Lezama que va desde “lo habanero” arquetípico, en diálogo con una tradición que se remonta a la cultura china, al orfismo griego y al barroco tridentino, hasta el gradual descubrimiento de lo americano, sea de Tierra Firme o insular, para volver a la plenitud de ese cosmos, en el cual él actúa como uno de sus demiurgos. (Roberto Méndez Martínez, Orígenes y el Caribe)

Jaime Bayly by Semana

SEMANA: ¿Y cómo le va con los escritores peruanos de su generación?

J.B.: No me llevo bien con ellos. Porque ellos han elegido llevarse mal conmigo. Yo no tengo nada en su contra. No digo nada contra ellos, procuro leerlos, no contesto. Pero casi todos me ven con alguna hostilidad, que algunos se ocupan de manifestar. Algunos se divierten escribiendo cosas altamente mezquinas contra mis libros y contra mí.

SEMANA: ¿Y con la generación mayor?

J.B.: Con la generación mayor yo he tenido un poco más de fortuna. Ellos no me ven como una amenaza. Son escritores consagrados. Bryce ha tenido más influencia en mí como escritor que el propio Vargas Llosa. En Bryce hay más humor, y no hay esa obsesión por la técnica literaria que en algunas de la primeras novelas de Vargas Llosa terminó siendo dañina para la propia novela. Ahora bien, Vargas Llosa ha sido conmigo bastante más generoso que Bryce. Alcancé a conocer a Ribeyro y es un gran escritor. A diferencia de Mario, Ribeyro era un señor que se escondía en un rincón, que esquivaba las polémicas y miraba con una lucidez brutal. Me parece muy sabia esa actitud de no tener tantas certezas y declararse un poco perplejo y un poco neutral. Muchos escritores, como Gabo o Fuentes o el propio Mario, tienen una evidente fascinación por el poder. Les gusta visitar presidentes, cortejar reyes… Ribeyro no era así. Y creo que nos dejó, además de una obra admirable, esa enseñanza no menor de que tal vez el escritor no siempre debe de ser un profeta. Yo reivindico esa postura. (ver la entrevista completa)

Foto/AP

Saturday, November 21, 2009

Oikos

Nota: Aprovecho la sección Oikos de este sábado para informar la buena nueva de que Juan Carlos Agüero ha sido invitado a forma parte del equipo de la revista digital, con sede en España, Objetivo Natural www.objetivonatural.com.

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Sección Oikos, con fotos de Juan Carlos Agüero. Dedicada a mostrar la wildlife del Sur de la Florida, es el espacio green (cada sábado) del blog Gaspar, El Lugareño. Las fotos de Juan Carlos en el website Anhinga Wildlife)

Friday, November 20, 2009

(otra) Paliza, a Reinaldo a Escobar ...

Fotos/Ap, Getty Images
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Detalles en Desde Aquí, Generación Y, Octavo Cerco, Penúltimos Días (I) (II) (III),
Emilio Ichikawa, El País, El Nuevo Herald, El Tono de la Voz, El Mundo, ...

Eidos (by Alain González)

Le agradezco a Alain González que comparta varios poemas de su primer libro publicado Eidos, (Editorial Voces de Hoy, Miami) en este blog Gaspar, El Lugareño.

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Hay un olor a hierba esta noche
que tiene de ceniza, de alabastro,
que toma de este inmenso juego
el silencio y lo traslada a otros silencios
como un comienzo de música ardiendo sigilosa,
como si se orquestaran los sentidos.

Sus arabescos siembran una especie de llovizna
semejante a la viceversa del rocío
como si confundida con su propia fiebre
nos iniciara en su transparencia incendiada.

Hay un olor a hierba esta noche
que se tensa como una metáfora feliz,
que sabe de las delicias que siempre nos esperan
en el sueño.

Y huye tan despacio que es como si permaneciera.
Es como si nos arrancáramos de nuestros abismos.
Como si desnudos nos sumergiéramos en la noche.


Héroes

Naves quemadas
en cuyas maderas
consume el tiempo
el vértigo de sus olas.


El pájaro

Desmiente a la rama con su vuelo.
Soluciones de jaula son el sueño
el hambre, el celo, el frío, el miedo.
Escapa el pájaro volando, comiendo,
amando, esperando o escapando.
Huye de las jaulas de su contingencia.
Se fuga a otras vidas, quizá preferibles.
Escapa de su miedo al sueño, al hambre,
de su miedo al amor, al frío
de su miedo al miedo.

