Friday, July 2, 2021

Guáimaro “ciudad santa… y pueblo sagrado”. Notas sobre su surgimiento y afianzamiento poblacional. (por Desiderio Borroto Jr.)

Imagen cortesía del autor
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Guáimaro es hoy una pequeña ciudad, cabecera del municipio del mismo nombre en el Camagüey, es una villa tendida en las sabanas principeñas -camagüeyanas y rodeada por “un coro de colinas vigilantes”, la historia guaimareña extiende sus raíces hasta el pasado aborigen y de ese pasado provienen el toponímico de la ciudad, Guáimaro, que es una voz arahuaca con la que los primeros habitantes de la Isla denominaban a un árbol, el árbol Guáimaro, entonces muy extendido desde la zona donde está levantada la ciudad hasta Cabo Cruz en el extremo sur de la costa orienta cubanal. Del árbol que los indios denominaban Guáimaro derivo el nombre primero del cacicazgo, luego del hato y finalmente de la villa colonial.

Imagen cortesía del autor
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El hato fue mercedado a Hernando Morales a finales del siglo XVI y el documento más antiguo donde aparece reflejado Guáimaro es en el Protocolo Único del entonces escribano Silvestre de Balboa que data de los año 1627-1628, específicamente la escritura que versa sobre el hato de Guáimaro, data del 23 de junio de 1627 y en el que consta que la viuda de Hernando Morales, Doña Francisca González pretendía vender parte del inmenso hato que había heredado de su difunto esposo.

Imagen cortesía del autor
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La evolución de la población asentada en el hato y que se habían conglomerados, en el Ojo de Guáimaro una llanura al lado derecho del río del mismo nombre, favoreció que oficialmente fuera fundada la villa, el 10 de febrero de 1791, cuando fray Gregorio de Jesús Caballero y Miranda, franciscano, cura párroco de la Iglesia La Concepción, abrió el primer libro bautismos de personas blancas y españolas, bautizó al niño Andrés María Millán y de la Cruz, primer guaimareño legalmente reconocido y éste suceso es el que abre la historia urbana de Guáimaro. En 1855 el agrimensor público Fabio Freyre levanto el primer plano de la villa para su organización urbanística, el trazado siguió los preceptos del neoclasicismo en esa materia.

Durante la primera mitad del siglo XIX, la villa de Guáimaro se entroniza como un núcleo poblacional de la Jurisdicción de Puerto Príncipe y su historia se vincula a movimientos y personajes como Joaquín de Agüero, al Movimiento del 51, es el primer pueblo libre y en manos mambisas al estallar la Guerra de los Diez Años en el Camagüey. Seis meses después, Guáimaro fue la villa anfitriona de la Asamblea Constituyente, citada para el 10 de abril de 1869 por los patriotas en armas, para lograr que la revolución entrara en la República.


De aquella asamblea constituyente surgió la República de Cuba en Armas, se aprobaron los símbolos patrios, la bandera y el escudo, brotó de sus sesiones el ideal republicano, el sentido de democracia y se tejió el manto de la nación para los nacidos en la Isla. Por esas razones El Apóstol José Martí definió a Guáimaro como “una ciudad santa… y pueblo sagrado”.







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Desiderio Borroto Jr. (Guáimaro 1961) Licenciado en Historia por la Universidad de Oriente y Master en Cultura Latinoamericana por la Universidad de las Artes en Cuba. Historiador, escritor, guionista radial y curador. Ha obtenido varios Premios y reconocimientos por su obra como investigador histórico y escritor.

Tiene publicado varios libros, entre ellos Abrazado sobre la Tierra (1996), El Guajiro Barba (2001), Historia de Guáimaro: Época colonial (2003), Historia de Guáimaro: República y Revolución (2005), La Vista Gorda (2007), ensayos, entrevistas y artículos han aparecido en colecciones y antologías como: Cien años con Soler Puig (2016), Calixto García la nobleza de servir a la Patria (2018), Cuando la luz del mundo crece: Sesquicentenario de la Asamblea de Guáimaro (1869-2019) (2019). También publicaciones suyas ocupan páginas de los Cuadernos Principeños, Revista Antena, Revista Santiago, Revista Viña Joven. Además de antologías y revistas de España, Uruguay e Israel.

Mi Suerte (un poema de Thelma Delgado)



Soledad, cansancio y desconsuelo
Eran mis amigos antes de conocerte,
Pero al ver tus ojos bellos cambió mi suerte
Te hice mi luna, mi sol, mi mar, mi cielo.
Cantando por la vera voy cada día
Feliz, contenta de haberte encontrado
Sin reservas mi amor todo te he entregado
Pues a tu lado tengo paz, amor
refugio y alegría.
Pido al altísimo me conceda
Contemplar siempre tu singular sonrisa
Escuchar tu voz, y así sin ninguna prisa
Vivirte intensamente siempre,
hasta donde más no pueda.






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Thursday, July 1, 2021

Un Congreso Mundial sobre la Muerte en Santiago de Cuba (por Rafael Duharte Jiménez)


En el año de 1993, sobrevivíamos en medio del ruido y el polvo que generaba la muerte de la Unión Soviética y el Campo Socialista; caían estatuas y muros y se desintegraban países; en medio de aquel caos que nos empujó dentro del túnel del “Periodo Especial”, a Joel James se le ocurrió la idea de que la Casa del Caribe convocara a un Congreso Mundial sobre el tema de la muerte.


A todos no pareció una locura, pero Joel tenia una gran capacidad para argumentar y convencer, primero lo hizo con nosotros y luego con funcionarios locales y del ministerio de Cultura que sin mucho entusiasmo apoyaron o toleraron aquella locura de la Casa del Caribe.

Elaboramos una convocatoria y un afiche y lo circulamos internacionalmente. El evento se desarrollaría tres días a fines del mes de junio, precediendo el Festival del Caribe que se año estaba dedicado a México.

El programa estaba pensado en términos de una presencia de ponentes santiagueros, algunos invitados nacionales y la participación internacional que respondiera a la convocatoria.

Unos días antes de la inauguración del congreso nos dimos cuenta de que lo de mundial era un fracaso, pues no había respondido nadie a la convocatoria, ni un solo extranjero.

Entonces me fui al Hotel Las Américas donde estaba instalada la delegación mexicana que había venido para participar en el Festival. Me reuní con los mexicanos y les explique lo más diplomáticamente que pude la situación. Como el tema de la muerte es muy importante en la cultura mexicana y allí habían muchos antropólogos, logramos improvisar una serie de intervenciones que insertadas en el programa salvaron el carácter internacional del evento, al punto de que creo que muy pocos se dieron cuenta de aquella suerte de mexicanizacion del mismo.

