Wednesday, April 22, 2020

Irene Wright en el Camagüey de 1910 (por Carlos A. Peón-Casas)


Volvemos hoy la mirada a la ciudad camagüeyana de hace ya 109 años. Y la descubrimos con su impronta más singular de la mano de un texto ya también de alguna manera incunable a los efectos de la memorabilia nuestra. Se trata del libro de viaje intitulado Cuba, de la autoría de otra singular viajera norteamericana: Irene Wright, dado a la luz en la ciudad de Nueva York de manos de la casa editorial Macmillan Company, en el año de 1910. Sin dudas hablamos de una bella edición ilustrada en lengua inglesa, esta vez con fotos de los sitios más emblemáticos de la Cuba de siempre, los mismo que quizás hoy día siguen atrayendo la mirada del viajero sempiterno.

Y nuestra añosa ciudad se roba al menos una de esas fotos. No precisamente la de ninguna de nuestras ancestrales iglesias, que le dan nombre y prosapia, sino acaso la de un sitio que para tal época era muy trascendente para el visitante que llegaba, como la Wright a bordo de un convoy ferroviario: el por entonces muy famoso Hotel Camagüey(1), edificio que fuera antaño Cuartel de Caballería, y que ya desde 1902 era propiedad de una de las más celebres compañías ferrocarrileras de la época: la Cuba Railroad Company, que había hecho posible la llegada del camino de hierro a la ciudad. 

La foto de marras, congela una porción de aquel agraciado edificio: su bellísimo patio. Igualmente en su testimonio escrito deja constancia de las proverbiales condiciones de aquel celebérrimo parador cuando dice:
El Hotel Camagüey es famoso. Ocupa toda una manzana(…) Fue comprado en 1902 por la compañía de ferrocarriles, adecentado, provisto de agua corriente(…)de baños y muebles de líneas sencillas y de buen gusto. Su encanto radica en sus anchos y altos corredores, refrescados por la brisa aún en los día de más calor; y en su patio que es un jardín tropical de considerable extensión y belleza. Al fondo posee un terreno para jugar tenis y una huerta de la que se provee su cocina. Bajo la nueva administración su menú es bueno. No he encontrado en Cuba un lugar más placentero donde alojar. Jamás he viajado al este de la Habana sin hacer una pausa de al menos veinticuatro horas en este hotel (…)(2)
La cronista, no pierde tiempo para desandar el entramado citadino en aquella corta estadía. Deja, pues cumplida constancia de la memoria histórica de la principeña ciudad y su dilatado territorio con muchos detalles y alguna que otra inevitable imprecisión a la hora de la datación de uno u otro suceso. Nuestra mirada se detiene empero en su particular ojeada a la ciudad de de ese minuto; que es sin dudas la que más valía nos proporciona, como instante congelado de nuestra ancestral memoria de camagüeyanos sempiternos.

Así su crónica realza el particular aspecto de aquella ciudad que hoy luce ya casi extinta al recrearla en su relato:
La ciudad de Camagüey luce su antigüedad. Está llena de pintorescas esquinas. Las ventanas de madera, enrejadas y proyectadas hacia afuera, las pesadas cornisas, las sobresalientes techumbres acanaladas(…) y el venerable aspecto de las calles y las casas, la dota de una sucesión de atractivo panorama que anima al visitante a seguir disfrutándolo. Muchas de las calles son tan tortuosas que impiden ver lo que hay más adelante, y uno está compelido a descubrir que nuevo escenario sigue a la vuelta (…) El trazado de las calles es un tratado de curvas, y el forastero no tiene otra que orientarse por puro azar (3).
Lo que sigue en su narración es la inevitable mención a las “perlas de la corona” de nuestra ciudad: las iglesias. En especial hay dos alusiones de significativa trascendencia: una para La Merced y otra para La Soledad. 

De la primera citaba lo que otros habían ya dicho(4) sobre su masiva arquitectura, su bello altar de plata, el bello sepulcro de plata martillada; y apuntaba hacia un detalle muy reciente que sí estaba a su vista, la nada favorecedora pintura de sus muros exteriores con un “diseño de tablero de damas con los colores más atroces posibles”(5).

Respecto a la Soledad aludía a la disculpa que un ya anciano sacerdote le patentizara, sobre el lamentable estado del templo: 
por la borradura de los frescos debido a la acción de la lluvia, por las telarañas y el polvo y la general dilapidación de su interior, y especialmente por su aspecto desgastado en su exterior”, aunque tenía a bien apuntar la cronista, “que a pesar de todo a mi me pareció definitivamente lo más atractivo (…)(6).
Definitivamente el anciano sacerdote era de la misma descolocada idea de quienes habían pintado La Merced, respecto a que la Soledad luciera igual; hecho que no había fraguado por la falta de fondos, y para cuya consecución habían tenido a bien interesar a un prominente personaje: Willian Van Horne: “cuyos intereses en Cuba parecían centrarse en Camagüey”(7) .
La anécdota que derivó de aquella tiene su propia lectura y sus alcances, preferimos que sea la propia autora quien, ya como cierre, nos lo relate en su voz:
Sir William, según entendí, no se había negado, y muy pronto se recibió un gran embalaje cuyo destinatario era la Iglesia de La Soledad. Al desempaquetarlo, aparecieron a la vista unas espléndidas campanas, regalo de Sir William, quien aclaraba en una comunicación adjunta que, él admiraba la Iglesia de La Soledad tal y como lucía. Obviamente al decir tal cosa, la Soledad debería quedarse con su apariencia, tal y como la admiraba su patrocinador, y no cambiarle ningún detalle . Las campanas, apuntaba, habían costado unos cuantos miles de dólares; son sin duda de última generación, maravillosas y de sonido muy dulce, pero nadie podía hacerlas sonar. La Merced alardea de su pintura exterior, la Soledad no está conforme con sus campanas silentes. Se le había pedido a Sir William que mandara quien pudiera hacerse cargo del asunto pero nadie vino finalmente a componerlas (….)(8).

