Sunday, November 21, 2021
Dance Theatre of Harlem (por Florencia Guglielmotti)
A propósito de la Solemnidad de Cristo Rey (por el P. Alberto Reyes)
Cristo Rey
Friday, November 19, 2021
Por las calles de Guáimaro: Calle Gabriel García, antigua Concordia. (por Desiderio Borroto Jr.)
Calla (un poema de Thelma Delgado)
Thursday, November 18, 2021
Del Bar del Hotel Camagüey, en el año 1928
Wednesday, November 17, 2021
De campos de aviación y vías férreas del Camagüey de ayer. (por Carlos A. Peón-Casas)
Después fue en Garrido, cuando la zona entre la calle de Braulio Peña, los talleres ferroviarios y la hoy Clínica Militar Ignacio Agramonte, era yerma y no se había construido la línea de los tranvías eléctricos. Eso fue hasta 1921.En el año 1928, varios aviones juntos, estuvieron en la carretera a Santa Cruz del Sur y al sur del arroyo Santa Cruz, donde ahora está la tasajera.De 1921 a 1929, los aviones militares aterrizaban en distintos lugares de las sabanas al norte de la ciudad, en el entonces camino tortuoso a Nuevitas y a pocos metros del canal ferroviario hacia esa ciudad portuaria.Ya en el año 1929, empezaron en el terreno aunque sin preparación del hoy Aeropuerto Internacional Ignacio Agramonte.
Las primeras líneas férreas en Camagüey, que fue la segunda de toda Cuba, fue la de Puerto Príncipe a Nuevitas de 73 kilómetros.Empezó a funcionar en el año 1846, con la estación en Sabana Nueva a varios kilómetros del entonces extremo norte de la ciudad.Años después, la línea se extendió al sur, y se hizo la estación de madera en lo que hoy es la de Ferro ómnibus en el inicio de la Avenida Finlay y frente al parque de igual nombre, lo que originó que a ese lugar le llamaran la Plaza del Paradero.En el kilómetro 2 de esa línea, cruce con el río Hatibonico, estaba la llamada caja de agua.Era una línea recta, y su ancho fue el mayor de Cuba entres seis sistemas de esas vías, y algunos aseguraron que también era la más ancha de todo el mundo.
la Compañía del Ferrocarril de Cuba, empresa estadounidense, lo compró a la camagüeyana de Puerto Príncipe a Nuevitas, cuyos accionistas eran camagüeyanos y españoles todos residentes en la ciudad, la línea se estrechó a la misma medida. Esa diferencia impedía que el material rodante pudiera pasar de líneas.
Después, antes de fomentarse el Reparto Saratoga, por su zona se construyó otra línea, llamada el chucho de Saratoga, hacia la antigua línea de Nuevitas, y del mismo una tornavía al lado de los talleres ferroviarios de Garrido. Tras estas construcciones, se quitaron varios kilómetros de la antigua a Nuevitas, en cuyo abolido terraplén se han hecho parcelaciones de terrenos y construcciones de casas.Aquel ferrocarril de Puerto Príncipe a Nuevitas, en su patio, tenía una carga de madera pintada de verde, que la quitó el entonces Secretario de Obras Públicas el día 13 de septiembre de 1928, lo que originó la actual unión de las calles Avellaneda y Joaquín Agüero, y a los pocos meses, la desaparición de la antigua estación de madera, que en varios años se ocupó por oficinas de la Compañía del Ferrocarril de Cuba.Cuando se fomentó el reparto Carmona, la calle al borde de la desaparecida línea, le pusieron por nombre Ferrocarril, a la cual, en 1939, con la nueva rotulación, la rotularon como al inicio de Tomás Betancourt en la Vigía.Eso fue en Camagüey, la segunda calle con el nombre de Ferrocarril, que no prosiguió.