El Congreso se inauguró en el salón de los Vitrales de la Plaza y mientras Joel hacia su discurso inaugural, estalló una tormenta y se fue la corriente en el local produciendo cierto desconcierto, lo cual pareció un mal augurio; pero en realidad todo funcionó bastante bien, pues el equipo de la Casa del Caribe tenia a la sazón una experiencia notable en la organización de eventos.

El programa académico estaba pensado en términos de ofrecer una amplia variedad de miradas sobre el tema de la muerte; hubo ponencias de varios especialistas en medicina y un sacerdote católico; así como reflexiones en torno a la visión de la muerte de protestantes, santeros, paleros y espiritistas; también se abordó el tratamiento del tema en los campos del derecho y la literatura. Pienso que precisamente las dos ponencias que más impacto causaron fueron una sobre la pena de muerte en Cuba, tema polémico en la época y otra sobre el cuento de Onelio Jorge Cardoso titulado: Francisca y la Muerte, que para sorpresa de todos motivó interesantes comentarios de la hija de Onelio que se encontraba en el público.


En realidad aquello que inicialmente pareció una locura de Joel James, resultó un espléndido ejercicio de pensamiento interesante y original.

La clausura del congreso fue en un salón de la tercera planta del Teatro Heredia, después de la Relatoria, el actor Andrés Caldas disfrazado de la muerte hizo una intervención un tanto esotérica, tras la cual todos los participantes, visiblemente impresionados, bajaron detrás de Caldas, que creo llevaba una vela encendida en la mano, por una estrecha escalera oscura hasta la primera planta del Teatro. ¡Así con un poco de magia terminó el Congreso Mundial sobre la Muerte!

El Festival del Caribe, unos días después, borró de la memoria el Congreso Mundial Sobre la Muerte, en parte por que la cultura mexicana hizo un despliegue fastuoso en lo intelectual y artístico; quizás porque muchos querían en su subconsciente olvidar la muerte que de cierta forma el congreso había invocado.

Algunas de las ponencias presentadas en el congreso se publicaron luego en la revista Del Caribe y la editorial Oriente publicó un pequeño libro que incluía tres miradas sobre el tema de la muerte, a partir de textos de Joel James, el Padre Joan Rovira a la sazón Rector del Seminario San Basilio Magno y un médico y sacerdote habanero de un culto sincrético.


Cuando un día alguien escriba la historia de la cultura santiaguera en aquellos años, tendrá en estos textos publicados una prueba de aquel olvidado evento que forma parte de la extraordinaria obra de Joel James como promotor cultural y pensador.





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Rafael Duharte Jiménez (Santiago de Cuba, 1947). Profesor, Historiador Ensayista y Guionista de radio y televisión. Ha publicado 12 libros, numerosos artículos y ensayos en revistas en Cuba y el extranjero y una Historia Audiovisual de Santiago de Cuba que consta de 355 audiovisuales de 12 minutos cada uno; conferencista en 28 universidades y centros de investigación en El Caribe, América Latina, Europa y Los Estados Unidos. Es miembro de la UNIHC y la UNEAC. Actualmente labora como especialista de la Oficina de la Historiadora de la Ciudad de Santiago de Cuba.

Wednesday, June 30, 2021

Limón de Florida: compre pa' que mañana no pida... (por Carlos A. Peón-Casas)





El reiterado pregón se escuchaba por toda la ciudad. Era la voz de aquel vendedor oriundo de aquella porción del Camagüey donde proliferaban los verdeantes limones de jugo abundoso.

Se compraban diez de aquellos, quizás hasta 15, por un humilde peso cubano, en dependencia de la estación más o menos lluviosa.

Luego la cosa apretó, como van apretándose siempre las clavijas del desastroso estado de la economía insular, y entonces se pagaban a cinco por peso...

Luego tres, dos, uno... y de allí el precio subía en proporción inversa: tres por cinco, dos por diez... hasta llegar a no encontrarse ninguno, y apagarse, por años la voz del pregonero...

De pronto, otra vez el éter transmite el antiguo anuncio... pero !oh¡ desastre, lo que escuchamos nos desconcierta y nos descorazona.

Ante nuestra vista ya nublada por la sorpresa, aparece la famosas pilita... cuatro limones todavía inconsumibles, movidos, a 35 cup... vade retro.

Tuesday, June 29, 2021

(Carteles. Septiembre 1932) Foto de la maqueta del monumento a Enrique José Varona, frente al Instituto de Camagüey.

 
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Fernando Boada, el artista que realizó la escultura de Enrique José Varona, para ser emplazada en el parque frente al Instituto de Camagüey. El monumento fue auspiciado por el Club Rotario de Camagüey.
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Las lecciones que nos deja “Bennifer”, la pareja favorita del momento (por Cecilia Alegría, la Dra. Amor)

Nota del blog: Espacio semanal de Cecilia Alegría, La Dra. Amor, dedicado al amor de pareja.



Una foto de un apasionado beso confirmó lo que todos sospechaban: Ben Affleck y Jennifer López dejaron de lado su condición de exnovios para convertirse en pareja nuevamente. ¡Y Hollywood lo celebra con aplausos y brindis!

Lo que sorprendió a media humanidad es lo rápido del proceso, porque los rumores sobre el regreso comenzaron a circular a escasos días del término de la relación de JLO con Alex Rodríguez.

Primera lección: Un clavo saca otro clavo

En esto, no solamente Jennifer tiene larga experiencia, sino también Ben.

Ambos, por ejemplo, se casaron a menos de un año de haber terminado su propia relación hace casi dos décadas. En enero del 2004, la pareja quebró su compromiso matrimonial, días antes de la boda. Al año siguiente, Affleck se casaba con Jennifer Garner, y López lo hizo a solo escasos meses de romper con Ben, cuando se casó con Marc Anthony en junio del 2004.

Además, regresando a los tiempos actuales, Ben Affleck finalizó la relación con su novia Ana de Armas en enero del 2021 y a los pocos meses ya estaba regresando a tocar el corazón de Jennifer.

Pero JLO fue más veloz aún, porque después de separarse de su prometido Alex Rodríguez a mediados de abril de este año, a inicios de junio se presenta públicamente al lado de Ben, con quien vuelve a ser pareja.

Varias investigaciones universitarias han demostrado que las personas que practican la filosofía del “clavito” suelen recuperarse más fácil y rápidamente de una ruptura amorosa que las que no la consideran válida. Sin embargo, nuestra Jennifer corre a la velocidad del rayo y ¡lo menos que deseamos para ella es que se vuelva a estrellar!

Segunda lección: Volver con el ex no es tan malo como parece.