Pero no puede escaparse de su fuga.


Cerca de todo a menudo está la casa

Cerca de todo a menudo está la casa
tirados en la cama nos circunda
y puede que seamos el silencio o la noche
lastimosamente no absoluto
lastimosamente no absoluta.

Me gustaría saber qué nos destierra,
cómo será posible que a veces reconozca
dónde soy la última cuerda de mí mismo
y un poco más allá, la casa en su término, acallando.

Miro mis manos, podrían ser el regreso
los resquicios profusos que nos culpan
por dejar que la casa nos palpe con sus manos.

Cerca de todo a menudo está la casa
y aunque dudosamente haya un insomnio
más creíble que el de su existencia
conservaremos siempre una anodina
esperanza de diálogo, un reproche,
todo lo táctil de la noche se distiende
como un hombre sin mujer,
como una espera muy pobre
que no podremos culpar
como a cortinas blancas que el viento desvela.

Y la casa, silenciosa, siempre cerca
padeciendo con pereza los afeites del tiempo
paradójicos afeites como una alcoba
donde se conoce que el tímido murmullo del silencio
es el murmullo de las distancias que nos dejan
tan lejanos en la casa como en nosotros mismos.

Expo 31 Escultores Cubanos en el Miami Dade College

click en la imagen

este sábado en Zu Galería ...

Foto/Blog Gaspar, El Lugareño
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Zu Galería Fine Arts tiene el honor de invitarlos a
Noches de Poesía
con Teresa Maria Rojas

Sábado, 21 de Noviembre, 8pm

Zu Galería Fine Arts
2248 SW 8th Street Miami, Fl 33135 786-443-5872

Encuentro Nacional de Jóvenes Narradores en Cienfuegos

detalles en Juventud Rebelde

Thursday, November 19, 2009

Presidente Obama responde a Yoani

Presidente Barack Obama: Agradezco esta oportunidad que me brindas para compartir impresiones contigo y con tus lectores en Cuba y en el mundo, y aprovecho para felicitarte por el premio María Moore Cabot de la Escuela Graduada de Periodismo de la Universidad de Columbia que recibiste por promover el entendimiento mutuo en las Américas mediante tus reportajes. Me decepcionó que se te impidiera viajar para recibir el premio en persona.

Tu blog ofrece al mundo una ventana particular a las realidades de la vida cotidiana en Cuba. Es revelador que el internet les haya ofrecido a ti y a otros valientes blogueros cubanos con un medio tan libre de expresión, y aplaudo estos esfuerzos colectivos para apoderar a sus compatriotas para expresarse a través de la tecnología. El gobierno y el pueblo estadounidense nos unimos a todos ustedes en anticipación del día que todos los cubanos puedan expresarse libre y públicamente sin miedo ni represalias.

Yoani Sánchez: 1. Durante mucho tiempo el tema de Cuba ha estado presente tanto en la política exterior de los Estados Unidos, como entre las preocupaciones domésticas, especialmente por la existencia de una gran comunidad cubano-americana. Desde su punto de vista ¿En cuál de los dos terrenos debe ubicarse este asunto?

Todos los asuntos de política exterior tienen componentes domésticos, especialmente aquéllos que conciernen países vecinos como Cuba, de donde provienen muchos emigrantes radicados en los Estados Unidos, y con la que tenemos una larga historia de vínculos. Nuestros compromisos de proteger y apoyar la libre expresión, los derechos humanos y un estado de derecho democrático tanto en nuestro país como en el mundo también rebasan las demarcaciones entre lo que es política doméstica y exterior. Además de todo esto, muchos de los retos que comparten nuestros países, como la migración, el narcotráfico y el manejo de la economía, son asuntos tanto domésticos como foráneos. En fin, las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos han de ser vistas dentro de un contexto tanto doméstico como exterior.

2. En el caso de que existiera, por parte de su gobierno, una voluntad de dar por terminado el diferendo, ¿Pasaría esto por reconocer la legitimidad del actual gobierno de Raúl Castro, como único interlocutor válido en unas eventuales conversaciones?

