Monday, March 15, 2021

(Primer Congreso Nacional de Mujeres. La Habana. Abril, 1 al 7 de 1923) "Actuación de la mujer cubana en las luchas por la Independencia". Ponencia de Isabel Martínez de Alquizar



Señora Presidenta, señoras y señores: 

La mujer cubana, a la que poetas de todos los tiempos han dedicado sus mejores estrofas para ensalzar sus grandes virtudes, puede sentirse orgullosa de la página que su heroismo dejó escrita para la Historia de Cuba, perdurable recuerdo de su brillante actuación en nuestras luchas por la independencia. 

Realmente, si se tiene en cuenta como se deslizaba la vida de la mujer cubana durante la época del coloniaje, no se puede menos que reconocer que su actitud al llegar a sus oídos desde los campos revolucionarios los sonidos vibrantes del clarin que llamaba a los cubanos a la lucha, fué una verdadera revelación, algo inesperado, que sólo podia tener como cuna un amor entrañable e inconmensurable a la Patria. 

En efecto, nadie creyó, ni esperó, que su obra llegara a alcanzar los límites de algo colosal, que esa mujer mimada, ese bibelot encantador, de un exotismo extraordinariamente interesante para los países europeos, a quien los escritores de allende los mares se empeñaron en retratar como una eterna guarina, a quien la hamaca servía de perenne refugio, a manera de la concha a una perla de gran valor; cuyo sueño arrullaba el susurrar armonioso de los penachos de las palmas y el inimitable canto del ruiseñor, aquella mujer cuyos pies calzaban esclavas listas a atender al mas ligero de sus caprichos, fuera la misma que heroica, arrogante, deafiando a la tiranía, se irguiera un día junto al corcel de guerra de su compañero y extendiendo su brazo hacia el Oriente mostrara a esos mismos esclavos el panorama hermosísimo de un nuevo sol cuyos rayos, pasando al través de las nubes, que ya levantaban en el horizonte las descargas de los rifles mambises, dibujaban en la campiña querida como un arabesco mágico, la palabra ‘‘Libertad”’.

Y es que el patriotismo de la mujer cubana es ingénito: su criterio claro y precoz, no necesitó de arengas ni estudios especiales de la historia de otros países que sacudieron con anterioridad la cadena del vasallaje, para comprender de un solo golpe de vista la grandeza del momento llegado, en que un pueblo oprimido, cansado de las humillaciones que trae consigo la esclavitud y del inútil esperar a que sus demandas justas fueran atendidas, se levantaba amenazador, resuelto a conquistar por la fuerza de las armas esos derechos demandados, aunque ello envolviera toda clase de sacrificios, desde la desvastación del hogar hasta la pérdida de la vida. 

Una vez impuesta de todo ello, esa mujer no miró atrás, sino que, de manera decidida, rompió con su pasado de molicie, olvidó el caserón criollamente confortable, las tardes en que, acariciada por los rayos suaves de un sol poniente contemplaba, al amparo de la enramada del patio legendario, el rutilar incipiente de las primeras estrellas que aparecían allá en el Oriente ya oscurecido, haciéndole soñar con perspectivas hermosas de paz y bienestar. Una vez decidida, o bien holló con paso seguro, en pos del padre o del esposo querido, la senda estrecha y tortuosa de la conquista de la Libertad o, con la resignación de la espartana, despidió al hijo que marchaba rumbo a la revolución, sujetando suspensas en sus pestañas las lágrimas delatoras del dolor, al mismo tiempo que sus labios trataban de pronunciar las palabras a cuyo conjuro debía sostenerse encendida para siempre en aquel pecho la llama sacrosanta del sacrificio en aras de la Patria. 

Luego comenzaron las pruebas: amenazas, persecuciones, el ultraje en gran número de ocasiones y, como si no fuera bastante todo ello, la confiscación de los bienes, precursora de las escaseces sin nombre, que reducían cada vez más los límites de la, vivienda, hacían más insignificante el modesto ajuar y sustituían con el color amarillento de las flores de los cementerios, en las ya enflaquecidas mejillas, a las rosas exhuberantes que en tiempo no muy lejano animaban rostros alegres y lozanos. 

Después llegaba el día en que aquellos seres queridos ausentes, enterados de esas vicisitudes sin cuento, sufridas en silencio y con valor, la animaban a seguirlos.... ‘‘ Aquí le decían, no recuperarás el bien perdido, pero tendrás libertad, y, si pereces, no serás ahogada en el ambiente pobre, asfixiante, que rodea al esclavo obligado a callar...’’ Y entonces, en un arranque de valor no medible, preparaba su singular equipaje, en el que reaparecía, no como refugio de las horas de indolencia, sino como lecho caritativo, la hamaca simbólica de sus buenos días allá en la finca inolvidable, de hermosos palmares y cuidados bateyes, cubiertos hoy de abrojos, de zarzales... Y la crisálida convertida en mariposa de luto, pero mariposa al fin, corría de aquí para allá, internándose en las espesuras de los campos cubanos, apagando la sed de las jornadas, unas veces con el agua cristalina de los arroyuelos que serpenteaban alegres por las lomas, ignorantes del ambiente de guerra y destrucción, y otras en pequeños pozos, abiertos en lugares intrincados, donde sumergía el pequeño ‘‘morro’’ de corteza de coco bruñida, toscamente grabada por el padre, el esposo, el hermano, con quienes ella compartía sus alegrías y dolores. 

En las regiones montañosas, donde únicamente se hacía fácil su acceso a los campos revolucionarios, en muchas ocasiones se le vio marchar a la retaguardia de las tropas, llevando en sus alforjas las hilas, los algodones, las vendas confeccionadas por sus hermanas que quedaron en la población o moraban en el extranjero, suspirando por la Patria lejana, atentas a esa dolorosa, pero necesaria refacción de artículos que, en unión de las escasas medicinas que componían los botiquines mambises, debían prodigar algún consuelo a los que la precedían en esas jornadas, en los días en que éstas tenían por epílogo un rastro sangriento y unos ayes desgarradores. Cuando llegaban esos momentos en que el hospital de sangre improvisado en un pequeño valle, señalaba un alto en ese recorrido interminable, la mujer cubana, ligera como una corza, acopiaba de aquí y de allá las piedras que debían formar el fogón de su enfermería para condimentar los cocimientos y los caldos, la mayor parte de las veces ‘‘caldos vacíos’’ (frase mambisa), hechos con las hierbas y raíces a su alcance, que debían contribuir al restablecimiento de sus pobres enfermos a quienes animaba en todos sentidos, augurandoles cada día, al tender la noche su manto de quietud, una aurora que debía traer envuelta entre los pliegues de su manto, la esperanza de un pronto regreso al hogar que, abandonado y frío, esperaba allá, a lo lejos, el alumbrar de la antorcha de la Libertad, para que a él volvieran sus moradores, cubiertos de gloria y de ansias de bienestar para esa Patria querida. 

