Fotos: Tomadas de OnCuba y del propio Cremata
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«La reciente inhabilitación de Juan Carlos Cremata como director teatral, previa suspensión por el Centro de Teatro de La Habana, de la puesta El rey se muere, su última puesta en La Habana, y la publicación en red hace algunos días de una inflamada carta del prestigioso crítico cinematográfico Enrique Colina motivada por el hecho de que avivaron en La Habana las brasas de tal injusticia…»
Así comienza (o continúa) il imbroglio (el embrollo) armado por el castrismo contra uno de los más destacados creadores cubanos actuales: el director cinematográfico y teatral Juan Carlos Cremata, al que no le perdonan su talento —otra vez corroborado en este estreno— los incultos y mediocres funcionarios del Ministerio de (In)cultura de la Isla, quienes, siguiendo ‘orientaciones bajadas de arriba’ (como suelen decir destruyendo el idioma) por el Ministerio del Interior, suspenderían la puesta del clásico del absurdo El rey se muere, del Premio Nobel rumano-francés Eugene Ionesco, llevada a las tablas por Cremata con su grupo El Ingenio, y censurada tras solo dos funciones en la Sala Bertolt Brecht, de El Vedado…
En consecuencia, este martes mi crónica está dedicada al flagrante hecho acaecido el pasado septiembre en La Habana, donde la férrea censura castrista, una vez más, hizo gala de su odio fascistoide y recalcitrante rechazo a cualquier expresión de libertad, menos todavía, por supuesto, si se trata de un evento artístico, como el realizado por el prestigioso Juan Carlos Cremata, cuya obra en ambas vertientes, posee sobrada resonancia internacional.
Salvo la muda prensa oficialista cubana, los más importantes medios internacionales divulgaron el cobarde hecho cometido contra el creador, a quien —repito— la férrea censura castrista quitara tras solo dos funciones El rey se muere y, no conforme todavía, cerrara definitivamente su contrato como director teatral en Cuba, tal asimismo disolviera su grupo de teatro El Ingenio, con casi 10 años de trabajo.
Entre sus filmes laureados internacionalmente, figuran: Nada y Viva Cuba, pero asimismo cuenta otro no menos valioso: El premio flaco, versión suya de la célebre obra teatral homónima del desaparecido Premio Nacional de Teatro Héctor Quintero, a quien admira el teatrista y cineasta, ampliamente reconocido dentro y fuera de Cuba por las mencionadas cintas, a las que se une Chamaco, que parte de la laureada pieza del también destacado narrador y ensayista residente en España Abel González Melo.
Por ello, en mi crónica de hoy reúno dos importantes textos aparecidos tras el abusivo hecho de lesa cultura, carente del más elemental humanismo, como la violación de los derechos humanos sostenida por la Gerontocracia castrista durante décadas.
En consonancia con ello, incluyo la entrevista del colega Luis de la Paz con Cremata, publicada en el Nuevo Herald, como la información publicada en Diario de Cuba.
SOBRE EL COMPLICADO IMBROGLIO DE CREMATA
(Entrevista del colega Luis de la Paz con Cremata)
Cremata califica su censura y exclusión en Cuba como ‘un atropello a la libertad de expresión’.
El montaje de El Rey se muere solo tuvo dos funciones, el 4 y 5 de julio, en el Centro Cultural Bertold Brecht, en La Habana, antes de que fuera cancelado por las autoridades culturales.
‘Es increíble la facilidad con que la burocracia puede prescindir de un artista y desaparecerlo’, dijo el director contando que la decisión vino de altas esferas gubernamentales.
El director reconoció que esa decisión de excluirlo busca forzarlo al exilio.
Por Luis de la Paz
Especial/el Nuevo Herald
Mirado siempre con recelo por las autoridades de cultura en Cuba, el cineasta y director teatral Juan Carlos Cremata atraviesa por una situación de exclusión del contexto artístico nacional por resolución oficial. Todo, por la totalidad de su trabajo fílmico y en particular por la puesta en escena de El Rey se muere, de Eugène Ionesco, que aparentemente colmó la copa del oficialismo.
Desde La Habana explica qué ocurrió, reflexiona sobre la realidad insular y expresa preocupación sobre su futuro como creador.