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Citas y Notas
  1. Junto al Hotel Casa Granda en Santiago de Cuba eran las dos propiedades hoteleras de la Cuba Railroad Company, adquiridas y remodeladas como parte del gran proyecto de la compañía ferrocarrilera para enlazar Santa Clara y Santiago de Cuba. Véase: La gesta por el País Posible. Páginas Desconocidas de la Historia Ferroviaria de Cuba en Herencia. Volumen 12. No 1. Invierno, 2006.p.10
  2. Cuba. Irene Wright. p. 409.
  3. Ibíd. p.406. El texto en negrita proviene de otra fuente sobre la ciudad la Standard Guide, del que la propia autora lo cita en esta y en otras partes de su libro.
  4. Refiere a la ya citada Standard Guide
  5. Ibíd. p. 407. Al respecto acababa apuntando que “Yo no he visto en Cuba una cosa más agresivamente horrorosa que la pintura de la Iglesia de La Merced”
  6. Ibíd. p. 408
  7. Ibíd. p.
  8. Ibíd. p.408

Fragmento de "Un mariachi viejo", novela de Félix Luis Viera, en proceso de creación

Nota: Cada miércoles un fragmento de Un mariachi viejo, novela de Félix Luis Viera, en proceso de creación.

Puedes leer todos sus textos, publicados en el blog, en este enlace.


13

Fui par de veces a la casa del Cinthya y me aterroricé con los padres: en ambas ocasiones él batiéndose con un partido de fútbol, alelado, apenas atendiéndome mientras tragaba rositas de maíz o bebía el café que en dos o tres lances le sirviera la esposa.

Desde la primera ocasión le dije “mi gordita amada, creo que esto no funcionará”.

Aquí hay dos cuestiones con las cuales los medios de difusión y los poderosos —que tan bien se llevan— duermen a la población más inocente —inocente por decir lo menos—: el fútbol y las telenovelas.

Durante un partido de fútbol de mediana importancia, se embobece buena parte de la ciudad. Aun si es día y horario de trabajo pueden escucharse las exclamaciones de quienes desde viviendas o centros de trabajo celebran o maldicen.

En tantos de los puestos de venta callejeros —llamados ambulantes, si bien son estáticos— es posible admirar a vendedoras y vendedores disfrutando el partido mediante un televisor empotrado en el rincón más impensable, ausentes por momentos incluso de las peticiones de un cliente.

(Esa infección de puestos callejeros en uno y otro sitio de la inmensurable ciudad —cuyos dueños, en su mayoría, se roban la corriente eléctrica mediante un “diablito” en el tendido más cercano—, en los cuales se ofrecen los géneros más diversos llegados por las más espectaculares vías del contrabando).

El dictamen que mejor les cuadra a los narradores y comentaristas del fútbol será el de viles medradores de la pendejez ambiente. Unos tipos que gritan con desmesura histriónica al narrar, y al comentar bien sean dos o tres o hasta cuatro e igual si están tirando por la radio o por la televisión arman entre ellos un teatro para retrasados. —¿Pensarán ellos que en realidad es retrasada esa tanta gente que se alela al verlos o escucharlos en sus puestas en escena?— Estos tipos pertenecen a una fauna que sobra en el planeta. O que debería sobrar. Deberían fusilarlos.

En mis dos visitas la madre se hallaba en su recámara —un modo quimérico, presuntuoso de nombrar la habitación de dormir— y solamente salió a conocerme, saludarme, servirle café al esposo y de paso brindarme. ¿Por qué? En su recámara había un televisor. Allí ella veía la telenovela. Me contestó Cinthya.


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Félix Luis Viera, poeta, cuentista y novelista, nació en Santa Clara, Cuba, el 19 de agosto de 1945. Ha publicado, entre otros libros, siete poemarios, tres volúmenes de cuento y siete novelas.

Entre los premios que recibiera en su país natal, se cuentan el David de Poesía, en 1976; el Premio Nacional de Novela, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, galardón que ya le había sido otorgado a este autor, en 1983, por su libro de cuento En el nombre del hijo.

En 2019 recibió el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, otorgado por Neo Club Press, Vista Larga Foundation y otras instituciones culturales cubanas en el exilio.

Es ciudadano mexicano.

Tuesday, April 21, 2020

El amor como servicio (por Cecilia Alegría, La Dra. Amor)

Nota del blog: Espacio semanal de Cecilia Alegría, La Dra. Amor, dedicado al amor de pareja.


Los momentos históricos sin precedentes que vivimos, donde una pandemia azota a todo el globo terráqueo por igual, nos invitan a meditar sobre un aspecto del amor poco considerado hasta el momento: el amor como servicio.

Los héroes de esta coyuntura son todos los trabajadores de la salud, quienes ponen en riesgo sus propias vidas para salvar las de otros. Pero también aquellos que trabajan en los considerados “servicios esenciales”, como los que recogen la basura de nuestras casas o los cajeros de los supermercados. Muchos de ellos trabajan sin la protección necesaria para evitar el contagio. Quiéranlo o no, están exponiéndose a contraer el virus debido a que deben continuar brindando ese servicio a la comunidad.

Sabemos de médicos, enfermeras y otros profesionales y trabajadores que han fallecido por contraer el virus mientras servían a otros. Y ése es el acto más noble que ser humano pueda llevar a cabo. “Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos” (Juan 15:13)

A ellos nuestro profundo reconocimiento y gratitud.

Indudablemente, ellos escucharán a Dios dándoles la bienvenida a la vida eterna con las siguientes palabras: ““Bien hecho, buen y fiel siervo; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu Señor.” (Mateo 25:21)

El mayor ejemplo de amor hecho praxis en servicio nos lo dio nuestro amado Jesús, el Hijo de Dios, quien se hizo carne para habitar entre nosotros y declaró “Porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos.” (Marcos 10:45)

Y Jesús nos ha llamado a servir a Dios primero y luego a nuestros semejantes.

