Alcanzas la integridad en la casa de tus anhelos y tu arraigo.(1)
Orilla
La risa es voz y gesto y modo... desde la savia dulce-amarga de nuestro árbol. Bendita comunión de esencias que, desde la diversidad tejió la raíz del alma cubana con gracia noble y bienquerida. Alegría e ilusión de pueblo. En las viejas historias se encuentra la verdadera huella... ¡para deshacer toda máscara!
Nuestro primer tiempo contado fue un grito triunfante sobre luces y sombras de Edad Media... pero, la mayor hazaña por los mares del mundo fondeó en nuestra orilla ambiciones y violencias. Y ahora... desde aquel grito nos llegan trueques de espejos y cascabeles... y, como en aquel entonces, bosquejo de bocas abiertas ante lo insólito.
Pido perdón. ¡Es también mi orilla!
Atributo
¡Viva la alegría cubana de suave gracia criolla, la original, la espontánea, la que fue... gestada en nuestras raíces profundas! Sazón de lo que don Fernando definiera como gran ajiaco. La que surgió en el bregar de la vida y de la muerte con destellos de esperanza y rúbrica de dolor. La que nunca se canjeaba ni empeñaba y quedó triunfante del desamor y la violencia. Libre y liberadora remontó controversias en rimas y versos. La que hizo brotar del alma cubana el son: el son que enamoró al mundo con claves, maracas y guitarras, en la vibración de ese dejo de tristeza en su cadencia, que también somos... como somos la melancolía del cornetín chino cuando evoca, entre ritmo de diástoles y sístoles la perenne sonrisa del trópico por las calles de estos y todos los tiempos.
¡Que viva la gracia cubana, su ágil picardía y su ingenua hilaridad! En el prodigio de lo real la defino con expresión de Carpentier que, aunque perdida en lo barroco de otro contexto no parece ajena al tema, antes bien, se ciñe a la verdad de una idea no atrapada en palabras. Afinidad de asombro frente a lo insólito ... “todo lo insólito es maravilloso”(2).
Fuente de Galimatías
En un principio nos delinearon olas inacabadas de conglomerados humanos:
… andaluces, gallegos, isleños, vascos, catalanes, portugueses, florentinos, genoveses… judíos, berberiscos, levantinos… mixtura milenaria de pueblos y pigmentos, desde los normandos rubios a los subsaharianos negros… todos con las ambiciones tensas o disparadas hacia la riqueza, el poderío...(3)
… negros con multitud de procedencias, razas, lenguajes, culturas, clases, sexos y edades, confundidos en los barcos y barracones de la trata y socialmente igualados en un mismo régimen de esclavitud… Más desgarrados que todos, fueron aglomerados como bestias en jaulas, siempre en rabia impotente, siempre en ansias de fuga de emancipación…(4)
¡Horror de la Trata! Siempre como dolor inmenso de libertad perdida... nostalgia de tierras lejanas en repiques sagrados de algazaras míticas... puro matiz de bondad cubana. ¡Aquella... la primera trata de esclavitud!
Otros también llegaron con su oblicua mirada y su leve sonrisa de Mona Lisa... y acamparon por nuestras esquinas otras milenarias lejanías.
Desde aquellos estrenos una terca porfía se enredó en chispear de voces altísonas... lo propio de palabras contendidas en todo lo inimaginable... aún sin rudimentos y saberes... parloteo polvoriento que lleva y trae el viento. ¡Ese improvisar perpetuo por las calles de la vida en el juego infinito de fugas inéditas!
Pido perdón... alguna vez también me duele ir en eterno horizonte sin orilla.
En aquellos arribos iniciales, de fusión tan singular, en la inevitable yuxtaposición de disímiles arquetipos y convivencia insólita, no experimentada antes e irrepetible por siempre, surgió uno de los rasgos en la impronta de nuestro ser: ¡el desorden!
Nuestro mal supremo es lo que en Cuba llamamos relajo: es decir, la relajación de las disciplinas, la carencia de los respetos, la burla de las jerarquías ciertas, el fraude de las leyes, la exaltación de las chabacanerías, la petulancia de las insuficiencias, la falta de sanciones (…) el desvío de todo sacrificio (…) El relajo no es un vicio nuevo en Cuba. Nos llegó de la colonia...(5)
Con el desorden de los reacomodos, equivocaciones y desaciertos también cruzó el Atlántico en un velero asustado, la disoluta compañía del desorden: ¡el choteo!
