Thursday, April 28, 2022

Historia de un soneto cubano (por Antonio J. Rubio. Revista "Hispania", volumen VI, año 1923)


Es cosa bien curiosa que un tratado comercial que, entre paréntesis, nunca llegó a aprobarse, diera origen a varias piezas de no escaso valor literario. 

Al principio fueron dos discursos parlamentarios, después un soneto de sabor clásico, más tarde una acusación de plagio, luego la polémica consiguiente que fué comidilla por algún tiempo del cotarro literario cubano — y por último, la retractación del acusador, con la obligada apoteosis del agraviado. 

Discutíase en el senado de Cuba, allá por 1903, un proyecto de tratado comercial con Inglaterra. Estando la República Cubana recién nacida, algunos senadores y políticos aprovecharon la ocasión para tratar de averiguar hasta donde se extendía la libertad de Cuba al negociar un tratado con otra nación que no fuera los Estados Unidos. Los miembros del senado se habían dividido en dos bandos, a la cabeza de los cuales estaban dos cubanos, ilustres por más de un título: Manuel Sanguily y Antonio Sánchez de Bustamante. Como en todo cuerpo parlamentario, se discutió mucho y se discurseó más, pero de todas las oraciones pronunciadas, las verdaderamente sobresalientes fueron las de Sanguily y Bustamante. 

Hay que haber oído la frase rumorosa de éste y el verbo cálido de aquél para apreciar debidamente la oratoria de estas dos figuras cubanas. Basta decir que hay ritmo en el uno y fogosidad en el otro, pero que ante todo ambos son dos oradores de una sintaxis elegante, varonil, impecable.

Evidentemente ya Sanguily anticipaba el resultado de la votación contrario a su criterio. Iba a terminar su discurso, desde entonces memorable, pero le faltaba el último período, el final famigero, tan de Sanguily, que sirviera como de corona a su oración. Y acordándose del héroe cervantino, se volvió hacia Bustamante, diciéndole: “¡Oh Caballero de la Blanca Luna! ¡Vos podréis derribarme, pero jamás me haréis confesar que no es la más fermosa dama la que yo llevo en el corazón!" Uno o dos días más tarde, apareció en “El Mundo" de la Habana el siguiente soneto; estaba dedicado a Manuel Sanguily, y al pie había esta firma: El Bachiller Sansón Carrasco. 



La más Fermosa

Que siga el caballero su camino
agravios desfaciendo con su lanza,
todo noble tesón al cabo alcanza
fijar las justas leyes del Destino.

Cálate el roto yelmo del Mambrino
y en tu rocín glorioso altivo avanza;
desoye el refranero Sancho Panza,
y en tu brazo confía y en tu sino.

No temas la esquivez de la Fortuna.
Si el Caballero de la Blanca Luna
medir sus armas con las tuyas osa,

y te derriba por contraria suerte,
de Dulcinea en ansias de la muerte
di que siempre será la más fermosa!

Poco después publicó el “Diario de la Marina" una carta de un tal Iñigo, en la cual se decía que “La más fermosa” era un plagio de otro soneto compuesto por un poeta andaluz, Rodriguez, de nombre, si mal no recuerdo.



Y aquí fué Troya... literaria. El autor del soneto no era otro que Enrique Hernández Miyares, admirador de Sanguily, y poeta y distinguido crítico teatral del diario "La Discusión,” en el cual usaba el seudónimo de "Hernán de Enríquez.” Puesta en duda su honradez literaria, Hernández Miyares aseguraba que el soneto era original suyo, y negaba que conscientemente se hubiera inspirado en ninguna composición ajena.

La acusación de Iñigo no estaba bien ni mal documentada, le faltaban pruebas, pero tampoco las tenía el apesadumbrado poeta cubano para demostrar la paternidad del soneto. A pesar de que el acusador era poco conocido, no faltó quien diera crédito a su aseveración. Don Enrique Corzo, que a la sazón escribía en “El Comercio” una sección de crítica, tomó y mantuvo la acusación de plagio. Corzo, o “Ruy Díaz" (pues éste era su suedónimo) era abogado español con fama de atrabilioso y mortificante. Sus ataques a Hernández Miyares hicieron que los partidarios de éste mandaran a España por una prueba irrecusable de la inocencia del bardo cubano. Y la prueba llegó en forma de una contestación del poeta español, que se suponía plagiado, en la que aseguraba que nunca había escrito un soneto igual o parecido a “La más fermosa.” 


Para vindicar a Hernández Miyares, sus amigos le ofrecieron un gran banquete-homenaje, el cual tuvo lugar brillantemente en el Teatro Martí de la Habana. 

De Iñigo no se supo más, y en cuanto a Ruy Diaz, véase con cuánta gentileza cantó la palinodia en la siguiente donosa confesión: 

Confiteor

Yo, pecador humilde, me confieso 
de haber dado por cierta una patraña, 
y perseguido con injusta saña 
al que hoy recibe de su triunfo el beso.

La coba de un guasón me sorbió el seso 
mientras no se deshizo la maraña, 
mas al cabo la luz llegó de España, 
y el cable dijo ayer: No hay nada de eso. 

La situación de Iñigo es horrorosa; 
calumniador, demente, o lo que sea, 
debe poner los pies en polvorosa. 

Yo cumplo con decir al que me lea, 
que en el asunto de "La más fermosa" 
me ha tocado bailar con "la más fea". 


ANTONIO J. Rubio 
BROWN UNIVERSITY





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Nota mía: (re)Leyendo el discurso de Dulce María Loynaz, en el acto de aceptación del Premio Cervantes, me llamó la atención el poema que utilizó para cerrar su discurso, al que calificó como "los más bellos versos" dedicados al Quijote.

El soneto titulado "La más fermosa", escrito por Enrique Hernández Miyares, en el año 1903, fue motivo de una interesante controversia entre poetas, con acusaciones de plagio, defensa del autor, correspondencia cruzada en la prensa, caricaturas, etc.

Supuse al leer el discurso de la Loynaz, que el poema tenía más sustancia que la belleza de sus versos, y no me equivoqué al "googlear".