Si hay que aplicar la política del clavo que saca otro clavo, tal vez el mejor clavito sea un examante, porque como dice el adagio popular: “Mas vale malo conocido que bueno por conocer”.

Con el paso de los años, la memoria se vuelve selectiva y sólo recordamos (o queremos recordar) todos aquellos buenos momentos, -la etapa romántica de la relación- y solemos extrañar a la persona porque hacemos mayor énfasis en sus virtudes que en sus defectos (mientras que cuando no separamos hicimos lo opuesto).

Por otra parte, si el sexo fue bueno, los recuerdos son mucho más indelebles. ¿Por qué? Porque la intimidad sexual genera un LAZO DEL ALMA que llevamos con nosotros a donde vayamos, inclusive si aquella persona nos hizo algún tipo de daño y fue por eso que tuvimos que separarnos.

Lo importante a considerar, cuando se regresa con un ex, es no saltar etapas, no apresurarse. Hay que tener conversaciones serias y profundas para construir la relación amorosa sobre bases nuevas. Hay que hablar de aquello que no puede ni debe repetirse. Hay que sopesar hasta qué punto cada uno ha cambiado y desea seguir cambiando como para no repetir los patrones tóxicos de conducta que condujeron a la ruptura anteriormente. Hay que hacer terapia de pareja.

Le deseamos lo mejor del mundo a Ben y Jennifer, que gocen de su amor mientras dure, porque, en mi modesta opinión, no son buenos candidatos para permanecer unidos por largo tiempo, y mucho menos para casarse.




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La Dra. Amor te invita a informarte sobre su CLUB DE SOLTEROS CRISTIANOS -versión virtual- visitando su website www.ladoctoraamor.com




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Cecilia Alegría, La Dra. Amor (www.ladoctoraamor.com): Consejera de Parejas, Love and Life Coach, Conferencista Internacional, Periodista y Conductora de Radio y TV. Destaca en los Latinos en Miami dando consejos sobre cómo triunfar en el terreno amoroso y ayudando a miles de parejas a resolver sus problemas. Forma parte del grupo fundador de profesores del programa Universidad de la Familia.

Ha publicado doce libros entre los que se encuentran: Comunicación Afectiva=Comunicación Afectiva (Espasa Calpe, España, 2000). 120 preguntas y respuestas para ser mejores personas (Editorial Norma, Colombia, 2004), No hay amor más grande (Editorial Aragón, USA, 2012), Amando un Día a la Vez (Ediciones Varona, U.S.A. 2015), Al rescate de tu comunicación de pareja (Ediciones Varona, USA 2017), Sexo Sagrado y Lazos del Alma (Indie Publishingnbsp, 2018), Alessia (Book Master Corp. 2019), El Poder del Amor Ágape: como restaurar tu matrimonio después de una infidelidad (2021)

Tiempos del jardin (un poema del P. Ángel Gaztelu)



I


Tibios oros de siesta estremecidos
al marino rumor de la palmera.
Sueña oculto laúd por los sentidos
y en la flauta la sombra jardinera.

iOh qué ritmo ritual por los floridos
árboles! iQué pintada y ligera
isla de pájaros enardecidos
regracia de frescor la enredadera!

Su viva lluvia de oro, cuánto aroma.
Cuánto, por el jardín, placer concreto.
Nieva el aire el fulgor de la paloma

y lenguas de agua dicen su secreto.
Las flores me descifran su alto idioma
que organiza en su llama lo perfecto.

II


Rosa ofrecida en su serena llama
que broquelas mi sueño con tu fina
forma de dardos, que conquista y clama
campos de claridad tras de la espina.

Por ti perdura del laurel la rama
y la alta frente a tu pasión se inclina,
isla hechizada al cielo, que derrama
y sueños de navíos ilumina.

Su navegar sin tu lucero fuera
perdido rumbo y noche despiadada.
Ahora, qué seguro tu ribera

toco, tras de la espina desolada,
qué pía la señal de tu bandera,
qué abrigado el fulgor de tu mirada.

Monday, June 28, 2021

(Camagüey, 1923) Del Instituto Provincial

Sede del Instituto Provincial de Camagüey en 1923.
Actualmente Arzobispado de Camagüey
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En el Instituto Provincial. El día primero de octubre tuvo efecto en nuestro Instituto Provincial la apertura del curso de 1923 a 1924.

A dicho acto asistió selecta concurrencia, entre la que se encontraban distinguidas personalidades en representación de la Audiencia, del Gobierno Provincial, del Ayuntamiento, el señor Inspector Provincial de Escuelas, el claustro en pleno de ese centro docente, y un grupo numerosísimo de estudiantes.

Abierto el acto, que presidió el Director del Instituto, Dr. Octavio Freyre Cisneros, el doctor Mariano Casas, que fungía como Secretario, leyó la memoria anual de todos los trabajos realizados en dicho organismo.

A continuación hizo uso de la palabra el doctor Freyre Cisneros, pronunciando un brillantísimo e inspirado discurso, que tuvo por tema principal el principio de autoridad.

El Dr. Freyre recibió una verdadera ovación al terminar su elocuentísimo discurso.

Tanto al comienzo como a la terminación del acto, la Banda Municipal ejecutó diversas piezas de su repertorio.

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Tomado de la prensa de la época


Statement from Archbishop Thomas Wenski about the partial collapse of Surfside condominium



Archbishop Thomas Wenski issued the following statement regarding the partial collapse of the Surfside condominium on June 24, 2021.

We all woke up this morning learning about the tragic news of the partial collapse of a 12-story condominium in Surfside. Search and rescue teams continue to sift through the rubble to find survivors and to recover the bodies of those who did not. Our hearts go out to all those affected by the tragedy.

Our Catholic Charities and local clergy have joined with other voluntary agencies and faith leaders to assist in whatever way they can.

We also pledge our prayers for the victims, their families, and first responders.

May the Lord give them strength.


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Thursday, June 24, 2021

Mensaje del Papa a Mons. Thomas Wenski, arzobispo de Miami, con motivo del derrumbe del edificio Champlain Towers South, el 24 de junio de 2021.


 

Mensaje de "cercanía y oración" de Mons. Emilio Aranguren , obispo de Holguín y Presidente de la COCC a Mons. Thomas Wenski, arzobispo de Miami, con motivo del derrumbe del edificio Champlain Towers South, el 24 de junio de 2021.



Querido hermano:

Así como los gozos y las alegrías de muchos, también son nuestros gozos y alegrías, ahora, las penas y tristezas de las víctimas del derrumbe del edificio en Miami en el día de ayer, también forman parte de nuestras penas y tristezas.