Y es que somos: (…) un poco ligeros, impresionables, jocundos y melancólicos a la vez (…), fundamentos de nuestra gracia nativa. Lo que hay que evitar es que esa gracia degenere en choteo.(6)
Paralelas
La palabra es pensamiento. La pureza de intención es la savia que las envuelve. Expresamos con grafías parlantes quiénes y cómo somos y cuáles son nuestros valores. Continúa siendo válida la expresión de Jesús en el Evangelio: “El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca”(7). Las palabras conmueven sentimientos y conciencias... son el cauce y el orden real de lo humano. Calor de cercanía y cariño pueden también manipular, inducir, dañar y ser arma mortal. Tienen una ilógica sutil versatilidad... En Castellano, si omitimos un acento en una vocal puede revertirse totalmente el significado de la palabra: sábana es un objeto que cubre, abriga... sabana es llanura, pradera, extensión...
¡Son infortunio las palabras hechas rutinas!
¡Tened cuidado! Grito de Alonso Quijano... ¡el caballero manchego!
“Gracia” ... se escucha bonito como nombre propio. En leyes es indulto. En religión es el don sobrenatural de albergar a Dios en el corazón. Es regalo de gratitud. Puede que sea habilidad conductual.
Según la RAE la gracia irrumpe siempre en el lado bueno de las cosas: dádivas…, donaire…, atractivo…, afabilidad…, garbo…, perdón o indulto…, nombre de cada uno…, divinidades mitológicas…, expresión de gratitud… La gracia es innata no se violenta.(8)
En el tiempo que corre, o mejor, en el tiempo en que corremos, cuando la risa desafina es choteo. La acepción usual del vocablo “choteo” en el diccionario de la Lengua Hispánica es burla. La burla, cuando no está legitimada con la intención de edificar, cuando no contiene esa gracia natural de alegría criolla es falsa. Además, nuestra calle se acostumbró a convivir con el uso y abuso del choteo. Se transformó en conducta. Mañach, en su clásico ensayo sobre el choteo, cimiento de estas reflexiones, alerta:
Cuando el choteo resulta notoriamente pernicioso es cuando se convierte en absoluto y habitual; cuando no es una reacción esporádica, sino un hábito, una actitud ante la vida. Ese choteo por antonomasia resulta una perversión del gracejo criollo.(9)
La burla perenne, como hábito en nuestra calle no resuelve insuficiencias. Quebranta valores exclusivos. Es refugio de frustraciones e impotencia, paliativo equívoco de sinsabores cotidianos, argumento viciado que desdibuja la semblanza de nuestro gentilicio y emerge signado por todas las cobardías y evasiones con esquirlas de cinismo.
El choteo también se proyecta como expresión vulgar y sonroja cuando toma visos de indecencia. El choteo así manifestado lastra la imagen del ente que lo proyecta. Se debe tener vigente siempre que, las burlas hieren y no es lo mismo afirmar “¡qué gracioso!” que menospreciar: “¡qué chota!”
(...)La aptitud para respetar es, en definitiva, una aptitud para evaluar y, por tanto, no depende sino del grado de cultura que posea un individuo (…) de aquella cultura que no consiste tanto en un amplio bagaje de conocimientos como en una fecunda disciplina de espíritu, en un hondo anhelo de compenetración con todo cuanto, en la naturaleza y en la historia, es esencial al mundo.(10)
Mañach justifica al choteo(11) cuando es: “función crítica saludable”, una evaluación a las “jerarquías no ciertas”. También lo adjetiva como “arma de emergencia”. Estas situaciones están implícitas en los actos espontáneos o intencionados, con ciertos grados de comicidad, afines al arte de hacer reír, denominados humorismo y que en ocasiones se vincula a la gracia criolla, no la sustituye... porque es otra su índole.
Recuerdo, la gracia de Chaplin… aún, hace llorar… y también en mi mente una alerta de Martí:
¡Ustedes muertos sagrados… no os alcéis en la noche silenciosa, con vuestro cortejo de huesos deshonrados, a huir con ellos de un pueblo de mendigos!(12)
Lo que aleja la gracia del choteo es una línea franca, absoluta, espacio entre lo blanco y lo negro. Pero existe una difusión en esa frontera no tangible donde ambos colores se disuelven en gris. ¡Cuidado! Es en esa zona imprecisa, que franqueamos con tanta asiduidad, donde se encuentra el abismo pues fácilmente revierte lo sublime en ridículo, lo bueno en malo, el bien a mal.