La segunda línea férrea de la ciudad, fue la del central, inaugurada en el mes de diciembre del año 1902.Dentro de la ciudad, tiene un tramo de diez vías, en lo llamado crucero de Rosario y frente al nuevo andén de los trenes nacionales.Los kilómetros desde Santa Clara, dentro de la ciudad, por el oeste empiezan en el 254, sigue al 255, 256 está a pocos metros al este de la calle de Jesús María (ahora Pablo Lombida habiendo quedado dentro del nuevo andén de los trenes nacionales), el 257 en el llamado crucero de Saratoga y límite de la Zambrana con el mencionado reparto, el 258 dentro de los talleres ferroviarios de Garrido, al norte de Jayamá los 259, 260 y 261, ese 261 está en el crucero de El Corojo ahora calle, y del 262 y demás hasta las últimas casas de la ciudad.Como ya se ha mencionado en las calles antiguas, las últimas manzanas de República (antes Reina) y Santa Rosa (ahora Florentino Romero) fueron partidas por la construcción de esa línea.La Plaza del Paradero (ahora Parque Finlay) por el paradero de cargas y ahora andén de los trenes nacionales, perdió la vista de la calle de Francisquito (ahora Jorge Rodríguez), donde entonces estaba la cárcel. La construcción de esa línea central, nos obligó a la de Nuevitas, a quitar la cerca de madera que tenía, lo que hizo el entonces Secretario de Obras Públicas el 13 de septiembre de 1928, lo que unió a las calles de Avellaneda y Joaquín Agüero y a lo que era inicio del camino a Nuevitas, ahora Avenida Finlay.Hasta ese día, la única vía de comunicación de la Vigía y el centro de la ciudad, era la calle de República en doble dirección desde la estación ferroviaria hasta la Avenida de los Mártires.
Y la tercera fue el ramal ferroviario a Santa Cruz del Sur, que empezó a funcionar en 1923, primero hasta Vertientes y después hasta esa población costanera al sur.El mismo tiene tres kilómetros dentro de la ciudad, hasta la carretera central oeste, en el paso a nivel de la misma. En esa rinconada está el reparto La Rubia, cuya característica es que todas sus calles en sus dos direcciones, dan con el kilómetro tres de esa vía férrea.
Por las vías férreas mencionadas de la ciudad, hubo dos apeaderos: en la de Nuevitas frente al Aeropuerto Internacional Ignacio Agramonte nombrado Aviación; y en la de Santa Cruz del Sur otra al fondo del entonces Cuartel Agramonte llamado Cuartel en el kilómetro 3 y reparto la Rubia ahora.En el proyectado y no verificado reparto La Caridad del Cerro, la calle paralela al ramal a Santa Cruz del Sur, la nombraron ferrocarril. Ese es el tercer caso en Camagüey, de una calle con ese nombre sin perdurar.
Tuesday, November 16, 2021
Conferencia Cubana de Religiosas-os (CONCUR): "Denunciamos como un acto humillante y una violación a los Derechos Humanos, el retorno de los actos de repudio y el asedio sistemático a los que muestran cualquier sentido crítico con el gobierno."
Acto de repudio y homofobia (por Joaquín Estrada- Montalván)
Es imprescindible la implementación de los cambios necesarios, tan largamente deseados, que favorezcan una vida digna y feliz para todos los hijos, aquí, en esta tierra nuestra.
Los 10 enemigos del amor. Enemigo # 5: Echarle la culpa al otro, destruye aún más la relación. (por Cecilia Alegría, La Dra. Amor)
Monday, November 15, 2021
Historias Habaneras: Doña María de Cepero y Nieto (por Teresa Fernández Soneira)
los cofrades del Santísimo Sacramento, los del Nombre de Jesús, los de la Sangre de Cristo, de San Crispín y Crispiniano y de Santa Bárbara asistían en crecido número, y con sus insignias y pendones bordados con hilos de oro, realzaban el esplendor de la fiesta. El Gobernador don Francisco Dávila ocupaba el lugar señalado a su alta gerarquia (sic), acompañado de los capitulares y otros personajes de distinción, y oficiaba el venerable presbítero don Francisco de Casas, habanero graduado en Salamanca, empobrecido por socorrer a los pobres, y cuya humildad le dictó el deseo que dejó expresado de que su cadáver no se enterrase en el pavimento de la iglesia, donde era costumbre inhumar los de los eclesiásticos, sino en el cementerio común, en medio de su amada grey.
