Sunday, July 11, 2021

A Cuba (fragmento). Poema de Sofía Estévez, 1869.


¡Cuba, Cuba, a quien adoro,
por quien de amor late el pecho,
Cuba, que tienes por techo
cielo azul y rayos de oro …!
si tú admitieras mi lloro,
si mis penas comprendieras,
si mis tormentos supieras
al pensar triste y sombría
que no eres ya, Cuba mía,
ni sombra de lo que eras…

Psalm 23 (by Miqedem)




Saturday, July 10, 2021

-Señor: ya no te pedimos siquiera un feliz año nuevo, sino uno un poquito mejor que este que dejamos. (Massaguer)

(Bohemia. Enero 28, 1934) Presidentes de Cuba. 1902- 1934

 

Tanteos en lo trascendentalista de la obra poética de Nicolás Guillén (por Anthony J Aiello)

Tanteos en lo trascendentalista de la obra poética de Nicolás Guillén.
De Cerebro y Corazón (1922) a
 Por el mar de las Antillas anda un barco de papel (1978)


por Anthony J Aiello


Entre la pléyade de poetas cubanos, Nicolás Guillén (1902-1989) es una de las principales voces de la poesía cubana del siglo XX. Su nombre adquirió gran resonancia en el ámbito de la cultura nacional e internacional por su estro poético, sus temas (intimistas, étnicos, sociales, populares, y políticos), su musicalidad cubana y su incansable labor cultural y política, iniciada desde la República de la Cuba Democrática y continuada en la República de la Cuba Socialista, a favor de las minorías olvidadas, las injusticias sociales y el establecimiento de un nuevo orden de equidad social.

No es casual que en fecha tan temprana como el 7 de enero de 1940, fuera galardonado con el título de Hijo Predilecto de la Ciudad por la Cámara Municipal de Camagüey, que ya apreciaba su desenvolvimiento comprometido con la cultura y la política de su provincia natal y su país. Él, como José María Heredia (1803-1839) y José Martí (1853-1895), nos dejó en su obra poética con peculiar ingeniosidad el sentir y las aspiraciones de su Patria en el momento que le tocó vivir, desde una posición comprometida con la causa cotidiana del ser humano. Su compromiso final con la izquierda fue determinante también para que en la República de la Cuba Socialista se le diera el excelso título de Poeta Nacional de Cuba(1).

Mucho se ha hablado de su obra poética, al extremo de haberse generalizado valoraciones emitidas sobre partes de su obra en el resto de ella. Una valoración positiva no puede perder un enfoque dialéctico de su quehacer poético, delimitando sus diferentes etapas, las que en conjunto integran una dimensión más justa del poeta. Mucho hay de africano o de hispano, de posmodernista o vanguardista, de social o lírico y de popular o político en su poesía en la medida que va acumulándose, y donde un rasgo puede presentarse con mayor relevancia en una que en otras composiciones.

El ángulo de interés de los críticos por su obra ha incidido, desde su consagración como poeta con Motivos de Son (1930), en lo negrista, en el papel del africano en la cultura cubana, en lo popular cubano, en lo musical que le viene del son, en lo que su tema tiende a la búsqueda de la poesía nacional que a la vez se define con los elementos devenidos de sus raíces africanas o hispanas y que se diferencia de su entorno caribeño o hispanoamericano, inscribiéndose en él con lo que de común tiene: una poesía que trasciende lo nacional para alcanzar lo universal, dejando en sus versos la impronta de su tiempo donde cada acontecimiento político nacional o internacional cobra inusitada forma.

En este ensayo nos acercaremos a la totalidad de su obra escudriñando y valorando la presencia de una poesía religiosa o trascendentalita y su posición respecto a ella, teniendo en cuenta que su educación primaria y su hogar estuvieron profundamente marcados por el catolicismo, por lo que no es de extrañar que su formación cristiana haya determinado ese sentido de justicia y solidaridad con los más pobres y oprimidos que se revela en toda su poesía y en su lucha por la justicia social durante los años más activos de vida.

Su trayectoria poética extendida a lo largo de más de setenta años (1916-1989) representa uno de los mayores esfuerzos artísticos de Cuba y de toda la poesía española contemporánea, con verdadera conciencia artística y en continua superación, evolucionando desde una posición modernista tardía, ya decadente en los años que escribe los poemarios Cerebro y Corazón (1922)(2) y Otros poemas (1920-1923) hasta la poesía de vanguardia iniciada con la publicación de poemas en revistas cubanas, los cuales se recogieron más tarde en el cuaderno Poemas de Transición (1927-1931). A partir de estos poemas su poesía se consagrará como vanguardista en una continua superación.

Así aparece la colección Motivos de Son (1930) que marca la apoteosis de su estilo en la vertiente de la poesía negrista, la cual se extiende también a sus poemarios Sóngoro Cosongo (1931) y Poemas mulatos (1931). En los próximos poemarios, el interés por los problemas étnicos va integrándose a una poesía de preocupación humana y carácter social que trasciende el ámbito nacional, peripecia ya alcanzada en Sóngoro Cosongo al trazar el estereotipo de su sueño caribeño y americano. Corresponden a esta poesía cuadernos como West Indies L.T.D. (1934) sobre la tragedia social de los países caribeños y Cantos para soldados y Sones para turistas (1937) en los cuales enfrenta el problema continental americano de los más humildes y desamparados.

En ese año de 1937 su conciencia poética se lanza hacia el continente europeo con colecciones como España: Poema en cuatro angustias y una esperanza tras los acontecimientos sobre la Guerra Civil Española y en respaldo de la izquierda. Su publicación próxima será El son entero (1947), una antología de toda su obra anterior, a partir de Motivos de Son, la cual marca el momento de plenitud artística de Guillén. Seguidamente aparece Elegías (1948), un libro al que Guillén le dio gran importancia pues como expresó a Samuel Feijoo: “En el fondo soy un elegíaco, un angustiado” (Morejón 35). Como el mismo señaló, este cuaderno libera ese tono elegíaco que caracteriza su personalidad, es común a toda su obra y fuente de trascendentalidad para alcanzar la más elevada excelencia poética. De este período es también Sátira Política (1949-1953) que como su título indica ridiculiza a las figuras políticas del momento con una sátira mordaz.

La década de los cincuenta nos sorprende con un estilo de vanguardista ya maduro. De esta época son Las coplas de Juan Descalzo (1951), El soldado Miguel Paz y el sargento José Inés (1952)(3) y La paloma del vuelo popular (1958) en la cual recopila su obra del exilio y peregrinaje mundial hasta arribar a Cuba después que la dirección revolucionaria tomara el poder el 8 de enero de 1959. En este poemario acentúa cada vez más su preocupación por temas más internacionales desde una posición de izquierda sobre la situación de los trabajadores, la denuncia de la globalización capitalista, sin abandonar los conflictos raciales y la situación general de Cuba, el Caribe y la América.