Este fraterno mensaje sirva para expresarte nuestra cercanía y oración por toda la comunidad miamense, tanto los nativos como los emigrantes —especialmente de Latinoamérica— que han fallecido o aún están desaparecidos, incluyendo los cubanos que experimentan la incertidumbre de la espera en la búsqueda y el resultado de la misma.

Le pedimos al Señor el sosiego necesario para los familiares, los bomberos y todas las fuerzas que se aúnan para las acciones de rescate, tanto de los heridos o afectados como de los fallecidos.

Que Dios ilumine a los sacerdotes que acompañan a los familiares y amigos para que sean portadores de consuelo y de paz.

Para tí, como pastor de esa querida grey, el mismo abrazo con el que compartiste en mi casa la triste noticia de la caída del avión con más de 100 fallecidos y, finalmente, una sobreviviente.

+ Emilio

Junio 26, 2021

Un cafecito con Prío, en su finca "La Chata"

 
Foto/Bohemia

Saturday, June 26, 2021

La propiedad privada, un camino hacia la libertad personal y social. Apuntes sobre Doctrina Social de la Iglesia (9). Por P. Alberto Reyes



Ya sabemos que “bien común” significa la capacidad de pensar más allá de las propias necesidades, y que la búsqueda de este bien para todos compete al Estado pero también a los individuos concretos, que a través de la gestión de la propiedad privada, pueden convertirse en protagonistas del bien social. ¿Cómo funciona este protagonismo, que no es opuesto a la función del Estado sino su mejor complemento?

La propiedad privada como instrumento de la participación popular.

Cuando las personas concretas que forman el pueblo controlan bienes y servicios, se empoderan de la gestión efectiva del bien común, y se hacen responsable de aportar algo útil para todos. Por eso decimos que la propiedad privada es lo que permite que los individuos participen como protagonistas en su propio desarrollo.

¿Qué entendemos por “participación”? Participación es la posibilidad de las personas de intervenir estrechamente en los procesos que afectan sus vidas: la economía, la política, la cultura y la vida social.

Económicamente significa poder dedicarse libremente a cualquier actividad de este tipo, siendo empresarios o trabajadores autónomos. Social y culturalmente significa la libertad de intervenir plenamente en todas las esferas de la vida comunitaria (educación, entretenimiento –arte, deporte y eventos culturales-, medios de comunicación, espiritualidad, gestión del medio ambiente...). Políticamente significa la posibildiad de ser miembro de una organización, un sindicato o del partido político de su preferencia, así como de elegir y cambiar el gobierno a todos los niveles, desde el presidente hasta el representante municipal.

Sólo cuando las personas singulares gestionan bienes y servicios, tanto los individuos como los grupos particulares están en condiciones de ser tenidos en cuenta y pueden disponer de acceso real a las decisiones públicas y al poder.

Todas estas formas de participación están íntimamente vinculadas entre sí. Si no existe una de ellas, las demás serán incompletas y, por ende, menos efectivas. El criterio de discernimiento de toda propuesta de participación es: ¿aumenta o disminuye la capacidad de la gente para autogestionar sus vidas?, ¿contribuye al progreso de los individuos o lo frena?

Dice Juan Pablo II en Sollicitudo rei socialis: “De la propiedad deriva para el sujeto poseedor, sea este un individuo o una comunidad, una serie de ventajas objetivas: mejores condiciones de vida, seguridad para el futuro, mayores oportunidades de elección”.

Obstáculos a la participación.

En ningún país están abiertas gratuitamente las vías de acceso popular al poder político y económico, pues en todas partes exiten intereses creados que dificultan la participación del pueblo en la vida pública. En este sentido, los obstáculos más frecuentes son:

- El establecimiento de leyes arbitrarias y caprichosas que favorecen a aquellos que tienen influencia política y poder económico, generando en el fondo desigualdades ante la ley.

- Limitaciones burocráticas consistentes en innumerables reglamentaciones y controles que exigen todo género de permisos, incluso para la iniciativa empresarial más modesta.

- La distribución desigual de los recursos, es decir, el que personas y grupos no tengan la misma capacidad de acceso a los recursos necesarios, lo cual genera diferencias significativas entre las personas.

No reconocer la propiedad privada como un derecho significa limitar de modo grave la creatividad y el desarrollo de las potencialidades personales de los individuos, generando un desinterés social que frena el desarrollo y alimenta disgusto y agresividad, y que muchas veces degenera en actitudes indolentes y escapistas. Indolentes, porque, cuando nada es de nadie, a nadie le duele el descuido de la propiedad; y escapista, porque cuando la persona se siente sin participación en el desarrollo de su sociedad, pierde el interés por ser parte del destino de su nación.

Preguntas para dialogar:

- Hemos dicho que “participación” es poder intervenir estrechamente en los procesos que afectan nuestra vida: la economía, la política, la cultura y la vida social. Teniendo en cuenta la situación real de Cuba, ¿en qué modos YA podemos intervenir en estas áreas?

- ¿Qué podemos hacer para ser cada vez más “tenidos en cuenta” por los órganos de dirección de la sociedad en nuestro país?

- ¿En qué áreas podemos YA ir teniendo un mayor control de nuestras vidas?


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Texto tomado del Facebook del autor. 

(Carteles. Febrero 24, 1935) del Concurso de Simpatía en el Central Senado


"Concurso de Simpatía en el Central Senado. La Srta. María Amparo Diez, candidata al Concurso de Simpatía del Senado Tennis Club."

Friday, June 25, 2021

Una mirada al pensamiento musical-pedagógico de Gabriel de la Torre Alvarez (por Verónica E. Fernández Díaz)

Foto cortesía de Verónica E. Fernández
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Las investigaciones relacionadas con el pensamiento músico-pedagógico cubano arrojan resultados cada vez más notorios. Hay que destacar en este sentido la labor desarrollada por las doctoras Alina Ponsoda, Miriam Villa, Dolores Rodríguez y el doctor Roberto Valera, entre otros que han realizado acercamientos a personalidades en su doble condición de músicos y pedagogos como César Pérez Sentenat, Argeliers León y Gaspar Agüero Barreras, por solo citar ejemplos puntuales. Este interés deriva, entre otras razones, de la necesidad de perfeccionamiento en la enseñanza musical desde la investigación del ideario de nuestros músicos-pedagogos del pasado, y como consecuencia, el aumento de la calidad en el desempeño profesional del maestro y el educando.

Luis Aguirre D’Orio
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Pese a los importantes aportes que se han obtenido en la indagación sobre estos asuntos, se observa cómo muchos de los músicos-pedagogos de otras regiones del país, aún cuando desarrollaron su labor musical y pedagógica en la capital y cuentan con un corpus teórico importante en esta materia, han sido insuficientemente estudiados o completamente olvidados. Pónganse por casos, los camagüeyanos José Ángel Marín Varona, Gabriel de la Torre Álvarez, José Molina Torres; Luis Aguirre D’Orio y Félix Rafols.

