Friday, March 19, 2021

Cuando vuelvas a mi sendero (un poema de Thelma Delgado)



Cuando vuelvas a mi sendero
Ya no habrá más despedidas,
Me lo aseguró un jilguero
Al verme llorar a escondidas.

-Prepárate pues pronto vendrá
Aquel por quien tanto suspiras,
Su amor a tu amor unirá
Al ritmo de piano, arpas y liras.

Con ansias espero el momento
De verme en tus ojos de nuevo,
Rozar tu piel, sentir tu aliento
Y otras cosas que a decir no me atrevo.

Se irá el dolor, la pena, el desconsuelo
Cuando no exista ni distancia ni lejanía;
Seré feliz!, pondré flores en mi pelo
Y vestiré para ti, mi alma de poesía.





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"Bohemia" anuncia la reapertura del Teatro Principal de Camagüey, el 18 de marzo de 1926

Los señores Ramón Fernández y Enrique Nimó, a quienes se debe la feliz iniciativa de la reconstrucción del antiguo teatro "Principal", pronto verán realizada su gran obra, la que perpetuará su memoria.

Dicha obra, que estará terminada del todo para el día 15 del corriente marzo y será la inauguración el día 18, con la gran compañía de opereta que dirige el reputado empresario Santa Cruz. La obra elegida por el público camagüeyano para la nueva apertura del "Principal" es la Danza de las Libélulas. Después la compañía de Santa Cruz dará cuatro funciones más.

Una muestra de la gran acogida que el inteligente pueblo camagüeyano ha prestado a los esfuerzos realizados, por los señores Fernández Nimó, es que ya a la hora que escribo estas líneas no hay una sola localidad que no esté comprometida. Esto viene a demostrar los grandes deseos que sentía el pueblo por tener un buen teatro, donde pasar noches agradables. Ricardo Avila. Corresponsal Viajero. (Bohemia. Marzo 14. 1926)


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En el blog

Thursday, March 18, 2021

Un perfil psicológico del santiaguero (por Rafael Duharte Jiménez)


En el siglo XIX se publicaron numerosas opiniones críticas sobre los criollos de la América Española, las cuales a juicio de Marti, eran obra de “viajeros soberbios y escritores” y en ellas estaba el origen de los prejuicios que se formarían en la sociedad norteamericana, sobre los “latinos”; el motivo en definitiva de porque “el Norte revuelto y brutal, nos desprecia”.


En la vasta literatura de viajeros decimononos, encontramos al creole Hipólito Pirón, nacido en Santiago de Cuba y educado en Francia, quien nos dejó sin embargo este interesante perfil psicológico de los santiagueros en su libro La Isla de Cuba:
Los cubanos son los españoles nacidos en Santiago de Cuba; tienen muchas cualidades de los españoles europeos; también algunos de sus defectos, pero en grado diferente. Son menos orgullosos, más fanfarrones, más pretenciosos, más aturdidos (…) Practican la hospitalidad con menos esplendidez, pero con mayor franqueza. Su inteligencia viva y brillante los hace sentirse demasiados confiados en ella, no la cultivan lo suficiente mediante el estudio (…) las cubanas son en extremo coquetas (…) Los hombres son muy ardientes, muy apasionados, muy voluptuosos (…) Por naturaleza, poco trabajadores e industriosos.

Resulta evidente que Pirón se refiere sólo a los criollos blancos, aunque a la sazón había miles de negros y mulatos en la ciudad de Santiago de Cuba, muchos de los cuáles eran libres e incluso habían ascendido en el plano económico. Pirón sin dudas los conoce, lo cual se hace evidente en su libro, pero para él, criollos son solo los blancos nacidos en la Isla.

Este grupo que Pirón observó cuidadosamente en la sociedad Filarmónica, la retreta de la Plaza de Armas, las tertulias hogareñas y la calle, era el fruto de un largo proceso que se inició a comienzos del siglo XVI y cristalizó aproximadamente un siglo después; un momento fundacional sobre el cual ofrece un testimonio de primera mano el poema épico Espejo de Paciencia, de Silvestre de Balboa.

¡El santiaguero que nos presenta Pirón, es el criollo que está a punto de metamorfosearse en cubano, en el curso de la Guerra de los 10 Años!

La interrogante que resulta fascinante intentar responder, es cómo se modifica este perfil, luego de las guerras de independencia y el choque con la modernidad.


¿El espíritu guerrero que se nos encarnó en la manigua, nos hizo más orgullosos, fanfarrones y pretenciosos? Probablemente sí, de lo que no caben dudas es que elevó nuestra autoestima en tal grado que algunos vecinos antillanos nos han visto algunas veces como una suerte de “argentinos del Caribe”.

La hospitalidad y la franqueza que Pirón aprecia entre las virtudes del santiaguero, aún se reconocen como distintivas de éste.


La inteligencia viva y brillante que no se cultivaba con el estudio, dio un vuelco significativo en el siglo pasado, cuando crecieron como hongos en la ciudad las escuelas, los museos, las bibliotecas y las instituciones culturales.

¡Creo que las mujeres continúan siendo coquetas y los hombres apasionados, tal como los vio Pirón!

En cuanto a nuestra naturaleza poco laboriosa, sin dudas sigue siendo un importante defecto, en el cual tienen responsabilidad la herencia española como bien apunta Pirón, quizás la africana y también el clima.


Una mirada a la cultura santiaguera contemporánea confirma que como dijera el francés, tenemos “imaginación, el instinto de la poesía y el gusto por la música”. Decenas de poetas, pintores, teatristas y músicos han dado fama, incluso internacional, a Santiago de Cuba. 

La afirmación de Jorge Mañach en el sentido de que el cubano es “frívolo y arrogante”, en cierta medida como resultado del impacto de la modernidad, puede explicar algunos comportamientos sociales, particularmente de nuestra azarosa vida política.


La personalidad del criollo se ha mantenido en lo esencial, por lo menos en los últimos dos siglos; con el paso del tiempo se han producido cambios de hábitos, costumbres y hasta de mentalidades; pero el santiaguero, con sus virtudes y defectos, no parece haber cambiado en lo esencial desde los tiempos del francés Hipólito Piron. 