Y el momento profetizado por los labios de la commanera bienhechora llegó para todos. El clarín sonó una vez mas en los campos cubanos, no ya con el sonido vibrante que incitaba a la lucha, sino con el dulce y sonoro que publicaba la paz, que llamaba a las ovejas hacia un redil mejor... La mujer se incorporó, consideró sus pobres harapos, sostenidos a fuerza de quizás que prodigios, se contempló exhausta físicamente, palpó su piel, quemada quizás para siempre por el inclemente sol tropical; sus manos, que, a fuerza de trabajos burdos habían encallecido, pero... se sintió fuerte en medio de la debilidad y la miseria, experimentó la emoción incomparable que deben experimentar los titanes cuando rinden su labor y, después de elevar una oración de gracias al Altísimo y dedicar un recuerdo a los caídos que no pudieron llegar a la meta, alborozada y féliz buscó a sus compañeros y juntos emprendieron la vuelta a la ciudad, mientras un hálito de vida nueva que venía de lejanas tierras, de las praderas donde ya las plantas reverdecían, mecían sus cabellos sueltos de ‘‘madonna’’ emblemática de los ideales cubanos de Libertad. 

Dedicación

A ti, cubana esforzada, para quien los sueños de Libertad no constituyeron el mito que sirve de pretexto a los indiferentes, sino algo tangible que con tus manos ayudaste a formar y has llegado a admirar, dedico este trabajo en el ‘‘Primer Congreso Nacional de Mujeres’’, trabajo humilde, pero envuelto en la frescura de la admiración sincera, que viene siendo en el monumento alegórico que en mi corazón te he levantado, lo que serían unos pobres "no me olvides’’, que bordearan con una tenue franja azul de cielo el de granito y mármol que debiera levantarte el pueblo cubano.

Sunday, March 14, 2021

In Memoriam: Patrick Dupond (por Florencia Guglielmotti)

Nota del blog: Sección semanal dedicada al Ballet y la Danza, a cargo de la la ballerina, coreógrafa y profesora Florencia Guglielmotti.

Los textos anteriores, se pueden leer en este enlace




El 14 de marzo de 1959 nacía en París Patrick Dupond. Su padre dejó la familia tempranamente y Patrick se crió con su madre y su nueva pareja. Era un niño muy inquieto por lo que a su madre le pareció una buena idea que practique futbol y judo para canalizar toda su energía. Sin embargo, estas actividades no eran de su agrado y las abandonó en seguida. Viendo una clase de ballet descubrió su vocación y, ante su solicitud, su madre lo anotó en clases de danza. Sus habilidades aparecieron rápidamente y el profesor les recomendó que estudiara en un nivel superior. Es así como a finales de 1967 comenzó a estudiar con Max Bozzoni, ex bailarín de la Ópera de París, quién vio de inmediato el talento del niño y lo acompañó, luego, durante gran parte de su carrera, hasta su fallecimiento en 2003.


A los 10 años, en 1969, fue admitido en la Escuela de la Ópera de París, donde cursó sus estudios, pero su maestro principal siempre fue Bozzoni, con quien tomaba clases por la noche, luego de su actividad escolar. Tras graduarse en la Escuela de la Ópera en 1976, ingresó al Ballet. Al año siguiente participó del Concurso Internacional de Ballet de Varna (Bulgaria), donde obtuvo la Medalla de Oro junto una mención especial a la excelencia, siendo un bailarín tan joven. Este premio le valió un primer reconocimiento internacional, el que iría creciendo a través de los años.


Se convierte en Primer Bailarín de la Ópera de París en 1979 y en Étoile (máxima categoría que un bailarín puede alcanzar) en 1980, con tan solo 21 años. Interpretó todos los clásicos del repertorio con excelencia. Su virtuosismo técnico y su carisma en el escenario, llamaron la atención de coreógrafos contemporáneos, quienes crearon obras especialmente para él. Tal el caso de “Vaslav” de J. Neumaier (1979), estrenada con el Ballet de Hamburgo, “Le Fantôme de l'Opéra” de R. Petit (1980), “Au bord de précipice” de A. Ailey (1983), la versión de R. Nureyev de “Romeo y Julieta” (1984), “Salomé” de Béjart (1985) y “Grand Pas: Rhythm of the Saints” de T. Tharp (1991), entre otras.

Siempre manteniendo su lugar como Étoile en la Ópera de París, a partir de 1980, participa como artista invitado en varias compañías, como el Ballet du Rhin, el American Ballet Theatre y el Ballet del Siglo XX, entre otros. En 1988, Dupond fue nombrado Director Artístico del Ballet de Lorraine (Nancy) y, en 1990, asumió el mismo puesto en el Ballet de la Ópera, tras la salida de Nureyev, cargo en el que permaneció hasta 1995. En 1997, tras 17 años como Étoile, deja definitivamente la Ópera de París, por desavenencias legales con la administración del Ballet. 


A partir de allí su actividad se diversificó aun más -ya había participado en el film “Dance machine” (1990), junto a Alain Delon-, fue jurado del Festival de Cannes y en programas televisivos, como “Danse avec les stars”, y continuó con su propia compañía, “Dupond et ses Stars”, creada ya en 1985, que incluía a bailarines de la talla de Sylvie Guillem, Monique Loudières, Fanny Gaida, Manuel Legris, Jean-Marie Didière y la pianista y directora Elizabeth Cooper, con quienes realizó una gira de dos años.


En el año 2000, Patrick sufrió un grave accidente automovilístico que lo dejó internado con 134 fracturas, por ello los médicos aseguraron que no podría bailar nuevamente. Esto lo hundió anímicamente, sin embargo logró reponerse gracias a su maestro, Max Bozzoni, y a un estricto entrenamiento diario, en el que casi tuvo que aprender a moverse nuevamente. Gracias a ese enorme esfuerzo, hacia finales de ese mismo año pudo regresar a los escenarios con “L'air de Paris”, en el Espace Pierre Cardin, teniendo a Manon Landowski como socio.

En 2004, comenzó a dictar clases en la escuela de danzas de Leïla Da Rocha, su compañera en ese momento. En agosto de 2017, inauguró una escuela de danza en Burdeos, también con Da Rocha como socia, con el objetivo de que jóvenes de entre 10 y 20 años pudieran formarse como bailarines profesionales, obteniendo el mismo nivel que en la Escuela de la Ópera. 