Como he dicho antes, mi administración está lista para establecer lazos con el gobierno cubano en un número de áreas de mutuo interés, como hemos hecho en las conversaciones migratorias y sobre correo directo. También me propongo facilitar mayor contacto con el pueblo cubano, especialmente entre familias que están divididas, algo que he hecho con la eliminación de restricciones a visitas familiares y a remesas. Queremos establecer vínculos también con cubanos que están fuera del ámbito gubernamental, como lo hacemos en todo el mundo. Está claro que la palabra del gobierno no es la única que cuenta en Cuba. Aprovechamos toda oportunidad para interactuar con todos los renglones de la sociedad cubana, y miramos hacia un futuro en que el gobierno refleje expresamente las voluntades del pueblo cubano.

3. ¿Ha renunciado el gobierno de Estados Unidos al uso de la fuerza militar como forma de dar por terminado el diferendo?

Estados Unidos no tiene intención alguna de utilizar fuerza militar en Cuba. Lo que Estados Unidos apoya en Cuba es un mayor respeto a los derechos humanos y a las libertades políticas y económicas, y se une a las esperanzas de que el gobierno responda a las aspiraciones de su gente de disfrutar de la democracia y de poder determinar el futuro de Cuba libremente. Sólo los cubanos son capaces de promover un cambio positivo en Cuba, y esperamos que pronto puedan ejercer estas facultades de manera plena.

4. Raúl Castro ha dicho públicamente estar dispuesto a dialogar sobre todos los temas, con el único requisito del respeto mutuo y la igualdad de condiciones. ¿Le parecen a usted desmedidas estas exigencias? ¿Cuáles serían las condiciones previas que impondría su gobierno para iniciar un diálogo?

Llevo tiempo diciendo que es hora de aplicar una diplomacia directa y sin condiciones, sea con amigos o enemigos. Sin embargo, hablar por aquello de hablar no es lo que me interesa. En el caso de Cuba, el uso de la diplomacia debería resultar en mayores oportunidades para promover nuestros intereses y las libertades del pueblo cubano.

Ya hemos iniciado un diálogo, partiendo de estos intereses comunes –emigración que sea segura, ordenada y legal, y la restauración del servicio directo de correos. Estos son pasos pequeños, pero parte importante de un proceso para encaminar las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba en una nueva y más positiva dirección. No obstante estos pasos, para alcanzar una relación más normal, va a hacer falta que el gobierno cubano tome un curso de acción.

5. ¿Qué participación podrían tener los cubanos del exilio, los grupos de oposición interna y la emergente sociedad civil cubana en ese hipotético diálogo?

Al considerar cualquier decisión sobre política pública, es imprescindible escuchar tantas voces diversas como sea posible. Eso es precisamente lo que hemos venido haciendo con relación a Cuba. El gobierno de los Estados Unidos habla regularmente con grupos e individuos dentro y fuera de Cuba, que siguen con interés el curso de nuestras relaciones. Muchos no están de acuerdo con el gobierno cubano, muchos no están de acuerdo con el gobierno estadounidense, y muchos otros no están de acuerdo entre sí. Lo que debemos estar todos de acuerdo es que tenemos que escuchar a las inquietudes e intereses de los cubanos que viven en la isla. Por eso es que todo lo que están haciendo ustedes para proyectar sus voces es tan importante – no sólo para promover la libertad de expresión, pero también para que la gente fuera de Cuba pueda entender mejor la vida, las vicisitudes y las aspiraciones de los cubanos que están en la isla.

6. Usted es un hombre que apuesta por el desarrollo de nuevas tecnologías de comunicación e información. Sin embargo los cubanos seguimos con muchas limitaciones para acceder a Internet. ¿Cuánta responsabilidad tiene en eso el bloqueo norteamericano hacia Cuba y cuánta el gobierno cubano?

Mi administración ha tomado pasos importantes para promover la corriente libre de información proveniente de y dirigida al pueblo cubano, particularmente mediante nuevas tecnologías. Hemos posibilitado expandir los lazos de las telecomunicaciones para acelerar el intercambio entre la gente de Cuba y la del mundo exterior. Todo eso recrecerá los medios a través de los cuales los cubanos en la isla podrán comunicarse entre sí y con personas fuera de Cuba, valiéndose, por ejemplo, de mayores oportunidades en transmisiones de satélite y de fibra óptica. Esto no ocurrirá de un día a otro, ni tampoco podrá tener plenos resultados sin actos positivos del gobierno cubano. Tengo entendido que el gobierno cubano ha anunciado planes para ofrecer mayor acceso al internet en las oficinas de correo. Sigo estos acontecimientos con interés y urjo al gobierno a permitir acceso a la información y al internet sin restricciones. Quisiéramos escuchar qué recomendaciones tienen para apoyar el flujo libre de información desde y hacia Cuba.