José Marín Varona
Foto cortesîa de Verónica E. Fernández
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En este sentido existen a mi juicio varias problemáticas. En primer lugar, los programas de estudio de pedagogía musical de la Universidad de las Artes no incorporan la indagación en la vida y obra de muchos músicos-pedagogos cubanos, menos, los del interior del país. En segundo lugar, un número importante de estos músicos-pedagogos locales se trasladaron a la capital, donde se conserva gran parte –si no la totalidad– de su producción teórica y resultados de su experiencia práctica. De ahí que el investigador local no pueda acceder fácilmente a los documentos necesarios para realizar su estudio. En tercer lugar, los músicos-pedagogos que desarrollaron su labor en provincias no pudieron, en general, publicar su obra, quedando esos escritos en manos de familiares o discípulos. Por lo que se torna peliaguda la localización de los mismos para realizar un estudio de su ideario.

Dadas estas deficiencias se decide realizar un primer contacto con el pensamiento musical-pedagógico camagüeyano. Una ciudad cuyo acontecer musical evidencia el interés de sus pobladores por el cultivo y desarrollo de la música desde el siglo XVIII, en que comenzó a fomentarse el canto y la ejecución de instrumentos de viento y cuerdas en lugares públicos y viviendas particulares; así como la existencia de una «Casa de Sociedad» entre 1794 y 1797, en la que se efectuaron bailes y cantos –sobre todo boleras– con acompañamiento de guitarra.

Sociedad Filarmónica
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Estas noticias atestiguan un dominio de los conocimientos musicales por parte de criollos e hispanos asentados en la villa, conocimiento adquirido en la metrópoli y reproducido en las iglesias de acuerdo a sus necesidades, que impactó en la actividad de concierto efectuada en tertulias y veladas familiares, y en instituciones religiosas. Por otra parte, las bandas regimentales registradas desde 1821 en la localidad, contribuyeron al aprendizaje de la música y el dominio de instrumentos para la difusión y disfrute de música diversa. Actividad educativa que se incrementó paulatinamente durante el siglo XIX con la creación de academias particulares y otras adscritas a colegios religiosos; la Sociedad Filarmónica y Santa Cecilia. Estos constituyen intentos loables de academización de la enseñanza musical en el Camagüey colonial.

Durante los primeros 20 años de la República aparecen en Camagüey diversos centros de enseñanza musical supeditados al conservatorio Hubert de Blanck. De manera que los músicos-pedagogos camagüeyanos se suman a la necesidad de academización de la enseñanza musical, promueven la actividad concertística en los mismos, fundan instituciones musicales como la Sociedad Infantil de Bellas Artes (SIBA) y agrupaciones de cámara y música sinfónica; subvencionan la educación musical a niños pobres a través de becas y dan a conocer, mediante conferencias –algunas radiales, con el concurso de la CMJK–, sus ideas acerca de la pedagogía musical en el territorio.

Programa a la Audición XXI,
de la serie de Educación y Divulgación Musical.
Conservatorio Ráfols. Camagüey, 1935.
Foto cortesía de Yalim Toledo
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En este sentido destacan los músicos-pedagogos Luis Aguirre D’Orio[1] (procedente de Nicaragua) y Félix Rafols (procedente de España), reconocidos a nivel nacional. A ambos, el Ministerio de Educación les concedió en 1936 y 1941 respectivamente, la validez académica a sus respectivos conservatorios debido a que habían perfeccionado sus planes de enseñanza, ampliado sus programas con otras especialidades como composición, instrumentación, análisis y fomentaban una importante actividad de concierto a los que fueron invitados músicos de reconocido prestigio internacional como Mad Weiss, Federico Kramer, Olga Fichermann y el ballet Yavorsky, entre otros.

Aunque en esta etapa, Gabriel de la Torre Álvarez no se encontraba viviendo en Camagüey, el pensamiento musical-pedagógico que le movió en la capital influyó en el contexto camagüeyano, donde dejó discípulos que continuaron sus proyectos pedagógicos e impulsaron la música de conciertos, y, donde se le reconocía como precursor en la enseñanza musical de la región, aspectos que se conocen a partir de la confección del “Diccionario de la música camagüeyana. Siglo XIX” y el examen de las redes de parentesco publicado bajo el título “Una familia en la música del Camagüey: Gabriel de la Torre. Estudio de caso”, en una edición anterior de este cuaderno. En estas indagaciones se pudo constatar la abundancia de tratados, folletos, conferencias y otros documentos que muestran el ideario musical-pedagógico de Gabriel de la Torre y su impronta en el acontecer músico-pedagógico cubano de la República, razón por la cual se considera uno de los más sobresalientes de los músicos-pedagogos de la región.

De su obra, conservada en la Biblioteca Provincial Julio Antonio Mella de Camagüey y la Biblioteca Nacional José Martí,[2] se han seleccionado para este primer contacto los folletos ¿Cómo debe estudiarse la música?, Historia de un método, Tópicos de pedagogía musical y ¿Por qué se abandona el cultivo del piano? Con este corpus, que compendia algunos de los más significativos trabajos teóricos que escribiera el camagüeyano se puede dar respuesta a interrogantes como: ¿qué aspectos caracterizan el pensamiento musical-pedagógico de Gabriel de la Torre Álvarez? y ¿cuál es su legado al pensamiento musical-pedagógico cubano? Es nuestro propósito, entonces, caracterizar el pensamiento musical-pedagógico del camagüeyano Gabriel de la Torre Álvarez y determinar su contribución al avance del ideario musical-pedagógico durante la República.

Como ya existe un camino transitado en cuanto a definiciones conceptuales, se parte de la definición dada por Dolores Rodríguez y Nadiesha Barceló en Pensamiento musical-pedagógico en Cuba: historia, tradición y vanguardia; donde las autoras definen pensamiento musical-pedagógico como:
El acto de discurrir de los músicos que ejercen la docencia, relacionado con la solución de problemas técnicos y expresivos que se deben lograr con los discípulos, a través de la experimentación abierta y flexible, en las que se apliquen diversas técnicas y metodologías, derivadas de la práctica musical de las que emana el acto pedagógico, en el que se emplean herramientas psicopedagógicas especializadas y en la que se jerarquiza que el discípulo vivencie, el hecho sonoro primeramente como intuición perceptiva para luego, comprenderlo conceptualmente, sin descuidar el equilibrio que debe existir entre la teoría y la práctica.[3]
La esencia de este concepto se puede encontrar en el ideario teórico y práctico de Gabriel de la Torre Álvarez. Un hombre que, aún cuando en un momento de su vida, -sobre todo al trasladarse para La Habana, abandona un poco su labor compositiva y la de director de orquesta- se dedicó, preocupó y dispuso a darlo todo por la enseñanza.