“Si alguno me sirve, sígame; y donde yo esté, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará.” (Juan 12:26)

Entonces él se sentó, llamó a los doce y les dijo: —Si alguno quiere ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos. (Marcos 9:35)

El apóstol Pablo también nos recuerda nuestra misión de servicio en Romanos 12:11 “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.”

¿Cómo estás sirviendo a Dios y a tu prójimo en estos tiempos de crisis mundial? No tienes que hacer proezas ni convertirte en un héroe digno de un noticiero de TV para que tu contribución sea agradable a los ojos del Padre Celestial. Que sea desde la humildad, para amar a Dios y a otros con todo tu corazón. Eso bastará y sobrará.



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Cecilia Alegría, La Dra. Amor (www.ladoctoraamor.com): Consejera de Parejas, Love and Life Coach, Conferencista Internacional, Periodista y Conductora de Radio y TV. Destaca en los Medios Latinos en Miami dando consejos sobre cómo triunfar en el terreno amoroso y ayudando a miles de parejas a resolver sus problemas. Forma parte del grupo fundador de profesores del programa Universidad de la Familia.
Ha publicado diez libros entre los que se encuentran: Comunicación Afectiva=Comunicación Afectiva (Espasa Calpe, España, 2000). 120 preguntas y respuestas para ser mejores personas (Editorial Norma, Colombia, 2004), No hay amor más grande (Editorial Aragón, USA, 2012), Amando un Día a la Vez (Ediciones Varona, U.S.A. 2015), Al rescate de tu comunicación de pareja (Ediciones Varona, USA 2017), Sexo Sagrado y Lazos del Alma (Indie Publishingnbsp, 2018), Alessia (Book Master Corp. 2019) Cuando el amor te llame, síguelo. 70 revelaciones sobre el amor y el desamor (2020).

(Revista Social. Diciembre 1920) El Asilo "José Martí" y la "Casa Clara de Cuba", en Francia. Por Luis Marino Pérez


Monday, April 20, 2020

La vida continúa (por Joaquín Estrada-Montalván)


Tomaba el café, distanciado de todo y de todos, rara manera de tomar el café.

Allá en el parqueo, desde destinos diversos coinciden y se aparean dos autos. De uno sale el tripulante, mira a los lados con cara de soy invisible y de ojalá no me descubran, se monta en el otro. Sale el carro con los dos enamorados que se besan. El coche desocupado, queda a la espera del fin de la cita.

Me alegré, la vida continúa fuera de la pantalla de la televisión.

Card. Juan García, arzobispo de La Habana, nombrado miembro de la Pontificia Comisión para América Latina


Nombramiento de miembros de la Pontificia Comisión para América Latina

El Santo Padre ha nombrado miembros de la Pontificia Comisión para América Latina a los Eminentísimos Sres. Cardenales Álvaro Leonel Ramazzini Imeri, obispo de Huehuetenango (Guatemala), y Juan de la Caridad García Rodríguez, arzobispo de San Cristóbal de La Habana (Cuba) y al Excelentísimo Monseñor Paulo Cezar Costa, obispo de São Carlos (Brasil). (Tomado del Boletín diario - Oficina de Prensa de la Santa Sede)

Saturday, April 18, 2020

Reflexión (por Orlanda Torres)

Nota del blog: Sección semanal en el blog Gaspar, El Lugareño, gracias a la cortesía de la psicóloga Orlanda Torres, quien ha aceptado la invitación a compartir con los lectores sus consejos y reflexiones sobre los conflictos cotidianos.


Las crisis son pruebas que nos hacen sentir que estamos desamparados, desprotegidos, huérfanos y fragmentados. Es ahí donde empiezas a redescubrir formas y estrategias para rescatar tu “yo”.

Entonces empiezas a movilizarte para hacer cambios y reinsertarte nuevamente en el engranaje de la vida y en algunos casos tener que aceptarte como una nueva persona, debido a las alteraciones sufridas por la crisis que dejó huellas en tu ser.

Una crisis puede romper ilusiones, sueños y hacer que tu vida de un giro sorprendente, pero lo más interesante de todo esto, es cómo vamos canalizando, aceptando y adecuándonos ante estos acontecimientos abruptos.

Es un reto más de la vida que nos pone a prueba y nos obliga a adaptarnos al nuevo escenario donde nos tocará vivir.




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Orlanda Torres: Psicóloga, Escritora, Educadora, Orientadora Motivacional.

Autora del libro "Volando en Solitario" año 2015, Guayaquil - Ecuador. (Disponible en Amazon Kindle)
-Estudió en Miami Dade College: Certificate of Florida “Child Development Associate Equivalency”. Maestra de Educación Preescolar e Infantil en la ciudad de Miami.
-Licenciada en Psicología graduada en el 02/2017 - Atlantic International University.
-Orientadora Motivacional y Conferencias pueden contactar a Orlanda Torres a través de la página que administra www.fb.com/vivencialhoy
Publicaciones en Revista Sapo - Santiago de Chile – 2016
-La Estancia en el Paraíso de los Sueños
-Relación de Pareja y su gran Desafío
-Es la Felicidad una Elección

Conferencia en Radio - Miami, Florida
-Positivo Extremo Radio: Entrevista 123 Teconte “Regreso a Clases y La Adolescencia”
-¿Como aprender a ser feliz?- Edificio Trade Building-.Innobis Coworking, Guayaquil - Ecuador
-La Inteligencia Emocional en la Relacion de Pareja- WENS Consulting Group, Guayaquil - Ecuador
Publicaciones en Revista Sapo - Santiago de Chile – 2018
- Ser Mujer
Florida National University
- Podcast - Un dia con Bereshit la silla VIP - Conferencia Sobre mi libro " Volando en Solitario"
-Panelista en los Foros literarios Books and Books
-Participacion en el Primer Encuentro de Escritores "Mision Gratitud" - Barnes & Noble
Administra:
Facebook.com: Orlanda Torres
Instagram: orlanda.torres.3