Comparto la transcripción de un artículo publicado en la revista "Hispania", volumen VI, año 1923, donde se resume la polemica que originó el soneto en su momento "Al principio fueron dos discursos parlamentarios, después un soneto de sabor clásico, más tarde una acusación de plagio, luego la polémica consiguiente que fué comidilla por algún tiempo del cotarro literario cubano — y por último, la retractación del acusador, con la obligada apoteosis del agraviado".

Las ilustraciones las tomé del libro "La más fermosa: historia de un soneto. Prologada y anotada porJosé Manuel Carbonell. Habana. Editorial El Siglo XX, 1917.

Como dato curioso, en la versión oficial del discurso de Dulce María Loynaz, en el poema aparece el siguiente verso "y en tu flaco rocín altivo avanza", pero en la versión original publicada del poema y en el mismo manuscrito aparece "y en tu rocín glorioso altivo avanza". (JEM)


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“Andares”... leyendas, ritos, tradiciones sobre los escenarios. (por Wilfredo A. Ramos)



Como parte de la edición de este año 2022 del Out in the Tropics, evento organizado anualmente por la casa productora Fundarte, que tiene como objetivo mostrar en nuestra ciudad presentaciones artísticas que recogen al teatro, la danza, la música, el cine, las artes plásticas, provenientes de América Latina, el Caribe y España, tratando de comunicar al público de Miami con diversas comunidades y sus respectivas culturas, se presentó un interesante trabajo a medio camino entre el teatro y la narración oral escénica.


Los días 22 y 23 de Abril subió al escenario del On-Stage Black Box del Miami Dade County Auditorium, la agrupación mexicana radicada en la capital del país, Makuyeika Colectivo Teatral con la propuesta escénica “Andares”, un trabajo escrito y dirigido por Héctor Flores Komatsu, contando con las actuaciones de Josué Maychi, Domingo, Mijangos, José G. Cruz y Tania Chan.

Dicha agrupación teatral surgió ante la necesidad de Flores, su también director, de mostrar las narrativas y teatralidades de los pueblos originarios mexicanos, dándonos a conocer sus leyendas, sus ritos, sus costumbres, mediante un lenguaje teatral que nos provoque la identificación y el acercamiento hacia estas otras culturas muchas veces ignoradas por la cultura y la sociedad oficial o vista solamente como hechos folclóricos aislados con mucho de interés solamente en el ámbito turístico.

Como dato de interés, recordemos que México es un país donde conviven 68 lenguas indígenas nacionales, las cuales a su vez nos ofrecen 364 variantes de las mismas y 11 familias lingüísticas indoamericanas, lo que convierte a esta nación en un verdadero crisol de diferentes culturas, enriqueciendo de esta manera su patrimonio cultural, etnográfico y social.


Al enfrentarnos a este espectáculo, no estamos en presencia de una obra teatral tal y como acostumbramos a ver, lo que presenciaremos en escena es el resultado de narraciones de las propias experiencias de los actores que estrenaron en su momento dicho trabajo. Es así que los personajes en escena Maychi, Xhunco y Lupe hablarán de cosas realmente conocidas por sus pueblos y forman parte de sus vidas familiares, el primero como joven Maya, el segundo como integrante de la comunidad Muxe -término zapoteca que da nombre a aquellos hombres jóvenes que asumen roles de mujer- mientras el tercero como miembro de la comunidad Wixarika.


El cuarto personaje en esta representación estará a cargo de la única mujer dentro de la misma, quien es la encargada de hacer la banda musical del espectáculo valiéndose de una Jarana, instrumento que desciende de la guitarra barroca de cinco órdenes pero de menor tamaño y que tiene como familia al Cuatro venezolano, al Cuatro puertorriqueño, el Timple Canario, el Ukelele, entre otros, con el cual se interpretan los tradicionales sones jorochos, agregándole a esto el sonido del cajón, mientras que por otra parte interactúa con el resto de los actores en escena en algunos momentos para rompimiento de la dramaturgia escénica de la acción, así como también en oportunidades se dirige a los espectadores, cruzando la llamada cuarta pared.


La puesta de este trabajo está concebida de manera minimalista con solo aquellos elementos imprescindibles para la narración de lo contado y que los actores manejan con ligereza, de igual forma los cambios de vestuario, algunos frente al público, otros no, ayudan a recrear las atmósferas y caracterizar los personajes. Vale destacar que el único elemento escenográfico consiste en dos piezas de tela, una en forma de telón de fondo, la otra de gran alfombra, que juegan a darnos la ilusión de estar en contacto con la tierra y con el agua, es decir con la naturaleza. Un discreto, pero efectivo trabajo de luces completa lo que vemos en escena.


Con respecto al desempeño actoral, cada uno de los intérpretes defiende su personaje, no solo con sus herramientas de profesionales, sino agregándole aquel conocimiento que les da la experiencia de sus propias realidades de vida, lo que hace que el espectáculo fluya de manera perfecta hacia lo testimonial.


Si hay que señalar que casi finalizando el espectáculo, cuya duración es aproximadamente de una hora veinte minutos aproximadamente, se presentan varias ocasiones donde se ofrece la impresión que el trabajo ha llegado a su fin, para luego continuar, hechos marcados por silencios prolongados y construcciones de imágenes estáticas, pero no es nada que afecte el resultado final del espectáculo, pero si que confunde al público.


Que en los escenarios de esta ciudad suban espectáculos de esta índole, enriquece nuestro espectro teatral e invita al espectador a ampliar sus horizontes culturales y sus conocimientos históricos-sociales, ya que trabajos como estos no solo deben ser recibidos para el disfrute, sino también para el aprendizaje y incremento de nuestro bagaje intelectual. Sin duda alguna con este hermoso trabajo fuimos al encuentro de una parte de la cultura de nuestros pueblos latinoamericanos, indispensable para saber sobre nuestros orígenes al mismo tiempo que para valorar como este pasado no queda en el olvido y se mantiene con vida aunque tenga que enfrentar en ocasiones el desenfrenado desarrollo económico que obvia el valor y la importancia de conservación histórica, aspecto que en el espectáculo se hace referencia. Sobre este delicado tema sería ideal poder llegar a una comunión de intereses entre todos los factores de la sociedad, evitando así ese doloroso divorcio, ya que el desarrollo social y económico no tiene que ser enemigo de la conservación de la cultura, de la historia, de los ritos, las leyendas, de nuestros orígenes.