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Rafael Duharte Jiménez (Santiago de Cuba, 1947). Profesor, Historiador Ensayista y Guionista de radio y televisión. Ha publicado 12 libros, numerosos artículos y ensayos en revistas en Cuba y el extranjero y una Historia Audiovisual de Santiago de Cuba que consta de 355 audiovisuales de 12 minutos cada uno; conferencista en 28 universidades y centros de investigación en El Caribe, América Latina, Europa y Los Estados Unidos. Es miembro de la UNIHC y la UNEAC. Actualmente labora como especialista de la Oficina de la Historiadora de la Ciudad de Santiago de Cuba.

Wednesday, March 17, 2021

Noticias de Puerto Príncipe un sábado de marzo de 1861 (por Carlos A. Peón Casas)

Dibujo de Alden Springer. Año 1874.
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Son notas de interés de aquella comarca puerto principeña. Nos llegan reseñadas en un entonces popular diario de la otrora ciudad de entre ríos: El Fanal, que se anunciaba como “Periódico Político, Literario, Industrial y Mercantil”. El ejemplar a nuestra vista, corresponde al sábado 23 de Marzo de 1861.

Haciendo honor a sus contenidos, aludía primariamente a asuntos puntuales concernientes a la Secretaría de Gobierno, aquel sábado ya seguramente primaveral, después de celebrado el Día de San José, fecha ya propiciatoria para las primeras lluvias.

Se trataban de nuevas regulaciones de las Ordenanzas Públicas, a ser cumplidas con inmediatez en el entorno del Casino Campestre “instituto de ornato y de utilidad común”. Una de aquellas estatuía que:
El que apedreare, manchare o deteriorare monumentos de ornato público, quedará en la inmediata obligación de resarcir el daño, y pagará de multa treinta pesos.
En otro artículo que igualmente haría valer la autoridad del vigilante del barrio de La Caridad donde se ubicaba el parque de recreo se dejaba saber que:
Las caballerías y demás animales sueltos que se hallasen vagando sin el conocimiento de sus dueños por estos predios serán conducidos al Corral y el que resultase ser el dueño pagará los daños y perjuicios.
Otra interesante nota en el diario de marras de aquel día, la firmaba la Subdelegación de Medicina y Cirugía que avisaba a los practicantes de esos gremios que:
Se recuerda a todos los médicos y cirujanos de este distrito que debe remitir a esa dependencia del 17 al 19 de cada mes, el estado sanitario de los enfermos que asistan; debiendo sujetarse en su información a la clasificación al uso mandada a observar por la Superioridad.
Dicha Clasificación incluía una lista muy precisa de dolencias que podemos barruntar eran muy comunes en aquel Puerto Príncipe, y que a saber incluían “inflamaciones internas, flegmansias febriles de la piel, neuralgias vicerales, espasmos clónicos, hidropesías, fiebres catarrales, diarreas, y reumatismos”, por sólo participarles al curioso lector algunas de aquellas.

Igualmente se listaban en un aparte las Enfermedades epidémicas y contajiosas: el cólera morbo, la colerina, la viruela y la fiebre amarilla”

En la misma primera plana del diario una oportuna sección de anuncios varios dejaba sabe a los interesados principeños sobre asuntos de interés comercial:

El primero daba cuenta de una muy particular permuta de bienes:
Se permuta un potrero de 6 caballerías de tierra por dos negros o por una casa que esté en buen punto: calle de la Reina núm 177 y medio.
Un segundo aviso hacía saber a los comerciantes y hombres de negocios con caudal suficiente para tenerlo a buen resguardo que:
A los Sres. que nos han encargado las magníficas cajas de hierro de combinación para abrirse, les participamos haberlas ya recibido por el último buque llegado de Barcelona; a más de las encargadas nos han mandado algunas más que tenemos en manifiesto para el que guste poseer a precio bastante módico un mueble tan útil para guardar sus intereses; el que las solicite podrá verla en la tienda de los Dos Amigos.
Una tercera, refería a los lectores y padres de familias sobre la despedida de la noble sociedad principeña de una visitante norteamericana, la Srta. Doña Ana Philips oriunda de Nueva York, quien habría alternado con lo mejor y más graneado de la sociedad de antaño, y que al partir a su terruño dejaba saber a todos que:
(…) ofrece en Nueva York a todas las personas que quieran honrarla con su confianza…un Colegio particular para la educación de 16 a 20 niñas, las cuales cuidará con el mayor esmero, tanto por las simpatías que ellas le inspiran, cuanto por el conocimiento que tiene de las costumbres del país. Este Colegio que estará abierto desde el primero de Mayo del presente año, es en sociedad con la Sra. Doña Cornelia Jowsend, cuya señora es respetada por sus buenos sentimientos religiosos y políticos. Tiene una casa hermosa de habitaciones bien ventiladas con baños para refrescarse en el verano, y en el invierno todo lo necesario para calentarse con las demás comodidades que ofrece el país. Esta casa tiene una hermosa vista al río Hudson, distando de la ciudad de Nueva York media hora por el camino de hierro (…)
Los detalles en cuento a emolumentos de aquella tan original propuesta en una clásica boarding house neoyorquina de la época, se tratarían a discreción con los interesados.

De la aceptación de tal propuesta entre los adinerados puerto principeños que pudieran haberse permitido la educación de sus hijas en el Nueva York de entonces, este escribidor se barrunta cuán extendida hubiera podido ser, justo en aquel tan raigal Puerto Príncipe, tan pagado de costumbres castizas, y en especial en lo relativo al trato moral y la educación intelectual de las más jóvenes de la casa.

Tuesday, March 16, 2021

"Plantados". Premio del Públlco en el "Miami Film Festival 2021".