En los años 60, su producción -ya de gran madurez y destreza estilística- se hace más prolífica celebrando el nuevo sistema socialista instaurado en su Patria por el Gobierno Revolucionario que concreta sus aspiraciones políticas. De esta época son las colecciones ¿Puedes? (1960), Tengo (1964), Poemas de amor (1964), Antología Mayor (1964), En algún sitio de la primavera (1966), El gran zoológico (1967) y Cuatro canciones para el Che (1969).

Tengo realza los logros sociales con el nuevo gobierno cubano e intensifica la denuncia social latinoamericana y antimperialista de carácter comunista, aunque se vuelva paradójico con el avance del proceso revolucionario, pues los logros que declama han pasado al pasado y a ser privilegio de unos cuantos; Poemas de amor reúne la expresión amorosa, a veces sensual, que el poeta ha acumulado en sus obras desde 1922 o que había permanecido inédita; Antología Mayor constituye una recopilación de toda su obra desde Motivos de son hasta esa fecha; En algún sitio de la primavera recoge los poemas dedicados a su secretaria y amante, el cual fue publicado por primera vez en Canadá y desconocido en Cuba hasta la muerte de su esposa por respeto a ella; El gran zoológico constituye una sátira y metáfora de la política internacional del momento superando el realismo poético de Tengo; y Cuatro canciones para el Che, como expresa su título, constituye una apología a Ernesto Guevara.

Al llegar los años 70, su estilo se vuelve mas prosaico, aunque sin perder su estro poético ofreciéndonos cuadernos como La rueda dentada (1972), El diario que a diario (1972) y Por el mar de las Antillas anda un barco de papel (1977). En La rueda dentada recrea las vertientes ya trilladas en sus libros anteriores y hace gala de su humor, ironía y sátira, arremetiendo con gran desenfado contra los valores sociales establecidos; en El diario que a diario se acentúa su ingenio y la sátira, revelando facetas que el poeta no había tenido oportunidad de mostrar anteriormente; y, por último, Por el mar de las Antillas anda un barco de papel desarrolla, con un estilo ya consagrado, temas infantiles con un gran gracejo y de interés para los adultos también.

En este inmenso universo poético los temas se ordenan en cuatro vertientes: lo popular, lo social, lo político y lo intimista. Las tres primeras vertientes responden a su preocupación de artista comprometido con la política de izquierda internacional. Por esa razón, la crítica al orden económico capitalista predomina en su poesía, integrándose desde lo regional a lo nacional cubano, a lo caribeño, a lo latinoamericano, a lo europeo y a lo asiático hasta hacerse universal. Su sentir brota como expresión del dolor colectivo a través de “diálogos” en lo que la voz del poeta es personaje porque Guillén conoce la realidad del hombre de su tiempo, milita en una opción de izquierda y se hace solidario activo, viviendo la alegría y el dolor de todos. En la vertiente intimista, se destacan tres temas: la mujer, la naturaleza y la muerte, aunque ocasionalmente incursiona en temas filosóficos y religiosos.

Precisamente sobre esta vertiente temática, ocasional y pequeña, se centra nuestro análisis sobre la obra poética trascendentalista de Nicolás Guillén, lo que sorprende por su conocida militancia comunista desde 1937 -aunque la mayor parte de estos versos se escribieron con anterioridad a esta fecha- pero que demuestran un rasgo característico de la cultura cubana: la fe y la religiosidad de una gran parte de su pueblo o el ateísmo de otra parte de los cubanos, cuando el tratamiento se vuelve satírico, lo que en su conjunto nos da una visión de lo nacional cubano, que en su defecto quedaría trunca.

El mayor número de poemas en torno a este tema está en su primer libro Cerebro y Corazón que permaneció inédito hasta 1963, cuando Ángel Augier lo publicara en el tomo I de su Nicolás Guillén. Notas para un estudio biográfico -crítico, el cual responde a su etapa de iniciación y titubeos, una etapa de fuerte devoción cristiana católica dada su formación en la Escuela Pía de Camagüey y la devoción católica familiar. Diez poemas de esta colección desarrollan el tema trascendental con la devoción de un creyente que ora a Dios: “A Jesucristo”, “Señor”, “El mal del siglo”, “La amarga ironía”, “La canción de los sauces”, “Tras la dicha”, “Capricho”, “Nocturno”, “Salmo Lírico” y “Poema de las manos amables”. El resto, integrado por treinta y seis poemas, trata temas del amor, la naturaleza, la muerte y la filosofía en coherencia con la fe y los valores de la ética católica.

El primer poema de esta colección “A Jesucristo” es un soneto donde define la misión del Hijo de Dios hecho hombre:
De la existencia en el mortal desvelo
fuiste un rayo de luz sobre lo humano
y en el lodo podrido del pantano
tu piedad derramó flores del cielo. (Guillén, Obra poética T I 11)
El segundo, “Señor”, es una oración al Padre rogando por la Gracia que lo ayude a la santidad:
Señor: dame la gracia
celestial de ser bueno.
Hazme albura de armiño
en todo bajo cieno. (Guillen, Obra poética T I 15)
El tercero, “El mal del siglo”, es también una plegaria a Dios suplicando la Gracia que lo aleje de los pecados de su siglo:
Estos hombres de ahora solo piensan
en el oro, que enfanga
todas las limpideces de la vida
y todas las alburas de las almas.
Señor, ya nadie sueñas;
Señor, ya nadie canta.
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yo no puedo vivir en este siglo
sin cerebro y sin alma.
Señor, Señor: yo soy águila o cisne:
dame una cumbre altiva, como el águila,
para olvidar en ella,
mi Lírica nostalgia,
o igual que al cisne, dame
como suprema gracia,
un lago silencioso y solitario,
de ondas azules y de espumas blancas … (Guillén, Obra poética T I 19-20)
Los siguientes poemas (“La amarga ironía”, “La canción de los sauces”, “Tras la dicha”, “Capricho”, “Nocturno”, “Poema de las manos amables” y “Salmo Lírico”) desarrollan sus temas desde una perspectiva trascendentalista de temor a Dios e interés por la vida escatológica.