¿Cómo valora la decisión del Ministerio de Cultura?
-Como un paso errático, medieval, fascista y muy desatinado en estos tiempos. Como un acápite más, en un capítulo, cada vez más extenso, de injusticias y sinrazones que se han cometido especialmente con la cultura y los artistas en este país. Y me vienen a la memoria ahora mismo, casos ya históricos como Lezama Lima, Virgilio Piñera, Gastón Baquero, Celia Cruz, Ernesto Lecuona, Cabrera Infante, Reinaldo Arenas, Lydia Cabrera y tantos, tantos otros nombres más contemporáneos, a veces ni siquiera tan grandes, o que medianamente pudieron llegar a ser alguien, de los que hablar en Cuba, oficialmente es a veces “sacrilegio”, pero que todo el pueblo cubano, como todo el mundo, conoce, respeta y adora, en tanto forman parte indisoluble de nuestra cultura, o lo que es decir, de nuestra nación. Otra vez la parametración, la persecución, la limpieza de pensamiento y acción, como si los tiempos pasaran en vano. Aquí nada ha cambiado, al menos en ese sentido. Como una declaración del abuso de poder, el absurdo y la ignominia. Pero, en definitiva, como una muestra más, de la naturaleza de esos seres que amordazan, silencian, prohíben y entorpecen la evolución del pensamiento. Y con ello la vida de una gran mayoría de personas en este país. Como un atropello a la libertad de expresión, a la creación artística y a los derechos más elementales del ser humano.
¿Cómo le comunicaron la decisión?
-En una reunión donde sólo estaba el Director del Centro de Teatro, luego se unieron dos especialistas, y más tarde, llegó corriendo el abogado del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, pues habían cometido una equivocación. Me habían leído la resolución 11 en lugar de la 10, un pequeño detalle burocrático (no sé a quién le habrá tocado la 11). Todos me trataron de maestro y con mucho respeto. Y se les veía que les dolía lo que hacían, pero que no les quedaba otro remedio. Eran órdenes que venían desde arriba. Lo cual me dio la magnitud también de la enorme cobardía de aquellos que ni siquiera se atrevieron a firmar y pusieron a otros la penosa tarea de hacerlo. Es increíble la facilidad con que la burocracia puede prescindir de un artista y desaparecerlo.
“Ahora alegan que lo hice público en las redes sociales y la prensa extranjera. Y me pregunto: ¿la prensa oficial se hubiera hecho eco de todo este lamentable incidente?
¿Esperaba este paso después de lo de ‘El rey se muere’?
-Te soy muy sincero. Yo ni siquiera imaginé que iban a censurarla. De otra manera la hubiese filmado y hubiera subido imágenes a la red. A diferencia de ellos, yo no planifico ningún daño. Sabía que generaría polémica y que habría ‘bateo’ [problema], pero nunca esperé que llegaran a tanto. Alguien hace poco me calificó de artista incómodo y eso, en cierta medida, me tranquilizó, pues quiere decir que ellos están muy acomodados. Nosotros estábamos hablando de la resistencia al cambio. Y ellos, con todo esto, y en esencia, lo están demostrando. Lo que me sorprende también es que ellos, después de tamaña estupidez y conociéndome, esperaran que yo me callase.
“También alegan que le he dado armas al enemigo. Ay, señor mío, el enemigo son ellos mismos. Si yo estoy alegando en contra de la censura y por la libertad de expresión, tengo que ser consecuente. Y responder a todo aquel que venga a preguntarme. Por eso, otras veces también he pensado que todo lo habían premeditado; porque si no, ¿por qué se ha tenido que llegar a este punto? Pero esa obra ya estaba escrita, yo puse el punto de giro y ellos, la escena obligatoria. Son especialistas en destruir criterios, en soslayar y perseguir diferencias, en imponer el silencio y acabar con todo lo que no siga la cuadratura de sus maquiavélicas mentes podridas. Sin lugar a dudas el talento les duele y les molesta.
“Me había concentrado, después pasada la primera cresta del escándalo, en seguir trabajando. Teníamos una reposición en octubre y otro estreno en marzo. Había terminado la versión de una obra de Virgilio, que nunca se había estrenado (otra vez su sombra, su miedo y su sino fatal se manifiestan)
¿Pensó alguna vez en una medida tan radical?