llegó el momento en que un piquete de arcabuceros, en correcta formación en la Plaza, había de descargar sus armas en honor de la Divinidad; pero aun devolvían los ecos vecinos al unísono fragor, aun no habíase disipado al viento las nubecillas de humo, y confuso clamoroso que revelaba dolor, espanto y lástima, llenaba el sagrado recinto, mientras los congregados con indescriptible consternación se arremolinaban alrededor de la piadosa patrocinadora de la fiesta, de la desventurada señora Cepero que víctima de una bala extraviada, mortalmente herida, yacía exánime y ensangrentada en el suelo, y una rapidísima agonía exhalaba el último suspiro.
Este monumento, el más antiguo que se conserva en Cuba, fue erigido en memoria de Doña María de Cepero y Nieto, dama principal de la Villa de La Habana, en el mismo lugar donde, según la tradición, cayó mortalmente herida, en 1557, de un casual disparo de arcabuz, mientras rezaba en la Parroquial Mayor, situada en la parte del terreno que ocupa este Palacio Municipal.
- Alfredo Zayas y Alfonso (1861 - 1934) jurista cubano, orador, poeta y político; fiscal, juez, alcalde de La Habana, senador en 1905, Presidente del Senado en 1906, vicepresidente de 1908 a 1913 y cuarto Presidente de la República de Cuba desde el 20 de mayo de 1921 al 20 de mayo de 1925.
- José María de la Torre y Vidal Morales y Morales: Lo que fuimos y lo que somos, Librería Cervantes, La Habana, 1913.
- Manuel Pérez Beato, español que reside desde muy joven en La Habana, destacándose como médico, cirujano, profesor, historiador y bibliotecario.
- Carlos Venegas Fornias: María Cepero y Nieto, www.geni.com/people/María-Cepero-y-Nieto/6000000001147683857
- Francisco Xavier de Santa Cruz y Mallen fue un intelectual, miembro de la Real Academia de la Historia en España y de la Sociedad Económica de Amigos del País de La Habana. Embajador en Cuba de la Orden de Malta y miembro de la Academia Cubana de la Historia.
- Francisco Xavier de Santa Cruz y Mallén, conde de San Juan de Jaruco: Historia de las Familias Cubanas, Editorial Hércules, La Habana, 1940, Tomo I, p. 315.
- Diego Velázquez de Cuéllar (Cuéllar 1465-Santiago de Cuba 1524) primer gobernante de Cuba desde 1511 hasta 1524. Fundó las siete primeras ciudades de la isla.
- Barclay, Juliet: Havana portrait of a city, Cassell, Nueva York, 1993, pp.85.
- de Santa Cruz y Mallén, Francisco Xavier: Historia de las Familias Cubanas, Editorial Hércules, La Habana, 1940.
- de la Torre, José María y Vidal Morales y Morales: Lo que fuimos y lo que somos, Librería Cervantes, La Habana, 1913.
- Garve, Lucas: “María de Cepero”, CubaNet News, www.Cubanet.com
- Carlos Venegas Fornias: María Cepero y Nieto, www.geni.com/people/María-Cepero-y-Nieto/6000000001147683857
- Zayas, Alfredo: “Historias Habaneras”, Cuba y América, La Habana, diciembre 1900, pp. 162-63.
Acto de repudio, versión "pachanga revolucionaria, al Arzobispado de Camagüey
Mis hijos me envían cartas como si el hijo fuera yo (un poema de de Félix Luis Viera)
23
Mis hijos me envían cartas como si el hijo fuera yo,
me aconsejan que no beba, que fume poco, que no salga en las noches,
que escuche rancheras y corridos
en soledad.