Tras una enfermedad devastadora, a pocos días de cumplir 62 años, el 5 de marzo de 2021, Patrick Dupond falleció en su ciudad natal. Su temprana y repentina partida representa una gran pérdida para la danza internacional.





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Florencia Guglielmotti reside en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina). Es Profesora de Danza (titulada en la Escuela Nacional de Danzas "María Ruanova"), Licenciada y Profesora de Artes (recibida en la Universidad de Buenos Aires). Cursó estudios en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba. Es Miembro de International Dance Council CID (UNESCO).

Actualmente se desempeña como Profesora de Danza Clásica y como Profesora Titular de Historia de la Danza en la Escuela Superior de Enseñanza Artística "Aída V. Mastrazzi". florenciagu@gmail.com

People are different (by Florida Georgia Line)


...

Left wing, right wing, jailhouse, freedom ring
Old school, new school, everything in between
Like a snowflake, no fingerprint the same
And people are different

I wish that it was something that we all understood
Lord knows it'd do us all some good

To walk down the street and smile at a stranger
Heart on your sleeve and love thy neighbor
No matter what shape, no matter what color
Break bread instead of fighting each other
Slip on a pair of another man's shoes
You'll see by the time you get back
This whole world would be a whole lot better place
If we'd all just embrace the fact
That people are different

...

"Los progresos de la actividad humana". Escultura del artista Zanelli, en el Capitolio Nacional de Cuba"



Saturday, March 13, 2021

Portada de "El Camagüeyano", 13 de marzo de 1957, con el dibujo del proyecto de la sede del Colegio de Arquitectos de Camagüey, y el listado de los arquitectos agramontinos en esos momentos.

 
Imagen tomada del facebook
de DEA-Collection

(Arquitectura. Febrero 1948) XIV Asamblea Nacional en Camagüey

 


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Reflexión (por Orlanda Torres)

Nota del blog: Sección semanal en el blog Gaspar, El Lugareño, gracias a la cortesía de la psicóloga Orlanda Torres, quien ha aceptado la invitación a compartir con los lectores sus consejos y reflexiones sobre los conflictos cotidianos.




No es necesario volverse insensible ante el dolor.

No te conviertas en cómplice de la maldad humana, piensa antes de provocar un acto que cause daño a tu semejante.

Recuerda que no somos los encargados de hacer sufrir a nadie.

En la vida todo lo que lanzas se regresa y todo acto injusto que se le haga a cualquier ser humano, no nos permitirá alcanzar la felicidad. 

Haz siempre el bien, extiende una mano solidaria para el que la necesite, ponte en el lugar de la otra persona, produce la empatía.

No cometas el mismo error que te lastimó, conviértete con ese aprendizaje en un ser portador de luz y de grandes sentimientos solidarios.

Recuerda que nada en la vida dura para siempre, todo se mueve, todo evoluciona y todo cambia.

Protégete para que no seas tú la persona que el día de mañana estés en desventaja.

Por eso, nunca olvides hacer el bien, provoca la unión y siembra amor para que la vida te regale momentos de satisfacción y dicha, y así puedas vivir en sosiego.

No existe nada más saludable y placentero en la vida que llegar a casa y poder dormir en paz.






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Orlanda Torres: Psicóloga, Escritora, Educadora, Orientadora Motivacional.

Autora del libro "Volando en Solitario" año 2015, Guayaquil - Ecuador. (Disponible en Amazon Kindle)
-Estudió en Miami Dade College: Certificate of Florida “Child Development Associate Equivalency”. Maestra de Educación Preescolar e Infantil en la ciudad de Miami.
-Licenciada en Psicología graduada en el 02/2017 - Atlantic International University.
-Orientadora Motivacional y Conferencias pueden contactar a Orlanda Torres a través de la página que administra www.fb.com/vivencialhoy
Publicaciones en Revista Sapo - Santiago de Chile – 2016
-La Estancia en el Paraíso de los Sueños
-Relación de Pareja y su gran Desafío
-Es la Felicidad una Elección

Conferencia en Radio - Miami, Florida
-Positivo Extremo Radio: Entrevista 123 Teconte “Regreso a Clases y La Adolescencia”
-¿Como aprender a ser feliz?- Edificio Trade Building-.Innobis Coworking, Guayaquil - Ecuador
-La Inteligencia Emocional en la Relacion de Pareja- WENS Consulting Group, Guayaquil - Ecuador
Publicaciones en Revista Sapo - Santiago de Chile – 2018
- Ser Mujer
Florida National University
- Podcast - Un dia con Bereshit la silla VIP - Conferencia Sobre mi libro " Volando en Solitario"
-Panelista en los Foros literarios Books and Books
-Participacion en el Primer Encuentro de Escritores "Mision Gratitud" - Barnes & Noble
Administra:
Facebook.com: Orlanda Torres
Instagram: orlanda.torres.3

(Camagüey. Febrero 1915) Foto de la iglesia de La Merced




 

13 de marzo: Día del Arquitecto en Cuba

El 13 de marzo se celebra el "Día del Arquitecto" en Cuba. Fue instituido durante las Sesiones Ordinarias de la Asamblea Nacional del Colegio de Arquitectos, celebradas en diciembre de 1936, en la ciudad de Matanzas. 

Según la versión más extendida, se seleccionó para recordar la fecha de fundación del Colegio de Arquitectos de Cuba en el año 1916. Aunque la revista Arquitectura en su número de marzo de 1939 dice "se escogió este día, por ser el 13 de marzo de 1933 [tiene corrección manuscrita 1934] cuando empezó a funcionar de manera oficial el Colegio Nacional de Arquitectos". (JEM)

Friday, March 12, 2021

Bohemia: "El golpe revolucionario del 10 de marzo".


Su Majestad (un poema de Thelma Delgado)



Después de tanto esperar
Por fin llegará el día
En que reaparezca, y al despertar
Nos llenará con su alegría.

Despertarán de su letargo
Los nardos y el limonero
Desde su rama allá en lo alto
Lo está anunciando un jilguero.

Algunos la conocen desde hace años
Otros, la verán por vez primera
Llegará para todos, conocidos y extraños
Su majestad, la primavera.


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Ver

Una foto del Camagüey de febrero de 1915. La iglesia de la Soledad.


 

Thursday, March 11, 2021

Carta pública de Jorge Mañach al General Enrique Loynaz del Castillo, por haber apoyado la "asonada triunfal del diez de marzo"

 
Bohemia. Marzo 23, 1952

El deporte en Santiago de Cuba (por Rafael Duharte Jiménez)


En el Santiago colonial no existió el concepto de deporte, algunos autores sólo mencionan ciertas practicas de esgrima en el Club San Carlos. Entonces, ¿qué movía las pasiones de los santiagueros en aquellos tiempos? Sin lugar a dudas, las peleas de gallos y las corridas de toros.