En “La amarga ironía" se habla del pecado de suicidarse:
Dicen que suicidarse es un delito;
que hay que aceptar la vida como es
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pero no te suicides, ni protestes,
que te castiga Dios… (Guillén, Obra poética T I 21)
En “La canción de los sauces” se eleva una plegaria por la paz que le inspiran y la invitación a orar en cada tumba en cada cruz:
Cuando os miro, una sensación extraña
como extraña ola, silenciosa baña
de armonía mi lira; mi cantar de luz,
y mi altiva musa se arrodilla y ora
junto a cada sauce que en la tarde llora,
junto a cada sombra, junto a cada cruz… (Guillén, Obra poética T I 24)
“Tras la dicha” subordina la suerte del hombre a la voluntad de Dios, una idea muy extendida que se aparta de la concepción filosófica cristiana de la existencia del hombre al libre albedrío, pero que, al menos, mantiene el temor a Dios:
Ando de la dicha en pos
pues, como se sabe, es ella
remota y cambiante estrella
que enciende y apaga Dios. (Guillén, Obra poética T I 26)
“Capricho” describe la meta de sus musas y sus versos hacia lo trascendente:
Mis musas cantan. Mis versos vuelan
hacia el cielo, hacia Dios, hacia los astros. (Guillén, Obra poética T I 39)
“Nocturno” es sobre el rumor de alguien quien reza desde muy lejos, pero que la voz poética hace una paradoja al considerar que viene ese rumor “del país misterioso/ en que viven/ sin vida los muertos…” (Guillén, Obra poética T I 26)
Una sombra ante el Cristo
rezaba sus rezos
y su voz parecía,
al rodar en el vasto silencio,
una voz que llegara de lejos; del país misterioso
en que viven
su vida sin vida los muertos…
Pero a veces la voz aumentaba
su acento
y entonces la brisa nocturna llevaba un rumor que decía:
Padre Nuestro,
que estás en los cielos… (Guillén, Obra poética T I 43)
En el “Poema de las manos amables” la voz poética expresa el amor a las manos del samaritano que se la tiende cuando es abandonado por todos y las compara con las de María cuando se las tendió a Jesucristo en la hora final.
Yo os quiero porque sé divinas manos,
que cuando me abandonaron mis hermanos,
o sucumba en el leño en que hoy resisto,

habréis de consolarme en la agonía,
como las santas manos de María
consolaron al pobre Jesu-Cristo. (Guillén, Obra poética T I 52)
Por último, merece especial atención en este cuaderno “Salmo Lírico” donde la voz poética vuelca su atención hacia Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, para quejarse por la indiferencia actual del hombre hacia su ejemplo y sus promesas. Lamenta su muerte en el corazón humano en oposición a la vitalidad de Judas. La forma estrófica empleada evoca la estructura rítmica de “Letanías de nuestro señor don Quijote” de Rubén Darío:
¡Cristo, Cristo, Cristo, mariposa santa
que posó su planta
derramando aromas, en el Bien y el Mal!
Lirio de esperanza, ¡qué poco viviste!
Cristo, Cristo, Cristo, mariposa triste,
¡qué pronto te fuiste,
mariposa astral!
ya nadie se acuerda de tu sacro nombre.
El hombre ha seguido maldiciendo al hombre.
No brilla en la noche del mundo una luz…
Cristo, Cristo, Cristo, ya no nos ayudas;
ya no enjuga llantos, ni disipas dudas;
está vivo Judas,
está vivo Judas y estás muerto tú. (Guillén, Obra poética T I 47)
Esta fe cristiana vislumbrada en estos primeros poemas guilleneanos seguirá una evolución, en la medida que su obra se integra, conforma su estilo y su cosmovisión definitiva hasta extinguirse y abordar satíricamente el tema religioso, aunque los valores de la ética católica constituyen un subtexto yacente en toda ella. Al respecto, Jorge María Ruscalleda(4) ha planteado “Se destaca en ellos una fe en lo sobrenatural que, andando el tiempo, vemos casi desaparecer de su poesía. Únicamente queda el aparato externo del cristianismo, aferrado en el fondo de su ser como un lastre” (Ruscalleda, La poesía 56).

De los veinticuatros libros restantes examinados de su obra, en siete cuadernos no aparece el tema trascendentalista: Motivos de Son (1930), West Indies L.T.D. (1934), Cantos para soldados y Sones para turistas (1937), España: Poema en cuatro angustias y una esperanza (1937), El son entero (1947), El soldado Miguel Paz y el sargento José Inés (1952) y Por el mar de las Antillas anda un barco de papel (1977)(5). Son poemarios en lo que el interés por lo trascendental desaparece y se afianzan en concepciones materialistas a tenor con la militancia marxista del autor. Sin embargo, en el cuaderno Poemas de Transición (1927-1931), que recoge algunos poemas posteriores a Motivos de Son, se desarrolla esta perspectiva en dos poemas. Uno de ellos es “Canción Filial” dedicado por Guillén a su padre con motivo de su temprana muerte que trasluce una fe en el mundo espiritual escatológico:
Tenme siempre a tu lado como antes me tenías,
Disimula mis faltas, vibra en mis alegrías;
Cuida de que nos dure para siempre mamá.

Envuélveme en ti mismo, ya que no puedo verte,
Y espérame en la hora confusa de la muerte
Para que me acompañes…
¡Hasta luego, papá! (Guillén, Obra poética T I 98)
En otros cuatro poemarios, escritos aún después de su toma de partido por el marxismo (entre 1923 y 1971), aparecen alusiones al tema de la fe. Estos son: Otros poemas (1920-1923), Sátira política (1949-1953), Elegías (1948-1958) y Poemas de amor (1933-1971):
Pero en las tardes tristes,
En la insistencia familiar del Ángelus,
A la hora del vuelo taciturno
Del búho y del murciélago,
Como en un sueño simple la veía. (Guillén, Obra poética T II 204)
También en el poemario Sóngoro Cosongo (1931) aludirá al sincretismo religioso de una parte de la población cubana en el poema “La canción del Bongó”:
En esta tierra mulata
de africano y español
(Santa Bárbara de un lado,
del otro lado, Changó). (Guillén, Obra poética T I 116)
Solo restan seis colecciones: La paloma del vuelo popular (1958), Tengo (1964), El gran Zoo (1967), Poemas no recogidos en los libros anteriores (1972), La Rueda Dentada (1972) y El Diario que a Diario (1972), escritas entre 1937 y 1972, de tono satírico y humorista, donde este tratamiento no escapa al aludir a este tema. Del cuaderno Tengo es la siguiente décima titulada “A la Virgen de la Caridad”, que enjuicia con ironía a la Patrona de Cuba, acusándola de injusta con el pobre, en la medida que eleva su plegaria:
Virgen de la Caridad
que desde el peñón del cobre
esperanzas das al pobre
y al rico seguridad.
En tu criolla bondad,
¡Oh madre!, siempre creí,
por eso pido de ti
que si esa bondad me alcanza
des al rico la esperanza,
la seguridad a mí. (Guillén, Obra poética T I 180)
Este acercamiento a los temas de la poesía trascendental de Nicolás Guillén, sin desatender las razones esgrimidas anteriormente, nos revela un Guillén de formación y devoción cristiana católica en los años iniciales de su vida, que evolucionarán desprendiéndose de toda preocupación mística, manteniendo solo cuanto de humano y ético implica esta concepción religiosa y filosófica. Sin dudas, mucho tuvieron que aportar a sus valores su hogar cristiano católico, sus estudios en la Escuela Pía de los padres escolapios y su Camagüey. Estas razones determinaron en Guillén esa adscripción a la Iglesia Católica que Monseñor Carlos Manuel de Céspedes García-Menocal describe en uno de los cinco grados posibles -a grosso modo- de pertenencia a esta o de identificación con ella de los cubanos: la de “…las personas no católicas explicita y conscientemente, pero que viven y han sido educadas en el seno de pueblos de matriz católica -o en los que la Iglesia ha tenido o tiene un cierto peso cultural-, incorporan connaturalmente elementos de la fe y valores de la ética católica a sus vidas y frecuentemente de manera determinante. De hecho, es así, aunque repito, explícitamente se distancien de la institución Iglesia Católica y hasta de la fe en un Dios personal y de toda apertura a la trascendencia” (Céspedes 14-15).