-Yo soy un artista. No pierdo ni un segundo de mi tiempo, en pensar en eso. Porque para mí, no tiene sentido. Me había concentrado, después pasada la primera cresta del escándalo, en seguir trabajando. Teníamos una reposición en octubre y otro estreno en marzo. Había terminado la versión de una obra de Virgilio, que nunca se había estrenado (otra vez su sombra, su miedo y su sino fatal se manifiestan). Creía que era la salida digna y limpia, incluso para ellos, para que pudieran demostrar que a pesar del pataleo yo seguía trabajando. Pero como dice un amigo: ellos no pierden ni a las escupidas. Ahora me han condenado a la muerte en vida, al existir sin ser y sin derechos, al desconocerme por todos lados. Intuyo que es el inicio de algo todavía mucho más siniestro. Ya me degradaron, ya me humillaron, me quitan ahora el motivo de vivir y de alguna manera me aniquilan.
¿Cree que vendrán otras acciones con cualquier pretexto?
-No me extrañaría. Es el modus operandi de siempre. Con esta medida ya pasé de la categoría que me habían impuesto de perfil bajo al de excluible. Imagino que a esas, les seguirán las de perseguido, vigilable, desechable y no sé qué otras tantas patrañas. Pero te confieso que no puedo vivir pensando en eso. Aunque tengo que estar preparado para lo que venga. Por oscuro y difícil que este túnel sea.
El gremio teatral está muy amordazado, silenciado e intimidado desde hace más de 50 años.
¿Esta acción podría forzarlo al exilio?
-Creo que es lo que quieren. Es lo que han hecho en la mayoría de los casos. Son los dueños del país y se arrogan el derecho a decidir quién puede, y a quién dejan vivir o no aquí. Incluso quién es cubano o no. ¿A cuántos no han obligado a hacer lo mismo a lo largo de la historia? Por eso, en estos momentos, también pienso en Martí y en Heredia. En lo que parece que es parte indisoluble de nuestra existencia. Y de nuestra idiosincrasia. El estancamiento en la manera de pensar, prevalece siempre sobre la necesidad de entendimiento, de comprensión en el mejoramiento e igualdad entre nuestros semejantes.
¿Espera alguna solidaridad de sus compañeros en la isla o desde el exilio?
-Muchos lo han hecho público. Otros se han acercado en silencio. Pero el gran miedo predomina. Espero que algunos me rehúyan. Sobre todo el gremio teatral está muy amordazado, silenciado e intimidado desde hace más de 50 años. La solidaridad en estos casos puede costarles caro. Sin embargo, me han llegado muchos mensajes de apoyo. Incluso de gente que ni siquiera conozco. Espero también otros ataques, aunque me cueste entender que alguien pueda estar de acuerdo con tamaña atrocidad.
Sé que para toda alma sensible y con capacidad de pensamiento significa un zarpazo a la inteligencia humana. Entiendo incluso a aquellos que me miran con la imposibilidad de expresar abiertamente su ternura. A los que nunca acompañaré, será a los que apoyen y promuevan cualquier atentado a la razón, a la injusticia y a la verdad.
¿Cree que esa acción va en contradicción con lo que está ocurriendo después del anuncio del 17 de diciembre?
-Esa acción va en contra de todo. Y mucho más. Pero ten presente que hay gente que no quiere que nada de nada de eso aquí suceda. Que todo se quede igual como estaba, o como está, que es casi la misma cosa. Y una acción como esa es retrógrada, castrante, improductiva e inhumana. Quien la apoye será parte de un genocidio a la diferencia. El silencio es cómplice también. Porque siempre es hora de decir lo que se piensa. Porque nunca es tiempo de acabar o enmudecer.
¿Algo que desee agregar?
-Estoy vivo. Todavía. Quizás en el período más fértil de mi creación. Tengo mucho más que entregar. Trabajo las 25 horas del día. Adoro lo que hago. Y creo positivamente en los seres humanos. Pero en los de verdad. Y en el mejoramiento de la vida. Y en que PATRIA también es, pero sobre todo HUMANIDAD.