Ver film en Youtube

Runtime: 118 minutes
Language: Spanish
Country: United States
Premiere: North America Premiere

Director: Lilo Vilaplana
Screenwriter:Lilo Vilaplana, Angel Santiesteban, Juan Manuel Cao
Producer: Irasema Otero, Leopoldo Fernández Pujals, Carlos Centurión
Cast: Gilberto Reyes, Carlos Cruz, Ricardo Becerra, Frank Egusquiza, Hector Medina, Roberto Escobar
Cinematographer: Carlos Andrés Hernández
Editor: Camilo Escobar, Fox TeleColombia
Music: Arturo Sandoval

Enrique Manuel Pérez Pérez, el arquitecto olvidado (por Víctor Mozo)

Colegio de Arquitectos de Camagüey. Año 1959
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Foto hecha en el año 2000. 
Este edificio fue sede varios años
del PCC Provincial. 
Imágenes tomadas del website Arquitectura Cuba.
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Ver la foto de lo que fue la sede del Colegio Provincial de Arquitectos de Camagüey en el Facebook de un amigo el pasado 13 de marzo, Día del Arquitecto en Cuba, no podía dejar de llevarme a pensar en quien fue el hacedor de tan maravillosa obra arquitectónica y a la vez el último presidente del Colegio de Arquitectos de la provincia agramontina, el arquitecto Enrique Manuel Pérez Pérez.

Lazos familiares me unieron durante varios años a Pérez Pérez, como era más conocido. Estos lazos, que no olvido, pues era el abuelo de mi hija, me traen innumerables recuerdos. No solo me enorgullezco de haberlo conocido sino también de haber convivido con él.

Si había una persona apasionada por su trabajo a tal punto de no contar las horas, era él. Pérez Pérez, habría podido ser un arquitecto de renombre en cualquier parte del mundo, pero prefirió quedarse en Cuba aun a sabiendas de que su familia, bien establecida en España, lo habría ayudado a empezar de nuevo.


Vuelvo a la foto de marras, a la primera, no a la del adefesio en que se convirtió lo que pudo ser una obra de arte orgullo de nuestro Camagüey. Quizás Pérez Pérez se inspiró de grandes arquitectos como Le Corbusier o Frank Lloyd Wright para realizar dicha obra. En más de una ocasión ojeé en su casa las revistas especializadas que guardaba quizás de una época que para él fue dorada. Las fotos de las obras de esos dos grandes arquitectos de fama mundial, no faltaban.

Antiguo Hospital de Emergencias.
Camagüey década de 1950
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La firma del arquitecto Pérez Pérez no era la única en Camagüey, por supuesto, pero cuando se hablaba de grandes obras había que contar con él. Ya fuera el antiguo Hospital de Emergencias, hoy Clínica Dental y Centro de Higiene y Epidemiología, el Hospital Oncológico, el Hospital Amalia Simoni o ya fuera el edificio El Lugareño del que fue arquitecto asesor o el edificio de apartamentos de Urbano Benito muy moderno para su época, sito en la calle República llegando al callejón de Castellanos o el antiguo Club de los Amigos del Mar, convertido después en las sombrillitas del Casino. Sin olvidar un buen número de casas diseñadas por su firma y, por último, hasta su retiro, la renovación y construcción de hospitales como arquitecto de la Dirección Provincial de Salud Pública.

Concienzudo en su trabajo, era difícil llevarle la contraria sin una razón válida. Así me contaba un amigo que en una ocasión no cejó en tomar una mandarria para echar abajo una pared porque no se había hecho como él lo había pedido y aparecía en los planos. Ante la queja y el asombro de los presentes, dicen que había dicho “aquí el que construye soy yo, y él que destruye, soy yo”. ¿Fue verdad? ¿Verdad a medias? Quizás. Pero no lo dudo, el hombre era de armas tomar cuando se trataba de su trabajo o de su familia.

Hospital Amalia Simoni.
Aspecto actual
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Sí me consta que días antes de casarme con su hija, noqueó, por así decir, a un obrero de la construcción en el Hospital Amalia Simoni, que lo había ofendido. Le costó una fractura del pulgar derecho que fue tratada por su amigo el ortopédico Ulises Sosa de Quesada en el hospital Pediátrico. De eso fui testigo y compañía imprescindible, pues ante una fractura, el hombre sí tuvo miedo. Quédate conmigo, Víctor, me decía, mientras el Dr. Sosa de Quesada trataba de reducirle la fractura. Así, días después, el arquitecto Pérez Pérez asistía a mi boda con el brazo enyesado.

Al hombre que en una época cambiaba su carro cada dos años, según me contaba, fue de los últimos en Salud Pública, en recibir la autorización para comprar un Peugeot. A Pérez Pérez, el arquitecto que no contaba las horas para trabajar, se le dejaba para último. Y sí alguien tenía más que méritos por las obras pasadas y presentes en el campo de la construcción en salud pública, era él. Pérez Pérez nunca pidió nada, nunca se vistió de miliciano, nunca fue come candela. Sí perdió mucho, pero no se lamentaba de nada, había acogido su destino como había acogido su profesión, mirando siempre adelante.

Edificio Lugareño.
Foto de Reynier de la Rosa. Año 2010
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Es una pena y una tristeza enorme que arquitectos como él no se mencionen o se mencionen apenas. Mucho le debe Camagüey a Enrique Manuel Pérez Pérez, el arquitecto, el hombre que amaba sobre todo su profesión. Queda en mi mente el recuerdo de esa bella foto que él guardaba del Colegio de Arquitectos y de la que yo considero, sin ser experto en la materia, una obra de arte del Camagüey moderno, del Camagüey que marchaba a la vanguardia del modernismo arquitectural. Honor debe dársele, a quien honor merece.

Una foto del Camagüey

 



Los troncos y el bejuco (un poema para niños de Aurelia Castillo de González)



Oid lo que unos ancianos 
en Cuba me refirieron; 
si ellos acaso mintieron, 
yo aquí me lavo las manos. 
"Un bosque recién cortado 
jinete apuesto cruzaba, 
y los troncos evitaba 
con gran destreza y cuidado. 
No era empresa muy sencilla 
salir del paso triunfante, 
que no hay tierra más pujante 
que la tierra de esta Antiila. 
Y era tal el laberinto
de troncos en la llanura, 
que retaban la cordura, 
la paciencia y el instinto. 
Como diestro navegante 
que, pasado un tiempo duro, 
entra en el puerto seguro 
con la mirada radiante; 
el jinete con aplomo 
iba el bosque a traspasar 
cuando en los troncos fué a dar 
sin saber por qué ni cómo. 
Algo después pudo ver, 
entre avergonzado y fiero, 
que un bejuquillo rastrero 
fué lo que lo hizo caer". 
Terminada la conseja, 
de mis viejos el más viejo, 
me dio este sabio consejo 
a guisa de moraleja: 
"Tu conciencia apartarás 
de las pequeñas caídas: 
sí de lo poco te olvidas, 
a lo mucho llegarás".