Antes de finalizar nos vemos en la necesidad de aclarar que las fotos que acompañan a este artículo son de anteriores presentaciones de la obra en otros países y escenarios, debido que desde la dirección de la casa productora Fundarte se nos negó la posibilidad de tomar fotos a pesar de haber llevado nuestro propio fotógrafo, haber solicitado permiso al teatro, este habérnoslo dado y no haber nadie en el teatro haciendo dicho trabajo.



Wilfredo A. Ramos
Critico de Teatro y Danza.
Miami, Abril 25, 2022

Fotos cortesía de la agrupación teatral. 

Wednesday, April 27, 2022

Los jesuitas y su aporte a la educación en Puerto Príncipe. (por Carlos A. Peón Casas)


Los hechos concernientes a las bondades educativas que la Compañía de Jesús propaló en el Príncipe pueden datarse entre los años 1734 y 1742; el período en que la levantisca villa, pasara a ser parte del gobierno habanero.

Para nadie era un secreto que los puertoprincipeños no comulgaban con los preceptos gubernativos de Santiago de Cuba, quien regía los destinos locales, incluso el hecho no era ajeno al mismísimo Gobernador Güemes, quien en una comunicación al Rey en 1743, le atestiguaba su beneplácito porque el villorio estuviera bajo jurisdicción habanensis:
La juventud [de Puerto Príncipe] con la frecuente comunicación y viajes a esta ciudad, ha venido a escuelas donde aprende racionalidad y política y va ilustrando a la patria en lo eclesiástico y secular, con hombres de letras, de razón y de peso que se inclinan a otros medros que los de la barbaridad en que vivían, de que nos les puede sacar Cuba (Santiago), igualmente inculta.(1)
La presencia jesuítica en Puerto Príncipe, de la que se ha hecho ya pormenorizado relato en otras entregas, se puede resumir empero con algunos hechos relevantes. Los vecinos de la villa ya habían pedido al obispo Lasso de la Vega su intersección al respecto al este pasar por la villa. Los peticionarios principeños juntaron muy prontamente 40.000 pesos para dotar a los religiosos y otros 12.000 para el edificio. El clero local veía también aquella fundación con muy buenos ojos, y así escribían al Rey:
Con los Padres de la Compañía de Jesús tienen los curas de este lugar un grande alivio en lo que cargan sobre sus hombros en el púlpito y confesionario, y con ser estos sus ministerios, bien se deja entender que son de Dios las mieses que ellos siembran, y los frutos que cogen, pues aun habiendo estado aquí dos jesuitas por espacio de tres semanas solamente transformaron todo el lugar, que en poco tiempo mudó de costumbres, entabló amistades, cortó pleitos y atajó disensiones…(2)
Aquel texto de los sacerdotes del Príncipe, aupando la presencia de los de la orden jesuítica agregaba otros interesantes matices al deseo que ya no era suyo propio, sino el sentir unánime del rebaño a su cargo: elevar el nivel educativo tan precario de la juventud, tan precario hasta entonces. De tal suerte añadían a lo dicho que:
muchos jóvenes capaces y bastantemente inclinados a las letras que al presente se han, si han de estudiar es menester vayan a La Habana en donde si algunos aprovechan, otros se pierden, porque no habiendo seminario en donde vivan con sujeción se entregan a una libertad juvenil.(3)
Felizmente fundado el Colegio de los jesuitas tuvo vida propia en la villa, y ocupo el capaz edificio que después heredaría la Audiencia, y anexo a aquel tuvo su capilla o iglesia de la que el Obispo Morell de Santa Cruz haría oportuna mención durante su visita a la villa.

La influencia de aquella presencia traspasó incluso los límites del villorio y llegó hasta el propio Santiago de Cuba donde en 1752, el entonces racionero de la Catedral Miguel Brioso Cervantes, natural de Cuba, pedía para “su patrio país”, la fundación de un colegio de iguales alcances al del Príncipe.

Porque según su leal saber y entender, los jesuitas:
no tan sólo cultivan las almas con el púlpito y el confesionario, sino también los entendimientos con las cátedras.(4)
Para entonces el Seminario de San Basilio había estado cerrado desde 1740, y el propio padre Brioso pedía encarecidamente “que fuera cedido a los Jesuitas”.(5)

Pero dos años después, al tomar posesión del Obispado de Cuba el Obispo Morell se opuso vehemente a tal idea y lo puso en marcha nuevamente aduciendo que había en Santiago: “patricios lo suficientemente ilustrados para enseñar en el Seminario”.(6)

Para 1756, cuando el propio Obispo, según acotamos antes giró su Visita Eclesiástica y pasó por el Príncipe, encontró al Colegio de la Compañía de Jesús, instalado en una casa de ladrillos y tejas. Para entonces tres padres enseñaban Gramática, y no tuvo a menos reconocer la eficacia de aquella labor entre los principeños.



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  1. Cuba: economía y sociedad. Leví Marrero. Playor, Madrid, 1980. Tomo 8, pp.200-201.
  2. Ibíd
  3. Ibíd
  4. Ibíd
  5. Ibíd
  6. Ibíd

Dulce María Loynaz. Discurso Premio Cervantes 1992



Majestades, Presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid, señor Ministro de Cultura, Autoridades Académicas, excelentísimos señores y señoras:

Constituye para mí el más alto honor a que pudiera aspirar en lo que me queda de vida, el que hoy me confieren ustedes uniendo mi nombre, de algún modo, al del autor del libro inmortal. 

Unir el nombre de Cervantes al mío, de la manera que sea, es algo tan grande para mí que no sabría qué hacer para merecerlo, ni qué decir para expresarle. 

Un extraordinario pensador de la América Hispana, José Martí, sentenció una vez: "Los hombres se miden por la inmensidad que se les opone". Interpretando el sentir de esta máxima martiana en Don Miguel de Cervantes, cuya obra es el eje central que motiva esta solemne ceremonia, podemos decir que el glorioso "Manco de Lepanto" tuvo genio suficiente para oponerlo ante la inmensa tarea que se propuso, dar fin a ella y conocerle por ella las generaciones posteriores.

Es, pues, gran honor y un compromiso muy difícil de asumir, para quien recibe cada año este Premio, ser depositario, aunque fuese menguada, de aquella extraordinaria luz del genio Cervantino. 