DIARIO DE CUBA REPORTA APOYO A JUAN C. CREMATA
(Tomado de Diario de Cuba)
El grupo de cineastas G-20 se pronunció el sábado a favor de redactar una carta de apoyo a Juan Carlos Cremata y contra la censura, en una asamblea que se celebró en el local “Fresa y Chocolate”, perteneciente al ICAIC.
Durante la reunión se produjo un incidente con el opositor Eliécer Ávila, quien había acudido al acto como oyente y lo había seguido en silencio.
A pesar de que los cineastas votaron a favor de escribir la misiva para enviarla a las autoridades culturales, el episodio con Ávila —por parte del presidente del ICAIC, Roberto Smith, y otro representante de la institución— trastocó la asamblea y no se acabaron de concretar los próximos pasos para la redacción del documento, según explicó este lunes el propio Cremata a DIARIO DE CUBA.
El realizador y director teatral dijo que el activista fue echado de la reunión. Según la versión publicada por Ávila en el blog de su movimiento Somos+, participantes en la reunión impidieron que la expulsión se concretara. El argumento de los funcionarios era que se trataba de un "contrarrevolucionario".
La asamblea, que se convocó bajo el título de "I Foro de Cineastas sobre política cultural y contenidos en el audiovisual cubano", tenía en su orden del día la lectura y debate de artículos sobre censura y autocensura como los de los cineastas Enrique Colina y Juan Antonio García Borrero.
"Costó mucho levantar esta reunión —dijo Cremata—. Había mucho miedo a que se desbocara y se volviera en una reunión anecdótica, en la que solo se hablara de mi caso", admitió el realizador.
A pesar de los temores en el foro se pudo hablar tanto de censura como también del caso concreto de la obra de teatro El rey se muere, "en un ambiente tranquilo, natural, con un nivel de discusión alto e intelectual".
El debate transcurrió con normalidad hasta que el incidente con Ávila "desató un caos", en palabras de Cremata.
"Fue un acto absurdo y kafkiano, porque Ávila tenía todo el derecho de estar allí y además se portó en todo momento como un caballero", señaló el realizador.
El director teatral denunció además que el acto estuvo en todo momento controlado por las autoridades. A algunos de los ponentes, como el caso de Enrique Molina, se le presionó para que no leyera su artículo sobre la censura. Y hubo también control de asistentes: "La reunión estuvo cercada, desde el principio no dejaron entrar a más gente".
Tras el incidente con Ávila, explicó Cremata, la dinámica que se había conseguido con la votación sobre el texto contra la censura "se rompió". Ahora, prosiguió, desconoce si la carta finalmente se redactará, dado que en breve empezará el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, y las autoridades culturales intentarán "opacar" cualquier cuestión que no les resulte de interés mostrar ante los invitados extranjeros y para que "no haya ruido".
Cremata agregó que la carta deberá incidir en puntos en los que los cineastas no están de acuerdo y principalmente en contra de la arbitrariedad. "Necesitamos que alguien oficial dé la cara y nos explique qué está pasando o qué podrá pasar", afirmó el director.
Eliecer Ávila acusó a las autoridades del ICAIC de actuar en coordinación con la Seguridad del Estado. Pese a lo ocurrido, "creo que este grupo de cineastas ya está escribiendo una página importante de su legado en defensa de la dignidad de todos los cubanos. Ojalá sirvan de inspiración y ejemplo para muchos", dijo el activista.
Las ponencias presentadas en el foro han sido divulgadas en el blog del director Juan Antonio García Borrero y la carta contra la censura se divulgará en la página de los cineastas en Facebook.
«YO NADA OLVIDO: RECUERDO»
Este injusto hecho me evocaría el bajante de mi crónica de este martes: inolvidable verso escrito por una genuina figura cuya amistad me honrara: el poeta, narrador y Premio Nacional de Literatura Félix Pita Rodríguez.
Porque algo parecido, sin los graves resultados acontecidos a Cremata, le sucedería al cronista en la revista Bohemia, cuyo equipo cultural integrara durante más de una década; pero en 2009 debería renunciar, antes de ser expulsado por un hecho similar, gracias al conciliábulo de tres ‘agradables’ colegas femeninas, cuya envidia por este redactor (desde la segunda mitad de los ‘70s reconocido poeta, crítico literario y teatral, y periodista cultural, con numerosos premios literarios y títulos publicados) guiaba su maleficio cotidiano, expresado en sus pésimas acciones ¿humanas?
