por Teresa Fernández Soneira
“Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida... para no darme cuenta, en el momento de morir, que no había vivido”. Henry David Thoreau
El gran escritor norteamericano, Henry David Thoreau había nacido en Concord, Massachussetts en 1817 en una familia de franceses protestantes. En esa época están llegando a Estados Unidos los inmigrantes irlandeses, se descubre el oro en California, pasa la ley de los esclavos fugitivos y la nación está envuelta en la ola tumultuosa de la industrialización. Años después estallan dos guerras: una con los nativos americanos, y otra con México, y aunque ya para estas fechas Thoreau tiene edad suficiente para alistarse, no lo hace. Está comprometido a luchar en otras guerras: las guerras contra el materialismo, el conformismo, la hipocresía, la injusticia y la esclavitud.
Thoreau era un trascendentalista que formaba parte de un movimiento filosófico, político y literario que floreció en los Estados Unidos entre 1836 y 1860 que dirigía su amigo, el famoso escritor Ralph Waldo Emerson(2). Los trascendentalistas sostenían que el alma de cada individuo es idéntica al alma del mundo y contiene lo que el mundo contiene. Los afiliados a este movimiento fueron críticos de la sociedad de entonces por su conformidad irreflexiva, y urgieron a que cada individuo buscara «una relación original con el universo».
Un día Thoreau decidió retirarse a una cabaña de pino que el mismo había construido junto al lago Walden en Massachusetts, a pocas millas de la ciudad de Concord. Allí permanecería dos años conviviendo con la naturaleza, sembrando sus propios vegetales, y cultivando papas, frijoles, trigo y maíz. También en Walden llegaría a escribir algunas de sus mejores páginas inspirado por la paz y la belleza de aquellos parajes. Le gustaba dar grandes caminatas por el bosque y llevaba consigo una vieja libreta de música en la que prensaba hojas y flores, y en el bolsillo de su chaqueta un telescopio para observar las aves. Su poder de observación era como un octavo sentido, y su memoria como la de una cámara fotográfica que lo registraba todo.
Había decidido apartarse de la civilización no porque fuera un ermitaño ni porque quisiera escapar de la realidad de la vida. No, no era eso lo que perseguía ya que regresaba a menudo al pueblo a ver a sus amigos y los amigos lo iban a visitar a el, como un joven leñador al que Thoreau identificaba como el hombre ideal, de vida simple y solitaria, o un esclavo fugitivo a quien Thoreau ayuda a huir a Canadá para lograr su libertad. Entonces, ¿por qué apartarse del mundo? Esta vida en Walden era solamente un experimento de Thoreau para probarle a la sociedad que vivir con la naturaleza era la verdadera vida del hombre libre que lo redimía de las esclavitudes de la sociedad industrial. También sostenía el argumento de que para el hombre esta forma de vivir era una manera de comprender los recursos de la naturaleza, sus reglas y recompensas.
Thoreau se dio a la tarea de escribir un diario que luego se convirtió en su famoso libro Walden o La vida en los bosques (Walden or Life in the Woods)(3). En este libro vemos como Thoreau está siempre consciente de su entorno, percibe los sonidos del bosque: las campanas de la iglesia, los pájaros que llaman a su cría; el ulular de los búhos o el canto de los gallos. También estudia los fenómenos naturales como la profundidad del estanque, los efectos ópticos del hielo, y el ecosistema de la flora. Se niega a cazar animales salvajes o a consumir carne; es vegetariano. Sin saberlo, Thoreau era un ecologista.
Oía hablar a Dios a través de la naturaleza. El 18 de febrero de 1852 escribía en su diario: “tengo un libro para datos y otro para poesía, pero encuentro dificultad en distinguir entre los dos ya que aquí en el bosque los datos más interesantes y hermosos se vuelven poesía, como transportados del cielo a la tierra”. Se quejaba de lo poco que el ser humano disfrutaba de la obra de Dios y lo alejado que estaba de la felicidad. “Este mundo se ha convertido en lugar de negocios. Todo es ruido. No hay descanso. ¿Por qué vivir con tanta prisa malgastando tanto la vida?”.
Fue maestro, carpintero, activista político, naturalista, escritor, pensador y filósofo, y también reformador del hombre. “No importa cuan simple sea tu vida, acéptala y vívela”, decía Thoreau. Y sobre el respeto y la convivencia con el hermano, escribió con gran sabiduría: “Si un hombre no puede ir al mismo paso que sus compañeros, quizá es porque está oyendo la música de otro tambor. Dejémoslo que vaya al son de la música que escucha por muy lenta o distante que sea”.
Además de Walden, Thoreau también escribió “Una semana en los ríos Concord y Merrimack", que fue su primer éxito literario; Desobediencia civil, Todo lo bueno es libre y salvaje, Cartas a un buscador de si mismo, Un paseo invernal y El arte de caminar. Henry David Thoreau dejó plasmado su amor por la vida y la naturaleza en sus obras cuando dentro de sí ardía una llama y palpitaba su corazón por lo místico y espiritual. Inspiró a líderes como Gandhi y Martin Luther King, y todavía hoy sus palabras encienden y estimulan nuestras mentes. Leamos su obra que es un mensaje que sigue teniendo actualidad sobre todo en estos momentos en que se está creando conciencia del respeto por la naturaleza. Que Henry David Thoreau nos ayude a apreciar mejor la creación de Dios y a realizarnos como seres humanos.
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1. Artículo publicado originalmente en La Voz Católica, periódico oficial de la Arquidiócesis de Miami, el 21 de enero 1994.
2. Ralph Waldo Emerson (Boston, Massachusetts,1803 – Concord, Massachusetts, 1882) fue un escritor, filósofo y poeta estadounidense, líder del movimiento del trascendentalismo a principios del siglo XIX y amigo de Henry David Thoreau.
2. Ralph Waldo Emerson (Boston, Massachusetts,1803 – Concord, Massachusetts, 1882) fue un escritor, filósofo y poeta estadounidense, líder del movimiento del trascendentalismo a principios del siglo XIX y amigo de Henry David Thoreau.
3. Henry David Thoreau: Walden: Life in the Woods, Ticknor and Fields, Boston, 1854.
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Teresa Fernández Soneira (La Habana 1947), es una historiadora y escritora cubana radicada en Miami desde 1961. Ha hecho importantes aportes a la historia de Cuba con escritos y libros de temática cubana, entre ellos, CUBA: Historia de la educación católica 1582-1961, Ediciones Universal, Miami, 1997, Con la Estrella y la Cruz: Historia de las Juventudes de Acción Católica Cubana, Ediciones Universal, Miami, 2002. En los últimos años ha estado enfrascada en su obra Mujeres de la Patria, contribución de la mujer a la independencia de Cuba, (Ediciones Universal, Miami 2014 y 2018). El volumen I dedicado a la mujer en las conspiraciones y la Guerra de los Diez Años, y el volumen 2, de reciente publicación, trata sobre la mujer en la Guerra de Independencia. En estos dos volúmenes la autora ha rescatado la historia de más de 1,300 mujeres cubanas y su quehacer durante nuestras luchas independentistas.