Sorprende el encontrar al Guillén de estos exiguos poemas religiosos y trascendentalistas que, aun cuando constituyen parte de la obra inicial de su vida o se limitan a una referencia a lo trascendental o abordan el tema desde una perspectiva satírica, ya sea deliberada o indeliberadamente, responden al reclamo de su búsqueda de una poesía nacional que patentizara cuanto de auténtico hay en sus componentes, entre los cuales las inquietudes metafísicas siempre han sido una constante del pueblo cubano.

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  1. Si bien todos los países tienen sus símbolos nacionales, este de poeta nacional me resulta discriminatorio con el resto de los poetas de una nación al menospreciar otras figuras que contemporizaron con la galardonada o que le antecedieron y le sucederán, las cuales con otra sensibilidad y visión integrarán complementariamente un panorama más rico de la cultura nacional, la que sería muy pobre con un solo poeta. Si José María Heredia representa los ideales del criollo cubano del principio de la Cuba colonial del siglo XIX y José Martí los del cubano de fines del siglo XIX; Nicolás Guillén, los del cubano de las décadas centrales del siglo XX. Todos en su conjunto nos ofrecen una visión más rica del ser nacional cubano, la que se irá enriqueciendo con los poetas del futuro. De este modo, se evitaría el estarle ofreciendo esta condición a determinados poetas en un momento histórico y luego retirándosela en otro, como ha sucedido en Cuba con varios poetas que la han recibido en distintas épocas: José María Heredia (1803-1839), Julián del Casal (1863-1893), Agustín Acosta (1886-1979) y Nicolás Guillén (1902-1989).
  2. Inédito Cerebro y Corazón hasta que Ángel Augier lo hiciera público en el tomo I de su Nicolás Guillén. Notas para un estudio biográfico crítico. Luego reaparecerá solo con la edición de su obra poética completa en 1972.
  3. En esta colección continúa desarrollando el tema abordado en West Indies L.T.D.
  4. Destacado poeta puertorriqueño conocedor de la obra poética de N. Guillén.
  5. En este último título dedicado a los niños, se entiende que el autor no haya tratado el tema porque en esos años se consideraba negativo y atávico por la política ateísta del Partido Comunista dominante en Cuba e hipócritamente apoyada por sus militantes.

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Obras consultadas
Augier, Ángel: Nicolás Guillén. Notas para un estudio biográfico crítico. 2da edición. Tomo I. Santa Clara: Universidad Central, 1965: 255-305. Impreso.
Céspedes García Menocal, Carlos Manuel de. “¿Puede afirmarse que el pueblo cubano es católico o no?” Revista Temas No. 4. La Habana, 1995: 14-15. Impreso.
Guillén, Nicolás. Obra poética (1920-1958). Tomo I. Ciudad de La Habana: Editorial Letras Cubanas, 1973. Impreso.
----- Obra poética (1920-1958). Tomo II. Ciudad de La Habana: Editorial Letras Cubanas, 1973. Impreso.
Morejón, Nancy. Comp. Recopilación de textos sobre Nicolás Guillén. Serie Valoración Múltiple. La Habana: Editorial Casas de las Américas, 1974. Impreso.
Ruscalleda Bercedoniz, Jorge María. La poesía de Nicolás Guillén. Río Piedras: Editorial Universitaria de la Universidad de Puerto Rico, 1975. Impreso.

(Bohemia. Agosto 11, 1935) Presentación de José Ramón "Cantaliso". Por Nicolás Guillén.


 

El patio donde "nació" y "creció" la "palma sola" de Guillén

Casa Natal de Nicolás Guillén.
Camagüey
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Palma Sola 


La palma que está en el patio
nació sola;
creció sin que yo la viera,
creció sola;
bajo la luna y el sol,
vive sola.

Con su largo cuerpo fijo,
palma sola;
sola en el patio sellado,
siempre sola,
guardián del atardecer,
sueña sola.

La palma sola soñando,
palma sola,
que va libre por el viento,
libre y sola,
suelta de raíz y tierra,
suelta y sola,
cazadora de las nubes,
palma sola,
palma sola,
palma.


Nicolás Guillén




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Friday, July 9, 2021

Libertad individual e intervención estatal: una armonía necesaria. Apuntes sobre Doctrina Social de la Iglesia (11). Por P. Alberto Reyes


Los equilibrios solidarios


Ayudarse a sí mismo es un componente importante de la dignidad de la persona. La capacidad de valerse por uno mismo fortalece la autoestima y estimula la libertad y la creatividad de individuos, grupos y asociaciones. Decía Abraham Lincoln: “En realidad, no se ayuda a las personas cuando se hace por ellas lo que ellas mismas pueden hacer”.

Sin embargo, no siempre las personas o los grupos tienen la capacidad de asumir los retos que tienen delante, ni tienen la posibilidad de solucionar ciertos problemas ellos solos. Y es aquí donde la Doctrina Social de la Iglesia introduce los principios de subsidiariedad y solidaridad.

La subsidiariedad consiste en aportar aquello que el otro no puede aportar, conservando siempre el respeto mutuo. O sea, cuando el nivel inferior se ve desbordado por un problema, o hay circunstancias que atascan su justo desenvolvimiento, el nivel superior debe prestarle la ayuda necesaria.

Este principio es el regulador de la relación entre las organizaciones intermedias y el Estado. Todo gobierno debe velar por el bien común, pero no siempre tiene la capacidad de llegar hasta donde lo hacen los grupos intermedios, y es ahí donde ellos entran a desempeñar su papel. Por su parte, los grupos intermedios no siempre cuentan con los recursos y las posibilidades para resolver los problemas que quieren solucionar, de ahí que acudan al Estado para que los provea y apoye.

Dicho de otro modo: el nivel superior (por ejemplo, el Estado), no debe intervenir cuando los niveles inferiores (por ejemplo, la familia o los grupos intermedios), puedan solucionar por sí mismos un problema. Sin embargo, cuando el nivel inferior no puede de ningún modo solucionar sus problemas, toca al nivel superior ofrecer toda la ayuda posible.

En síntesis: tanta libertad para los individuos y grupos intermedios cuanta sea posible, y tanta intervención de los poderes públicos cuanto sea necesario.

Lo que no es la subsidiariedad

Subsidiaridad no es asistencialismo ni control injustificado y excesivo del Estado, porque “al intervenir directamente y quitar responsabilidad a la sociedad, el Estado asistencial provoca la pérdida de energías humanas y el aumento exagerado de los aparatos públicos, dominados por las lógicas burocráticas más que por la preocupación de servir a los usuarios, con enorme crecimiento de los gastos” (Juan Pablo II, Centessimus annus, 48).