A la postre, dirigía el equipo de cultura de esa publicación el destacado ex director de la mítica Escuela de Artes Plásticas «San Alejandro», crítico de arte y también periodista cultural ya fallecido Juan Sánchez (autor de ensayos y libros sobre este centro de enseñanza artística y relevantes artistas plásticos), quien me contaría, a hurtadillas, entre risas (burla-burlando) que —a raíz de la publicación de un comentario mío, a propósito de la muerte de Eugène Ionesco, como la relevancia internacional de su dramaturgia y su significación en la creación del teatro del absurdo— se le acercó un ‘querido’ colega y le dijo al oído, sotto voce —tal un Judas tropical—: “Juan, ese autor rumano-francés, mostró en sus obras problemas ideológicos. Entonces, ¿por qué usted le publicó a Waldo ese artículo, también con problemas ideológicos, sobre ese dramaturgo enemigo que nadie entiende?”
Algo reí con Juan del inculto y bajo chisme del envidioso colega, aunque con compasión, pues recordé su grave enfermedad que finalmente lo llevaría a la tumba. Por ello, este cronista era muy cuidadoso con el inmencionable ¿colega? (cuya ‘aura mediocritas’ circundaba su casi rala cabeza) cuando me mostraba algunos de sus paupérrimos ‘escritos’ para que los revisara y sugiriera cambios, lo que yo hacía con extrema delicadeza, para no ofender su ¿dignidad?, ya que su mediocridad e incultura antes le habían llevado a integrar el equipo de ¿periodistas? de la tristemente recordada revista Verde Olivo (órgano de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, dirigido por un gris ex capitán de las propias FAR, luego funcionario del Consejo Nacional de Cultura, si bien antes sería el mediocre director de la mencionada publicación, sin duda, la más oscura del periodismo cubano, cuya tarea «empavonara» con su mediocridad cotidiana y alcoholismo antológico…
CREMATA: FLOR Y NATA
Sin duda, Juan Carlos Cremata, para decirlo con un trillado cubanismo, constituye la flor y nata de la dirección cinematográfica y escénica de la Isla, afirmación sustentada por sus lauros internacionales y este año corroborados en Miami con el estreno de algunos de sus filmes en el cine-teatro Tower, de La Pequeña Habana, como por sus apariciones en decisivos programas noticiosos de Miami, en el Canal América TV, tales los de dos destacados periodistas latinoamericanos: «El Espejo», del cubano Juan Manuel Cao y «A Fondo», del uruguayo Pedro Cevcec.
No pocos de los estrenos escénicos de Cremata, a partir de célebres obras teatrales europeas, resultaron éxitos en Cuba, como varios filmes suyos merecieron importantes lauros europeos y en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Ahora bien, me pregunto: ¿Qué futuro le depara al notable creador en la aherrojada Isla que no cambia “ni un tantico así”, para emplear cierta frase de uno de los asesinos que instituyeron crimen y cárcel, maldad y vejación en la todavía hoy (a más de medio siglo de instaurada la ¿Revolución?) sufrida Cuba-Gulag del espanto y el éxodo interminables?
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WALDO GONZÁLEZ LÓPEZ (Puerto Padre, Las Tunas, Cuba. 1946) Poeta cubano, ensayista, crítico literario y teatral, antólogo y periodista cultural. Graduado de Teatro en la Escuela Nacional de Arte (1971) y Licenciado en Literatura Hispanoamericana, Universidad de La Habana (1979).
Hasta el 2011, cuando abandonó la Isla para venir a residir a Miami, integró la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en sus Asociaciones de Poesía, Literatura para Niños y Teatro.
Laboró en la Escuela Nacional de Arte (donde impartió clases de Historia de la Literatura para Niños y Jóvenes, en la Cátedra de Teatro para niños fundada por él y la actriz y directora escénica María Elena Espinosa, y de Historia del Teatro Universal y del Teatro Cubano, también creó el Archivo de Dramaturgia).