(Revista Social. Septiembre, 1919) Brígida Agüero y Agüero


Nuestra fe no necesita pruebas (por Teresa Fernández Soneira)


Nuestra fe no necesita pruebas(1)


por Teresa Fernández Soneira


"Lo que realmente cuenta para los creyentes es que la Sábana Santa es espejo del Evangelio, y todo hombre sensible se siente interiormente tocado y conmovido al contemplarlo". Papa Juan Pablo II, mayo 1998

Enterramiento de Jesús
 por Caravaggio.
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Después de bajar el cuerpo de la cruz, Juan se fue en busca de unas telas que, según la costumbre habían sido previamente untadas con especies. José de Arimatea y Nicodemo comenzaron a trabajar en silencio amortajando el cuerpo. Amarraron los pies y los brazos y después lo envolvieron en una larga sábana trasladándolo al sepulcro. Trajeron después a las tres Marías. Juan se disculpó por lo precipitado que había preparado el cuerpo del Señor, pero ya caía la tarde y debían recogerse para la celebración del Sabbat(2). El sepulcro era pequeño y oscuro, y los hombres tuvieron que salir para dejar pasar a las mujeres. La Virgen entró primero proyectando con su largo velo aún más oscuridad sobre el cuerpo de su Hijo amado. Detrás de ella estaban las otras mujeres angustiadas en aquella hora trágica. Permanecieron recogidas un momento y al salir, Juan apagó las velas y el cuerpo se desvaneció en la oscuridad. Taparon luego la entrada con una gran piedra y todos se alejaron en silencio en dirección a la ciudad.

Los Evangelios nos narran que en la mañana del Domingo de Pascua la roca estaba corrida, el sepulcro vacío y adentro, sobre la piedra, yacían las telas que habían cubierto el cuerpo del Señor. ¿Sería una de ellas la famosa y controversial Sábana de Turín? De haberla encontrado Juan y Pedro, quizás algún evangelista hubiera mencionado algo sobre ella y sobre las marcas, considerándolo como otro milagro del Señor, pero nada se menciona al respecto en los Evangelios. Desde su aparición en Francia en 1357, muchos han condenado a la Sabana de Turín como un fraude, aunque la impresión que en ella aparece concuerda con los relatos sobre la muerte y entierro de Jesucristo. En ella vemos la imagen de un hombre con el pelo a la usanza hebrea, que ha sufrido la crucifixión. Tiene las heridas en los pies y las manos, la frente, las rodillas y los hombros. La espalda parece lacerada por una severa flagelación, y también muestra una llaga elíptica en el costado. Además, la tela parece ser de origen sirio, y el polen encontrado en ella es del área desértica del Jordán. Sin lugar a duda la sábana que se conserva en la Catedral de San Juan en Turín, Italia es la prueba de un enterramiento judío que se llevó a cabo hace unos 2,000 años. Que fuera o no el sudario de Cristo es cosa incierta aún.

Catedral de San Juan en Turín, Italia donde se conserva la Sábana Santa.
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Por muchos años, religiosos, científicos e historiadores han tratado de descifrar el misterio usando las más avanzadas técnicas: espectroscopios, analizadores de imágenes, fluorescencia ultravioleta, macrofotografía, fotomicrografía, la prueba del carbono 14, y otros métodos de esta era de la tecnología. Se estudiaron los granos de polen, la tela, lo que pudiera ser sangre, los residuos de bacterias, etc. Estas pruebas demostraron que la imagen del Sudario es real y que posee propiedades químicas, físicas y ópticas que no podrían haberse logrado artificialmente, ni podría haberse confeccionado un manto así en la Edad Media ya que la imagen anatómica que revela posee detalles desconocidos en aquellos tiempos.


Sin embargo, la prueba del carbono 14 por la cual se computa la edad de los objetos, ha arrojado que esta sábana data de una época posterior a Jesucristo. Pero este análisis no puede ser exacto y preciso si se tiene en consideración que el lienzo ha sido manipulado muchas veces en 2,000 años, y que ha estado expuesto a por lo menos dos fuegos lo cual podría haber afectado el contenido del carbono. La datación realizada en 1988 no resolvió la cuestión de la autenticidad del lienzo en lo que se refiere a la “sindonología”, que es como los partidarios de la autenticidad llaman a estos estudios(3). Años después, entre junio y julio de 2002 un equipo de expertos bajo la dirección de Mechthild Flury-Lemberg, conservadora del Museo histórico de Berna en Suiza, trabajó en la restauración del lienzo que incluyó escaneo, espectrometrías(4), microfotografías(5), y otros procedimientos. Pero el misterio continúa.

La Iglesia católica no se ha pronunciado nunca de manera oficial sobre la autenticidad del sudario. En 1998, al realizar una visita pastoral a las archidiócesis de Vercelli y Turín, el papa Juan Pablo II declaró: “Dado que no es una cuestión de fe, la Iglesia no tiene competencia específica para pronunciarse sobre esas cuestiones. Ella confía a los científicos la tarea de continuar investigando, de manera que se puedan encontrar respuestas satisfactorias a las preguntas relacionadas con esta sábana, la cual, según la tradición, envolvió el cuerpo de nuestro Redentor después de haber sido bajado de la cruz. La Iglesia insta a que la Sábana Santa se estudie sin posiciones preestablecidas que den por descontado, resultados que no son tales; ella los invita a actuar con libertad interior y respeto atento, tanto para la metodología científica como para la sensibilidad de los creyentes”(6).

De ser en verdad la sábana que envolvió el cuerpo del Redentor, tal vez el propósito de Dios de preservarla hasta nuestros días sea con el fin de estimular la fe en una época en la que muchos dudan o no creen. Pero para los que creemos, el veredicto final de si es o no una reliquia nos tiene sin cuidado, pues sabemos que Jesucristo murió para darnos vida y redimirnos del pecado, y no tenemos necesidad de pruebas. No nos hace falta poner bajo el microscopio o radiografiar para sustentar nuestra fe. Los cristianos creemos que Jesucristo sigue entre nosotros hasta el fin de los tiempos, y que también resucitó para la eternidad.