Concreciones

La aplicación del principio de subsidiaridad significa el esfuerzo de los organismos superiores y rectores de la sociedad para: promover estructuras sociales que permitan el protagonismo social de individuos, familias y grupos intermedios; políticas de incentivo al sector privado; el respeto de la pluralidad política y de su libertad de acción social; la salvaguardia de los derechos individuales y de las minorías; la descentralización burocrática y administrativa. En resumen, todo lo que ayude al ciudadano a ser, responsablemente, parte activa de la realidad política y social del país.

Juntamente con esto, tenemos el principio de la solidaridad, que significa implicarse en la defensa concreta y eficaz del bien de los demás, especialmente de los más necesitados y desprotegidos.

Conclusión

Una sociedad se hace, como decía José Martí, “con todos y para el bien de todos”. La sociedad no es monopolio de nadie: ni de grupos económicos, o políticos, o religiosos o culturales, ni siquiera del Estado, por muy competente que este sea. Siempre será necesario dar espacio y promoción a la libre iniciativa de las personas concretas que, uniéndose entre sí, puedan crear estructuras que ayuden a que todo el entramado social fluya mejor.

Preguntas para dialogar:

- Comparte un problema social que:

o Puedes resolver por ti mismo.

o Puedes resolver con la ayuda de tu familia y/o amigos.

o Puedes o podrías resolver si te asociaras con otras personas.

o No puedes resolver en este momento sin la ayuda de los organismos estatales.

- ¿En qué modo puedes tú, como individuo o como parte de un grupo (familia, amigos, Iglesia...) ejercer la subsidiaridad para con otros, es decir, ayudar a alguien que no puede resolver un problema, a que encuentre una salida? Pon un ejemplo concreto.



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Texto tomado del Facebook del autor. 

Juan Francisco Pedroso: un médico y dos anécdotas (por Desiderio Borroto Jr.)

Nota del blog: Sección semanal en el blog Gaspar, El Lugareño, dedicada a Guáimaro, a cargo del historiador Desiderio Borroto Jr.



En el año 1917 una fuerte epidemia de viruela azotaba a la villa de Guáimaro y para combatirla las autoridades enviaron a un médico recién graduado en la Universidad de La Habana el Dr. Juan Francisco Pedroso Vega, el joven médico encargado de sanidad, se enfrascó en el combate contra el mal y en algunas semanas logró cortar la epidemia y eliminarla, eso le granjeó una gran popularidad. Para preservar lo logrado contra la epidemia, estableció el servicio de recogida de desechos o basura con un carretón tirado por un burro, al que casi enseguida se le comenzó a llamar popularmente el burro de sanidad.

La gran ascendencia del Dr. Pedroso en los pobladores de la villa conllevó a que cuando en 1923 se creó el Término Municipal de Guáimaro y se fue a las primeras elecciones municipales, éste resultó electo Alcalde Mayor con amplia mayoría, estando en esas funciones, el gobernador provincial de Camagüey personaje que le achacaba la culpa de la “vagancia del pueblo” a la existencia de bancos con espaldar y árboles en los parques, con esos argumentos ordenó cortar los árboles delos parques y retirar los espaldares de los bancos, el Dr. Pedroso se negó a cumplir la orden y el Gobernador envió una comisión para tratar de convencer al Alcalde rebelde, al llegar al pueblo el Dr. Pedroso llevó a los enviados hasta el centro del parque en el único lugar donde no se disfrutaba de la sombra de los árboles y allí comenzó narrar las hazañas y hechos históricos del pueblo así como de manera extendida explicar sus proyectos en la gestión de gobierno, el sol calentaba cada vez más y los enviados del gobernador sudaban sometidos a los rayos solares, fue entonces cuando uno de aquellos enviados le pidió al Alcalde ir a sentarse en los bancos debajo de los árboles del parque, momento que el Dr. Pedroso exclamó: ¡Por eso es por lo que no se pueden cortar los árboles del Parque!, porque ellos son un aliento. Y con esas palabras dejó terminada la entrevista con la comisión del gobernador.

Lugar donde estuvo ubicado su consultorio.
Actualmente casa de familia. Calle Magín Díaz
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Como médico siguió ejerciendo el Dr. Juan Francisco Pedroso Vega en la villa de Guáimaro, su prestigio siguió creciendo al mismo tiempo que su preocupación por la salud de las gentes, en Guáimaro por esa época vivía un señor llamado Iris Machado que formó una extensa familia pero era un bebedor empedernido. El Dr. Pedroso se propuso enmendar al sujeto y cierto día muy temprano esperó que Irsis Machado pasara cerca de su consultorio, lo llamó, el hombre vino muy respetuoso, el Dr. Pedroso lo invitó a entrar a su consulta y allí sobre la mesa, en platillo, estaba un pequeño pedazo de hígado al que el Dr. Pedroso le vertió un poco de alcohol al pedazo de hígado, el que inmediatamente cambió de coloración y perdió consistencia, entonces el Dr. Pedroso señalando al pedazo de hígado le dijo:” Ves lo que le hace el alcohol al hígado” a lo que casi como un resorte respondió Iris Machado: “No como más hígado Doctor”.





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Desiderio Borroto Jr. (Guáimaro 1961) Licenciado en Historia por la Universidad de Oriente y Master en Cultura Latinoamericana por la Universidad de las Artes en Cuba. Historiador, escritor, guionista radial y curador. Ha obtenido varios Premios y reconocimientos por su obra como investigador histórico y escritor.

Tiene publicado varios libros, entre ellos Abrazado sobre la Tierra (1996), El Guajiro Barba (2001), Historia de Guáimaro: Época colonial (2003), Historia de Guáimaro: República y Revolución (2005), La Vista Gorda (2007), ensayos, entrevistas y artículos han aparecido en colecciones y antologías como: Cien años con Soler Puig (2016), Calixto García la nobleza de servir a la Patria (2018), Cuando la luz del mundo crece: Sesquicentenario de la Asamblea de Guáimaro (1869-2019) (2019). También publicaciones suyas ocupan páginas de los Cuadernos Principeños, Revista Antena, Revista Santiago, Revista Viña Joven. Además de antologías y revistas de España, Uruguay e Israel.

Desespero (un poema de Thelma Delgado)



Difícil es la espera
Para llegar a tu cielo
Poder mirarte, abrazarte, suspirar
Y acariciar tu pelo.
Las horas del reloj
Se burlan de mis desvaríos,
Los minutos se hacen eternos
Y mis lágrimas, mis lágrimas forman ríos.
No te asombre si de pronto
En medio de mi desespero
Y en un arrebato del alma
Voy a tu encuentro
Te robo un beso
Que sirva como un bálsamo
Y devuelva a mi corazón la calma.





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Thursday, July 8, 2021

Teatros (con teléfono) en el Camagüey de 1949.

Santiago de Cuba se enlaza con el mundo (por Rafael Duharte Jiménez)



En sus Crónicas de Santiago de Cuba, Carlos Forment cuenta que el día 11 de marzo de 1910 los santiagueros vieron por primera vez un avión, en un improvisado campo de aterrizaje en la zona de San Juan.