Por lo tanto me honra singularmente que se haya considerado mi nombre digno de acompañar, aunque sea de lejos, al del titán de las lenguas españolas.

Acepto conmovida este Premio que se me concede en la ciudad donde naciera el gran escritor, y en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, honor tanto más grato por cuanto lo recibo de manos del Rey Juan Carlos I. 

En su libro Memorias de la Guerra, cuenta mi padre, el general Enrique Loynaz del Castillo cómo, recorriendo la ciénaga de Zapata durante campaña de 1895, vino a dar a un claro del bosque donde un oficial del ejército español dormía con la cabeza apoyada en un libro. Al ruido de pisadas en las hojas secas despierta el durmiente que viéndose sorprendido escapa dejando abandonados en el suelo un estuche de cuero y el libro que le sirviera de almohada. Mi padre recoge ambas cosas, entrega al oficial que le acompañaba el estuche donde brillaba rica joya y retiene el libro en cuya cubierta empieza a leer: "Historia del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha por Don Miguel de Cervantes Saavedra". 

Continuando la marcha por la inhóspita zona, mi padre y sus compañeros se extravían y tras caminar un buen trecho, rendidos de fatiga, se sientan en el tronco de un árbol derribado. Mi padre abre el libro y empieza a leer para sí, y luego se interrumpe con risa que no ha podido contener. 

¡Siga, siga riendo! -dicen los otros-, que esa risa nos hace pensar que ya usted encontró el modo de salir de este infierno. Mi padre vuelve a leer el párrafo que provocó su hilaridad, esta vez en voz alta. Y todos ríen juntos, como si, en efecto, ya vieran resuelta la angustiosa situación.

La risa, cuando puede participarse, hermana a los hombres. Por otra parte no es difícil llorar en soledad y, a cambio, es casi imposible reír solo. 

La risa es una sustancia casi volátil, quiero decir difícil de conservar: lo que hacía reír a nuestros abuelos ya no nos hace reír a nosotros y lo que hoy nos hace reír, no es probable que haga reír a un cuarta o quinta generación. El truco del pastel aplastado en el rostro del cómico ya no funciona con los muchachos de hoy. Por eso considero importante detenerme en resaltar esta faceta del libro inmortal a pesar de que de una u otra forma ha sido comentado por otros autores. 

Porque conservar fresco ese elemento volátil en palabras escritas hace siglos creo que constituye una verdadera hazaña.

Nos dicen que hay animales que ríen pero si entendemos la risa como un fenómeno inducido por la percepción de una situación cómica es evidente que sólo el ser humano puede reír conscientemente. Porque es el único capaz de percibir la comicidad de un acto en vivo o traducido a palabras o a meras líneas. 

Y como hemos ido perdiendo poco a poco las legítimas motivaciones para la risa la actual generación ha tenido que inventarse lo que llaman humor negro, que es una mezcla de azúcar y harina condimentada con gotas amargas.

Mi padre lee algunos pasajes del Quijote y ríe. Pero, ¿dónde se encontraba mi padre?, en la más difícil de las situaciones, perseguido y extraviado en plena selva tropical. Las condiciones no podían ser más adversas y sin embargo mi padre ríe tan espontáneamente que su risa es contagiada a sus compañeros. ¿Quién hizo el milagro? Un hombre que vivió hace cuatrocientos años y lo suscitó con palabras escritas en un papel.

A lo largo de los siglos este libro ha sido leído, releído y comentado. Es difícil hallar otro con tanta repercusión en los hombres de distintos tiempos y distintos países salvo, tal vez, la Biblia. 

Hay quien pretende que Cervantes sólo se propuso ridiculizar y por tanto erradicar los libros de caballería tan en boga en su tiempo. Rechazo esta tesis: Me parece que rebaja el mérito del gran escritor y de la gran obra. 

Equivaldría a decir que Cervantes apuntó a una codorniz y cobró un águila real.

Nunca me he afiliado a las teorías casuales, creo que en todo hay un origen y un propósito pero como el tema es amplio y tal vez me llevaría a afrontar otros, prefiero terminar con los más bellos versos que a juicio mío se han dedicado al inmortal caballero andante: los versos fueron escritos a principios de siglo por un modesto poeta cubano, a quien pude conocer personalmente, y cuyo nombre era Enrique Hernández Miyares.

"La más Fermosa"

Que siga el caballero su camino
agravios desfaciendo con su lanza,
todo noble tesón al cabo alcanza
fijar las justas leyes del Destino.

Cálate el roto yelmo del Mambrino
y en tu flaco rocín altivo avanza;
desoye el refranero Sancho Panza,
y en tu brazo confía y en tu sino.

No temas la esquivez de la Fortuna.
Si el Caballero de la Blanca Luna
medir sus armas con las tuyas osa,

y te derriba por contraria suerte,
de Dulcinea en ansias de la muerte
di que siempre será la más fermosa.



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Tuesday, April 26, 2022

7 Tips para reconocer a un manipulador emocional y 7 Tips para protegerte. (por Cecilia Alegría, la Dra. Amor)

Nota del blog: Espacio semanal de Cecilia Alegría, La Dra. Amor, dedicado al amor de pareja.



¿Estás en una relación que te hace sentir cada día mas miserable, aunque él le parece encantador a tu familia y tus amigos?

Es que él te ha elegido como objeto de su manipulación emocional y es importante que tomes conciencia de ellos reconociendo las señales que lo delatan:

1) Los sujetos DOMINANTES observan a su víctima y buscan su punto débil para utilizarlo a su favor.
Es el TITIRITERO y la victima su títere.

2) Son muy irritables y agresivos. Recurren a la violencia con frecuencia. Son amargados y le amargan la vida a los demás.

3) Persuaden al otro para que haga lo que ellos quieren. Son altamente controladores y aprovechadores. No aceptan un NO como respuesta.

4) Tienen buena oratoria.

5) Recurren al victimismo como método para fingir inocencia y hacerte sentir culpable.

6) Las víctimas del manipulador se vuelven inseguras e infelices. Se llegan a echar la culpa de los problemas en la relación.

7) Los manipuladores presentan baja tolerancia a la frustración, no aceptan que uno piense diferente. Lo toman como ataque. Adoptan la postura defensiva, contraatacando con criticas destructivas.

