Nota: Cada lunes la poesía de Félix Luis Viera. Puedes leer todos sus textos, publicados en el blog,
en este enlace. Traducción al italiano de Gordiano Lupi.
Poema 23 de La patria es una naranja (Ediciones 2010, 2011, 2013) (Poesía del exilio)
23
Mis hijos me envían cartas como si el hijo fuera yo,
me aconsejan que no beba, que fume poco, que no salga en las noches,
que escuche rancheras y corridos
en soledad.
Un año sin ver a mis hijos tiene el peso de todas las guerras,
me ha matado mil veces,
un millón de veces he visto mi sangre correr por los tragantes.
Mi hijo es dorado como una espiga dorada
y sus ojos tienen el color emergente después de la furia,
él ha sido tierno y cuando tenía 9 años
yo le escribí un poema pidiéndole que nunca abandonara esa ternura
y así lo hizo,
él fue mi gran amigo y me enseñó a jugar como yo no sabía
y hoy seguimos siendo amigos y si ya no podemos jugar juntos
nos escribimos cartas con las reglas del juego que vendrá;
estamos tan seguros de la esperanza que ya no nos importa la esperanza.
La voz de mi hija se escucha por doquier en la inacabable Ciudad,
es la voz de tantas muchachas y del Primavera que canta en el fresno
y son sus ojos los del colibrí que a diario viene a saludarme en la ventana,
yo he visto su voz en los cientos de aviones que parten el cielo de la noche
he escuchado sus ojos
en los violines que dictan la penúltima lágrima,
en mis cartas le he dicho que se cuide de los poetas de la patria,
que se cuide de los poetas,
son los poetas los que afirman que la patria es una naranja,
son los hacedores de nuevos emblemas,
son entes peligrosos que anidan debajo de los nidos,
son veleidosos, promiscuos, inconstantes
y siempre se hallan seguros de amar a la hija del poeta,
pero son también le digo quienes saben fabricar la pólvora que salva las
heridas,
son los que aman;
en mis cartas le aviso
que se cuide del Tirano:
le obedezca,
le asienta,
las barbas del Tirano están teñidas de azul
y con ellas él caza a las muchachas que andan en busca de su príncipe,
y con sus ojos rojos
mata.
Mi hijo y mi hija
nunca han tenido una pecera.
Agosto 1996
23
I miei figli mi spediscono lettere come se il figlio fossi io,
mi consigliano di non bere, di fumare poco, di non uscire la notte,
di ascoltare
rancheras e
corridos
in solitudine.
Un anno senza vedere i miei figli ha il peso di tutte le guerre,
mi ha ucciso mille volte,
un milione di volte ho visto il mio sangue correre per le
[condutture.
Mio figlio è splendido come una spiga dorata
e i suoi occhi hanno il colore che appare dopo la violenza,
lui è stato giovane e quando aveva 9 anni
gli ho scritto una poesia chiedendogli di non perdere mai la sua
[tenerezza
e così ha fatto,
lui è stato mio grande amico e mi ha insegnato a giocare come io
[non sapevo,
oggi siamo ancora amici e se adesso non possiamo giocare
[insieme
ci scriviamo lettere con le regole del gioco che verrà;
siamo così sicuri della speranza che adesso non ci interessa la
[speranza.
La voce di mia figlia si ode ovunque nell’interminabile Città,
è la voce di tante ragazze, della Primavera che canta sul frassino
e sono suoi gli occhi del colibrì che ogni giorno mi saluta alla
[finestra,
io ho visto la sua voce nelle centinaia di aerei che tagliano il cielo
[della notte
ho ascoltato i suoi occhi
nei violini che dettano la penultima lacrima,
nelle mie lettere le ho detto che faccia attenzione ai poeti della
[patria,
che faccia attenzione ai poeti,
sono i poeti ad affermare che la patria è un’arancia,
sono gli inventori di nuovi simboli,
sono tipi pericolosi che si annidano sotto i nidi,
sono velleitari, ambigui, incostanti
e sempre sono sicuri di amare la figlia del poeta,
ma sono anche, le dico, coloro che sanno fabbricare la polvere
che salva le ferite, sono quelli che amano;
nelle mie lettere le raccomando
di fare attenzione al Tiranno:
di obbedirgli,
di non contraddirlo,
le barbe del Tiranno sono colorate di azzurro
e con quelle raggira le ragazze che cercano il loro principe,
e con i suoi occhi rossi
uccide.
Mio figlio e mia figlia
non hanno mai avuto un acquario.
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Félix Luis Viera, poeta, cuentista y novelista, nació en Santa Clara, Cuba, el 19 de agosto de 1945. Ha publicado, entre otros libros, siete poemarios, tres volúmenes de cuento y siete novelas.
Entre los premios que recibiera en su país natal, se cuentan el David de Poesía, en 1976; el Premio Nacional de Novela, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, galardón que ya le había sido otorgado a este autor, en 1983, por su libro de cuento En el nombre del hijo.
En 2019 recibió el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, otorgado por Neo Club Press, Vista Larga Foundation y otras instituciones culturales cubanas en el exilio.
Es ciudadano mexicano por naturalización. Reside en Miami.
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Gordiano Lupi, periodista, escritor y traductor, nació en Piombino, Italia, en 1960. Fundador, en 1999, junto con Maurizio y Andrea Maggioni Panerini de la editorial La Gaceta Literaria, ha traducido del español a varios autores cubanos, como Alejandro Torreguitart Ruiz, Guillermo Cabrera Infante, Félix Luis Viera y Virgilio Piñera, entre otros. Cuenta en su haber con un amplio trabajo sobre figuras del cine, entre ellas Federico Fellini, Joe D´Amato y Enzo G. Castellari. Ha publicado más de una decena de libros que abarcan diversos géneros, como Nero tropicale, Cuba magica, Orrore, ertorismo e ponorgrafia secondo Joe d´Aamto y Fidel Castro – biografia non autorizzata.
Gordiano Lupi es un luchador por la democracia para Cuba y un promotor de las artes y la cultura de la Isla.