Sobre el quehacer pedagógico y musical de Gabriel de la Torre durante la colonia comentó el compositor, violinista y director de orquesta camagüeyano Louis Aguirre Rovira: “En esta etapa es muy relevante la labor del maestro Gabriel de la Torre, quien junto a su esposa Lina Campuzano, impartió clases de piano, canto, solfeo y violín. Su academia funcionó hasta 1903. Además, formó una orquesta que llegó a ejecutar obras sinfónicas y del propio Gabriel. Su primer concierto se realizó en la Sociedad Popular”.[4]

En 1903, de la Torre continúo su labor de profesor en La Habana a donde se trasladó en 1902, e impartió clases en el colegio del Sagrado Corazón del Cerro durante 20 años más. Como pianista y pedagogo fue honrado por autoridades musicales a propósito de su Método elemental para la enseñanza del piano. Labor coronada con una amplia labor crítica en revistas y periódicos.

Siguiendo la periodización que Dolores Rodríguez y Nadiesha Barceló establecen en su estudio sobre el pensamiento musical-pedagógico cubano, la actividad músico-pedagógica de Gabriel de la Torre abarca de la segunda etapa (1885-1903) a la quinta (1940-1950), centrando su corpus teórico entre los años 1904 y 1941. A los efectos de este primer acercamiento a su producción teórica se reducen esas cuatro etapas propuestas por Dolores Rodríguez y Nediesha Barceló a dos en la que el desempeño de Gabriel de la Torre como músico-pedagogo fue fructífero:

1. La colonia (1886 a 1902).

En esta etapa la actividad músico-pedagógica de Gabriel de la Torre se lleva a efecto en su ciudad natal. Desempeño que estuvo enfocado en la conjunción de la composición; la actividad concertística en la ejecución del piano; la creación de una orquesta; y la realización de lo que llamó «conciertos familiares»[5] con audiciones comentadas, lecturas de poesía, disertaciones sobre temas diversos y el talento que él mismo educaba e invitados.

Entre sus discípulos camagüeyanos se encuentran sus propios hijos, en particular Marta, quien destacó como violinista en giras internacionales y llegó a grabar 18 discos con lo mejor de la música de concierto. Así como otros que influyeron en el desarrollo musical posterior de la Isla como Gustavo Rogel, quien fue a su vez, el primer guía de la notable pianista Dulce María Serret, luego directora del Conservatorio Provincial de Oriente en 1944.

En esta etapa su pensamiento musical-pedagógico se enfoca hacia:

- La búsqueda de soluciones propias para el estudio de instrumentos como el violín.

Se trata de un aparato que de la Torre mandó a construir para que su hija Marta cuidara el porte erguido durante el estudio individual. Este consistió en un aparato con listones sobre una tabla que permitía mantener la postura correcta. Algo similar mandó hacer para que sus estudiantes alcanzaran los pedales del piano.

- Fijó el orden de aprendizaje musical de sus hijos y otros discípulos a partir de asignaturas teóricas primero (solfeo, teoría, lectura musical) y luego instrumentos (violín y piano), e intervalos de estudio que iban en aumento según las habilidades adquiridas y la resistencia física del educando. Para las presentaciones en público procedía con estudio individual toda la semana y el domingo, ensayo ante los profesores como en un examen.

- Para la enseñanza del piano se enfocó en la compilación de los textos disponibles.

En su autobiografía, publicada en 1944, el propio Gabriel de la Torre expresa sus inquietudes respecto a los escasos textos referidos a la metodología de la enseñanza musical. En tal sentido planteó:
Mis primeros pasos en la enseñanza fueron de indecisión, de duda: no tenía preparación para su ejercicio. No encontraba adecuado para un principiante los “Ejercicios de Herz”, como hacía Albéniz, y menos todavía el método de Kalkbrener, que me asignó Pepe Marín (José Marín Varona). Por mi práctica fueron pasando Bertini, Lemoine, Le Couppey, y cuantos métodos caían en mis manos. ¿Cómo empezar? ¿Por la llamada posición fija bajando las teclas?... ¿Sin bajarlas?... ¿Por la posición libre?... ¿Levantando mucho los dedos?... A veces pensaba que tantas opiniones obstaculizaban mi orientación.[6]
Como consecuencia de esta problemática, Gabriel de la Torre comenzó a comprar cuantos tratados pedagógicos llegaban a Puerto Príncipe o los manda a buscar a La Habana y el extranjero; los estudiaba, analizaba y cuando no estaba de acuerdo con algún enfoque buscaba la manera de hallar una solución al problema técnico que se le presentaba. Con ese corpus bibliográfico se armó de herramientas necesarias para su desempeño profesoral en esta primera etapa, que años más tarde servirían de referentes en la construcción de su propio pensamiento músico-pedagógico, sobre todo, en la enseñanza del piano.

2. La República (1904 a 1941).

Imagen cortesía de Verónica E. Fernández
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Esta segunda etapa comprende la totalidad de la obra teórica de Gabriel de la Torre. En ella se expone las premisas de su pensamiento musical-pedagógico desarrollado en la capital de la Isla.

El folleto ¿Cómo debe estudiarse la música?, publicado en 1914, tuvo 4 ediciones posteriores (1916,1917 y 1924). El conservado en la Biblioteca Nacional corresponde a la última edición y está dedicado a Guillermo Tomás por el autor. En esta entrega, de la Torre reconoce haber ampliado y perfeccionado muchas de las ideas expresadas en las ediciones anteriores en correspondencia con la experiencia profesoral adquirida en el transcurso de los años. Una de ellas responde a la diferenciación entre educandos con intensión profesional y aquellos que estudian la música por pura simpatía. En tal sentido planteó: “El estudio de la música se ha hecho indispensable en todas las clases de la sociedad. Pero no todos tienen vocación ni la estudian para ser profesionales o artistas. Estos necesitan someterse a un plan apropiado que no tiene razón de ser en los que no persiguen aquel fin”.[7]

Por ello, para aquellos educandos con miras no profesionales en el aprendizaje de la música, eliminó el estudio del solfeo y la lectura musical, limitándose a la enseñanza de lecciones y obras simples para satisfacer la inclinación del niño.

La trilogía Historia de un método, Tópicos de pedagogía musical y ¿Por qué se abandona el cultivo del piano?, compilados en un solo volumen, fueron dedicados por Gabriel de la Torre a la Biblioteca Nacional en 1941. Son estos, artículos devenidos de trabajos leídos en programas de radio o conferencias dictadas en centros culturales habaneros años antes. Trabajos en los que Gabriel de la Torre retoma sus preocupaciones fundamentales sobre la enseñanza del piano y su provecho en el futuro músico.