7. ¿Estaría dispuesto a visitar nuestro país?

Nunca descartaría un curso de acción que avance los intereses de los Estados Unidos o promueva las libertades del pueblo cubano. A la misma vez, las herramientas diplomáticas han de usarse sólo luego de preparaciones minuciosas y como parte de una estrategia clara. Anticipo el día que pueda visitar una Cuba donde toda su gente pueda gozar de los mismos derechos y oportunidades que goza el resto de la gente del continente.

La traducción al español fue preparada por la oficina del Presidente Obama. (Tomado del Blog Generación Y)

Cascada (by Ninon Lavallee)

Ninon Lavallee en el blog
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Sus galerías de imágenes, se pueden apreciar online aquí

(acuse de recibo) 'Adolfina' en Miami

El actor, autor y director cubano Frank Prieto (La Habana, 1971) estrena en Teatro en Miami Studio su segundo montaje unipersonal, Adolfina, hoy jueves 19, y los días 20 y 21 de noviembre del 2009. Esta es la primera ocasión en que Prieto actúa en los Estados Unidos ya que su trayectoria teatral se ha desarrollado entre Cuba, México y Europa, donde reside desde 1994.

La pieza se estrenó a finales de 2008 en el Principado de Andorra, donde reside el artista, y ha sido seleccionada para participar en la edición del 2010 del Festival Internacional de Teatro Unipersonal del Uruguay. En ese certamen, la obra de Prieto ha sido seleccionada entre 80 propuestas de todo el mundo. (detalles en www.teatroenmiami.org)

Premio Literario Luis Rogelio Nogueras 2009

En el Centro Hispanoamericano de Cultura, en la tarde del martes 17, fue entregado el Premio Literario Luis Rogelio Nogueras. En esta ocasión, convocado en el género narrativa y en las categorías de novela corta de tema libre y libro de cuentos policíacos.

En novela corta de tema libre, el jurado presidido por la escritora y poeta Marilyn Bobes, el escritor Ernesto Pérez Castillo y la narradora y poeta Anna Lidia Vega Serova, decidieron otorgar Mención a la novela «Recalo» de Jorge Luis García Hernández de la Ciudad de La Habana. El jurado concedió el Premio por unanimidad a la obra «Asesinos Ilustrados», de Rafael Grillo Hernández de Ciudad de La Habana.

En la categoría de cuentos policíacos el jurado integrado por la narradora y ensayista María del Carmen Muzio, el escritor Luis Adrián Betancourt y el escritor e investigador Pablo Bergues Ramírez decidieron otorgar Mención a la obra «Dos casos del teniente Bosques», de Dagoberto. J. Valdés Rodríguez. Otorgaron el Premio al cuaderno «Novatadas y acertijos» de José Luis González Zaldivar. (ver nota completa en Cubaliteraria)

Tuesday, November 17, 2009

Natalia Navarro es Miss Colombia ...

Fotos/Reuters
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detalles en Vive.in

El Quinto Clavadista (by Alexis Romay)

Le agradezco a Alexis Romay (blog Belascoín y Neptuno) que comparta "El Quinto Clavadista", fragmento de su novela Salidas de Emergencia en este blog Gaspar, El Lugareño.

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“El Quinto Clavadista” (Fragmento de la novela Salidas de Emergencia)


por Alexis Romay


Había doscientos espectadores aglutinados en el estadio municipal. Cuatro centenares de pupilas pendientes de cada paso del quinto clavadista rumbo al trampolín de siete metros que gozaba del privilegio de ser la más alta elevación del complejo deportivo. Al comenzar la contienda, la alberca era de un azul océano que magnificaba sus escasos doce pies de profundidad. Con su inusual configuración de triángulo equilátero hacía más nítido el momento en que los competidores entraban a ella, pues el foco de atención se reducía a un hombre, girando en el aire, teatral y osadamente, hasta precipitarse dentro de aquel microuniverso que lo acogería, previo a un consecuente y eufórico aluvión de aplausos.