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1. Publicado originalmente el 8 de abril de 1990 en La Voz Católica, periódico oficial de la Arquidiócesis de Miami, p. 17. Actualizado para publicar en el blog Gaspar, El Lugareño, Abril 18, 2020.

2.  Día sagrado de la semana judía celebrado en primer lugar mediante la abstención de cualquier clase de trabajo.

3. Sobre la síndone -del griego σινδών (sindón), mortaja-, la palabra utilizada en los evangelios sinópticos para referirse a la sábana mortuoria.

4. Estudio de la composición de la luz emitida por una fuente.

5. Fotografía de un objeto de tamaño microscópico realizada con una cámara especial.

6. Discurso del Santo Padre Juan Pablo II durante la celebración de la palabra, ante la Sabana Santa, en la Catedral de Turín, 24 mayo 1998.



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Carta enviada por el Papa Francisco al Arzobispo de Turín con motivo de la exposición extraordinaria de la Sábana Santa, el Sábado Santo de este año de 2020.


A su Excelencia Reverendísima Mons. Cesare Nosiglia, arzobispo de Turín y obispo de Susa.

He sabido, querido Hermano, que el próximo Sábado Santo presidirá una celebración en la capilla que custodia la Sábana Santa, que, de forma extraordinaria, será visible para todos los que participan en la oración a través de los medios de comunicación. Deseo expresarle mi más sincero agradecimiento por este gesto, que responde a la petición del pueblo fiel de Dios, duramente probado por la pandemia del coronavirus. Yo también me uno a su súplica, dirigiendo mi mirada al Hombre de la Sábana Santa en quien reconocemos los rasgos del Siervo del Señor, que Jesús realizó en su Pasión: «Varón de dolores y sabedor de dolencias [...]. Eran nuestras dolencias las que él llevaba y nuestros dolores los que soportaba [...]. Ha sido herido por nuestras rebeldías, molido por nuestras culpas. El soportó el castigo que nos trae la paz y por sus llagas hemos sido curados» (Is 53, 3.4-5). En el rostro del Hombre de la Sábana Santa vemos también los rostros de muchos hermanos y hermanas enfermos, especialmente los más solos y menos cuidados; pero también de todas las víctimas de las guerras y la violencia, de la esclavitud y la persecución. Como cristianos, a la luz de las Escrituras, contemplamos en esta tela el icono del Señor Jesús crucificado, muerto y resucitado. A Él nos confiamos, en Él confiamos. Jesús nos da la fuerza para afrontar cada prueba con fe, con esperanza y con amor, con la certeza de que el Padre siempre escucha a sus hijos que claman a Él, y los salva.

Querido hermano, y todos vosotros, queridos hermanos y hermanas que participaréis a través de los medios de comunicación en la oración ante la Sábana Santa, vivamos estos días en íntima unión con la Pasión de Cristo, para experimentar la gracia y la alegría de su Resurrección. Bendigo a Su Excelencia, a la Iglesia de Turín ya todos vosotros, especialmente a los enfermos ya los que sufren y a cuántos los cuidan. Que el Señor dé paz y misericordia a todos. ¡Feliz Pascua!

Fraternalmente, Francisco

Roma, San Juan de Letrán, 9 de abril de 2020

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Teresa Fernández Soneira (La Habana 1947), es una historiadora y escritora cubana radicada en Miami desde 1961. Ha hecho importantes aportes a la historia de Cuba con escritos y libros de temática cubana, entre ellos, CUBA: Historia de la educación católica 1582-1961, Ediciones Universal, Miami, 1997, Con la Estrella y la Cruz: Historia de las Juventudes de Acción Católica Cubana, Ediciones Universal, Miami, 2002. En los últimos años ha estado enfrascada en su obra Mujeres de la Patria, contribución de la mujer a la independencia de Cuba, (Ediciones Universal, Miami 2014 y 2018). El volumen I dedicado a la mujer en las conspiraciones y la Guerra de los Diez Años, y el volumen 2, de reciente publicación, trata sobre la mujer en la Guerra de Independencia. En estos dos volúmenes la autora ha rescatado la historia de más de 1,300 mujeres cubanas y su quehacer durante nuestras luchas independentistas.

Friday, April 17, 2020

Nuestro Amor (un poema de Thelma Delgado)


Así como la luna marca el danzar de las olas
Como desemboca el mar al río
Sin contratiempos y a un mismo compás
Se entrelazan tu cuerpo y el mío

Tus dedos de terciopelo
Acarician mis pensamientos,
Y tu amor me llena toda
En mis noches de desvelo

Gritar mi alegría quisiera
Que se entere el mundo entero!
Que de cerca o a la distancia, no importa
Nuestro amor es verdadero



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Ver
Página de Thelma Delgado en el website del Cultural Council of Palm Beach County

Thursday, April 16, 2020

Calles y callejones de Camagüey: Calle del Comercio o de los Mercaderes, Maceo (por Marcos A. Tamames-Henderson)

Nota del blog: Cada jueves se publica en el blog, gracias a la cortesía de Marcos Antonio Tamames-Henderson, una selección de su libro Calles y callejones de Camagüey. Entre la leyenda y la historia.  


 Foto/Facebook de TV Camagüey
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Fotos/ Blog Gaspar, El Lugareño
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En sus inicios era parte de la calle San Pablo, que tenía su origen en la de La Soledad y tras una primera curvatura cortaba Santa Ana o del Calvario; daba inicio a las calles San Ignacio (D) y Plazuela de Paula (D) y cierre a Plazuela de Isabel II (I) y al callejón de las Apodacas (I); cortaba San Diego y San Francisco, y ofrecía culminación e inicio a los callejones de Perdomo (I) y del Cuerno o de San José respectivamente (D), cortaba a de los Pobres y a San Rafael y moriría en Plazuela del Puente, junto a las de la Candelaria, de la Mayor y de la Reina. 