¿Qué hacer entonces?

Presta atención a los siguientes 7 Tips para defenderte de un manipulador emocional:

1. Sé consciente. Detectar que estás sufriendo manipulación va a ser lo principal para poder defenderte.

2. No te culpes. Si no cedes o respondes a las demandas de la otra persona no te sientas culpable. No tienes la culpa de que los sujetos manipuladores sean así.

3. Trabaja en tu autoestima y asertividad. Es necesario tener un adecuado autoconocimiento sobre cada una de tus debilidades e inseguridades y fortalecerlas, para así protegerte de las personas manipuladoras.

4. Se firme con tus decisiones.
"Cuando vivamos juntos quiero que dejes de trabajar", dice el manipulador. "No será posible, me fascina mi carrera", contesta ella.

5. Establece límites. Te ayudarán a marcar las líneas que el manipulador no va a poder traspasar.
Ejemplo: Él dice "no quiero que vayas al gimnasio". Ella responde: "Lo siento, pero es un compromiso que he hecho con mi salud y bienestar".

6. Defiende tus derechos:
A expresar tus sentimientos, opiniones e ideas;
A establecer tus propias prioridades;
A ser tratada con respeto;
A defenderte de las agresiones externas, sean físicas o emocionales; y

7. Aprende a decir NO sin sentirte culpable.





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Para consejería individual y de pareja, contactar a La Dra. Amor por texto en Whatsapp al 1 305 332 1170.




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Cecilia Alegría, La Dra. Amor (www.ladoctoraamor.com): Consejera de Parejas, Love and Life Coach, Conferencista Internacional, Periodista y Conductora de Radio y TV. Destaca en los Medios Latinos en Miami dando consejos sobre cómo triunfar en el terreno amoroso y ayudando a miles de parejas a resolver sus problemas. Forma parte del grupo fundador de profesores del programa Universidad de la Familia.
Ha publicado nueve libros entre los que se encuentran:Comunicación Afectiva=Comunicación Afectiva (Espasa Calpe, España, 2000). 120 preguntas y respuestas para ser mejores personas (Editorial Norma, Colombia, 2004), No hay amor más grande (Editorial Aragón, USA, 2012), Amando un Día a la Vez(Ediciones Varona, U.S.A. 2015), Al rescate de tu comunicación de pareja (Ediciones Varona, USA 2017), Sexo Sagrado y Lazos del Alma (Indie Publishingnbsp, 2018), Alessia (Book Master Corp. 2019) El Poder del Amor Ágape: como restaurar tu matrimonio después de una infidelidad (2021). Amanecer con Dios (2021).

Monday, April 25, 2022

La diferencia (un poema de Félix Luis Viera)

Nota: Cada lunes la poesía de  Félix Luis Viera.  Puedes leer todos sus textos, publicados en el blog,  en este enlace.  Traducción al italiano de Gordiano Lupi.  



La diferencia


A las 10 de la noche —seguramente
porque es jueves— Ella
está regresando del trabajo: camina
hacia su casa entre la nieve o su preludio, doble
o triplemente abrigada, enrojecida
por el frío.
A las 10:15 llega, abre la verja, se sacude la nieve
o la escarcha por lo menos, cruza
tres puertas antes de llegar a su habitación
donde se desarropa, se arropa
   nuevamente, enciende
la lamparita —azul—, se acuesta,
se mete dentro del saco de dormir,
abre un libro, comienza
a leer, a las 10:30 de la noche. O sea,
a las 4:30 de la tarde, cuando Él
sudoroso, agobiado por el calor,
sin camisa
pone punto final a este poema
que comenzó a escribir para Ella
a las 4 de la tarde, es decir,
a las 10 de la noche, cuando
Ella
regresaba del trabajo, entre la nieve,
   el frío.


Febrero de 1983



La differenza


Alle 10 di notte - sicuramente
perché è giovedì - Lei
sta rientrando dal lavoro: cammina
verso la sua casa tra la neve o il suo preludio, molto
ben coperta, arrossata
per il freddo.
Alle 10:15 arriva, apre il cancello, si scuote la neve
o il gelo per lo meno, oltrepassa
tre porte prima di arrivare alla sua abitazione
dove si spoglia, si veste
   nuovamente, accende
la lampadina - azzurra -, si corica,
si mette dentro il sacco a pelo,
apre un libro, comincia
a leggere, alle 10:30 di notte. Cioè,
alle 4:30 di sera, quando Lui
sudato, debilitato dal caldo,
senza camicia
mette il punto finale alla poesia
che cominciò a scrivere per Lei
alle 4 di sera, vale a dire,
alle 10 di notte, quando
Lei
rientrava dal lavoro, tra la neve
   e il freddo.

Febbraio del 1983




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Félix Luis Viera (El Condado, Santa Clara, Cuba, 19 de agosto de 1945), poeta, cuentista y novelista, es autor de una copiosa obra en los tres géneros.

En su país natal le fue otorgado el Premio David de Poesía, en 1976, por Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia; el Premio de Novela de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, distinción que, en 1983, le fuera concedida a su libro de cuentos En el nombre del hijo.

En 2019 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, auspiciado por varias instituciones culturales cubanas en el exilio.

Su libro de cuentos Las llamas en el cielo retoma la narrativa fantástica en su país; sus novelas Con tu vestido blanco y El corazón del rey abordan la marginalidad; la primera en la época prerrevolucionaria, la segunda en los inicios de la instauración del comunismo en Cuba.

Su novela Un ciervo herido —con varias ediciones— tiene como tema central la vida en un campamento de las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), campos de trabajo forzado que existieron en Cuba, de 1965 a 1968, adonde fueron enviados religiosos de diversas filiaciones, lumpen, homosexuales y otros.

En 2010 publicó el poemario La patria es una naranja, escrito durante su exilio en México —donde vivió durante 20 años, de 1995 a 2015— y que, como otros de sus libros, ha sido objeto de varias reediciones y de una crítica favorable.

Una antología de su poesía apareció en 2019 con el título Sin ton ni son.

Es ciudadano mexicano por naturalización. En la actualidad reside en Miami.