Monday, March 15, 2021

"Casandra", un Festival de Teatro en el cual creer. (por Wilfredo A. Ramos)


Reciéntemente ha bajado el telón de una nueva entrega del Festival Internacional de Teatro Casandra, dedicado a la mujer, el cual durante cinco años ha venido realizándose en la ciudad de Miami, organizado por El Ingenio Teatro. El que un evento de este tipo se mantenga vivo durante todo este tiempo, nos habla del tesón, del amor con que se ha concebido y se ha venido trabajando en él a pesar de las dificultades propias para organizar este tipo de actividades en nuestra ciudad. Su creadora, la actriz y directora Lilliam Vega, es ciertamente uno de esas locas criaturas que viven por y para el teatro, ya que no es menos cierto que él forma parte de su ADN, por haber sido amamantada con esa bendita locura que es herencia familiar.

Para esta edición, el festival ha tenido que reinventarse como casi todas las actividades de hoy en día producto de los tiempos difíciles que estamos viviendo y para ello este año fue concebido casi en su totalidad de manera virtual, algo que proporciona ganancias y también pérdidas en la percepción del mismo. Solo dos de las actividades programadas fueron realizadas con público en vivo, aunque de manera limitadas, siendo el resto transmitidas de manera virtual. En total el festival se realizó durante nueve jornadas, desde el sábado 6, día de su inauguración hasta el domingo 14 de Marzo, su clausura.


Para su apertura, el evento se vistió de largo con el homenaje a Roberta Carrieri, una de las dos mujeres a quien se les dedicaría este festival, actriz, directora y profesora italiana quien desde 1974 ha estado unida al Odin Teatret, agrupación fundada por el prestigioso director y estudioso de la antropología teatral Eugenio Barba. Dicho homenaje estuvo en manos de la directora, dramaturga y profesora mexicana Sarimé Alvarez y de la Compañía Talabot que ella dirige. A continuación la Carrieri ofreció un conversatorio en vivo con la audiencia, finalizando con el video de la puesta en escena de su espectáculo unipersonal “Judith”, con dirección de Eugenio Barba y texto de ambos artistas.

Para el domingo 7, se realizó el homenaje a la otra figura a quien se le dedicara este festival, nos referimos a la dramaturga, investigadora y profesora cubana Raquel Carrió, fundadora junto con Flora Lauten de la mítica agrupación teatral Buendía, del cual se presentó un documental del recientemente desaparecido director cinematográfico cubano, Enrique Pineda Barnet, titulado ”El Charentón del Buendía”. Ernesto Fundora, investigador teatral, tuvo a su cargo las palabras de elogio hacia la Carrió, además de realizar la presentación de dos libros, el primero sobre el grupo de teatro Buendía y el segundo sobre textos dramáticos escritos por la propia Raquel Carrió para dicha agrupación teatral. La jornada continuó con un conversatorio entre la homenajeada y muchos de sus alumnos que andan dispersos por el mundo, finalizando la noche con el video de la puesta en escena de “Charenton”, un texto de la Carrió, dirección de Flora Lauten, basado en la obra original “Marat-Sade” de Peter Weiss.


El componente educativo del festival tuvo lugar el lunes 8 y al igual que años anteriores estuvo concebido con la participación de un panel de expertos en el arte teatral (actores, directores, críticos, investigadores), quienes abordarían en esta ocasión un tema de actualidad bajo el título de “Modos híbridos o nuevo ciclo de propuestas de arte contemporáneo”, que contó con la moderación de la actriz, directora, profesora Ivonne López Arenal y la participación de los panelistas Nara Manzur, de Argentina, Wilfredo A. Ramos, de Estados Unidos, la Dra, Baver-Funke Cerstin, de Alemania y Yasmina Proveyer, de Canadá.


El martes 9 nos deparó un conversatorio moderado por el teatrólogo y profesor Habey Echavarría, con la reconocida, actriz, directora y profesora, sobre todas las cosas como ella misma se encargó de enfatizar, Antonia Fernández, desde la Habana, integrante también en su momento del grupo teatral Buendía, el cual se convirtió en un emocional diálogo de reencuentro entre colegas, alumnos y maestra; terminando la noche con el video del unipersonal “Suite para Katherine Sola”, interpretado por la actriz Gema Castro, con dramaturgia y dirección de Antonia Fernández, en una producción de Estudio Teatral Vivarta del cual ella es su directora.


Una de las dos jornadas de eventos presenciales programados, tuvo lugar el miércoles 10 desde la sede del Centro Mater, en la Pequeña Habana, institución educativa que acoge en sus aulas a niños pertenecientes a familias preponderantemente inmigrantes y donde a través de variados talleres de arte, no solo teatrales, se aglutinan éstos para ayudarlos en sus procesos educativos y de formación como seres integrales socialmente. En dicha actividad se presentó un material fílmico titulado “El Club de las Mascotas increíbles”, dirigido por Samuel Moynelo, donde actúan los niños que a su vez fueron los creadores de la idea de dicho trabajo y que forman parte del programa de teatro del centro el cual es dirigido por la actriz cubana Ivanesa Cabrera. Este evento fue el marco propicio para el reconocimiento al trabajo de todos los artistas que durante el verano pasado ofrecieron talleres a los estudiantes durante 8 horas diarias, como una forma de tenerlos ocupados y alejados de las calles, una posibilidad que ofreció trabajo a alrededor de veinte artistas de la ciudad en momentos de crisis.