Con el auge de establecimientos comerciales desarrollado en sus dos primeras cuadras (desde la calle de la Soledad, hasta San Ignacio) por emigrantes catalanes durante el siglo XVIII, se nombró ese tramo con el nombre “Calle de los Mercaderes” y, posteriormente, con la consolidación de estos y a tono con los nuevos horizontes culturales de inicios de centuria se reconoce como “Calle del Comercio” con límites en Soledad y el punto en que nace San Ignacio (D). De su nombre dice Lasqueti en 1888: “porque en ella están ocupadas todas sus habitaciones por establecimientos mercantiles”. 

Por su jerarquía urbana la calle del Comercio estuvo entre las primeras en ser renombradas tras el cese del dominio colonial español. El 23 de enero de 1899, el Ayuntamiento hace pública la propuesta para nombrarla General Maceo y a los ocho días de su publicación, ante la aceptación de los vecinos, se toma el acuerdo.

¿Se trataba tan solo de honrar a uno de los más valientes patriotas de las guerras independentistas del siglo XIX o existían vínculos entre José Antonio de la Caridad Maceo Grajales (1845-1896) y la región agramontina? La extensa biografía de Maceo que publica el Diccionario enciclopédico de la historia militar de Cuba indica que al frente de las fuerzas villareñas ataca a San Miguel de Nuevitas y Cascorro y se desempeña como jefe militar en la acción de Camujiro. Un momento importante en la relación afectiva con los camagüeyanos debió revelarse cuando la Asamblea Constituyente de Jimaguayú lo nombró lugarteniente general del EL el 18 de septiembre de 1895 y, particularmente, las tres semanas que siguieron al 8 de noviembre cuando tras cruzar el río Jobabo penetra en el territorio de Camagüey en la invasión a Occidente.

En la calle del Comercio rindieron homenaje los camagüeyanos al maestro en el empleo de la táctica, al combatiente por excelencia y al jefe de elevado prestigio, al Titán de Bronce, como se le conoce en la historia de Cuba. 

En febrero de 2012 la Oficina del Historiador de la Ciudad inauguró en ella un paseo peatonal al que los camagüeyanos le otorgaron el calificativo de boulevard o boulevard de la calle Maceo. Íntegramente la calle forma parte del área declarada PCH.

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Calle Maceo
(primera mitad del siglo XX)

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Información relacionada en el blog: 

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además:

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Marcos Antonio Tamames-Henderson (Jamaica, Guantánamo, 1961). Lic. Historia del Arte (1997), MSc. en Historia del Arte y en Conservación y Rehabilitación de Centros Históricos (2007). Miembro de la Uneac, Unaic, Unhic. La Editorial Ácana ha publicado sus libros De la Plaza de Armas al Parque Agramonte. Iconografía, símbolos y significados (2001, 2da ed. 2003); Tras las huellas del patrimonio (2004); La ciudad como texto cultural. Camagüey 1514-1837 (2005); Una ciudad en el laberinto de la ilustración (2009) y La cofradía de los signos urbanos (2012). Premio Especial Roberto Balmaceda (Uneac, 2002), Juan Marinello (2006), Juan Torres Lasqueti (2005, 2010, 2011 y 2012), Ensayo Histórico Enfoque (2007), Crítica Histórica José Luciano Franco (2005), Publicaciones, teoría y crítica en el V Salón de Arquitectura (2005) y Jorge Enrique Mendoza (2004), entre otros.

Si no podemos (un poema de Janisset Rivero)


Si no podemos vencer
el grito de la noche,
los cortantes cristales
de la ausencia.
Si no podemos rebasar
los muros que sofocan el viento,
y remontar las olas
hasta llegar intactos a otra orilla…

Si no podemos, al fin,
provocar que amanezca:
no importa.
Lo importante es, al menos,
conservar el calor
de la tarde en la pupila,
y el eco de los sueños que desvelan.

Si todavía palpita en nuestras manos
un camino distante y deseado,
podremos transitar toda la noche,
su oscuridad cerrada, su desdicha;
podremos desvestir el hastío,
deshojar la soledad
que habita en el silencio,
y encontrar más allá del espejo
un bosquejo azulado de alborada.


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Janisset Rivero (Camagüey, 1969) ha publicado los libros de poesía Ausente, editorial Aduana Vieja, octubre 2008 y Testigo de la noche, Editorial Ultramar, Miami, 2014

Wednesday, April 15, 2020

De la disolución del Ejército Mambí


Comisión nombrada por la Asamblea de Representantes del Ejército Libertador, en 1898, para que se entrevistara con el presidente de Estados Unidos, Mr. McKinley, con el objeto de acordar la disolución de las tropas "mambisas". La formaba el Gral. Calixto García, presidente; el Coronel José R. Villalón, secretario y los señores Gral. José Miguel Gómez, Coronel Manuel Sanguily y Dr. José A. González Lanuza.

Foto tomada de la revista Social. Septiembre, 1919

Un quitrín que no anda solo y una historia de larga prosapia principeña (por Carlos A. Peón Casas)


La anécdota que desgrano se la debo a uno de esos libros que por sus claros valores encuentran siempre acomodo en toda biblioteca que se prestigie de serlo.

Aparece recogida en Tradiciones Cubanas (Cuadros Viejos) del ilustre artífice de nuestro costumbrismo más raigal: Álvaro de la Iglesia. El librillo de marras fue editado en primera edición, Lima, Perú, en ocasión del Primer Festival del Libro Cubano, acaecido en 1960. Y aunque ha conocido innumerables segundas y terceras re ediciones, este en particular tiene un inobjetable valor.

Re-leemos allí esta historia que hoy reproducimos como anécdota y que nos retrotrae al Puerto Príncipe de 1809, a pocos años de la refundación allí mismo de la Audiencia proveniente de Santo Domingo, donde se libraron los sucesos que aquí narramos.