Recibió importantes distinciones por su quehacer como escritor y periodista. Colaboró con publicaciones cubanas y extranjeras con ensayos, artículos, crónicas y poemas. Sus versos han sido traducidos al inglés y francés y publicados en revistas de EUA y Francia, así como ha publicado poemarios en México y Colombia, y un volumen de ensayos sobre lectura y literatura en Ecuador.
SÍNTESIS BIOGRÁFICA:
Estudia el preuniversitario en la ciudad de Holguín y lo abandona para trasladarse a la capital, donde primero cursa el idioma francés, luego estudia Teatro en la Escuela Nacional de Arte (ENA) y, más tarde, la carrera de Literatura Hispanoamericana, en la Universidad de La Habana, de las que se graduó, respectivamente, en 1969 y 1979.
Integró el Centro Cubano de la Asociación Internacional de Teatristas para la Infancia (ASSITEJ, auspiciada por la UNESCO); las Asociaciones de Artistas Escénicos y de Escritores de la UNEAC (Secciones de Poesía, Traducción Literaria y Literatura para Niños y Jóvenes). Fue Asesor del Teatro Nacional de Cuba.
En la Isla, publicó una quincena de poemarios, un volumen de ensayo, dos de crítica literaria y otro de crónicas, así como diversas antologías de poesía y poesía para niños, décima y décima para niños, cuento y teatro.
Ha traducido del francés, entre otros, a los importantes poetas Jacques Prévert, Marie de France, Molière y Joachim du Bellay. En 1994 apareció su antología París at night, del poeta francés Jacques Prévert (con selección y traducción suyos) Asimismo, en 1994 le solicitaron versiones de textos de importantes poetas de Polonia, luego incluidas en la antología Poesía polaca (Editorial Arte y Literatura, 1994).
Tradujo y dio a conocer en Cuba a la importante poeta contemporánea canadiense Denise Boucher, ex Presidenta de los Escritores de Québec, de quien vertió al español varios textos, publicados en un número especial de la revista Casa de las Américas.
Ensayos suyos fueron incluidos en varias antologías como: Nuevos críticos cubanos, Acerca de Manuel Cofiño y Valoración múltiple: Onelio Jorge Cardoso.
Su labor como poeta, ensayista, crítico y antólogo ha sido reconocida entre otros, por las pedagogas y antólogas puertorriqueñas Flor Piñeiro e Isabel Freire de Matos en su Literatura Infantil Caribeña; el profesor y ensayista jamaicano Keith Ellis, residente en Canadá, en su estudio Cuba’s Nicolás Guillén: Poetry and Ideology, y el antólogo y ensayista español Antonio Merino en su Nueva poesía cubana.
En el ámbito nacional, diversos ensayistas y críticos de prestigio se han ocupado de sus múltiples libros. Así, el ensayista, poeta y narrador Antonio Gutiérrez Rodríguez, quien en su volumen Estudios sobre la décima, incluye un estudio sobre sus espinelas.
En Cuba, fue jurado consuetudinario en eventos literarios, teatrales y de periodismo cultural, y participó en Congresos de la UNEAC, foros y otros encuentros con especialistas nacionales y de otros países.
Desde 1990 hasta 2001, fue periodista cultural de la revista Bohemia. Antes laboró en otras como Mujeres y Muchacha, de la que fue uno de sus fundadores en 1980.
INTERÉS POR LA POESÍA:
Un buen día de su adolescencia y, sin las muchas lecturas que vinieron después, tras leer El reino de este mundo, de Alejo Carpentier, su novela que más le sigue gustando, escribió su primer poemario (inédito) “A ras del tiempo”, a partir de hechos de realismo mágico y de lo real maravilloso, acontecidos en nuestra América fabulosa. Tal fue su iniciación seria con la poesía.
RECONOCIMIENTOS:
Diploma al Resultado Científico por su Colaboración a la nueva Historia de la Literatura Cubana, en tres volúmenes, otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
El Laúd y la Medalla del Cucalambé, impuestas por el Poder Popular provincial de Las Tunas.
El Diploma por la Labor Realizada en Apoyo a la Décima, concedida por la Universidad “Camilo Cienfuegos”, de Matanzas.