Después de la guerra de 1898, con la intensa influencia norteamericana llegó el deporte a Santiago de Cuba. Carlos Forment anota en su crónicas con fecha 15 de junio de 1902: “Hace tiempo que hay mucho entusiasmo por el base ball entre nosotros, que llena los terrenos del antiguo Cuartel Reina Mercedes” Al mencionar los clubes Cuba y Central, se refiere a ellos como “los eternos rivales”. Eran los albores de lo que con el paso del tiempo se convertiría en la cubanísima pelota.

El periódico El Cubano Libre publicó en su edición del 24 de julio de 1905, que a las cuatro de la tarde del día anterior, se había efectuado el primer juego de football en la Glorieta América, entre las bandas Azul y Amarillo: “El juego, desde el principio promovió un interés general, a pesar de ser desconocido por la mayoría del publico, que no era muy numeroso”.

Según el cronista Carlos Forment, el 10 de febrero de 1907 llegó a Santiago de Cuba el boxeo y la primera pelea se efectuó en la Glorieta América. A diferencia del baseball que tuvo una cálida acogida entre los santiagueros, el boxeo no despertó mucho interés, como se refleja en los comentarios de la prensa local sobre aquella pelea en la Glorieta América. 

El periódico La Independencia publicó en aquella fecha este comentario cargado de ironía: “Esta lidia humana nos ha sido importada, para sustituir la de gallos, por entender los altruista yanquis, que es más edificante y menos bárbara que esta última”. El Cubano Libre por su parte, hizo este ácido comentario: “El bárbaro espectáculo desagradó a los que tuvieron el mal gusto de asistir, con excepción de algunos interventores, que siguieron con gran interés las peripecias de la lucha”.

Afloraban tensiones políticas ocultas tras el espectáculo deportivo? Sin lugar a dudas, el rechazo al boxeo de cierta forma era un reflejo de cierto malestar en la cultura santiaguera. Así como años atrás las corridas de toros se volvieron un símbolo del colonialismo español, ahora el boxeo lo era de la Intervención Norteamericana.

Resulta asombrosa la cantidad de lugares para la práctica de deportes que existían en Santiago de Cuba en las primeras décadas del siglo XX. Una breve relación de estos incluiría los siguientes: El Club Náutico donde se practicaban deportes náuticos, tenis, baseball y basketball; en el reparto Los Olmos la Glorieta América trasformada en 1923 en el Campo de Sport Cataluña, con capacidad para 5 mil espectadores; el Campo Leguina dedicado al football; la Pista San Juan, inaugurada en 1924 con más de 12 mil espectadores; la Arena Vista Alegre destinada al boxeo, con capacidad para 2 mil espectadores y el Tennis Club en el reparto Vista Alegre. 


La prensa local generalmente dedicaba una amplia atención a los eventos deportivos de la ciudad. En 1920 el gran acontecimiento deportivo fue la visita al Cuba Park del célebre jugador Babe Ruth: “El estadio estuvo repleto. Se llenaron casi todas las gradas, el Grand Stand, los palcos y se desbordó el área del sol. Al aparecer Babe Ruth ante el público, a las dos de la tarde, fue saludado con estrepitosos aplausos. La primera parte estuvo dedicada a las demostraciones de Babe Ruth que estuvieron acompañadas de un clamoreo ensordecedor”.

El sábado 6 de diciembre de 1924 la prensa anunció que habrían diversos encuentros deportivos en la ciudad. En el Campo Bacardí se enfrentaban los equipos de baseball, Oriente Stars y Bacardí en el Campo Leguina habría un partido amistoso de football; en el Náutico competencias de basketball y en la Arena Vista Alegre, un cartel de boxeo. En estos años la prensa también dedicó atención al ajedrez, destacando las partidas jugadas por el Campeón Mundial José Raúl Capablaca que visitó la ciudad en varias ocasiones y el campeón de Chicago Edward Lasker que también jugó con los ajedrecistas santiagueros.

En la década del veinte las dos plazas de toros de la ciudad habían desaparecido y sólo quedaba la Valla Oriente en la avenida Victoriano Garzón; los deportes llegados del Norte, habían revolucionado la recreación de los santiagueros; lo cual formaba parte del cambio de mentalidad que hizo que en aquella época todo lo español cobrara una suerte de olor a viejo, al tiempo que lo que arribaba del Norte, fuera apreciado como moderno y elegante. ¡De pronto el sportsman se había convertido en el nuevo arquetipo masculino de la sociedad santiaguera!






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Rafael Duharte Jiménez (Santiago de Cuba, 1947). Profesor, Historiador Ensayista y Guionista de radio y televisión. Ha publicado 12 libros, numerosos artículos y ensayos en revistas en Cuba y el extranjero y una Historia Audiovisual de Santiago de Cuba que consta de 355 audiovisuales de 12 minutos cada uno; conferencista en 28 universidades y centros de investigación en El Caribe, América Latina, Europa y Los Estados Unidos. Es miembro de la UNIHC y la UNEAC. Actualmente labora como especialista de la Oficina de la Historiadora de la Ciudad de Santiago de Cuba.

Wednesday, March 10, 2021

Una foto del Camagüey. Año 1915.

 

Foto tomada el 23 de febrero de 1915,
 desde el (antiguo) Hotel Camagüey 
(hoy Museo Provincial).
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En la casa que conserva su fachada colonial 
se puede leer (creo que eso dice): 

"La Engracia
Casa importadora de vinos puros de España
Víveres en general"

Cercanías a las publicaciones católicas en la diócesis de Camagüey, 1912-1960 (por Carlos A. Peón-Casas)


La historia de las publicaciones católicas en la diócesis camagüeyana es de larga data. Se remonta justo al mismo comienzo de su erección en el tiempo, que recién ha alcanzado la centuria. Tal accionar tuvo, desde sus inicios, una imparable continuidad, con la publicación de un sinnúmero de materiales impresos que fueron desde los Boletines, las Cartas Pastorales, las Comunicaciones oficiales de los Obispos, hasta la existencia de un periódico (Prensa Federada). 

Pero con el decursar del tiempo, son pocas las personas que entre nosotros guardan un recuerdo lo suficientemente lúcido de tal accionar. Desempolvar toda esa memoria de connotaciones tangibles, pero signada igual por el valor de un imaginario que nos viene legado desde el accionar de quienes fueron sus cultores en el tiempo vital, es una tarea imprescindible para bien de un patrimonio que es obligatorio preservar.