“Complejo deportivo” era una licencia poética utilizada para definir aquel espacio de estructura circular, pobremente techado y lleno hasta el límite de su capacidad. Tendría un diámetro de veinte metros y de sus cuatro puntos cardinales colgaban reflectores de media intensidad que lucían anacrónicos atados a las pencas de guano que conformaban la primitiva cúpula del estadio. La electricidad dependía de una extensión que, una semana antes del evento, se empataba varias veces desde la casa más cercana, hasta colarse entre las infinitas hendiduras del techo, convirtiéndose en la instalación eléctrica más impresionante del cuarto y más obsoleto de los mundos. Al igual que para el resto de las casas del poblado, “impermeabilidad” era un nombre de muchacha desconocida y eso justificaba que el evento tuviera una fecha fija: el decimotercer día de agosto, acompañando a un terrible periodo de sequía y a una jornada de festejos callejeros. La ventilación era natural, por lo que los pobladores se jactaban de haber situado el estadio en el descampado más limpio de la zona para aprovechar la brisa que atravesaba las paredes, sin otras cortinas rompevientos. De la misma forma entraban el vapor vespertino, las moscas y el resto de los insectos aéreos, pero en el evento social más importante de Las Palmas y ante la excitación de los competidores y del público, eran obstáculos menores que podían obviarse sin graves problemas.

La rutina había sido dictada por el Presidente y se cumplía con metódica religiosidad: en la mañana celebraban una feria juvenil en el parque del pueblo y las competencias de clavado se realizaban durante esa misma tarde. El resto del año el complejo deportivo permanecía cerrado.

El motivo de que la piscina tuviera tres lados respondía a una innovación en la etapa ejecutoria, que tenía el propósito de ahorrar el material constructivo enviado por el gobierno de turno con una carta de autorización dirigida a los miembros del caserío Las Palmas, en la que oficialmente se aprobaba la construcción de un local de esparcimiento si los vecinos se hacían responsables del diseño y de la futura puesta en práctica del mismo. El vecindario estaba poblado por unas setenta casas con igual número de familias repartidas hasta, a veces, habitar cuatro generaciones bajo un mismo techo, de las cuales, al menos las dos intermedias habían participado activamente en la ejecución de aquel sitial que era el único en la comunidad en donde cabían todos los palmeros apiñados en ocho filas de bancos dispuestos en espiral.

A pesar de que la información que los pobladores tenían del clavado era básica: “deporte olímpico que consiste en un clavadista que salta desde un trampolín u otro sitio de altura hacia una piscina e incluye toda suerte de giros gráciles y artificiosos en su caída”, la premisa les interesó al punto de que había pasado una década desde que se aventuraron en la tarea de ejecutar su propio estadio. Luego gastaron años en entrenar a los atletas nativos y, desde entonces, con la inauguración del evento anual, que andaba ya por su tercera edición, los espectáculos se habían caracterizado por varias constantes, donde la más notable era el público, que estaba presidido por los fundadores de la región, acompañados de sus orgullosos descendientes, que conformaban entre todos una audiencia campechana y jovial en la que nadie tenía permiso para entrar ni bebidas alcohólicas ni armas blancas. En el cinturón del Presidente de la comunidad se oxidaba un revólver que había adquirido un carácter simbólico y ornamental.

El Presidente de la comunidad basaba el éxito del torneo y de toda su campaña política en una teoría que había heredado con su cargo de máximo responsable de Las Palmas y que nunca tuvo una idea exacta de quién la había originado: “Sin importar su tamaño, su nivel cultural o sus aspiraciones, lo realmente necesario para dominar a cualquier grupo social es la distribución de pan y circo. Es imprescindible darles algo de comer y un poco de entretenimiento”.

En efecto, desde que el Presidente decretó feriado aquel caluroso día del octavo mes para que los vecinos pudieran disfrutar del evento deportivo, el impacto en los grupúsculos inconformes de la población había sido palpable. Organizaban menos revueltas callejeras, pintaban menos carteles en el triste mercado del pueblo, hacían menos comentarios subversivos y, finalmente, se dejaban llevar por el jolgorio y se reunían con el resto de los pobladores a compartir cervezas mal fermentadas y de producción casera, mientras los competidores se catapultaban y con ellos las apuestas, que iban desde una hasta tres gallinas y dos sacos de arroz.