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Gordiano Lupi, periodista, escritor y traductor, nació en Piombino, Italia, en 1960. Fundador, en 1999, junto con Maurizio y Andrea Maggioni Panerini de la editorial La Gaceta Literaria, ha traducido del español a varios autores cubanos, como Alejandro Torreguitart Ruiz, Guillermo Cabrera Infante, Félix Luis Viera y Virgilio Piñera, entre otros. Cuenta en su haber con un amplio trabajo sobre figuras del cine, entre ellas Federico Fellini, Joe D´Amato y Enzo G. Castellari. Ha publicado más de una decena de libros que abarcan diversos géneros, como Nero tropicale, Cuba magica, Orrore, ertorismo e ponorgrafia secondo Joe d´Aamto y Fidel Castro – biografia non autorizzata.

Gordiano Lupi es un luchador por la democracia para Cuba y un promotor de las artes y la cultura de la Isla.

Sunday, April 24, 2022

Algunos deciden des(a)nudarse en cuerpo y espíritu (A modo de prólogo). Por Amir Valle

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La poesía, consideraban nuestros ancestros (esos que, en aquellos primigenios tiempos de la especie humana, lanzaron los primeros sonidos para intentar explicar a sus congéneres la hermosa e inexplicable epopeya que era vivir entonces), resultaba el modo más exacto, preciso, perfecto para desnudarse en cuerpo y espíritu. Y así se mantuvo en las eras siguientes del hombre sobre la tierra: desde los ecos repetidos de los cantos de trabajo en las comunidades primitivas, los cánticos coreados de los guerreros en las distintas épicas vividas (o sufridas) por la humanidad, los himnos entonados en letanías místicas en las diferentes religiones, los réquiems para celebrar a los que se despiden del mundo en cualquiera de las culturas, las baladas de los juglares / bardos / rapsodas / bufones / copleros / histriones para recrear y regar de pueblo en pueblo las historias más apasionantes de cada región y las verdades más escandalosas o escondidas… hasta el simple balbucear gastado, sensiblero y seguramente cursi de alguien que lanza a los cuatro vientos el secreto de una pasión. Desnudarse y desanudarse en cuerpo y espíritu. Liberarse y volar, en simples y llanas palabras. 

La poesía, también y mayormente, ha sido violada, mancillada, prostituida, por perpetradores que se han creído ser poetas, sin entender que es un don que no todos poseen. Convertida en mercancía ha sufrido los apañamientos más viles para hacerla vendible. Manipulada en su esencia discursiva y coaptada en su naturaleza múltiple, plural y polisémica ha sido convertida en propaganda y discurso para apoyar a políticos e ideologías que, también por naturaleza, detestan la poesía. Y luego de épocas doradas en que se la consideró la más importante de las creaciones de la inteligencia humana cayó en la desgracia de ser considerada un producto de minorías holgazanas y enloquecidas para minorías todavía más locas (por leer cosas tan enrevesadas y, encima, gastar dinero en una mercancía sin “ninguna utilidad”). Después, alcanzado este tiempo en que a cualquier cosa se le llama literatura y en que cualquiera puede decirse editor y publicar sus propios libros, la vemos transformarse en un aluvión aplastante y demoledor de horrenda, burda y pésima producción “poética” que desconoce los siglos de experiencia humana en ese tan sutil, espiritual y difícil magisterio de orfebre que es la verdadera poesía.

Cuba, mucho se ha dicho, es una isla de poetas. El aliento poético vibra, incluso, en la conformación del espíritu de nuestra nación, y son muchos los nombres de figuras fundacionales de “lo cubano”, incluido el ámbito de lo político y el pensamiento social, cuya producción poética configuró y alimentó el pilar cultural de esa isla: desde el cantar por siglos perdido (hoy rescatado) de los areítos taínos en los que se habla del paraíso que Cristóbal Colón descubriría mucho después, pasando por esa multiplicidad de búsquedas ontológicas del ser que fue la poesía de los siglos tras la conquista (léase Plácido, Milanés, Zenea, Casal, Heredia, Martí, y otros); continuando por esa gravitación y reformulación de lo cubano protagonizada por Boti, Poveda, Ballagas, los poetas de Orígenes encabezados por Lezama, Baquero, Eliseo Diego; consolidándose en esa rebeldía intimista e incómoda políticamente de Dulce María Loynaz, en la promiscuidad ecléctica y apasionante con la que José Kozer rearma las raíces de su isla o en el infierno crepitante de esa isla condenada a “la maldita circunstancia del agua por todas partes” que tanto dolía al gran Virgilio Piñera, hasta llegar a ese país que, en palabras de Manuel Vázquez Portal, se ve forzado a confesar que: “Soy un triste país / desdibujado / después de tanto calco minucioso”. 

Isla de poetas, sin embargo y por desgracia, que lleva décadas calcándose a sí misma, encauzando en modelos idénticos, generalmente domesticados e inocuos, una producción que podría convertir a Cuba en una de las capitales mundiales de la poesía. Suerte que, al mismo tiempo, haya voces distintivas, con un poderoso estilo personal y un caudal aportador tan impresionante (pienso, por solo citar los que me marcaron personalmente, en Reina María Rodríguez, Ángel Escobar, Soleida Ríos, Raúl Hernández Novás, Roberto Manzano, Rafael Almanza, Frank Abel Dopico, Odette Alonso Yodú, Sifredo Ariel, León Estrada, Ramón Fernández Larrea, Alberto Rodríguez Tosca, Emilio García Montiel, Damaris Calderón, Alberto Sicilia, Carlos Esquivel) que los convierte en indiscutibles íconos poéticos en la historia de las letras cubanas. 