Se trataba de una disputa legal que llevaban dos pro hombres principeños de entonces de larga y venerada prosapia en la villa: Don Diego Betancourt, tío del Lugareño, y José I. Varona, quien sería Diputado a Cortes en 1813.

Del asunto del pleito poco se sabe, y no debió de ser mucha monta, pero lo que sí se trataba era que en su resolución ninguna de las partes estaba dispuesta a llevar las de perder por las conocidas repercusiones a sus nobles y bien ganadas reputaciones.

Y es aquí donde entra un nuevo personaje: un Oidor de aquella benemérita institución, de apellido Ramos, y por quien pasaba el voto que podía decidir el enconado asunto.

Betancourt, que era hombre de muchas mañas, se las arreglo, en la víspera del juicio de marras, para convencer a Ramos de fallar a su favor, a cambio del regalo de un reluciente quitrín, recién salido de los mejores provisores de tan flamantes adminículos: los talleres ingleses.

Pero, “O tempora o mores”, su adversario Varona había tenido una idea similar, y vaya usted a saber que el día del juicio, el oidor Ramos, voluble como cualquier veleta expuesta a mejores vientos, votaba a favor del segundo, dejando burlado a un furiosísimo Betancourt.

Para pedir cuentas al miserable e inconsecuente juez, Betancourt en su cólera pretendió hasta tomar la justicia por su mano, y para asegurársela, se ramo de un agudo puñal.

Pero el hábil leguleyo tomando sus previsiones se había puesto a buen recaudo, esperando que la tormenta se aliviara de algún modo, y su querellante volviera a ser un hombre apaciguado.

De tal suerte pudo escapar de su cólera por unos días, pero finalmente el inquisitivo y más airado Betancourt logró dar con aquel y lo retó a confesar su desliz.

De la Iglesia nos los cuenta en su finísimo estilo:
-¿No me había prometido su voto a cambio del quitrín?
-Si señor, lo confieso, repuso con la mayor frescura el oidor
-¿Quedó Ud. descontento del regalo?
- De ningún modo es una cosa magnífica
-¿ Y entonces por qué faltó usted a su palabra mal caballero?
Ramos que era un cínico de cuerpo entero, repuso sin turbarse:
-Seré franco Don Diego…Su contrincante Varona, me obsequió con una magnífica pareja…Ya usted ve…el quitrín no podía andar solo…(1)
Don Diego jamás pudo cobrárselas como hubiera querido al taimado magistrado, pues con toda la suerte del mundo, el General Someruelos, sabedor del hecho y para librarlo del peligro, lo llamó a su lado, y de allí lo encaminó a la Metrópoli donde terminó sus días casado con una dama de muchos emolumentos, y para colmo el Monarca lo premio con un Marquesado. ¡Ce’est la Vie!




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  1. Tradiciones Cubanas (Cuadros Viejos). Álvaro de la Iglesia. Primer Festival del Libro Cubano. Lima. Perú. p.100

Fragmento de "Un mariachi viejo", novela de Félix Luis Viera, en proceso de creación

Nota: Cada miércoles un fragmento de Un mariachi viejo, novela de Félix Luis Viera, en proceso de creación.

Puedes leer todos sus textos, publicados en el blog, en este enlace.


21

Yo venía bajando las escaleras de las oficinas del Instituto Mexicano del Seguro Social donde estoy registrado. Avenida Insurgentes Sur No. 432, colonia Roma Sur. Me crucé con una morena algo desparramada —de gordura algo desparramada digo, porque todas las gordas no lo son— que me sonrió (a modo de saludo, como algunas mujeres aquí, y también algunos hombres). Me llamaron la atención sus labios (sin rouge) levemente gruesos, con armonía tanta entrambos, y con estrías remarcadas, sobre todo en el inferior. Le pedí con un gesto que se detuviera. Obedeció. Quedé mirándole el rostro; de frente, pero con el rabillo bajaba la vista para ponderar el torso y el resto. Me encandiló esa visión de que sus senos no parecieran desmesurados; como los de tantas señoras y señoritas gordas de esta ciudad.

Durante acaso cuarenta segundos paralizamos la acción, mirándonos. Yo con un pie en mi escalón hacia abajo y ella con uno en el suyo hacia arriba. Hasta que oí a mis espaldas dos o tres voces “¿me permite?”, “¿lo molesto, por favor?”. Y vi y escuché que a ella dos o tres que subían le pedían lo mismo.

Me aparté hasta el pasamanos a mi derecha y ella se me acercó luego de que yo se lo requiriera con un gesto.

Le hice saber que sentía temor por la lluvia que se aproximaba. Fundamentalmente me espantaba esa oscuridad que fijaría en la tarde. Esa oscuridad contra la que comenzarían a caer los metrallazos de agua —fría—, inclementes. Y quién sabe si granizadas asesinas. Y relámpagos y truenos. Pero esa oscuridad, esa oscuridad…

Le respondí que no y le argumenté por qué no cargaba paraguas.

Cuando yo me estaba diciendo “Está bonita esta gorda…, tal vez ni ella misma se lo cree, pero está bonita” fue que pronunció sus primeras palabras y me sentí agarrado por la gorda toda, y le celebré la voz. Creo que las uvas se nutren de tu voz o viceversa... le murmuré; y mostró por unos instantes una expresión de confusión.

Desde hace tiempo hablo más despacio y pronuncio más limpio que en mis comienzos aquí. No es justo pedirles a estos ciudadanos que adapten su oído a la velocidad con que hablan los cubanos y a las tantas sílabas cortadas, machacadas, igual vocales que consonantes, más las consonantes aspiradas. Difícil se me hace por ejemplo pronunciar “universidad” en lugar de “universidá”, “textil” en lugar de “tectil”, o “¿qué es eso?” en vez de “¿quejeso?”.

Pero he conservado mi acento.