Por ende, este trabajo constituye una mirada en una primigenia instancia a las publicaciones católicas, o de tal inspiración, en nuestra diócesis en su decursar ya centenario, y pudiera funcionar como un inventario primario de tales publicaciones, que en fases posteriores de investigación, daría mucho más fruto al estudiarlas con detalles, y que sólo hoy nos conformamos, con desempolvar y hacer visibles, tras largas década.
Esta primera cercanía priorizará la época republicana en sus diversas fases, desde 1912, con la erección de la diócesis de Camagüey, hasta la entrada de la década del sesenta de se propio siglo veinte. Un registro de tal magnitud, en un período de por sí prolongado, y tres gobiernos obispales, requeriría como ya hemos apuntado, un arduo trabajo de búsqueda documental de muy larga data, que en esta primera incursión, por razones de tiempo, es imposible acometer.

Se trata entonces de una primera cercanía a los registros documentales de la época y que se han podido allegar gracias a ese espíritu de resguardar la memoria, y salvaguardarla para toda posteridad, primordialmente los que se atesora en los fondos del Arzobispado(1), el Museo Arquidiocesano, y la Biblioteca Diocesana, y algunos muy exiguos y francamente dispersos, conservados en la Biblioteca Provincial Julio A. Mella. 

En otros casos hemos podido contar con los provenientes de manos privadas, que nos han facilitado su fichaje para esta primera, y muy parcial mirada a tan interesante y rememorativo empeño bibliográfico.

Una sucinta mirada a la prensa católica cubana en la época republicana

La proximidad a publicaciones católicas de la Cuba republicana en sus diversas etapas, nos abre un camino de sugerencias inestimables a la hora de valorar la presencia, real y tangible, de una producción de tal signo en el periodismo escrito de tal época. Junto al detalle de la novedad investigativa, subyace igualmente el deseo de echar luz en este hic et nunc, a aquellas realidades tan sugerentes de nuestro catolicismo, enmarcado en sus entornos, definido en el tiempo por luces y sombras, pero ante todo y después de todo, fluyendo indetenible de las fuentes prístinas de nuestra fe cristiana, en su andadura siempre vital por esta tierra nuestra(2). 

El mundo del pensamiento católico de la época, propugnaba con razón por la necesidad de fundar, al decir de Mons. Suárez Polcari de “un buen periódico católico”, un hecho que no cristalizaría en ese minuto. Las alusiones del investigador dan cuentan que:
En el año 1909, la Iglesia en Cuba contaba con el semanario El Católico de Santiago de Cuba; la revista mensual de Cienfuegos Libertas, y el semanario El Heraldo de Pinar del Río. Entre los tres no pasaban de 2000 ejemplares. En La Habana se publicó El Amigo de la Verdad pero dejó de tirarse por falta de apoyo(3).
Ante la pregunta de por qué acontecía de tal modo, Mons. Suárez Polcari enfatiza en un hecho, que podemos suscribir plenamente: la existencia de un diario cuya directiva era modelo seguro de la “catolicidad” del momento: el Diario de la Marina. 

Dos plumas de reconocida y probada catolicidad como León Ichaso y José E. Entralgo, por sólo citar dos nombres de prominentes católicos y periodistas de la época, eran entonces responsables de la edición de otra revista católica de notable preeminencia en esa época: El Debate.
El semanario, según acota Mons. Suárez Polcari en su ya citada investigación, tenía el objetivo de “contrarrestar a la Política Cómica, de marcado anticlericalismo”.
Sin dudas, se les contestaba a los críticos a ultranza del catolicismo, que también podían ser los del periódico El Día o El Mundo, usando un estilo agudo, y devolviendo golpe por golpe.

La postura del semanario y de su director, el Sr. Ichaso, conllevaba una actitud que el mismo explicitaba acuando dice:
Es este un semanario de seglares que ya con el látigo, ya con la risa, ya con la razón, ha salido a la palestra espontáneamente en pro de los “obscurantistas retrógrados y sacristanescos(4)
Lo anterior nos lleva de la mano a otro muy interesante detalle que tiene este semanario, y es el emblema(5) de la publicación:
El emblema de El Debate lleva una mano que azota con el látigo a una manada de gansos. Son los ignorantes fatuos. Los que sin más conocimientos (…) hablan de todo y discuten sobre todo y dan su fallo sobre todo, con petulancia insoportable. Son los gansos del periodismo. Los que mal aprendido el epítome, leídas revistas y novelas francesas de color subido, y poemas decadentes, han logrado entrar en la redacción de algún periódico mediante alguna información escandalosa o alguna recomendación política y desde allí peroran sobre todo lo que nos saben, vuelcan vaciedades y sandeces, truenan contra lo vetusto y arcaico y desprecian a Calderón, a Lope, a Fray Luis de León, a Granada, a Quevedo, y hasta el mismo Cervantes como antiguallas(6).
De la misma época tenían igual relevancia otras publicaciones que recoge Mons. Suárez Polcari, en su Historia de la Iglesia Católica en Cuba ya citada, entre aquellas: Juventud, editada por el Colegio de los Padres Paúles en Matanzas, que tenía por perfil lo temas científicos, literarios y sociales. En la misma lista se suman El Amigo de la Verdad; La Revista Social; La Ilustración católica, El Amor de los amores, Boletín de la Anunciata, El apostolado de Belén, San Antonio y El Rosal Dominicano, entre otras.

Libertas, la ya citada publicación de la diócesis cienfueguera nos merece un necesario aparte en su condición de publicación diocesana desde los primeros tiempos de la fundación de la Diócesis cienfueguera, y que fungía además como su Boletín Eclesiástico desde presumiblemente 1909.

Sus contenidos incluían espacio para lo referente a los temas apologéticos pero también a los concernientes a la libertad política, la ciencia y la educación.

Pero igualmente, se constituía en una publicación de amplio espectro, recreando en sus páginas, las temáticas más diversas y actuales para su época. 

Esta especial edición(7) salva para la posteridad estos contenidos de esos años, y constituye una valiosa fuente documental que nos devela las sustanciales coordenadas de la historia eclesial cienfueguera pero que entronca igualmente con las coordenadas de nuestra diócesis camagueyanenis, erigida en 1912.

Un ejemplar suelto de la revista correspondiente al mes de agosto de 1916. perteneciente al año VII, y al Tomo VII, corresponde al momento en que Mons.. Zubizarreta había asumido los destinos de la diócesis cienfueguera como Administrador Apostólico, pues el número aclara en su portada que la revista es el Órgano Oficial del Obispado de Cienfuegos y Camagüey

Desde el año 1915, la diócesis camagüeyana regentada por Mons Zubizarreta tenía en circulación El Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Camagüey, que veía la luz en 1915, al que ya hemos dedicado un trabajo anterior, pero sobre el que retornaremos en un minuto posterior, y que al parecer tuvo corta vida si entendemos que Libertas era ya el agosto de 1916, la publicación oficial de ambas Diócesis. 