Manuel Vázquez Portal, a quien no menciono antes con todo propósito, es uno de esos poetas distintos. Esta antología lo demuestra. Lo que lo diferencia de otros poetas de su generación y de las otras generaciones que han coincidido con él en su andar por la cultura cubana de las últimas décadas es que Vázquez Portal jamás ha alardeado de su condición y maestría poética. Sin proponérselo, quizás sin notarlo todavía, su propia vida es una consecuente reafirmación poética: ese desnudarse y desanudarse en alma y espíritu que vaga en la naturaleza de los genuinos poetas. Va por la vida escribiendo poesía con el ángel guía inseparable de los antiguos aedas: recopilando esa experiencia íntima e irrepetible que es su propia existencia, cuestionándose todo lo vital, personal e histórico, todo aquello que sea cuestionable: 
Porque todo ha ocurrido: catástrofes y guerras
y todo se ha cantado en himnos y plegarias,
detesto los discursos, pero tengo derecho 
al cristal con que veo, y no hablaré mucho 
ni muy alto. Afirmaré tan solo que me hicieron
un mundo al pie de las tribunas y se han quedado 
huecas las palabras. Los héroes de mi infancia
no eran tan legendarios ni el monstruo era tan fiero. 
Émulo de esos aedas antiguos, la presencia de lo hermoso humano no le es ajeno: 
Fuera de ti no encuentro más que sombras, si fuera 
ando de ti, por tierras movedizas es que ando,
compañera de triunfos, de angustias compañera.
También, como otros poetas antiguos y modernos, se cuestiona, se interroga, se canta a sí mismo: 
Me gusto porque soy un feliz prohibido. 
No citarán mis versos 
mientras dure la lluvia. 
La poética de Vázquez Portal es prioritariamente intimista y sentimental; agresivamente cuestionadora y reflexiva y filosófica; apasionadamente callejera y espiritual y pendenciera. Apuesta profunda por la libertad en todas sus variantes, en todos sus alcances, en todos sus relumbres. Persecución obsesiva de los límites de esa libertad, convencido de que en ella estará su propia salvación, la iluminación de una honda espiritualidad que esconde tras lo campechano y burlón y hasta tosco de su andar por la cultura, la literatura, el periodismo, la vida:
Aquí, de barba blanca y de mirada ausente,
pasos trastabillantes, memoria de agujeros, 
Una memoria de agujeros que, no obstante, no deja escapar su propio drama existencial ni aunque este insista en pasar a hurtadillas; el drama del cubano, del intelectual, del ciudadano común, abocado a luchar contra circunstancias adversas, impuestas por los poderes políticos que ha padecido (el de su infancia en una Cuba desigual, oscura y luminosa a la vez, aunque aún democrática; y, durante más de cuarenta años de su vida hasta su salida al exilio en 2004, el de esa otra Cuba timoneada hacia la miseria y la falta de libertades por la enfebrecida locura totalitaria de un maníaco): no morder la zanahoria que le tendían, no dejarse amordazar, padecer prisión por tamaña rebeldía, apostar por el exilio sin olvidar su tierra: 
Quizás mañana vuelva por mis fueros 
a esa isla que sueño y que me habita. 
De noche su fantasma me visita 
y escucho hasta el olor de sus potreros. 
La poesía es, además, revelación. Ya se dijo antes: el verdadero poeta se desnuda y se desanuda en alma y en espíritu. De esa desnudez y esa soltadura de amarras brota, como los manantiales más puros, la esencia humana real del hombre carnal e imperfecto que suele cabalgar en comunión estrecha con el poeta. Lo admiraba ya por las múltiples pruebas que me ha dado de su calidad humana como amigo, maestro, cómplice de sueños y luchas; lo admiraba por su sinceridad aplastante, por su honestidad sin límites, por su humildad y valentía, por su entereza como cubano, por su sabiduría intelectual, por su fidelidad y su respeto reverencial al amor y la amistad. Confieso, ahora, aquí, que otra vez la poesía ha cumplido en un lector (este Amir Valle que escribe estas palabras) una de sus más antiguas, elogiadas y excelsas funciones: iluminar. Me ha permitido conocer más a fondo, a través de esta excelente antología poética, a ese ser humano excepcional, a ese inmenso poeta que es Manuel Vázquez Portal.

AMIR VALLE
Berlín, Alemania, abril de 2022


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Lomaciega


Para Roberto Manzano, Alex Pausides, Efraín Morciego, Raúl e Ibrahín Doblado, Emilio Surí, por las raíces, las tojosas; por Albis Torres.



Lazarillo de ti
te exhibo por el mundo.

Nación de sartanejos,
cabalgata febril de los abuelos
-fuego al volver las grupas-;
retrato de mi infancia,
sementera feliz de mis esencias,
cierto sabor de dicha en la memoria,
olores de abandono y de partida,
salmodia de la lluvia en los breñales,
vuelvo a ti cada vez que una pena
socava la estructura que eleva mis anhelos.

II

Jardín sin hipogrifos, pérgolas ni columpio,
cortina de bejucos que dan paso
al inmenso salón de los potreros:
mugidos y relinchos,
avispas condotieras lanceándome la oreja,
donde una fruta dulce bailaba en el rocío;
si el crepúsculo era, era un lago cetrino
y sus olas de yerba me inventaban el mar.

En el arroyo manso
esquifes diminutos caídos de los árboles
llevaban a la orilla
la triste hormiga náufraga,
y si busco en su espejo
no encuentro las congojas:
no habían, todavía, nacido las nostalgias,
ni se habían inaugurado los abismos.

III

Lagartos: mis dragones,
sólo llamas sus solemnes pañuelos,
sólo bravos rugidos su gentil quisquiqueo;
cocuyos: mis linternas,
guirnalda en los umbríos fantasmas del matojo;
mis duendes: unos güijes que nunca pude ver,
y la ceiba ceñuda,
mansión de los orishas,
esparciendo semillas en motas de peluche.

IV

Lomaciega,
mi madre cantando
-tonada quejumbrosa sin guitarra-
mientras vencía
la mugre
de rústicas camisas:

Vengo desde aquel breñal
donde anida la gallina.
Traigo olor de mandarina
y dulzores del panal.
Rumorea el platanal
en mi pecho. La sabana
es mi patria. La campana
morada de los bejucos
me fue enseñando los trucos
de engalanar mi ventana.

Pureza inmemorial de los sonidos.
solo un grillo a la sombra graneando su sonata,
melodía ululante del viento en los aleros,
redoblante de alas entrando al palomar,
un niño caminando
mientras bate una espiga
y en su mente
es la espada que le ayuda en sus miedos.