Un año sin ver a mis hijos tiene el peso de todas las guerras,
me ha matado mil veces,
un millón de veces he visto mi sangre correr por los tragantes.
Mi hijo es dorado como una espiga dorada
y sus ojos tienen el color emergente después de la furia,
él ha sido tierno y cuando tenía 9 años
yo le escribí un poema pidiéndole que nunca abandonara esa ternura
y así lo hizo,
él fue mi gran amigo y me enseñó a jugar como yo no sabía
y hoy seguimos siendo amigos y si ya no podemos jugar juntos
nos escribimos cartas con las reglas del juego que vendrá;
estamos tan seguros de la esperanza que ya no nos importa la esperanza.
La voz de mi hija se escucha por doquier en la inacabable Ciudad,
es la voz de tantas muchachas y del Primavera que canta en el fresno
y son sus ojos los del colibrí que a diario viene a saludarme en la ventana,
yo he visto su voz en los cientos de aviones que parten el cielo de la noche
he escuchado sus ojos
en los violines que dictan la penúltima lágrima,
en mis cartas le he dicho que se cuide de los poetas de la patria,
que se cuide de los poetas,
son los poetas los que afirman que la patria es una naranja,
son los hacedores de nuevos emblemas,
son entes peligrosos que anidan debajo de los nidos,
son veleidosos, promiscuos, inconstantes
y siempre se hallan seguros de amar a la hija del poeta,
pero son también le digo quienes saben fabricar la pólvora que salva las
heridas,
son los que aman;
en mis cartas le aviso
que se cuide del Tirano:
le obedezca,
le asienta,
las barbas del Tirano están teñidas de azul
y con ellas él caza a las muchachas que andan en busca de su príncipe,
y con sus ojos rojos
mata.
Mi hijo y mi hija
nunca han tenido una pecera.
Agosto 1996
23
I miei figli mi spediscono lettere come se il figlio fossi io,
mi consigliano di non bere, di fumare poco, di non uscire la notte,
di ascoltare rancheras e corridos
in solitudine.
Un anno senza vedere i miei figli ha il peso di tutte le guerre,
mi ha ucciso mille volte,
un milione di volte ho visto il mio sangue correre per le
[condutture.
Mio figlio è splendido come una spiga dorata
e i suoi occhi hanno il colore che appare dopo la violenza,
lui è stato giovane e quando aveva 9 anni
gli ho scritto una poesia chiedendogli di non perdere mai la sua
[tenerezza
e così ha fatto,
lui è stato mio grande amico e mi ha insegnato a giocare come io
[non sapevo,
oggi siamo ancora amici e se adesso non possiamo giocare
[insieme
ci scriviamo lettere con le regole del gioco che verrà;
siamo così sicuri della speranza che adesso non ci interessa la
[speranza.
La voce di mia figlia si ode ovunque nell’interminabile Città,
è la voce di tante ragazze, della Primavera che canta sul frassino
e sono suoi gli occhi del colibrì che ogni giorno mi saluta alla
[finestra,
io ho visto la sua voce nelle centinaia di aerei che tagliano il cielo
[della notte
ho ascoltato i suoi occhi
nei violini che dettano la penultima lacrima,
nelle mie lettere le ho detto che faccia attenzione ai poeti della
[patria,
che faccia attenzione ai poeti,
sono i poeti ad affermare che la patria è un’arancia,
sono gli inventori di nuovi simboli,
sono tipi pericolosi che si annidano sotto i nidi,
sono velleitari, ambigui, incostanti
e sempre sono sicuri di amare la figlia del poeta,
ma sono anche, le dico, coloro che sanno fabbricare la polvere
che salva le ferite, sono quelli che amano;
nelle mie lettere le raccomando
di fare attenzione al Tiranno:
di obbedirgli,
di non contraddirlo,
le barbe del Tiranno sono colorate di azzurro
e con quelle raggira le ragazze che cercano il loro principe,
e con i suoi occhi rossi
uccide.
Mio figlio e mia figlia
non hanno mai avuto un acquario.