Desde tal época, y hasta 1961, con la intervención de todos los colegios católicos y las publicaciones que la iglesia cubana regentaba igualmente, proliferaron en Cuba un sinnúmero de aquellas. 

En una interesante relación aparecida en el Boletín de las Provincias Eclesiásticas de la República de Cuba, que data del año 1955, sumaban en ese minuto más de ochenta. Entre los más relevantes destacaban: La Quincena, de los padres Franciscanos, Aromas del Carmelo, publicada por los padres Carmelitas, Cine Guía, editada por el Centro Católico de Orientación Cinematográfica de la Acción Católica Cubana, Noverim, revista publicada por el Departamento de Relaciones Culturales de la Universidad Santo Tomás de Villanueva, entre otras, y que presentamos como necesaria evidencia en lista completa en los anexos de este trabajo.

Las publicaciones católicas en la diócesis camagüeyana.

Un poco después que Mons. Valentín Zubizarreta asumiera sus obligaciones como primer obispo diocesano, tuvo a bien fundar el Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Camagüey(8), al que ya hemos aludido en la presentación de nuestro trabajo y de los que conserva algunos ejemplares el Fondo de Libros Raros y Valiosos de nuestra Biblioteca Diocesana.

La dedicatoria de aquel primer número, iba dedicado al Santísimo Padre el Papa Benedicto XV, y a continuación, se incluía una nota Al Benévolo Lector, donde el obispo apuntaba sobre:
la necesidad de comunicarse con los Sres. Sacerdotes y con los fieles de su diócesis y transmitir todas las disposiciones de la Santa Sede Apostólica(…) y por tanto “ha parecido conveniente empezar la publicación de este boletín eclesiástico en la forma que verá el lector"(9)
La estructura más o menos regular de aquel Boletín, en los escasos números que conocemos estaba tal y como el obispo lo habría advertido en el primero, dividida en tres secciones: una Canónica, una segunda Oficial y una tercera Doctrinal, junto a una de Variedades. Tal parece que fue esta, la distribución definitiva del Boletín, al menos hasta donde sabemos, y que se mantuvo en los números subsiguientes que tenemos a mano.

La duración en el tiempo, de aquella publicación parece haber sido efímera, por el hecho que acotábamos antes, que ya para el año 1916, Libertas, la precitada revista de la diócesis cienfueguera fungía como órgano oficial de ambas diócesis. 

Pero desde un poco antes, circulaba en la ciudad una revista de claro signo católico, aunque no fuera oficiosamente promovida por la Iglesia: Religión y Patria, bajo la dirección literaria del entonces presbítero Dr. Manuel Artega; quien fungiera además desde 1912, año de su llegada a la diócesis desde Venezuela, como cura párroco y Capellán propietario del Santuario de La Caridad, e igualmente como Provisor y Vicario General del Obispado desde 1915, y hasta su partida a la diócesis habanera en 1916. 

La publicación tenía como Director Artístico a Juan Acosta. El único ejemplar que se conserva de esta revista, data de enero de 1914. Suponemos pues que su circulación fue breve, dado que como se acotaba más arriba, el futuro primer cardenal de la grey católica cubana, marcharía a ejercer funciones sacerdotales en la capital en 1916. No hemos podido pues datar convenientemente las fechas de inicio y cierre de esta publicación, una labor que nos queda pendiente para futuras incursiones sobre este tema.

Sus contenidos eran variados, teniendo en cuenta los destinatarios de aquel semanario que se anunciaba “para las familias”. En el número que reseñamos, se incluía una Conferencia con el tema de la confesión a cargo del padre escolapio Vicente Sancho.

Igualmente los temas cívicos y por ende con coordenadas patrióticas eran tratados en sus páginas. En la portada de aquel número se presentaba a título de editorial el tema del patriotismo en las cámaras de comercio. Las páginas interiores de aquel número aludía a una excursión de algunas familias de suscriptores, a la cercana comarca de Nuevitas.

Incluía a la par entre sus contenidos información de interés para los católicos de la ciudad, con los horarios de misas en cada una de las parroquias, y con notas alusivas a distintas celebraciones litúrgicas, con lo que ciertamente funcionaba como un oportuno boletín, que acaso complementaba al que se venía editando desde Cienfuegos, y que fungía como publicación oficial para ambas diócesis hasta que Mons. Pérez Serantes fuera nombrado obispo titular de Camagüey en 1920. 

No sería hasta mucho después, en el gobierno pastoral de Mons. Riu Anglés (1949-1961), que la diócesis contaría, con otra publicación del tipo del Boletín antes reseñado (Hoja Diocesana del Obispado de Camagüey). En el interín, y bajo el gobierno de Mons. Pérez Serantes(1922-1948), no existiría, hasta dónde hemos podido rastrear, otra publicación con ese carácter. 

De tal período, subsisten empero muchas Comunicaciones y Cartas Pastorales, principiando por una interesante declaración del obispo a sus diocesanos con motivo de la toma de posesión en su cargo. “Sus pastorales con motivo de la revolución de los años 30, son de valiente testimonio y antología”(10).

De la ya citada Hoja Diocesana del Obispado de Camagüey existen al menos un par de ejemplares, correspondientes a los años 1952 y 1954. Sus contenidos son esencialmente referentes a comunicaciones del obispo con sus diocesanos, y alguna que otra noticia ad usum.

Pero la verdadera joya de la corona, de entre aquellas publicaciones de claro signo católico lo constituye el periódico Prensa Federada, órgano oficial del Consejo Diocesano de la Acción Católica Camagüeyana, que circulaba con tirada quincenal, y tenía sus oficinas en la casa marcada con el número 16 de la calle Martí. 

La publicación de la que se archivan varios números en excelente estado de conservación, corresponden a dos períodos, uno entre los años 1951 y 1954, y un segundo momento, correspondiente a los años 1954 y 1957. No tenemos detalles del comienzo y cierre de la publicación de este periódico, aunque su inicio es siempre posterior al año 1943 cuando se fundan los primeros tres grupos que conformaron el primer Consejo en la diócesis(11).

Por el machón de la publicación, conocemos que en la primera etapa ya mentada fungía como su director el Sr. Romárico Estrada Martínez, como administrador: Humberto Soñora, y era su Tesorero: José Ramón Cossío Martínez. Se encargaba en aquel minuto de la Circulación, el Sr. Daniel Rivas Rodríguez, y el Jefe de Información era Miguel Barceló Doval.