Reconocimiento por su labor Escritor y Crítico Literario otorgado por la Presidencia del Instituto Cubano del Libro.
Medalla “Raúl Gómez García”.
Primera Mención, Concurso “Plural” (México, 1990) a su poemario Salvaje nostalgia.
Premio "13 de Marzo" 1976, Universidad de La Habana, a su poemario para niños “Poemas y canciones”, publicado en 1977.
Premio “La Edad de Oro” de Canción para Niños.
Primera Mención Concurso “La Edad de Oro” a su poemario Poemas y canciones.
BIBLIOGRAFIA ACTIVA
SELECCIÓN DE SUS POEMARIOS:
Salvaje nostalgia (Mención Concurso “Plural”, México, 1991; publicado en Cuba ese año).Casablanca (Colombia, 1995). Las palabras prohibidas (antología de su poesía, entre 1983 y 1995; Cuba, 1997). Ferocidad del destino (2010). Espinelas con espinas (décimas, 1981).Que arde al centro de la vida (décimas, 1983), Estos malditos versos (décimas, México, 1999; Cuba, 2001.
CRITICA LITERARIA:
Escribir para niños y jóvenes (1983). La décima dice más (2004). La décima, ¿sí o no? (2006).
CRONICAS:
Niebla en la memoria (1990).
POEMARIOS PARA NIŇOS:
Poemas y canciones (1977). Donde cantan los niños (1983). Jinetes del viento (1989). Libro de Darío Damián (décimas, 1995).Voces de la querencia (2004).
ANTOLOGIAS DE TEATRO:
La soledad del actor de fondo (primera antología del monólogo teatral cubano), 1999. Teatro cubano de fin de siglo (cinco piezas en un acto, 2001).
OTROS LIBROS.
Entre el 2001 y el 2011 publicó, además:
Viajera intacta del sueño. Antología de la décima cubana (2001). Añorado encuentro. Poemas cubanos sobre boleros y canciones (2001). Este amor en que me abraso. Décimas de José Martí (2003). De tu reino la ventura. Décimas a las madres (2003). Que caí bajo la noche. Panorama de la décima erótica cubana (2004). La lectura, ese resplandor (antología de textos sobre literatura y lectura, (Ecuador, 2009). Esta cárcel de aire puro. Panorama de la décima cubana en el siglo XX (en coautoría con Mayra Hernández Menéndez; Editora Abril, en 2 volúmenes: 2009 y 2010).
LIBROS ÍNÉDITOS:
Libro de Rodrigo Damián (poesía para niños).
EN MIAMI:
Desde su arribo a Miami en julio de 2011, ha tenido una amplia participación en la vida cultural y en numerosos eventos, como los siguientes:
2011
-El teatrista y creador de la web teatroenmiami.com Ernesto García lo invita a colaborar con esta página (premiada por Google) y le ofrece una columna.
-Integra el jurado de la primera edición del Festival de Teatro de Pequeño Formato, de la Compañía ArtSpoken, dirigida por Yoshvani Medina.
-Conforma el equipo de colaboradores del anual Festival del Monólogo Latinoamericano, de la Compañía Havanafama, dirigida por Juan Roca.
-Es invitado a colaborar con la revista digital Palabra Abierta, por su fundador: el narrador, poeta y ensayista cubano Manuel Gayol Mecías.
2012
-Merece el Tercer Premio de Poesía del X Concurso Internacional “Lincoln-Martí”.
-Invitado por el destacado teatrista Matías Montes Huidobro, lee su ponencia «Nostalgia y crítica en la dramaturgia de Cristina Rebull», en el Congreso Internacional «Celebrando a Virgilio Piñera», celebrado del 12 al 15 de enero en la Universidad de Miami.
-Es invitado a colaborar en el blog Gaspar. El Lugareño, por su creador Joaquín Estrada Montalván.
2013
-Invitado por la Presidencia del Gremio Artístico Latinoamericano. GALA (integrada por la teatrista boricua Maddy Rivera y el escritor cubanoamericano Antonio Armenteros) integra la nueva agrupación.
-A petición de la Presidencia de GALA, funge como Jurado del Concurso Internacional de Poesía «Facundo Cabrales».