Ah, esas gentes cubanas y cubanos que con solo unos mesecitos aquí y ya parlan fragmentando las cláusulas para meter en el cierre de cada trozo la curva de entonación hacia arriba y echándola aun más hacia arriba cuando culminan una interrogación o sacando una leve ronquera a ciertas palabras que lanzan de modo gutural mientras mueven los ojos a uno y otro sitio como si alguna papa ardiente les estuviese abrasando la garganta tal esas y esos habitantes de la Ciudad de México a quienes llaman Fresas o emitiendo revuelos tan diversos de manos que al parecer no habrán de cesar para así reforzar con estos visajes lo que van expresando con sus palabras.

Y apenas he cedido en mi vocabulario.

Ah, esas gentes cubanas y cubanos que con solo unos mesecitos aquí y ya dicen recámara por cuarto, banqueta por acera, pendejo por comemierda, oriente por Este, agujeta por cordón, lentes por espejuelos, coche por carro, poniente por Oeste, reventón por fiesta, ahorita por ahora, cruda por resaca, no mames por no jodas, chela por cerveza, padrísimo y padrísima por buenísimo y buenísima, chido por bueno, bonito, cuqui, playera por pulóver, ¿mande? por ¿diga?, sale por dale, ¿sale? por ¿de acuerdo?, ardido por resentido, recámara por cuarto, méndigo por mendigo, padrote por chulo, cachondo por caliente, lana por plata, ruco y ruca por viejo, vieja, temba, chillar por llorar, ultimadamente por en conclusión, en resumen, en fin, chile por picante, tragar por comer, chavo y chava por muchacho y muchacha, güero y güera por rubio y rubio, jefa por madre, verga por pinga, carnal, cuate por socio, asere, chingón por empingado, encojonado, morral por mochila, bizcocho, panocha por bollo, papaya, checar por chequear, chécalo por chequéalo, charola por bandeja, culero por mierdero, jefe por padre, amolado por descojonado, chaqueta, puñeta por paja, manuela...

…Y ahí la dejo por ahora…

Tipas y tipos cubanoides tan propensos a la penetración cultural… o a la imitación malsana, servil, interesada, ah…

De manera que cuando había pronunciado bien y despacio diez o doce frases, aunque fuera de los términos y entonación nacionales, Cinthya acertó al conectar “mi acento” con el de las personas de las películas cubanas…

Los relámpagos de allá fuera iluminaban aun la escalera donde nos hallábamos.

Aquí, si una mujer entrega al varón su número telefónico, le ha dado una señal para iniciar la batalla.

Cinthya me escribió el número de su casa y de su celular en una hoja breve de papel rosado que tomó de un block que extrajo de su bolso.

La señal tenía doble fuerza porque me había pasado los números después de hacerle saber que si íbamos a amigarnos tendría que aceptar mi vocabulario, yo entendería el suyo, pero solo si indudablemente en algún momento no íbamos a comprendernos, renunciaría al mío.

Sentí una envidia terrible, apenas controlable, por la reciedumbre a ojos vistas de su dentadura, su fulgor.



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Félix Luis Viera, poeta, cuentista y novelista, nació en Santa Clara, Cuba, el 19 de agosto de 1945. Ha publicado, entre otros libros, siete poemarios, tres volúmenes de cuento y siete novelas.

Entre los premios que recibiera en su país natal, se cuentan el David de Poesía, en 1976; el Premio Nacional de Novela, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, galardón que ya le había sido otorgado a este autor, en 1983, por su libro de cuento En el nombre del hijo.

En 2019 recibió el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, otorgado por Neo Club Press, Vista Larga Foundation y otras instituciones culturales cubanas en el exilio.

Es ciudadano mexicano

(Revista Social. Mayo 1921) Emilia Bernal

Foto/Social. Mayo 1924
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Social. Mayo 1921
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Tuesday, April 14, 2020

¿Atleta? (por Joaquín Estrada-Montalván)

  
Calderín (5to y 6to) me enseñó a leer y anotar las partidas de ajedrez, algo de su historia, de Capablanca y de Fisher, la Ruiz López y el Gámbito de Dama. Luego Rondón (secundaria y pre), me formó en como ser parte de un equipo (municipal, que no despunté más allá). El Ajedrez desde el 5to grado hasta el 2do de la Universidad, fue el deporte que me evitó el ir a Educación Física.

Para los ejercicios (desde la secundaria finales, y un poco el pre) iba a "mechar" a casa de Onitín (epd), fui parte del grupo de bicicleteros de Iván el Loco.

En la Universidad, correr alrededor de Quintero en Santiago de Cuba, donde "jugué" futbol en los interfacultades y me desguabiné un pie haciendo barras en una portería de balonmano.

Caminar la pista (de Camagüey, por el carril de afuera, medias blancas casi a la rodilla) fumando tabaco. Un tiempo jugué cancha, creo que esta area, es lo que más he disfrutado.

(de niño) Asistí a algunas clases para aprender a nadar en la piscina chiquita de la SEPMI (Tennis Club que fue). Estuve en pre judo y un tin de judo con Chacón. No pasé una prueba de aptitud para ser gimnasta.

El mar prefiero mirarlo, que adentrarme. (JEM)

(Revista Social. Junio 1917) Al Castillo del Morro. Un poema de Dolores Bolio C. de Peon


Monday, April 13, 2020

Empanada del Camagüey, casi reciente (por Joaquín Estrada-Montalván)


Los camagüeyanos que somos + - 50s, nos quemamos y nos embarramos la ropa, con el relleno "mermelaico", que se derramaba al morder las empanadas calientes, acabadas de salir de la gigante máquina "empanadora", imaginaba fabricada en el siglo XIX o principios del XX, luego supe que era procedente de la RDA.  Eran servidas en la mano dentro de un pedazo de papel cartucho, en la cafetería que estaba en Estrada Palma, al extremo del parquecito del "Estanquillo", que luego convirtieron en "Cubanitas". 
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Gaspar, El Lugareño Headline Animator

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