En la segunda etapa hasta el año 1957, habría asumido ya la dirección el ya mentado Rivas Rodríguez. No tenemos tampoco más referentes del diario a partir del triunfo revolucionario del 1ero de enero de 1959. Suponemos sería clausurado, como tantos otras publicaciones católicas y programas radiales y televisivos, en el entorno de finales de los años 60’s(12)

El periódico, impreso en los talleres del Colegio Salesiano, era por su porte tan voluminoso como El Camagüeyano(13), y por sus amplios contenidos no tenía que envidiarle a ninguno de su tipo. 

Reseñaba a pie juntillas todas la informaciones concernientes a las actividades de la Federación. Como botón de muestra reseñamos algunas de las ocurridas en el año 1956, y que se leen en sus páginas como la celebración de un cursillo en el Colegio Artes y Oficios de los Padres Salesianos, y afines de enero se le tributa homenaje a José Martí por su natalicio.

Para el aniversario de la Federación, el 11 de febrero de ese propio año, “se llevan a cabo programas radiales en los cuales se expone la historia del movimiento en la provincia y sus fines y proyecciones”(14)

Otros suceso de los que se hacía eco el diario acaecía en septiembre de aquel año en ocasión del Día de la Juventud Católica, una celebración:
que consiste en una misa oficiada por el Mons. Carlos Riú y Anglés, Obispo de Camagüey, seguida de un acto en el monumento a los mártires de 1851 donde habla el presidente, Fernando Rivero. Por la tarde se hacen visitas a asilos y hospitales a los que se llevan obsequios y en la noche, en el Salón de Actos de los Caballeros de Colón, tiene lugar una velada a la que asiste como orador invitado el Dr. José Lavastida, presidente de la Liga de la Decencia. Al día siguiente se efectúa en el teatro Casablanca una función de cine organizada por los Consejos Diocesanos(15).
Para el mes de noviembre de aquel 1956, se organiza una masiva excursión a la Habana, en el que participan 1000 personas, y de la que deja constancia el diario al reseñar el hecho y publicar una foto de los excursionistas abordando el tren en la otrora estación de ferrocarril de la ciudad.

Otras publicaciones de la época

Una muestra interesante de otras publicaciones no seriadas y conmemorativas(16) ocupan este aparte. Resultan igualmente un material digno de mención en este inventario primario de aquellas publicaciones.

Como botón de muestra, vayan dos de tales materiales que se conservan en el Fondo de Libros Raros y Valiosos de la Biblioteca Diocesana de Camagüey. 

La primera es la Memoria de la Santa Misión acaecida en la ciudad agramontina entre el 18 y el 29 de enero de 1951. El material impreso en la conocida técnica del retrograbado, muy al uso en aquella la época, revela tanto por sus contenidos como por sus fotos aquel suceso misional de tanta recordación en la ciudad que principió con un Gran recibimiento(17) a los predicadores, un acto de afirmación mariano en el Parque Agramonte, una gran concentración, en recordación de los difuntos en el cementerio local (acaeció en horas de la noche), un Via-Crucis penitencial en la Plaza de la Caridad, y finalmente cerraba con broche de oro con una Misa de Comunión General en el atrio del Santuario de Nuestra Señora de la Caridad.
Misiones especiales fueron las dedicadas a los profesionales, los estudiantes, los empleados y obreros, los militares y los empleados del servicio doméstico, y los enfermos y los presos.

Los textos recogidos en este interesante material provienen en su mayoría de las crónicas publicadas para la ocasión por el diario El Camagüeyano, donde puntualmente se reseñaron todas las actividades de aquella memorable misión. Otro importante diario de la época el muy reputado Diario de la Marina, tuvo igualmente a bien resaltar el acontecimiento(18)

La segunda publicación corresponde a un Album alusivo a las Bodas de Plata del Consejo Santa María de los Caballeros de Colón, suceso que acaecía en el año 1948.

Del ya citado documento conmemorativo salvamos hoy los interesantes detalles de la época, que nos llegan en sucesión de acontecimientos varios, en formato de viejas fotos y textos, vívidos en la plenitud de un pasado imposible de reeditar, inasible por donde quiera que se le mire. 

En aquel lejano año 1948, la membrecía del Consejo sobrepasaba los 200 inscriptos(19), contrastando con la de los iniciáticos fundadores del año 1923, que no llegaban a la centena(20). Presidía la Directiva aquel año el Gran Caballero Sr, Gabriel Cadenas, era su capellán el P. José Borotau, y su Tesorero el Sr. Francisco Bango. Otros cargos eran detentados por el Sr. Daniel Rivas (Conferencista); el Dr. Antonio Martínez (Gran Caballero Delegado); Aquilino González (Canciller) y el Sr. Jesús Centeno (Director General de Actividades), entre otros. El Consejo realizaba Actividades Religiosas, Patrióticas y Educativas. Entre todas aquellas se contaban como botón de muestra, el reparto de víveres y juguetes en el Asilo S. J. Nepomuceno, la fiesta anual de la Comunión Pascual o las sesiones teatrales que uno de los hermanos ofrecía en la propia sede social del Consejo. De todas ellas dan testimonio las fotos escaneadas que acompañan a este necesario trabajo de rescate de tan singular memoria.

Otra interesante fuente documental de las publicaciones que venimos reseñando se producían con toda probabilidad en los colegios católicos de la ciudad, barruntamos que en la mayoría de ellos se editaran algún tipo de estos materiales alusivo, pero no hemos podido localizar hasta este minuto más que un par de publicaciones a saber: algunos Albumes del Colegio de los HH. Maristas, donde se reseñaban en cada curso escolar los sucesos más relevantes , junto a las fotos de todos sus alumnos, y una muy singular publicación del Colegio Salesiano de La Vigía, una hojita mimeografiada con el título de Chispita, donde se plasmaban noticias y comentarios, preparadas por las propias alumnas.

Last but not least, reseñamos al cierre una publicación que editaban mensualmente los grupos de Acción Católica de la Parroquia de San José(21). Con el título de “Loyola-Javier”. Se trataba de un material mimeografiado, y que incluía fotos, reproducidas por igual técnica.

El ejemplar al que referimos es un Número Especial, publicado en Septiembre de 1958, y que reseña muy especialmente el primer año de labor de los PP. Agustinos a cargo de la parroquia. Dirigía la publicación el Sr. Julio García. Entre sus colaboradores se contaban José M. Suarez, a cargo de los anuncios; los dibujantes: Orlando Frías y Antonio González. El dibujo de la portada era de la autoría de José M. Pérez.