En Historia de un método vuelve a relatar las preocupaciones que le atormentaban al iniciarse como profesor en 1886 en Camagüey para fundamentar las necesidades y carencias existentes en la enseñanza del piano que le llevaron a escribir su Método elemental de piano. Para dar más realce a tan magna obra incorpora las opiniones que importantes profesores de Francia, Bélgica y Cuba ofrecieron a propósito de la misma. De ellos se destaca la de Isidoro Philipp, profesor del Conservatorio de París, quien comentó: “En su método elemental de piano el profesor Gabriel de la Torre, se basa en la experiencia y la reflexión. Es un guía inteligente y claro. Me ha interesado vivamente su trabajo ingenioso y completo”.

Otro premiado pianista y profesor del Conservatorio de Bruselas, Arthur de Greef dijo:
Me ha sorprendido la claridad con la que se exponen en el método del maestro Gabriel de la Torre, los problemas musicales y los de técnica instrumental, que desde el principio deben retener la atención del pedagogo y del joven estudiante de piano, y la elección juiciosa de los ejercicios destinados a desarrollar el espíritu de análisis, el gusto artístico y los medios de ejecución del alumno.
Por su parte, el cubano Guillermo Tomás expresó lo siguiente: “Tengo para mí garantías suficientes: primero, su hombría de bien; segundo, su larga, paciente y fructífera labor profesional, y tercero, lo novedoso de su plan de enseñanza, que tanto se aleja del molde y la rutina”.

Estas opiniones están remarcando la existencia de un pensamiento propio en la educación musical ofrecida por el camagüeyano y su validación en el ejercicio práctico y profesional de quienes fueron sus alumnos. En opinión del propio de la Torre, su método de estudio era novedoso debido a que reduce la profusión acostumbrada de ejercicios a lo absolutamente indispensable; limita los números indicadores de digitación a los pedagógicamente necesarios; facilita la correcta posición de las manos por medio de ejercicios adecuados; suprime las líneas curvas que se usan para indicar el ligado, generalmente de modo desacertado e inoportuno; mantiene la correspondencia y relación entre los conocimientos teóricos y técnicos del piano; habitúa al discípulo desde el comienzo a la lectura del texto musical; y explica, en cada lección, el modo de proceder en la misma, esto es: enseña a enseñar. De ahí el carácter estrictamente pedagógico de su método que sirve tanto al profesor experto como al que se inicia en el ejercicio de la enseñanza.

Por su parte, Por qué se abandona el estudio del piano fue una conferencia leída en el Círculo de Amigos de la Cultura Francesa en junio de 1933. En él, de la Torre enfatiza en el estudio del piano por vocación y no por decisión paterna o pavoneo social, pues esta es una de las causas que considera propicias para el abandono del instrumento. En el estudio por vocación hace énfasis en el análisis técnico y estilístico de la pieza, así como en la habilidad de lectura a primera vista para asegurar un educando virtuoso. Se adelanta así a preceptos que rigen, posteriormente, la enseñanza musical académica del piano en Cuba.

De la lectura y análisis de esta muestra del corpus teórico de Gabriel de la Torre se entiende que su pensamiento músico-pedagógico se caracteriza por:

- La búsqueda de soluciones prácticas para propiciar el aprendizaje. Ya que, a través del análisis individual logró que el alumno resolviera dificultades técnicas con el instrumento (digitación, ligaduras y sus tipos, práctica de la lectura a primera vista, entre otros), y elaboró métodos de enseñanza individualizada de acuerdo a los interese, capacidades y condiciones del educando.

- El perfeccionamiento de un proyecto de instrucción a partir de procedimientos equivalentes a los presupuestos pedagógicos al uso en Europa, Norteamérica y Cuba a partir de su propia experiencia músico-pedagógica.

En tal sentido:

= Estableció programas de estudio diferenciados para los niños con interés profesional en la música y aquellos que lo hacían por afición; así como la propuesta de tres niveles (elemental, mediano y superior) para el aprendizaje del piano. En el superior solo debían incluirse los estudiantes con interés profesional.

= Combinó ejercicios de estudio y obras sencillas para recitales en la enseñanza del piano desde edades tempranas. El estudio de las obras incluía un análisis previo de aspectos teóricos y de estilo presentes en la misma. Por lo que estableció diferencias entre la ejecución técnica y la interpretación como explicación y traducción del significado de los caracteres y signos en la obra.

= Fijó el número de frecuencias de lecciones a 3 por semana y del estudio individual en 4 horas diarias para aquellos estudiantes con miras profesionales en su desempeño futuro. Así como la dosificación del tiempo a diferentes aspectos técnicos, de lectura a primera vista –elemento que consideró esencial para el desarrollo del pianista profesional–, de solfeo e interpretación dentro de la clase, aunque el orden en que los enunciaba fue perfeccionado más tarde.

= Cualificó al profesor que se enfrentaba al estudiante de acuerdo a su nivel, cuando expresó: “La enseñanza superior es un placer. La enseñanza elemental es altruismo y deber”.

- Le concede importancia capital a la formación del maestro de música. De donde se desprenden su Método elemental de piano, Cómo estudiar la música, Cómo estudiar por mi método y otros trabajos aquí no analizados. Sobre todo, la convicción de que con sus opúsculos pedagógicos «enseña a enseñar».

Al morir en la Habana el 11 de agosto de 1951, Gabriel de la Torre Álvarez había dejado un importante corpus teórico, metodológico y práctico sobre la enseñanza del piano. Una legión de discípulos que habían obtenido logros importantes en el quehacer musical de la Isla y el extranjero. Un reconocimiento nacional e internacional por sus ideas en torno a la enseñanza del piano.

Gabriel de la Torre Álvarez constituye un eslabón importante en la formación del pianista de la República. Muchas de sus ideas músico-pedagógicas, si bien han sido perfiladas, se encuentran en las metodologías de la enseñanza actual de ese instrumento. Sus métodos de enseñanza, aunque basados en reconocidos músicos-pedagogos europeos y norteamericanos son propios: parten de su experiencia y labor diaria en la enseñanza. Por lo que en su quehacer profesional confluye la obra teórica sobre pedagogía de la música y la actividad práctica del músico-pedagogo que fue.