Diez años más tarde la Compañía Oriental de Aviación de Sport y Turismo Aéreo de Santiago de Cuba anunciaba que se dedicaría al transporte de pasajeros por el interior de la provincia de Oriente y a los anuncios y colgantes por medio de aeroplanos. La noticia constituía una señal del desarrollo alcanzado por la industria turística en la región.

En diciembre de 1920 un aeroplano marca Curtiss con capacidad para tres pasajeros aterrizó en el área del malecón en medio de un gran público que acudió a verlo. La prensa local informó al día siguiente que el aparato había sido trasladado para el reparto Los Olmos, donde haría vuelos para los que estuvieran interesados y luego publicó una lista de personalidades locales que habían volado en el Curtiss.

Ocho años más tarde en la misma zona del malecón aterrizó un aeroplano de la Pan American Airwais, el cual estudiaba la apertura de una línea regular entre La Habana y Santiago de Cuba, para el traslado postal, de periódicos y pasajeros. Al año siguiente, en enero de 1929, se inauguraba un campo de aviación en el reparto San Pedrito el cual la prensa local presentó de la siguiente manera: “Aviones de vuelos nacionales y extranjeros aterrizaron sobre la tierra de Oriente, en un recodo del camino que conduce desde esta ciudad al Cobre” Se consignaba la llegada ese día de tres aviones del ejército y dos civiles con pasajeros, uno proveniente de Puerto Rico y otro de Miami.


En 1930 La compañía de Aviación Curtiss, la mayoría de cuyos accionistas eran cubanos, inauguró un servicio de pasajeros entre Santiago de Cuba y La Habana, con lo cual ya sumaban tres compañías que ofrecían este servicio. Este año también se inició El Servicio Postal Nacional.

En 1933 el periódico Adelante publicó un anuncio titulado “Viajar por el aire es un placer” en el que se informaba de los horarios y los precios de los vuelos a La Habana, Baracoa, Guantánamo, Jamaica y Haití. El vuelo a la Habana costaba 30 pesos con 90 centavos y duraba 5 horas y media porque hacia escalas en Manzanillo, Camagüey, Morón, Santa Clara y Cienfuegos.

En febrero de 1935 aterrizó en el aeropuerto de San Pedrito el avión Marti, marca Loockheed-Electra, que integraba una moderna flota adquirida por la Compañía Nacional Cubana d Aviación. En julio de ese año se inauguró el servicio aéreo de pasajeros, correo y expreso en la ruta Habana –Santiago-Guantánamo, en el avión Maceo.


Probablemente a estos vuelos se refería el novelista Enrique Serpa en su crónica publicada en la revista Carteles en marzo de 1935, bajo el sugestivo titulo “Raid Habana-Santiago de Cuba” en la cual después de una estupenda descripción de lo que se veía desde el avión a lo largo del viaje, termina refiriéndose a la llegada del avión al aeropuerto santiaguero: “Aterrizamos. El estómago sube a la garganta, como en un ascensor que desciende con rapidez excesiva. Una leve sacudida acusa el contacto de las ruedas con la dureza del suelo. Se desliza el avión sobre un campo agotado por el bochorno del mediodía. Al cabo se detiene. Acuden hacia el aparato unos hombres apresurados. Y el steward mientras flanquea la portezuela de la cabina, anuncia ¡Santiago de Cuba!”


En octubre de 1953 comenzó a funcionar el Aeropuerto Internacional Antonio Maceo. Al año siguiente el ministro de Obras Públicas hizo la entrega oficial del nuevo edificio y demás departamentos al presidente de la Compañía Cubana de Aviación; el servicio al público se inició con un avión Viscount, el 7 de diciembre de 1956. En abril de ese mismo año un moderno Constellation Súper G trajo a Santiago a la orquesta Sinfónica de Nueva Orleáns, que es anoche ofreció un concierto en el teatro Oriente auspiciado por la Sociedad Filarmónica.


La historia de los inicios de la aviación en Santiago de Cuba abarca un periodo de poco más de cuatro décadas y está asociada con el crecimiento económico de la ciudad y en particular con el de la industria del turismo en la provincia de Oriente, la cual en la década del cincuenta era probablemente el segundo destino turístico del país y atraía gran cantidad de turismo norteamericano de ocio y hombres de negocios. También algunos orientales comenzaron a hacer turismo fundamentalmente a Miami, Nueva York y Madrid.

En 1910 los habitantes de la ciudad de Santiago vieron por vez primera un avión y en 1956 por el aeropuerto Internacional Antonio Maceo llegaban en modernos aviones los turistas norteamericanos y salían los turistas santiagueros. ¡El avión había conectado a Santiago de Cuba con el mundo!






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Rafael Duharte Jiménez (Santiago de Cuba, 1947). Profesor, Historiador Ensayista y Guionista de radio y televisión. Ha publicado 12 libros, numerosos artículos y ensayos en revistas en Cuba y el extranjero y una Historia Audiovisual de Santiago de Cuba que consta de 355 audiovisuales de 12 minutos cada uno; conferencista en 28 universidades y centros de investigación en El Caribe, América Latina, Europa y Los Estados Unidos. Es miembro de la UNIHC y la UNEAC. Actualmente labora como especialista de la Oficina de la Historiadora de la Ciudad de Santiago de Cuba.

Wednesday, July 7, 2021

Del origen del barrio de la Caridad, en Camagüey


Las personas devotas de Puerto-Príncipe venían de romería todos los años en Agosto y Setiembre al pueblecillo de la Caridad, reducido entonces à la plaza. Allí pasaban el novenario y la octava, haciendo ejercicios piadosos, dando limosnas, cumpliendo promesas y celebrando en fin el nacimiento de la Santísima Vírgen. Tal era la devoción que esta Señora inspiraba, que se hubiera reputado como un crímen entregarse al juego y a diversiones puramente mundanales en esos días, y tal el entusiasmo de los camagüeyanos por la feria de la Caridad, que no bastaron las casas de la plaza á contener el gentío, y se fabricaron otras que en breve han formado esta calle.- Había entonces tal espíritu de unión entre nosotros y tanta fé, que cada vecino al construir su casa no pensó solo en su familia, sino en las de aquellas personas a quienes debía dar hospedaje durante el novenario y la octava; por esto casi todas son espaciosas y algunas tienen dos departamentos. Formában los anchos portales, para que el vecindario pudiese venir á la caridad sin hollar el lodo ni sufrir el sol (entonces no habia carruages) y por último sembraron árboles alincados a lo largo de las aceras para hacer aquellos más hermosos y frescos, y he aquí porque conserva aun el nombre de alameda. Figuraos si sería linda esta calle, improvisada en pocos años adornada por este tiempo con arcos, banderas y flores, con sus casas enlazadas y erigidas casi bajo un propio plan aunque no por desgracia con la rectitud debida.






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Fragmento de "Una Feria de la Caridad en 183...", de J. R. de Betancourt. Tercera Edición. Barcelona 1855)



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Se ha respetado el texto como fue publicado.