Al Teatro Guloya, de República Dominicana, agrupación creada y dirigida por Viena González y Claudio Rivera, correspondió la sexta noche del Festival Casandra, el jueves 11. La introducción estuvo a cargo de la crítica e investigadora teatral dominicana Gilda Matos, quien habló sobre los orígenes y el desarrollo de este grupo de teatro y el lugar que ha llegado a ocupar dentro del panorama teatral de ese país. La noche finalizó con el video de la puesta es escena, por parte de dicha agrupación, de la obra del reconocido dramaturgo, director y actor argentino-ecuatoriano Arístides Vargas, fundador del grupo Malayerba, “Nuestra Señora de las Nubes”, interpretada de manera brillante por los propios González y Rivera.


El viernes 12, el festival se trasladó hacia escenarios españoles, llegando a través de video, la magnífica puesta en escena de “Magnani Aperta”, un singular trabajo escrito, dirigido y actuado por Arantxa de Juan, el cual fue el perfecto ejemplo de como el teatro puede adaptarse a cualquier espacio sin perder su esencia por muy arriesgada que sea dicha propuesta. Este es un trabajo que la actriz desarrolla a partir del ámbito que le ofrece su propia casa, convirtiendo de esa manera su entorno de vida en su escenario, Considero que dicho trabajo, el cual la actriz estuvo presentando durante varias temporadas desde su apartamento en el centro de Madrid y que solo fue interrumpido por la llegada de la pandemia, merece un análisis aparte debido a la excelencia del mismo, algo que trataremos de hacer en otro momento. La introducción y el conversatorio sobre esta puesta corrió por cuenta de los actores cubanos María Elena Escalona y Orestes Pérez.


Como no podía ser de otra manera, el sábado 13 fue dedicado a celebrar los 10 años de fundado El Ingenio Teatro, agrupación que como ya dijimos coordina este evento, haciendo un rápido recorrido por todo el tiempo transcurrido y por el amplio trabajo realizado, no solamente sobre los escenarios, sino también por medio de la obra educativa con niños efectuada con constancia y amor. Parte de este homenaje, fueron las intervenciones de Raquel Carrió, desde la Habana y Flora Lauten, quien se encuentra en estos momentos aquí en Miami, las cuales marcaron un momento importante y emotivo en la noche, sus palabras hacia El ingenio Teatro y su trayectoria fueron definitorias para colocar en el lugar exacto a dicha agrupación dentro del mapa teatral de esta ciudad. La jornada concluyó con la proyección del video de la puesta en escena de “El Caso Hamlet”, basada en el clásico de William Shakespeare, con dramaturgia de la Carrió, llevada a escena hace algún tiempo por El Ingenio Teatro bajo la dirección de Lilliam Vega, la cual estuvo acompañada por comentarios y anécdotas de algunos de sus actores.



Para la clausura del festival estuvo programada la segunda de las actividades presenciales del evento con la presentación por parte de la compañía Artefactus Teatro, del espectáculo “Una palabra, tras otra palabra”, basado en textos de la escritora canadiense Margaret Atwood, dirigido por Eddy Díaz Sousa, así como un sencillo homenaje de recordación a la recién e inesperadamente fallecida actriz cubana Broselianda Hernández, el cual contó con hermosas palabras por parte de Nara Manzur, Lilliam Vega y Flora Lauten. También fue la ocasión para presentar la revista Caritate editada por Baltazar Santiago Martín, dedicada al festival, así como de disfrutar de un excelente mini concierto online de la conocida intérprete Gema Corredera, el cual fue el cierre perfecto de tan trascendental evento.


No quedan dudas que el Festival Internacional de Teatro Casandra, dedicado a la mujer inmersa dentro de esta hermosa manifestación artística, ha ocupado un destacado lugar dentro del calendario de eventos culturales en Miami y que sus cinco años de permanencia han servido por afianzar el interés por el teatro y la cultura en general, pero además ha servido para posicionar a El Ingenio Teatro y a sus integrantes todos, en la primera fila del quehacer teatral de nuestra ciudad.







Wilfredo A. Ramos
Crítico de teatro y danza
Marzo 15, 2021



Alguien me dice que por qué tomar la muerte por constante (un poema de Félix Luis Viera)

Nota: Cada lunes la poesía de Félix Luis Viera. Puedes leer todos sus textos, publicados en el blog, en este enlace. Traducción al italiano de Gordiano Lupi.


Alguien me dice que por qué tomar la muerte por constante


Pero cómo no tomar la muerte por
   constante
si cada día muero 24 horas
si cada mujer con su instante que pasa por
mis ojos
no regresa
Pero cómo no tomar la muerte por
   constante
si ahí están los que partieron sin gloria ni
desdicha
los que reciben un saquito de palabras
quizá como una dádiva
en el último día de su presencia —que
   es como una ausencia—
en esta tierra

¿entonces cómo no tomar la muerte por
   constante?

Si mi cabellera se va descabellando
   indefectiblemente
si mis pulmones y mi espina dorsal cada
   vez necesitan
más recetarios, más tabletas
Cómo no tomarla si las palmas y las man-
   darinas siguen
madurando
mientras yo me juego toda la sangre que
   muchos
me pagaron
cuando escribo un poema que tal vez sir-
   va para nada

Cómo no tomar la muerte por constante
   si ahí están
los que verdaderamente marcharon a
   morir
porque vivieron
y los que pasaron como un soplo al revés
   sobre la tierra

¿entonces cómo no tomar la muerte por
constante?

Si todavía anda por ahí por este mundo
una sombra que persigo como si fuera yo
   su humo
su propia sombra
una sombra que se me pierde siempre en-
   tre otra sombra

Cómo no tomarla por constante si la
   muerte
me acecha en el pavimento mojado, en la
   piedra que viaja
desde algún niño risueño

¿Cómo no tomar la muerte por constante
   si le temo?

Si temo que me toque y aún nadie haya
   ganado la partida
si temo que me toque y aún las fichas sin
   mover sobre la mesa
si temo que me toque y aún sin escribir
   el poema de la muerte

Cómo no tomarla por constante si a ve-
   ces la siento
partir en dos la noche como si fuera una
   naranja
Si a veces la he visto criticándome, cap-
   ciosamente, los poemas, con-
fundiéndome

¿Cómo no tomar la muerte por constante
   si la vida
le va creciendo en todas direcciones?

¿Cómo no tomarla por constante si me
   juego mi vida para vivir mi muerte?