Sunday, November 14, 2021
Antonio Maceo a Enrique Loynaz del Castillo: "Yo no sé nada de música, pero este himno me gusta y va a recorrer en triunfo la Isla. Quítele mi nombre y póngale "Himno Invasor".
Había allí una bellísima casa de vivienda que, muchos años atrás, sirvió de placentero refugio para la luna de miel de Ignacio Agramonte [y Amalia Simoni]. Aquella circunstancia fue motivo para que, al paso de la fuerza española por el lugar, la soldadesca llenara las paredes con inscripciones obscenas e injuriosas para los cubanos. "Nos dimos a la tarea de borrar todo aquello", aporta Loynaz.
Pero sucedió que en la sala de la casa, en una de las ventanas, había unos versos que, por el tono respetuoso que usó el soldado español que los escribiera, llamara la atención de los cubanos. A instancia de Loynaz, se accedió a dejarlos, con la condición de que éste, cuyo estro poético era bien conocido, diera una cumplida contestación al español.
Accedió Loynaz a la encomienda y, poco después en la otra hoja de la misma ventana, quedaron escritos los versos de lo que, poco después, iba a ser el Himno Invasor.
Dejemos que sea el propio Loynaz quien nos diga lo que ocurrió.
- Mis compañeros sabían que de joven yo tocaba la flauta en Camagüey, arte que me enseñó un primo mio. Como los versos gustaron quisieron entonces que les pusiera música. Prometí intentarlo y me retiré a la hamaca, donde comencé a tararear una melodía, que desde algun tiempo rondaba la inspiración. Logré atraparle, le adapté los versos y me fui a donde el Lugarteniente.
- General aquí le traigo un himno digno de su nombre.
Muy bajito comencé a cantarlo, Maceo lo escuchaba con mucha atención. Al llegar a la segunda estrofa, se incorporó y me hizo repetirla. Cuando terminé, el General me dijo:
- Yo no sé nada de música, pero este himno me gusta y va a recorrer en triunfo la Isla. Quítele mi nombre y póngale "Himno Invasor". De este modo, la composición fue bautizada por el propio Maceo, a la orden suya fue llamado Doisiteo Aguilera, jefe de la Banda de Música de la Columna Invasora, a quien se encomendó llevarlo al pentagrama y hacer un arreglo para los ocho instrumentos que componían nuestra banda. Al día siguiente (era el 16 de noviembre de 1895) después del toque de diana, fué ejecutado por primera vez el "Himno Invasor". Gustó mucho a nuestros soldados, y recuerdo que en la batalla de Mal Tiempo, el 15 de diciembre de 1895, mientras duró la lucha, nuestros músicos estuvieron ejecutándolo bajo el fuego enemigo, llenando con sus notas de ardor patriótico a los libertadores y contribuyendo al logro de una victoria memorable en los anales de la gesta libertadora." (Fragmento de una entrevista a Enrique Loynaz del Castillo, por Angel Quintero. Bohemia. Agosto 5, 1956)
De Costa Rica tuve que salir precipitadamente, después del incidente en que me vi obligado a darle muerte al agente español Isidro lncera para salvarle la vida a Maceo. Lo maté cuando ya él había herido al Titán y éste yacía sangrentado en el suelo. Incera se acercó para rematarlo, y cuando disparé, la bala de mi revólver salió al unísono con la suya. El no hizo blanco y yo sí. Eso fué todo...
"Miguel Angel Quevedo y Pérez Fundador de "Bohemia" y propulsor de la prensa gráfica en Cuba, que falleció el 14 de noviembre de 1929. La redacción de esta revista le rinde el cariñoso homenaje del recuerdo, en el primer aniversario de su muerte." (Bohemia. Noviembre 16, 1930)
Fundador de Bohemia y propulsor de la prensa gráfica en Cuba, que falleció el 14 de noviembre de 1929. La redacción de esta revista le rinde el cariñoso homenaje del recuerdo, en el primer aniversario de su muerte. (Bohemia. Noviembre 16, 1930)