El cuerpo de la publicación, lo constituyen una secuencia de actividades generadas por los grupos parroquiales de la Acción Católica, durante los años 1957 y 1958. Destacan entre las más relevantes de aquel último año una Tanda de Ejercicios Espirituales, efectuada en la Casa de Ejercicios Loyola- Javier, la inauguración de la Escuela Parroquial San Fernando, y la entrega de juguetes por parte de los Federados a los niños de la Catequesis del poblado de Cromo. Otro hecho singular sería la conmemoración de las Bodas de Perlas de la Federación en la parroquia, en febrero de aquel año. 

No tenemos otras evidencias de la duración en el tiempo de esta publicación, pero suponemos igualmente que dejaría de editarse como otras ya aludidas a raíz de las inevitables circunstancias que conllevaron la disolución de estos grupos de la Acción Católica a principios de loas años sesenta.

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Citas y Notas


  1. Es de agradecer el esmerado y celoso trabajo de rescate y conservación de tales archivos que allí acomete la cuidadora de esos fondos, la Sra. Amparo Fernández Galera, historiadora e investigadora de la historia local, especializada en estos temas eclesiales, sin cuyos auxilios, se haría muy difícil este empeño.
  2. Ese espíritu vital de nuestra andadura como católicos en Cuba queda plasmado brillante y bellamente en el párrafo conclusivo del Discurso Inaugural del ENEC pronunciado por nuestro inolvidable Mons.. Adolfo Rodríguez, en nombre de los obispos cubanos, cuando decía: “Tenemos una esperanza y queremos dar palabras de esperanza a los que las pidan, a los que han fijado su miras sólo en lo terreno como límite a sus aspiraciones humanas y sienten que les falta algo. No tenemos ni la primera ni la última palabra de todo, pero creemos que existe una primera y una última palabra de todo y esperamos en Aquel que la tiene, el Señor. En el miramos con serena confianza el futuro siempre incierto, porque sabemos que mañana, antes que salga el sol, habrá salido sobre Cuba y sobre el mundo entero la Providencia de Dios” En ENEC. Documento Final e Instrucción Pastoral de los Obispos. 1987. p.12.
  3. Historia de la Iglesia Católica en Cuba. Mons.. Ramón Suárez Polcari: T-2, p.292
  4. El Debate. Por Columnas y Regatas en El Debate, 4 de agosto de 1917, p.7
  5. Véase el anexo que corresponde a una portada de dicha revista
  6. El Debate. Lacras y Plagas. 11 de agosto de 1917. p.3
  7. Véase mi anterior trabajo El Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Camagüey. Una oportunidad de re-visitar la historia diocesana desde su andadura centenaria.
  8. Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Camagüey- Año I. Camagüey, 1915. P.1
  9. Episcopologio. Reinerio Lebroc. Ed Hispanoamerican Books. p.40
  10. Ver Con la Estrella y con la Cruz. Historia de la Federación de las Juventudes de Acción Católica Cubana. Vol 1 y 2. Teresa Fernández Soneira. Edic. Universal., Miami, Fl, 2002. Para 1944, las ramas masculinas y femeninas en la diócesisi camagüeyana sumaban ya 67 grupos y 1868 afiliados. p. 288. Sin embargo, esta obra no recoge ninguna alusión a la precitada publicación camagüeyana
  11. Para septiembre de 1960 “fueron clausurados los programas de radio y televisión católicos y se creó la organización Con la Cruz y con la Patria, que pretendió la creación de una iglesia nacional, la cual no tuvo eco ninguno en los sacerdotes con antecedentes en la lucha revolucionaria.(…)”. La revista La Quincena fue la última en ser clausurada hecho que ocurrió el 17 de abril de 1961 En Con la Estrella y la Cruz op cit. p.458 y 465.
  12. Diario de la ciudad agramontina que desde 1906 se editaba en la ciudad luego de cambiar su nombre original: El Liberal. Se le consideraba como el más importante de la ciudad por “por su circulación, popularidad y resortes informativos” En Camagüey y su Historia. Secc. Inv. Históricas CP del PCC en Camagüey. p.105
  13. Con la Estrella y la Cruz. Op. cit. p.391
  14. Ibíd. p.391
  15. En el fondo de la Biblioteca Diocesana se conserva igualmente la Memoria del Congreso Eucarístico Diocesana acaecido en la diócesis en 1941. Un material del que pretendemos una recreación posterior y que por ahora sólo hacemos oportuna mención en este primario inventario
  16. El acto dio comienzo en la Iglesia de Santa Ana, desde donde salieron en procesión con la banda de música a la cabeza, seguidos de los fieles de las distintas parroquias con una cruz y ciriales, cerraban la marcha los sacerdotes misioneros venidos de distintas partes del país, acompañados por los caballeros de la distintas agrupaciones católicas de la ciudad. “Todas las calles del recorrido, que fueron las de General Gómez, Cisneros y Luaces, se encontraban colmadas de público.(…) Se calcula en más de 10.000 personas las que integraban la manifestación.” Al final del recorrido frente al Colegio de los PP. Escolapios, se sucedieron los discursos del obispo diocesano y otros sacerdiotes misioneros. El acto fue transmitido íntegramente por la estación Radio Progreso. De El Camagüeyano. En Memoria de la Santa Misión. p. 9
  17. Así resaltaba el suceso: “La misión de Camagüey no es una misión más. Abre época época en la historia de las misiones populares de Cuba. Se trata de misiones parroquiales en doce centros simultáneamente; pero lo específico es que la misión se da con unidad de mando y con actos comunes de imponentes concentraciones de fe católica y mariana”. En Memoria de la Santa Misión. Op. Cit. p.24
  18. De entre tanto nombres de antiguos miembros del Consejo, distingo enseguida el de mi abuelo Nicolás Peón, por entonces un próspero comerciante, dueño a dos manos de un modesto pero bien ubicado hotel de la ciudad: El Europa, localizado entonces frente a la muy movida entonces Estación del Ferrocarril, en la calle Van Horne. Abuelo fue miembro por unos años, justo por esa época de mediados de los años cuarenta, y hasta principios de la década del 50.
  19. Entre los fundadores figuraban Mons. Pérez Serantes, obispo de Camagüey por entonces, el también Monseñor Antonio Salas y los Padres Elías de la Sagrada Familia y Eusebio del Niño Jesús (Ovidio Fernández Arenillas O.C.D), este último mártir de la Guerra Civil Española, recientemente beatificado.
  20. Los grupos eran dos, uno de la rama femenina: San Ignacio de Loyola, y otro de la masculina: San Francisco Javier. Otros grupos como el san Luis Gonzaga de la Parroquia de La Soledad, promovían sus propias actividades dejando constancia, en una interesante Invitación que data de Julio de 1941, en ocasión de los actos en honor al Patrón de la Juventud.
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Gaspar, El Lugareño Headline Animator

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