Entonces si sé que la muerte viene pu-
   driéndose esplendorosamente
de la vida
si sé que la vida retoña como un trueno
   desde la semilla de la muerte

¿Entonces cómo no tomar la muerte por
   constante?

¿Entonces cómo no tomar la vida por
   constante?


Noviembre 1980



Qualcuno mi dice di non prendere la morte
come costante


Ma come non prendere la morte come
   costante
se ogni giorno muoio 24 ore
se ogni donna passa per un istante
dai miei occhi
e non ritorna.
Ma come non prendere la morte come
   costante
se lì ci sono coloro che partirono senza gloria né
sfortuna
coloro che ricevettero un sacchetto di parole
forse come una dote
nell’ultimo giorno della loro presenza - che
   è come un’assenza -
su questa terra.

Allora come non prendere la morte come
   costante?

Se i miei capelli si diradano
   indubbiamente
se i miei polmoni e la mia spina dorsale ogni
   volta necessitano
più prescrizioni, più pillole.
Come non prenderla se le palme e i mandarini
   continuano
a maturare
mentre io mi gioco tutto il sangue che
   molti
mi pagarono
quando scrivo una poesia che forse
   non serve a niente.

Come non prendere la morte come costante
   se lì ci sono
coloro che veramente andarono a
   morire
perché vissero
e coloro che passarono come un soffio al contrario
   sopra la terra.

Allora come non prendere la morte per
   costante?

Se ancora vaga per questo mondo
un’ombra che inseguo come se fossi
   il suo fumo
la sua stessa ombra
un’ombra che si confonde sempre in
   un’altra ombra.

Come non prenderla come costante se la
   morte
è in agguato nel pavimento bagnato, nella
   pietra scagliata
da qualche bambino sorridente.

Come non prendere la morte come costante
   se la temo?

Se temo che mi tocchi e ancora nessuno ha
   vinto la partita
se temo che mi tocchi e ancora le fiches non si
   muovono sul tavolo
se temo che mi tocchi e ancora non ho scritto
   la poesia della morte.

Come non prenderla come costante se
   a volte la sento
dividere in due la notte come se fosse
   un’arancia.
Se a volte l’ho vista mentre mi criticava,
   capziosamente, le poesie,
disorientandomi.

Come non prendere la morte come costante
   se la vita
la va alimentando in ogni direzione?

Come non prenderla come costante se
   gioco la mia vita per vivere la mia morte?

Allora se so che la morte viene
   corrompendosi splendidamente
dalla vita
se so che la vita rinasce come un tuono
   dai semi della morte.

Allora come non prendere la morte come
   costante?

Allora come non prendere la vita come
   costante?


Novembre 1980




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Félix Luis Viera, poeta, cuentista y novelista, nació en Santa Clara, Cuba, el 19 de agosto de 1945. Ha publicado, entre otros libros, siete poemarios, tres volúmenes de cuento y siete novelas.

Entre los premios que recibiera en su país natal, se cuentan el David de Poesía, en 1976; el Premio Nacional de Novela, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, galardón que ya le había sido otorgado a este autor, en 1983, por su libro de cuento En el nombre del hijo.

En 2019 recibió el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, otorgado por Neo Club Press, Vista Larga Foundation y otras instituciones culturales cubanas en el exilio.
Es ciudadano mexicano por naturalización. Reside en Miami.

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Gordiano Lupi, periodista, escritor y traductor, nació en Piombino, Italia, en 1960. Fundador, en 1999, junto con Maurizio y Andrea Maggioni Panerini de la editorial La Gaceta Literaria, ha traducido del español a varios autores cubanos, como Alejandro Torreguitart Ruiz, Guillermo Cabrera Infante, Félix Luis Viera y Virgilio Piñera, entre otros. Cuenta en su haber con un amplio trabajo sobre figuras del cine, entre ellas Federico Fellini, Joe D´Amato y Enzo G. Castellari. Ha publicado más de una decena de libros que abarcan diversos géneros, como Nero tropicale, Cuba magica, Orrore, ertorismo e ponorgrafia secondo Joe d´Aamto y Fidel Castro – biografia non autorizzata.

Gordiano Lupi es un luchador por la democracia para Cuba y un promotor de las artes y la cultura de la Isla.

Mapa de la Carretera Central (by Hotel Plaza de Camagüey)

 




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Ver en el blog

(Primer Congreso Nacional de Mujeres. La Habana. Abril, 1 al 7 de 1923) "Actuación de la mujer cubana en las luchas por la Independencia". Ponencia de Isabel Martínez de Alquizar



Señora Presidenta, señoras y señores: 

La mujer cubana, a la que poetas de todos los tiempos han dedicado sus mejores estrofas para ensalzar sus grandes virtudes, puede sentirse orgullosa de la página que su heroismo dejó escrita para la Historia de Cuba, perdurable recuerdo de su brillante actuación en nuestras luchas por la independencia. 

Realmente, si se tiene en cuenta como se deslizaba la vida de la mujer cubana durante la época del coloniaje, no se puede menos que reconocer que su actitud al llegar a sus oídos desde los campos revolucionarios los sonidos vibrantes del clarin que llamaba a los cubanos a la lucha, fué una verdadera revelación, algo inesperado, que sólo podia tener como cuna un amor entrañable e inconmensurable a la Patria. 

En efecto, nadie creyó, ni esperó, que su obra llegara a alcanzar los límites de algo colosal, que esa mujer mimada, ese bibelot encantador, de un exotismo extraordinariamente interesante para los países europeos, a quien los escritores de allende los mares se empeñaron en retratar como una eterna guarina, a quien la hamaca servía de perenne refugio, a manera de la concha a una perla de gran valor; cuyo sueño arrullaba el susurrar armonioso de los penachos de las palmas y el inimitable canto del ruiseñor, aquella mujer cuyos pies calzaban esclavas listas a atender al mas ligero de sus caprichos, fuera la misma que heroica, arrogante, deafiando a la tiranía, se irguiera un día junto al corcel de guerra de su compañero y extendiendo su brazo hacia el Oriente mostrara a esos mismos esclavos el panorama hermosísimo de un nuevo sol cuyos rayos, pasando al través de las nubes, que ya levantaban en el horizonte las descargas de los rifles mambises, dibujaban en la campiña querida como un arabesco mágico, la palabra ‘‘Libertad”’.