Alta tarde de azules deslumbrantes,
corceles de vapor trotando por su techo,
papalote perdido que se mudó a una guásima,
Novia –sin que ella lo supiera-
de suaves trenzas rubias
que me obligaba a escapar de sus pellizcos,
pompas iridiscentes,
-cascada de cristal-
filigrana de sol que cae de la batea:
- ¡muchacho, que eres lelo, deja las musarañas¡-
Y me mira muy cálido,
hondo hasta la caricia;
jugamos a que soy un viejo marinero
varado entre la espuma
de su terca labor:
trimbra otra vez
su voz entre las ramas:

Soy mango que en la vereda
enamora al caminante.
Pero en un gajo distante
mi corazón está en veda.
Me gusta escuchar la queda
canción que entre el espartillo
trina un pájaro sencillo
esperando la llegada
del hombre que en la alborada
me dio un beso junto al trillo.

Mi padre es un sombrero que cae sobre el taburete,
el humo del tabaco desdibujando el rostro,
la fuerza montaraz que me levanta
a la altura de un beso;
yo, pequeño Sancho Panza deslumbrado,
domando un suave trote en sus rodillas,
y su pecho,
la cuna donde mejor reposo.

Escucho entre murmullos que soy un hombrecito
y me acurruco fuerte,
implorando a sus brazos no me dejen crecer

V

Pero he crecido tanto,
Lomaciega,
mi reino, mi serrallo,
que no sé si es crecer
o irme pudriendo;
vuelves entre las brumas de un hosco laberinto,
han erigido sus tapias las tinieblas,
sus mapas cicatrices
sus grises melancólicos el tiempo.
Me pierdo
y me rebusco.
Tropiezo,
              doy de bruces,
                                    resbalo hasta el averno,
y cuando estoy muriendo
te reencuentro
y me aferro a tus tallos principales,
tus íntimos rizomas,
y salta una rabiche
y me saluda,
                                 "Buenos días, tojosa;
                               buenos días, bejuco de boniato",
y pone una guayaba
su aroma en mis dolencias
y viene aquella novia
que con sus trenzas rubias
-benignas sierpes de bordar el amor-
teje una cuerda fiel
y me la lanza
y entonces soy Perseo venciendo al minotauro.

VI

Lomaciega,
relincho desbocado,
coces sobre mi pecho, resonando.

República al galope sin permiso,
sartanejos mambises
donde aprendí la ley del desafío.

Te domé y me domaste
de ti aprendí el abrazo y la estocada.

Soy
rústico y frutal como el naranjo
que me dio de beber en la canícula,
soy
el críptico caguayo que camuflan los troncos
hendidos por las hachas brutales del recuerdo,
soy
transparente vitral de la llovizna.

Tengo de manantiales
y de ortiga
y todavía me asombro
si el sol tiñe en rosados los nimbos de la tarde.

VII

Luego me presentaron el tedio y las lociones,
servilleta al regazo,
tenedores al uso,
aunque en mi cuello el nudo
de verduga corbata
siempre fuera torcido.

Perdí la emanación de los azahares,
el acre olor del potro,
el torpe camisón de los tamales,
gocé plácidamente de la holganza,
limón de contrabando me dieron a beber.

Descubrí los aviones,
Pegasos para mí,
que siempre cabalgué
sin arnés mi tordillo.

Palpé personalmente los glaciares carámbanos
de una nieve feroz que me prestaron
para que conociera la espiral de la historia,
los sucesos heroicos del Palacio de Invierno,
cuando yo deseaba
realmente
caminar con Liudmila por Yasnaia Poliana.

¡Ah, señoras hastiadas –cascajos de la incuria-
salones estucados, mofletudos jerarcas
que aún en sus ricos paños enseñaban los glúteos.
Que ganas de gritar:
                                     - ¡El rey está desnudo!
Así de niño y de guajiro era.

Encajé malamente en el friso de bronce
que se estaba esculpiendo.
Adquirí el sentimiento,
morboso,
de haber nacido tarde,
cuando los padres ínclitos, los muchachos de mármol,
ya habían fabricado
a su modo las Eras.
Volátil
se escapó mi condición
de honrado traficante
de lunas sin nevadas.
Fui cantor de encomiendas,
consignas por encargo;
redactor de filípicas doradas
que escondieron la giba del conde corcovado.

Impávido quedé frente al espejo
que mostró sin piedad mi nueva geografía.
Era un extraño tipo sin los aires montuosos,
papagayo en el aro.

Clamé por Paracelso
lo invoqué con vapores de azufre,
con la retorta lista,
con alquimias oscuras
y rogué para mí cierta palingenesia,
que restaurara al niño devorado,
al poeta feliz de las tojosas,
y me juré volver

VIII

A ti llego, Lomaciega.
He vuelto como el mendigo
para pedirte mi abrigo
de fértil niñez labriega.
He vuelto como el que llega
a la casa paternal
donde me espera el fanal
de mis noches campesinas
para curar las mezquinas
ansias del mundo banal.

Vengo solo, vengo herido,
cabe el mundo en tus naranjas.
Tu flamboyán y tus zanjas,
tu tojosa en tibio nido
son joyas que he prometido
recuperar si volvía.
Aquí estoy, y todavía
me siento como desnudo
porque pudo el tiempo, pudo
dejarme el alma vacía

Si me conozco y te canto,
si soporto el golpe rudo
es porque somos un nudo
hilvanado con tu encanto.
Si en mis caídas levanto
la cerviz con gallardía
es porque corre, bravía,
tu savia por mis contornos
y si ando escaso de adornos,
es así como debía.

Soy tu arroyo, soy tu abeja
libando el caracolillo.
Soy chuchazo en el fondillo
sin proferir una queja.
Soy mi casa, roja teja,
hecha de tu propio barro,
leche de vaca en un jarro,
cerdo asado con carbones,
bota de recios cordones
para tu niño bizarro.

IX

Te yergues, Lomaciega,
eres mástil potente contra los huracanes,
la jarcia resistente que me anuda a la vida,
el arca que soñé
para salvar mis hijos,
                                     mi esposa,
                                                     mis palomas.

Visceral y telúrica,
magnética y vibrante,
como cascos cerriles
del potro en que te heredo,
me habitas y recorres.
Soy tu rama
y tu flor,
tu espina
y tus guijarros,
te defiendo a morir
y resucito en ti.
Vienes hecha en mi sangre,
                                       mis pulmones,
somos como siameses
destinados a andar esta danza abrazados.





Manuel Vázquez Portal
Morón, 1973

Formaba parte de mi libro inédito “Canto de Memoria”,
Mención Concurso Julián del Casal UNEAC, 1974.




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