La falta de penetración honda, de sentido de profundidad y lejanía, le priva muchas veces al cubano de apreciar al primer golpe de vista (que es generalmente el único que cultiva) la tendencia o las implicaciones de un hecho cualquiera.(13)
Esa “penetración honda con sentido de lejanía” es el discernimiento decidido, sincero, al “primer golpe de vista”, de saber elegir el “Bien” o lo que está “Bien”, desde una escala de valores que no la acreditan títulos académicos. Que no derivan de impremeditaciones o desordenes. Valores que proceden de un autocontrol basado en fuerte y constante formación de virtudes, que llega del alma de nuestros padres desde que nos acunan. Que toma forma de la palabra educadora de un magisterio que no es afín a las improvisaciones. Y debe afianzarse en el entorno, que por fuerza debe ser reflejo y espejo con autoridad de censor estable para toda generación. La elección del comportamiento humano también deriva de un consciente orgullo de raíces. De ellas brotamos y ellas nos sustentan, sentimiento muy lejano al chovinismo.
Cuando los atributos se violentan o relajan, se hace presente un boceto muy inculpador: la silueta borrosa del aborigen agónico, del africano atormentado por ritmos esclavos sin compases, los chinos como autómatas despojados de sus lacónicas sonrisas, del español noble que no esgrimió el látigo encadenado a juicio… Todos, caminando cabizbajos, descalzos y desnudos, frente a otra reunión de Cabildo, admirando con la boca abierta todo lo que no es nuestro y cruzando los océanos para seguir cambiando el oro de la gracia por espejos y cascabeles. Pido perdón, pero, alguna vez…, definitivamente… ¿superaremos el desorden de aquella villa primigenia?
Estampas de nuestras esquinas
De muy lejano, pero de muy lejano en el tiempo data nuestro primer choteo esotérico y es humor negro muy triste... quizá la venganza de nuestras playas... y sí tuvo que ver con la conquista... ¿Burda premonición? ¡El hábito de fumar!
Aunque el tabaco es originario del Altiplano Andino fue en nuestra tierra que los europeos lo encontraron. “Rodrigo de Jerez, junto con Luis de Torres, componentes de la primera expedición de Colón, supusieron el primer contacto de los españoles con el tabaco, cuando realizaban un reconocimiento de la isla de Cuba”(14)
Hace mucho tiempo... por las primeras cinco décadas del siglo XX, también caminaron nuestras calles otro tanto de emigrantes: españoles, árabes, chinos y de todas partes del mundo. Llegaron atraídos por una prosperidad de oro blanco y dulce... entonces levantaron sus vidas y caudales, no con los apellidos de la nefasta colonización, sino con ejemplos de trabajo y abnegación. Porque con dolor y nostalgia de su tierra nos ayudaron a enriquecer raíces, en la esperanza de un solo horizonte, que ellos vieron promisorio. Por ello no fue raro ver en el teatro bufo simbolizadas las figuras del español y del chino junto al mulato Liborio.
Por aquel entonces... cuando llegaron al puerto habanero los primeros automóviles, el gentío curioso aguardaba. Liborio, a pesar de los zapatos rotos de andar su calle cubrió sus venturas y desventuras con guayabera de hilo y sombrero de jipijapa... “raído, pero bien vestido” Liborio no esperó. Respetuoso, pero osado y valiente, para darse el simple gusto de ser el primero… con esa razón simple y eterna, sin antagonismo posible de ¡porque me da la gana!, metió la cabeza dentro del mecanismo... y descubrió el letrero instructivo en el acelerador, por supuesto en inglés: Foot in go. No era versado, pero tampoco analfabeto...
A ese cubano que levantó el tabaco desafiante, no le hizo falta la traducción... ¡traía la carga saturándole las venas! Desde sus abuelos aborígenes, africanos, y “gallegos” testarudos, más los chinos sabios de sonrisa leve de Mona Lisa… serio, como ataúd de muerto esquivó las disquisiciones. Triunfante y sin apelaciones para todos los tiempos por venir, exclamó enfático: “¡Fotingo, compay, fotingo!”
Ya por algo más acá de aquel entonces... un amigo, con cierto orgullo porque estudió allende los mares, me contaba salpicándome de saliva y palabras que nada tenían que ver con la guitarra, la odisea de sus días para bañarse en inviernos de “tavarich”. Y aquel otro, -en jeans y rumiando chicles -no existentes en el mercado nacional- para ilustrarme refería, que en una euforia de orgullo subió al último piso del Empire State, solo para ver qué sentía un guajiro haciendo aguas en la cima de Nueva York...