Y es que el patriotismo de la mujer cubana es ingénito: su criterio claro y precoz, no necesitó de arengas ni estudios especiales de la historia de otros países que sacudieron con anterioridad la cadena del vasallaje, para comprender de un solo golpe de vista la grandeza del momento llegado, en que un pueblo oprimido, cansado de las humillaciones que trae consigo la esclavitud y del inútil esperar a que sus demandas justas fueran atendidas, se levantaba amenazador, resuelto a conquistar por la fuerza de las armas esos derechos demandados, aunque ello envolviera toda clase de sacrificios, desde la desvastación del hogar hasta la pérdida de la vida. 

Una vez impuesta de todo ello, esa mujer no miró atrás, sino que, de manera decidida, rompió con su pasado de molicie, olvidó el caserón criollamente confortable, las tardes en que, acariciada por los rayos suaves de un sol poniente contemplaba, al amparo de la enramada del patio legendario, el rutilar incipiente de las primeras estrellas que aparecían allá en el Oriente ya oscurecido, haciéndole soñar con perspectivas hermosas de paz y bienestar. Una vez decidida, o bien holló con paso seguro, en pos del padre o del esposo querido, la senda estrecha y tortuosa de la conquista de la Libertad o, con la resignación de la espartana, despidió al hijo que marchaba rumbo a la revolución, sujetando suspensas en sus pestañas las lágrimas delatoras del dolor, al mismo tiempo que sus labios trataban de pronunciar las palabras a cuyo conjuro debía sostenerse encendida para siempre en aquel pecho la llama sacrosanta del sacrificio en aras de la Patria. 

Luego comenzaron las pruebas: amenazas, persecuciones, el ultraje en gran número de ocasiones y, como si no fuera bastante todo ello, la confiscación de los bienes, precursora de las escaseces sin nombre, que reducían cada vez más los límites de la, vivienda, hacían más insignificante el modesto ajuar y sustituían con el color amarillento de las flores de los cementerios, en las ya enflaquecidas mejillas, a las rosas exhuberantes que en tiempo no muy lejano animaban rostros alegres y lozanos. 

Después llegaba el día en que aquellos seres queridos ausentes, enterados de esas vicisitudes sin cuento, sufridas en silencio y con valor, la animaban a seguirlos.... ‘‘ Aquí le decían, no recuperarás el bien perdido, pero tendrás libertad, y, si pereces, no serás ahogada en el ambiente pobre, asfixiante, que rodea al esclavo obligado a callar...’’ Y entonces, en un arranque de valor no medible, preparaba su singular equipaje, en el que reaparecía, no como refugio de las horas de indolencia, sino como lecho caritativo, la hamaca simbólica de sus buenos días allá en la finca inolvidable, de hermosos palmares y cuidados bateyes, cubiertos hoy de abrojos, de zarzales... Y la crisálida convertida en mariposa de luto, pero mariposa al fin, corría de aquí para allá, internándose en las espesuras de los campos cubanos, apagando la sed de las jornadas, unas veces con el agua cristalina de los arroyuelos que serpenteaban alegres por las lomas, ignorantes del ambiente de guerra y destrucción, y otras en pequeños pozos, abiertos en lugares intrincados, donde sumergía el pequeño ‘‘morro’’ de corteza de coco bruñida, toscamente grabada por el padre, el esposo, el hermano, con quienes ella compartía sus alegrías y dolores. 

En las regiones montañosas, donde únicamente se hacía fácil su acceso a los campos revolucionarios, en muchas ocasiones se le vio marchar a la retaguardia de las tropas, llevando en sus alforjas las hilas, los algodones, las vendas confeccionadas por sus hermanas que quedaron en la población o moraban en el extranjero, suspirando por la Patria lejana, atentas a esa dolorosa, pero necesaria refacción de artículos que, en unión de las escasas medicinas que componían los botiquines mambises, debían prodigar algún consuelo a los que la precedían en esas jornadas, en los días en que éstas tenían por epílogo un rastro sangriento y unos ayes desgarradores. Cuando llegaban esos momentos en que el hospital de sangre improvisado en un pequeño valle, señalaba un alto en ese recorrido interminable, la mujer cubana, ligera como una corza, acopiaba de aquí y de allá las piedras que debían formar el fogón de su enfermería para condimentar los cocimientos y los caldos, la mayor parte de las veces ‘‘caldos vacíos’’ (frase mambisa), hechos con las hierbas y raíces a su alcance, que debían contribuir al restablecimiento de sus pobres enfermos a quienes animaba en todos sentidos, augurandoles cada día, al tender la noche su manto de quietud, una aurora que debía traer envuelta entre los pliegues de su manto, la esperanza de un pronto regreso al hogar que, abandonado y frío, esperaba allá, a lo lejos, el alumbrar de la antorcha de la Libertad, para que a él volvieran sus moradores, cubiertos de gloria y de ansias de bienestar para esa Patria querida. 

Y el momento profetizado por los labios de la commanera bienhechora llegó para todos. El clarín sonó una vez mas en los campos cubanos, no ya con el sonido vibrante que incitaba a la lucha, sino con el dulce y sonoro que publicaba la paz, que llamaba a las ovejas hacia un redil mejor... La mujer se incorporó, consideró sus pobres harapos, sostenidos a fuerza de quizás que prodigios, se contempló exhausta físicamente, palpó su piel, quemada quizás para siempre por el inclemente sol tropical; sus manos, que, a fuerza de trabajos burdos habían encallecido, pero... se sintió fuerte en medio de la debilidad y la miseria, experimentó la emoción incomparable que deben experimentar los titanes cuando rinden su labor y, después de elevar una oración de gracias al Altísimo y dedicar un recuerdo a los caídos que no pudieron llegar a la meta, alborozada y féliz buscó a sus compañeros y juntos emprendieron la vuelta a la ciudad, mientras un hálito de vida nueva que venía de lejanas tierras, de las praderas donde ya las plantas reverdecían, mecían sus cabellos sueltos de ‘‘madonna’’ emblemática de los ideales cubanos de Libertad. 

