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Contramanifestación oficialista a la marcha de las Damas de Blanco
"En estos días previos al inicio del 17 Taller Nacional de la Crítica Cinematográfica, me he tropezado en la calle al menos con tres personas que muestran su asombro con la “elección” de Camagüey para el estreno mundial de “Martí, el ojo del canario” (2010), de Fernando Pérez. Sin embargo, no es la primera vez que un acontecimiento de ese tipo sucede, pues ya el año pasado Enrique Pineda Barnet (otro Premio Nacional de Cine) le concedió a los camagüeyanos el privilegio de ser los primeros en ver “La anunciación” (2009), y algunos años atrás el propio Fernando nos regaló la première absoluta de “Suite Habana” (2003)". (ver texto completo en el blog Cine Cubano, la pupila insomne)
Ideación Autolíticapor Heriberto Hernandez
Abismo, despeñarse, piedra en la noche hundida.
Piedra, muerte de piedra que un pórtico sostiene
para entrar en la noche, para que el cielo ordene
en un azar de estrellas la noche del suicida.
Si en la carne, basalto, naufraga la mordida
y un dolmen de silencios es la casa, si viene
cabalgando en el pecho, si la sangre retiene
un dique, es la palabra en piedra convertida.
En un paisaje cálido, de los fríos y oscuros
recuerdos que la piedra sobre su cuerpo vierte,
salva la carne, salva los olores maduros
de esta mentira y cuando de otros sueños despierte
cimentarán las piedras que acarreo los muros
de otro templo de carne en tributo a la muerte.
Los presos políticos no existen en las democracias. En ningún país verdaderamente libre, uno va a prisión por pensar distinto. Cuba puede hacer todos los esfuerzos de oratoria que desee para vender la idea de que es una "democracia especial", pero cada preso político niega en la práctica esa afirmación. Cada preso político es una prueba irrefutable de autoritarismo. (ver texto completo en El País)
Laberinto en la nada
por Heriberto Hernandez
De la luz desterrado y sin otros cimientos,
concéntrico el silencio, un zigurat se eleva
desde la tierra oscura que el cielo oscuro aprueba
y en un lecho de arenas escritas por los vientos.
Laberinto en que a un nombre sustituyen sedientos
nombres de hombres o bestias que la muerte amanceba.
Acróstico de piedras, de palabras, renueva
en cada oscuro circulo vacíos argumentos.
Conquista el templo eterno al tiempo que desciende
hacia un mundo sin arboles, sin una cuerda atada
al corazón de alguien, sin la mar que se extiende
como un sueño innombrable, sin una breve espada.
Laberinto de sombra en el que solo esplende
el hígado del miedo ofrendado a la nada.
Existen principios bioéticos que obligan al médico a respetar la decisión de una persona que ha decidido iniciar una huelga de hambre.
Por tanto, de ningún modo puede forzársele a ingerir alimentos, como hacen cotidianamente las autoridades norteamericanas en las cárceles y centros de tortura de Guantánamo, Abu Ghraib y Bagram, en violación de los derechos de los detenidos.
La medicina solo puede actuar cuando el paciente ha entrado en shock, fase en que como regla resulta tarde, pues el ser humano está en los límites de la supervivencia, lo que se llama punto de no retorno.
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Cuba, que ha demostrado con creces que tiene como divisa principal la vida y la dignidad del ser humano, no aceptará presiones ni chantajes. (ver texto completo en el Granma)