Por otra parte, muchas de las ideas que han sido expresadas por otros músicos-pedagogos derivan del pensamiento de la Torre. Por ejemplo, aquella que reza: «las normas a seguir en la educación musical deben ser derivadas de la naturaleza del niño» expresada por Concepción Rodríguez Díaz en su Pedagogía musical, 1944, anteriormente formulada por Gabriel de la Torre en Cómo debe estudiarse la música de 1924 (4ta edición) cuando decía: «No es posible adoptar para todos los que aprenden el piano un mismo plan de enseñanza. A diferentes condiciones y circunstancias, diferentes procedimientos». O el criterio de Argeliers León sobre la psicología de la lectura musical en 1944, donde parte del presupuesto de que «es la música un lenguaje y como tal, su aprendizaje debe seguir un curso similar al que se produce cuando aprendemos la lengua materna», idea enunciada por de la Torre también en Cómo debe estudiarse la música cuando expresó: «La enseñanza del piano debe tener semejanza con la de la lectura. (…) Como se aprende, pronto, a leer, con las pausas necesarias, dando el propio sentido, se aprende a tocar el piano, desde el principio con verdadera expresión artística».

El pensamiento músico pedagógico de Gabriel de la Torre Álvarez, recogido en su corpus teórico merita un estudio más abarcador. Por el momento, esta breve valoración puede servir de referencia a la preparación de maestros y estudiantes interesados en el tema; así como a otros investigadores y musicólogos para profundizar en el mismo, ya que, indiscutiblemente, el pensamiento músico-pedagógico de este lugareño tributa a los estudios regionales y la historiografía musical lugareña.






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[1] En el caso de Aguirre D’Orio, fundó en 1936 un Kindergarten musical con novedosos métodos para niños de 5 a 7 años, antes de que experiencias como esta se generalizaran en el país.

[2] De un listado realizado por el propio Gabriel de la Torre en su autobiografía que comprende los títulos: “El piano de estudio” y “Tratado de teoría musical” (1904), “Cómo debe estudiarse la música” (1914), “Sobre Granados” (1916), “In memoriam” (1923), “Contra la creación de un conservatorio oficial” (1925), “Reformas en La Academia Municipal de Música” (1927). “Apuntes autobiográficos” (1928), “Cómo debe estudiarse el solfeo” (1928), “Método elemental de piano” (1931), “Nuevos procedimientos pedagógicos en la enseñanza del piano” (1935), “Cómo enseñar por mi método” (1936), “Carta a Nena Benítez” -en defensa de la Escuela Municipal de Música- (1939), “Historia de un método”, “Tópicos de pedagogía musical” y “Por qué se abandona el cultivo del piano” (1941); en la biblioteca camagüeyana se conservan sus partituras, una autobiografía y un texto sobre el trabajo con la música de cámara. La Biblioteca Nacional, por su parte, protege los textos “Cómo estudiar la música”, “Contra la creación de un conservatorio oficial”, “Historia de un método”, “Tópicos de pedagogía musical”, “Por qué se abandona el cultivo del piano”, “Método elemental de piano” y “Procedimientos pedagógicos”, entre otros artículos necrológicos y laudatorios.

[3] Dolores Rodríguez Cordero y Nadiesha Barceló Reina: Pensamiento musical-pedagógico en Cuba: historia, tradición y vanguardia. p. 46.

[4] Louis Aguirre Rovira: “La enseñanza musical en Camagüey: historia y actualidad”, Revista Antenas Nro. 10. p. 59.

[5] En estos «Conciertos familiares» se realizaban recitaciones, representaciones teatrales, ensayos con orquesta y se colaboró con artista invitados como Brindis de Salas. Gabriel de la Torre envió crónicas de dichos conciertos a Felipe Pedrell y este le dedicó un suelto en el periódico español Ilustración Musical Hispano-Americana de junio de 1894 donde señala: “Los periódicos últimamente recibidos de Puerto Príncipe, Hablan con grandes elogios de los notables conciertos organizados por el distinguido profesor de piano, e inspirado compositor Don Gabriel de la Torre, con objeto de presentar a sus discípulos más adelantados. […]. Los elogios son merecidos, porque conocemos los méritos del notable artista. Cfr. Gabriel de la Torre Álvarez: Op. Cit.p.79.

[6] Ibíd. p. 76.

[7] Gabriel de la Torre Álvarez: ¿Cómo debe estudiarse la música? p. 10.





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BIBLIOGRAFÍA

AGUIRRE ROVIRA, Louis: “La enseñanza musical en Camagüey: Historia y actualidad” en, Revista Antenas, Nro. 10, Segunda Época. Camagüey, enero-junio, 1997.

FERNÁNDEZ DÍAZ, Verónica E.: “Una familia en la música del Camagüey: Gabriel de la Torre. Estudio de caso” en, Elda Cento (Coord.): Cuadernos de historia principeña 14. Editorial Ácana, Camagüey, 2015.

RODRÍGUEZ CORDERO, Dolores F. y Nadiesha T. Barceló Reina: Pensamiento musical-pedagógico en Cuba: historia, tradición y vanguardia. (Desde finales del decimonónico hasta la primera mitad del siglo XX). Editorial Adagio y Ediciones Cúpulas, La Habana, 2009.

TORRE ÁLVAREZ, Gabriel de la: “Cómo debe estudiarse la música”. La Habana, 1924.

TORRE ÁLVAREZ, Gabriel de la: “Historia de un método”, “Tópicos de pedagogía musical” y “Por qué se abandona el cultivo del piano”. La Habana, 1941.

TORRE ÁLVAREZ, Gabriel de la: Mi vida profesional revisada a los 80 años. Imprenta Cuba Intelectual, La Habana, 1944.






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Verónica E. Fernández Díaz. Nació en Camagüey, el 28 de enero de 1972. Doctora en Ciencias sobre Arte, Profesora Titular e investigadora Auxiliar de la Universidad de las Artes y el Centro de Estudios Nicolás Guillén. Premio Anual de Investigación Cultural 2007 con “Diccionario de la música camagüeyana. Siglo XIX” y 2015 con “Música e identidad cultural. Puerto Príncipe 1800-1868. Premio CUBADISCO 2014 en Producción de Investigación Musical con el CD Páginas de vida. Música camagüeyana del siglo XIX. 3er Premio de Musicología Argeliers León de la Uneac 2017 con el estudio de la obra de José Marín Varona.

Tiene publicado el libro Diccionario de Música camagüeyana. Siglo XIX, y varios artículos en Cuadernos de Historia Principeña de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, el Anuario de la Universidad de las Artes y la revista Antenas de su ciudad natal. También tiene trabajos publicados en la revista Videncia de Ciego de Ávila, Sic de Santiago de Cuba y Clave de Ciudad de La Habana, así como artículos en varios libros. Otros trabajos suyos se han publicados en Lisboa, Portugal; Baeza, España y Santiago de los Caballeros, República Dominicana.
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Gaspar, El Lugareño Headline Animator

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