Cinco cosas que debes hacer para mejorar o salvar tu relación amorosa (por Cecilia Alegría, La Dra. Amor)

Nota del blog: Espacio semanal de Cecilia Alegría, La Dra. Amor, dedicado al amor de pareja.




Estas recomendaciones son para que tú las apliques, para que tú las pongas en práctica. Si transformas tu manera de pensar sobre tu relación y tu pareja y tu forma de actuar en ella, la dinámica de tu relación amorosa cambiará para bien.

1) Practica la Ley de Prioridad

Después de Dios, nada ni nadie debe ser más importante que tu cónyuge.

Ni tu trabajo, ni tus amigos, ni siquiera tus hijos.

Tú y tu esposo(a) son una sola carne, son uno y la importancia que esa persona tiene en tu vida debe manifestarse cada día en tus decisiones, en tus palabras y en tus acciones.

2) Alienta y respalda a tu pareja en el logro de sus propios sueños.

Tener objetivos y metas comunes es altamente recomendable, pero esto no anula la necesidad de que cada uno tenga anhelos personales.

¡Qué bello resulta que se apoyen el uno al otro en ser lo que están llamados a ser en esta vida!

3) Acepta y respeta sus diferencias.

El solo hecho de ser hombre y mujer marca notorias diferencias en las formas de ser, pensar, sentir y actuar. No quieras que tu pareja sea tu calco y copia. ¡Tiene derecho a ser distinta a ti! Y eso es lo recomendable porque de no ser así no podría complementarte.

4) No permitas que la llegada de los hijos los distancie.

Sucede muchas veces que los padres se desviven por sus hijos pequeños porque los necesitan. Es obvio que hay que cuidarlos y protegerlos, pero no por ello se tiene que descuidar la relación más importante de tu vida después de tu relación con Dios.

¡No te olvides de la Ley de la Prioridad!

5) Aprende a discutir y a no ofenderte fácilmente.

¿Estás peleando con tu pareja por los mismos asuntos con frecuencia?

Puede ser que estés cayendo en PATRONES NEGATIVOS DE RESOLUCION DE CONFLICTOS que terminarán destruyendo tu relación.

El tomar conciencia de esos patrones es el primer paso para romperlos.

Una vez reconocidos éstos, es hora de hacer tiempo para sentarse a conversar, madura y civilizadamente, y encontrar soluciones positivas que sean de beneficio mutuo.

Usen lo que conocemos como “Interrupción de patrones”, cambiando de tema, pasando por alto el asunto conflictivo para retomarlo en otro momento en que ambos estén más dispuestos al diálogo.

Y, finalmente, si aprendes a no ofenderte con facilidad, a “dejar ir” la ofensa, te garantizo que tu relación tendrá muchas más probabilidades de ser feliz y de durar.




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Cecilia Alegría, La Dra. Amor (www.ladoctoraamor.com): Consejera de Parejas, Love and Life Coach, Conferencista Internacional, Periodista y Conductora de Radio y TV. Destaca en los Latinos en Miami dando consejos sobre cómo triunfar en el terreno amoroso y ayudando a miles de parejas a resolver sus problemas. Forma parte del grupo fundador de profesores del programa Universidad de la Familia.

Ha publicado doce libros entre los que se encuentran: Comunicación Afectiva=Comunicación Afectiva (Espasa Calpe, España, 2000). 120 preguntas y respuestas para ser mejores personas (Editorial Norma, Colombia, 2004), No hay amor más grande (Editorial Aragón, USA, 2012), Amando un Día a la Vez (Ediciones Varona, U.S.A. 2015), Al rescate de tu comunicación de pareja (Ediciones Varona, USA 2017), Sexo Sagrado y Lazos del Alma (Indie Publishingnbsp, 2018), Alessia (Book Master Corp. 2019), El Poder del Amor Ágape: como restaurar tu matrimonio después de una infidelidad (2021)

Vender y comprar en Puerto Príncipe. Oportunos anuncios en un "Fanal" de Agosto de 1833. (por Carlos A. Peón-Casas)

Imagen/Social
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Un muy céntrico almacén en la calle del Comercio, propiedad de D. Sebastián de la Vega ponía en conocimiento de su clientela sus mejores ofertas para aquel agosto de 1833.

Los artículos incluían selectas importaciones como la “Harina superior de Filadelfia y Alejandría a precios cómodos”, y una lista de otros artilugios que sorprenden en este aquí y ahora por su variedad:
Macarelas a 7 pesos., bocoyes de Arroz superior a 6 ps. quintal, barriles de galleticas de agua muy frescas a 4 ps., Bacalao fresco y bueno a 4 ps., Barriles de galletas de Mantequilla superior a 5 ps., asientos Americanos de varios colores a 24 ps. decena, Espejos de muy buena luz y bonita obra con paysages y de regulares tamaños a 24 ps., barriles de humo Negro por libras 1 real una, pintura Verde en latas a 6 rs. libra, Escobillas finas por docenas a varios precios, Listados finos superiores a 12 ps. pieza(…) Bretañas anchas superiores a 4 ps. 4 rs, y a 5 ps. pieza, Olandas superiores propias para camisas a 17, 18, 19, 22 ps. pieza, Estopillas legítimas a 4 ps. 4 rs. y a 5 ps id., Coleta inglesa a 16 ps., id. Prusianas inglesas de 28 yardas y de 30 yardas a 3 ps., id. Pañuelos de varios colores a 1 real, y Murselina inglesa a 2 rs. vara.
La variedad de productos seguía en otro listado de ofertas de un comercio esta vez ubicado e la calle San Patricio, definida como “tienda de pulpería, contigua a la casa del maestro Serapio Cerda, en el entonces barrio de San Ramón”:
Pipas de arcos de fierro llenas de aguardiente caña de veinte y dos grados, a veinte y tres pesos incluso pipa, y por garrafones sin el casco ocho reales, Sal por anegas seis ps cuatro rs, y por arroba siete rs., gruesas de cartillas para niños a veinte rs., y por docena dos rs.,tabaco torcido tres masos por un real, garrafones vacíos, dos y medio y dos rs.
Variando el carácter de las ventas y esta vez en lo que hoy llamaríamos el ramo inmobiliario, se anunciaban inmejorables ventas de casas de viviendas en distintos puntos de la otrora geografía citadina de aquel próspero Puerto Príncipe:
Se vende una casa acabada de fabricar en la calle de Santa Rita en la quinta que fue de D. Juan Ramón Proenza en terrenos propios cuenta de 42 cordeles planos, haciendo el cuadro a tres calles con dos lagunas y muchos frutales, o se permuta por otra casa en el centro de la Ciudad que sirva para poner una panadería, ocúrrase a su dueño D. Juan Álvarez en dicha casa.
Entre aquellas propuestas se aludían a dos vivienda esta vez en un área más céntrica de la otrora ciudad de ente ríos, las dos localizadas concurrentemente, en la calle de San Juan de Dios:
Se vende una Casa en la calle real de san Juan de Dios para la Iglesia, frente a las de D. José Bosio, su valor 3000 pesos, recibiéndose la mitad en plata, y la otra a tributo el que se interese en ella ocurra a Doña Loreto Colon, que vive en la calle de la Soledad casa número 53.
Se vende una Casa en la calle real de San Juan de Dios frente a D. Salvador Acosta, por su tasación, dejando a tributo 4000ps. y lo que exceda de su precio se recibirá a plazo según convinieren el vendedor y el comprador.
Para hacer la variedad y entre aquellos anuncios del día, se avisaba también la venta de:
Una Mulata en 450 ps. de edad de 18 años sin tachas, vicios ni enfermedad, sabe coser, y con principios de todo. Una Negra con principio de todo en 350 ps. También un Caballo andón fino y entero, excelente para padre, de 4 a 5 años en 60 ps.: impondrá D. José González, en la tienda que llaman el Sol calle de S. Pablo casa número 68, contigua a la Da. Caridad Colon.
Para el cierre de aquellas proposiciones, y de nuestra incursión por estos añejos entresijos del imaginario puerto principeño, se dejaba saber de otra oportunidad de compra de una especie de estancia o sitio, localizado a 12 leguas de la ciudad incluyendo:

“(…) una punta de ganado que no pasa de cuarenta y dos reses, y algunas labranzas”


El trato podía también incluir:
una Casita en el barrio de Sta. Ana por los dos tercios de su valor sin dar nada al contado y al que quiera tomar ambas cosas se le darán en préstamo quinientos ps. por el término de un año y medio.



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Transcribimos con apego al original la peculiar sintaxis y ortografía de los mismos.

Tuesday, July 6, 2021

De la mujer camagüeyana (por Joaquín Segarra y Joaquín Juliá. Año 1906)

Imagen/Social
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Ningún sitio más apropiado que el Camagüey para dedicar a la mujer cubana no un corto capítulo en pobre prosa sino un libro, dos libros, muchos libros de versos - que debiera estar prohibido hablar en prosa de la dulce mitad del género humano.

Grande es la fama de que gozan las camagüeyanas por su espléndida belleza; en rima y sin rimar se han volcado sobre ellas todos los adjetivos encomiásticos del habla castellana; pero, en honor a la verdad, hay que decir que la fama no ha acertado en este caso á sacar de sus trompetas la nota adecuada al objeto de sus alabanzas, ni el repertorio de calificativos «favorables» de que no es muy parco que digamos nuestro idioma, basta á expresar la admiración, el asombro, la ... apoteosis en que naufragan el cuerpo y el alma de quien afronta osado los innúmeros riesgos - ¡deliciosos peligros! - de que está rodeada la al parecer sencilla empresa de mirar de cerca y cambiar algunas frases con una mujer de Puerto Príncipe. 

Majestad en el conjunto de la figura; el más perfecto clasicismo griego en las líneas; irreprochable curvatura rafaelesca ...- iay, ay, ay, que caemos en las cursilerías de cajón! 

Nosotros, y sirva esto de profesión de fé que si no otra cosa valga á escudarnos contra la opinión de que pecamos de exagerados, no comulgamos en la iglesia de los exclusivismos viciosos cuanto vulgares en que se suele incurrir al hablar del eterno femenino. En esto somos eclécticos, hasta el punto de no haber dicho nunca ¡oh, las italianas!, ¡oh, las andaluzas!, etc., etc. (...) Pero, Señor, ¡si es que en el Camagüey casi casi resulta ofensiva (¡!) la uniformidad de la hermosura mujeril!; ¡si, buscándola, no hemos podido encontrar una mujer fea!; ¡si es que todas, todas las mujeres camagüeyanas son bonitas, arrebatadoramente bonitas, seductoras en el más alto grado!... 

La Colonia española, el Liceo, la Popular, la buena sociedad de Puerto Príncipe quiso festejarnos del modo espléndido á que ya nos tienen acostumbrados estas gentes simpáticas y rumbosas de Cuba, é improvisaron una velada por todo lo alto en el magnífico salón de fiestas del tercero de los centros arriba citados. Y lo confesamos, pidiendo que perdonen la confesión los amigos y colaboradores en el éxito de aquella velada: no sabemos si tocó ó dejó de tocar, bien o mal, ó con sordina ó sin ella, la Banda Infantil; ni si el Dr. Adam estuvo elocuente ó no en su discurso; ni si la señorita Juanita Martínez interpretó bien la Polonesa de Chopín; ni si Juan Alcalde leyó con expresión y sentimiento la « confesión» de La Ermita; ni si el señor Silva tiene ó no tiene vis cómica para recitar los monólogos de Eduardo Vega... No sabemos ni recordamos sino que pasamos tres horas en un constante monólogo de los ojos, tres horas de sinfonía... del lado izquierdo, tres horas de visión, audición y absorción de belleza, en un verdadero Nirvana de todas las potencias espirituales anegadas en el piélago luminoso de sonrisas, de miradas, de perfumes... - ¡ay, ay, ay que esto ya no solamente es cursi, sino que es perder por completo los estribos!... 

Se ha dicho, y no tratamos de desmentirlo, que las mujeres de la Habana y de Santiago de Cuba están más «europeizadas» que la mujer del Camagüey. Buen provecho les haga, pues si su superioridad consiste, como dice - ofendiéndolas gravemente -- el escritor que aseguró tal cosa en letras de molde, en el hecho de que saben vestir con mayor distinción, nosotros nos quedamos - solo metafóricamente, por desgracia - con la mujer camagüeyana que, como dice acertadamente Giner, «no necesita de ese refinamiento para brillar, pues le bastan sus extraordinarios y naturales encantos físicos y la grandeza atlética de su alma».(1) 

Por fortuna para el buen nombre de las cubanas en general, no es su gusto por las modas ni su afición á asimilarse, muchas veces sin método ni justo criterio, las cosas de Europa, la característica más personal y más notable de su modo de ser. 

Sobresale en ellas una exquisita sensibilidad de corazón y de inteligencia. La primera, las hace apasionadas, vehementes, encantadoramente voluptuosas, envueltas en los encantos de una languidez ensoñadora que no es pereza ni abandono irreflexivo á la influencia del clima, sino algo que nosotros hemos tenido sobradas ocasiones de apreciar como natural propensión al amor, pero un amor que nada tiene de las violencias que le atribuye la leyenda, sino que es un amor cuya intensidad radica más en la mente que en los nervios ó en la sangre. Mientras que, su sensibilidad intelectiva se manifiesta en una gran disposición para la poesía y para la música, los medios mejores de exteriorizar los romanticismos de que está impregnada la personalidad interior de toda mujer cubana.


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(1) P. Giner . «Mujeres de América» , pág . 44

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Fragmento del libro Excursión por América. Cuba, de Joaquín Segarra y Joaquín Juliá. Publicado en Costa Rica en el año 1906.


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Se respetó el texto como fue publicado. 



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Ver en el blog 

(Social. Marzo 1931) "Los relojes". Un poema de Max Ximénez

 

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Gaspar, El Lugareño Headline Animator

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