El quinto clavadista comenzó su caminata hacia el trampolín con el pleno convencimiento de que estaba cercano a alcanzar la cumbre de su carrera. La teatralidad con que se desplazaba dio margen a que la excitación de los espectadores se desbordara en decenas de gritos y chiflidos. Era el último competidor y sobre él pesaba la responsabilidad de concluir aquel campeonato municipal. Aunque su entrenamiento lo había preparado para ese instante, los nervios lo estaban traicionando públicamente. Convirtió cada peldaño de la escalera que lo conducía al trampolín en el escenario de un drama personal que los palmeros no entendían.

Evitó mirar dentro de la piscina, pues sentía un vértigo monumental que siempre había interpretado como símbolo del peligroso acercamiento al éxito. Al llegar al final de su trayecto, se le escapó una lágrima que los presentes no pudieron notar. Su cuerpo estaba rígido y los músculos sobresalían embadurnados con la crema reglamentaria, que era preparada con manteca de majá de Santa María (una culebra fácil de encontrar en los riachuelos cercanos a Las Palmas).

La trusa del quinto clavadista era un pantalón corto, carmelita y oscuro, que todavía mostraba huellas de su reciente etapa en el trabajo agrícola.

¿En qué pensaba en ese momento tan cercano a su más elemental noción de gloria?

Los palmeros habían estado en plena algarabía, dando brincos y hurras mientras los concursantes anteriores recorrieron el estadio para concluir parados en la cúspide de sus vidas, pero luego guardaban un respetuoso silencio para propiciar un ambiente tranquilo en el que los deportistas pudieran concentrarse y superar sus miedos. Cuando el quinto clavadista se preparó para ejecutar sus audaces maniobras voladoras, las expresiones de los vecinos del caserío Las Palmas lucieron petrificadas, como si solamente sus órganos vitales estuvieran al tanto de mantenerlos respirando.

De los saltos de los cuatro competidores anteriores, lo más notable fue cuando el segundo estuvo a punto de tocar el techo con sus pies (que puntearon, buscando prolongar la línea vertical en el giro que marcó la altura máxima de su parábola); el primer contendiente, al igual que el cuarto, intentó un doble salto mortal en el que se encogió durante las vueltas para entrar parado a la piscina; el tercero ejecutó el famoso “uno y medio”, que era un complicado ejercicio que exigía dar una vuelta entera y luego estirarse en posición perpendicular a la alberca, con las manos por delante. El quinto clavadista pegó los brazos a su cuerpo y después de aguantar la respiración se dejó caer.

La calma se rompió con el impacto. Al ver como se hacía pedazos, uniéndose a los cuerpos destrozados de los cuatro participantes anteriores y a los aplausos eufóricos de aquel público que escandalizaba una alegría incomprensible. Un público igualmente digno de haber perdido la voz siglos atrás en los entretenimientos salvajes del coliseo romano.

La piscina nunca tuvo agua pues nadie del gobierno de turno le explicó al Presidente que el clavado era un deporte acuático.

Monday, November 16, 2009

Iduna invita ...

La Editorial Iduna y Proyecto Dos Miami tienen el gusto de invitarle a un evento especial de los libros de Ediciones Iduna: exposición, venta y charla con varios autores:

Rubi Arana, Magda Klaus, José Lorenzo Fuentes, Sindo Pacheco, Manuel Vázquez Portal

Lugar: Koubek Center
Universidad de Miami
2705 SW 3 ST
Miami, Fl, 33135
Fecha: Viernes, 20 de Noviembre

Hora: 7.00pm a 9.00pm

Esperamos su participación y gracias por adelantado

Odalys Curbelo
Dpto Promoción y Distribución
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Foto/Blog Gaspar, El Lugareño

(acuse de recibo) Hialeah: Art on Palm

click en la imagen

(Domingo, 15/Nov/2009) Miami Book Fair International

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Carmen Duarte, presentado su novela La danza de los abanicos
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Luis Zalamea presentando su novela Memorias de un diletante
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Fotos/Blog Gaspar El Lugareño (by Heriberto Hernández)
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Gaspar, El Lugareño Headline Animator

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