Dedicación

A ti, cubana esforzada, para quien los sueños de Libertad no constituyeron el mito que sirve de pretexto a los indiferentes, sino algo tangible que con tus manos ayudaste a formar y has llegado a admirar, dedico este trabajo en el ‘‘Primer Congreso Nacional de Mujeres’’, trabajo humilde, pero envuelto en la frescura de la admiración sincera, que viene siendo en el monumento alegórico que en mi corazón te he levantado, lo que serían unos pobres "no me olvides’’, que bordearan con una tenue franja azul de cielo el de granito y mármol que debiera levantarte el pueblo cubano.

Sunday, March 14, 2021

In Memoriam: Patrick Dupond (por Florencia Guglielmotti)

Nota del blog: Sección semanal dedicada al Ballet y la Danza, a cargo de la la ballerina, coreógrafa y profesora Florencia Guglielmotti.

Los textos anteriores, se pueden leer en este enlace




El 14 de marzo de 1959 nacía en París Patrick Dupond. Su padre dejó la familia tempranamente y Patrick se crió con su madre y su nueva pareja. Era un niño muy inquieto por lo que a su madre le pareció una buena idea que practique futbol y judo para canalizar toda su energía. Sin embargo, estas actividades no eran de su agrado y las abandonó en seguida. Viendo una clase de ballet descubrió su vocación y, ante su solicitud, su madre lo anotó en clases de danza. Sus habilidades aparecieron rápidamente y el profesor les recomendó que estudiara en un nivel superior. Es así como a finales de 1967 comenzó a estudiar con Max Bozzoni, ex bailarín de la Ópera de París, quién vio de inmediato el talento del niño y lo acompañó, luego, durante gran parte de su carrera, hasta su fallecimiento en 2003.


A los 10 años, en 1969, fue admitido en la Escuela de la Ópera de París, donde cursó sus estudios, pero su maestro principal siempre fue Bozzoni, con quien tomaba clases por la noche, luego de su actividad escolar. Tras graduarse en la Escuela de la Ópera en 1976, ingresó al Ballet. Al año siguiente participó del Concurso Internacional de Ballet de Varna (Bulgaria), donde obtuvo la Medalla de Oro junto una mención especial a la excelencia, siendo un bailarín tan joven. Este premio le valió un primer reconocimiento internacional, el que iría creciendo a través de los años.


Se convierte en Primer Bailarín de la Ópera de París en 1979 y en Étoile (máxima categoría que un bailarín puede alcanzar) en 1980, con tan solo 21 años. Interpretó todos los clásicos del repertorio con excelencia. Su virtuosismo técnico y su carisma en el escenario, llamaron la atención de coreógrafos contemporáneos, quienes crearon obras especialmente para él. Tal el caso de “Vaslav” de J. Neumaier (1979), estrenada con el Ballet de Hamburgo, “Le Fantôme de l'Opéra” de R. Petit (1980), “Au bord de précipice” de A. Ailey (1983), la versión de R. Nureyev de “Romeo y Julieta” (1984), “Salomé” de Béjart (1985) y “Grand Pas: Rhythm of the Saints” de T. Tharp (1991), entre otras.

Siempre manteniendo su lugar como Étoile en la Ópera de París, a partir de 1980, participa como artista invitado en varias compañías, como el Ballet du Rhin, el American Ballet Theatre y el Ballet del Siglo XX, entre otros. En 1988, Dupond fue nombrado Director Artístico del Ballet de Lorraine (Nancy) y, en 1990, asumió el mismo puesto en el Ballet de la Ópera, tras la salida de Nureyev, cargo en el que permaneció hasta 1995. En 1997, tras 17 años como Étoile, deja definitivamente la Ópera de París, por desavenencias legales con la administración del Ballet. 


A partir de allí su actividad se diversificó aun más -ya había participado en el film “Dance machine” (1990), junto a Alain Delon-, fue jurado del Festival de Cannes y en programas televisivos, como “Danse avec les stars”, y continuó con su propia compañía, “Dupond et ses Stars”, creada ya en 1985, que incluía a bailarines de la talla de Sylvie Guillem, Monique Loudières, Fanny Gaida, Manuel Legris, Jean-Marie Didière y la pianista y directora Elizabeth Cooper, con quienes realizó una gira de dos años.


En el año 2000, Patrick sufrió un grave accidente automovilístico que lo dejó internado con 134 fracturas, por ello los médicos aseguraron que no podría bailar nuevamente. Esto lo hundió anímicamente, sin embargo logró reponerse gracias a su maestro, Max Bozzoni, y a un estricto entrenamiento diario, en el que casi tuvo que aprender a moverse nuevamente. Gracias a ese enorme esfuerzo, hacia finales de ese mismo año pudo regresar a los escenarios con “L'air de Paris”, en el Espace Pierre Cardin, teniendo a Manon Landowski como socio.

En 2004, comenzó a dictar clases en la escuela de danzas de Leïla Da Rocha, su compañera en ese momento. En agosto de 2017, inauguró una escuela de danza en Burdeos, también con Da Rocha como socia, con el objetivo de que jóvenes de entre 10 y 20 años pudieran formarse como bailarines profesionales, obteniendo el mismo nivel que en la Escuela de la Ópera. 


Tras una enfermedad devastadora, a pocos días de cumplir 62 años, el 5 de marzo de 2021, Patrick Dupond falleció en su ciudad natal. Su temprana y repentina partida representa una gran pérdida para la danza internacional.





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Florencia Guglielmotti reside en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina). Es Profesora de Danza (titulada en la Escuela Nacional de Danzas "María Ruanova"), Licenciada y Profesora de Artes (recibida en la Universidad de Buenos Aires). Cursó estudios en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba. Es Miembro de International Dance Council CID (UNESCO).

Actualmente se desempeña como Profesora de Danza Clásica y como Profesora Titular de Historia de la Danza en la Escuela Superior de Enseñanza Artística "Aída V. Mastrazzi". florenciagu@gmail.com
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Gaspar, El Lugareño Headline Animator

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