Y en las oscuridades erróneas de la vida lo confieso... tuve envidia, pero el pecado capital no era ni es mío... Desde entonces, la suficiencia de querer ser “extranjero” desborda las orillas de la vida. Desorden... entre otros desórdenes que no son loables para siete páginas.
Pasó otro tiempo hasta llegar... a los años inacabados de abstracciones inconclusas... desorden. Nos dividió el mare nostrum de lágrimas y despedidas... desorden. Cada mañana el pronóstico de nuevas mentiras... que rondaron en el orden... desde los precios hasta la confesión de credos... desorden. El alfabeto y el diccionario se desarticularon con feos vocablos –entiéndase malas palabras- emitidas desde ese ajeno carnaval de discurso inclusivo: niñas y niños, hombre y mujeres, padres y madres... alumnos y maestros... jóvenes y viejos como tatuajes del alma en ira compulsiva por absurdos desafíos... desorden. El respeto, sustantivo tan abstracto, se fue en franca huida como otros... afabilidad, delicadeza, pudor, castidad, civilidad, paciencia... se canjearon al son de sonajeras de incongruente y generalizada miseria en todo orden... desorden. Y en el confinamiento de las noches la luna aún es testigo de todo lo prohibido... burla. Nunca ha sido más cómplice del miedo, el silencio compulsivo... convertido en desidia.
Ahora es... una huida en corriente vertiginosa... aguas turbias de selvas y desiertos peligrosos... huir... no importan las olas... huir... huir... ¡Cuidado con esa señal de ruta errónea!
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- Del libro de La Sabiduría Celta de John O´ Connor Formato digital.
- Alejo Carpentier “Lo Barroco y lo Real Maravilloso”. Encontrado en Curso de redacción de Evangelina Ortega. Editorial Félix Varela La Habana 2003 Pág. 357.
- Fernando Ortiz “Por la integración de blancos y negros” Cf. Compilación de Ensayos Cubanos de Salvador Bueno.
- Ibídem
- Fernando Ortiz: “Por la integración de blancos y negros.” Cf. Compilación de ensayos cubanos, de Salvador Bueno.
- Jorge Mañach: "Indagación al choteo". Cf. Compilación de ensayos cubanos de Salvador Bueno.
- Evangelio de san Lucas 6, 45 Biblia de Jerusalén, Edición digital.
- Real Academia de la Lengua, 23 edición (digital)
- Jorge Mañach “Indagación al choteo” Cf. Compilación de ensayos cubanos, de Salvador Bueno.
- Jorge Mañach “Indagación al choteo” Cf. Compilación de ensayos cubanos, de Salvador Bueno.
- Jorge Mañach en "Indagación del choteo¨ refiere que: (El choteo) “ha servido de amortiguador para los choques de la adversidad de muelle para resistir las presiones…de escape para todo género de impaciencias…el choteo surge en toda situación en que el espíritu criollo se ve amargado por una autoridad falsa… Y cuando esa forma (de autoridad) no corresponde a su sustancia… el arma de emergencia para esos casos suele ser la trompetilla. De todo el repertorio hasta ahora conocido de emisiones o ademanes despectivos, es el más humillante…”
- José Martí: “Lectura en la reunión de emigrados cubanos en el Stech Hall de Nueva York”. Cf. Documentos para la Historia de Cuba, de Hortensia Pichardo.
- Ibídem.
- Wiquipedia “Origen del tabaco”. 4 de diciembre 2023.
BIBLIOGRAFÍA
-John O´ Connor Libro de la Sabiduría Celta Formato Digital
-Biblia de Jerusalén
-Los siguientes ensayos pertenecen a: Compilación de ensayos cubanos, de Salvador Bueno.
-Jorge Mañach: “Indagación al choteo” Cf. Compilación de ensayos cubanos, de Salvador Bueno
-José Martí: “Lectura en la reunión de emigrados cubanos en el Stech Hall de Nueva York.”
- Fernando Ortiz: Contrapunteo del Tabaco y del Azúcar
-Fernando Ortiz: Por la integración de blancos y negros
-Cintio Vitier: “Raíces cristianas” Cf en Compilación de ensayos presentados a san Juan Pablo II al visitar a Cuba en 1998
-Hortensia Pichardo Documentos para la Historia de Cuba.