“Creo que el teatro cubano existe...nunca como autor me he propuesto si voy a hacer teatro cubano; sencillamente escribo mis obras, y de ahí, con otras obras, saldrá teatro cubano...”
Virgilio Piñera.
Desde el año 2013, se ha venido reivindicando el trabajo de aquellos teatristas cubanos que desde fuera de sus fronteras natales, han continuado creando una obra artística recogida en múltiples textos dramáticos y puestas en escenas, llevando tanto a escritores, directores, actores e investigadores a concebir una obra que aunque nacida a kilómetros de distancia y hasta en idiomas diferentes, no pierde sus raíces cubanas.
Este acontecer se ha hecho visible gracias a la instauración del Día de la Dramaturgia y el Teatro Cubano del Exilio, seleccionando el 30 de Mayo por ser la fecha que marca el fallecimiento en Auburn, Alabama, de José A. Escarpanter, intelectual y pedagogo cubano, quien fuera el primero y más profundo investigador, así como promotor del teatro cubano hecho desde el exilio. No por gusto, esa otra destacada figura de nuestra dramaturgia nacional, Matías Monte Huidobro, también desde estas tierras, lo calificara: “... como uno de los pocos críticos que se dedicaban sistemáticamente a estudiar el área más marginada de nuestra dramaturgia...”. Entendiéndose en dicha frase la referencia a la dramaturgia cubana realizada fuera de la isla.
La idea y promoción de dicha celebración ha sido obra de Pedro Monge Rafuls, dramaturgo e investigador, fundador del OLLANTAY Center for the Arts, en 1977 y posteriormente del OLLANTAY Theater Magazine, en 1993, con varios libros publicados además en referencia al teatro cubano en particular y latinoamericano en general, merecedor de diversos premios y reconocimientos, así como de Eddy Díaz Souza, dramaturgo y director, con una obra que incluye no solamente teatro dirigido a adultos y niños, sino también literatura infantil, textos por los cuales ha recibido diversos reconocimientos y quien en el año 2014 inauguró en esta ciudad, Artefactus Cultural Project, espacio teatral, abierto a la integración de todas las artes con la comunidad.
Aunque los gestores de la idea fueron los anteriores dos teatristas, la misma en su convocatoria tuvo además el respaldo inicial de otros, tales como Iván Acosta, Magali Alabau, Siylvia Baldeón, Jorge Carrigan, Marta Chávez, Gina Escarpanter, Raul de Cárdenas, Yara González Montes, Armando González-Pérez, Matías Montes Huidobro, Frank Prieto, Adolfo Vázquez, Mercedes V. Ruiz y Laura Zarrabeitia, quienes calurosamente acogieron la idea y la apoyaron.
Como en todas las oportunidades anteriores, para la celebración de tal importante fecha, este año fue organizada una velada la cual contó con la participación de actores invitados, quienes dieron lecturas a fragmentos de obras de distintos dramaturgos que han escrito desde diferentes rincones del mundo donde han anclado sus vidas.
Los textos leídos correspondieron a las siguientes obras y autores: “Discurso de la madre muerta”, Carlos A. Aguilera; “El pasatiempo nacional”, Raul de Cárdenas; “Bajanda por North Miami”, Gretel Delgado; “Torcidos”, Eddy Díaz Souza; “Monólogo de Aquiles”, Chely Lima; “Los franceses no son de la Habana”, Pedro Monge Rafuls; “La Avellaneda una y otra vez”, Matías Montes Huidobro; “Frijoles colorados”, Cristina Rebull; “Aprendices de brujos”, Antonio Orlando Rodríguez y “Wanda”, de Legna Iglesias.
Dichas lecturas estuvieron a cargo de los actores Mabel Roch, Julio Rodríguez, Grettel Trujillo, Juan David Ferrer, Joel Sotolongo y Daisy Fontao.
Precisamente a esta última actriz, la organización del evento le tributó un merecido reconocimiento por su extensa carrera artística sobre las tablas, quien desde 1995 aquí en esta ciudad y desde más de tres décadas anteriores en Cuba, ha recreado gran variedad de personajes en títulos, que han incluido por igual al drama y a la comedia, hecho que provocara la presencia de muchos de sus colegas que a través del tiempo tuvieron la posibilidad de trabajar a su lado, de dirigirla en diversas puestas o simplemente de haber podido disfrutar de su trabajo, incluso desde antes de convertirse ellos mismos en actores.
Igualmente algunos presentes en el público recordaron varias de sus participaciones en destacados y lejanos títulos con los cuales subió a los escenarios, provocando que una emocionada actriz dedicara palabras de gratitud hacia los presentes por sus afectuosas palabras, aprovechando la ocasión para agradecer también las oportunidades que se le presentaron a través de su carrera y en haber sido dirigida por todos aquellos directores que confiaron en ella para sacar sus proyectos adelante.
Sin duda alguna la noche fue un gran evento que cumplió con su propósito de celebración, promoción y homenaje a un teatro cubano, el cual por sus características de extraterritorialidad, no recibe toda la atención que merece, siendo ignorado, olvidado o denostado no solamente dentro Cuba, sino también en numerosos eventos internacionales, incluso hasta dentro de gran parte de la propia comunidad cubana en el extranjero, que lo ignora en aras de promover sólo el teatro escrito dentro de la isla, como si todos no fuéramos parte del mismo quehacer, sin importar el lugar donde se realice.
Con respecto a este último aspecto, tenemos que reconocer que un evento como el que nos preocupa, concebido para aunar los esfuerzos artísticos de todos aquellos miembros del ámbito teatral cubano que han salido de su país en busca de libertad personal, de creación y de derechos fundamentales para el ser humano, no es recibido con el apoyo que se supondría todos debieran hacerlo, situación esta que resulta notable ante las evidentes muestras de desinterés mostradas por nuestra comunidad teatral.
Año tras año, solo sus fundadores, Monge Rafuls promoviéndolo desde la ciudad de New York y Díaz Souza realizando la actividad presencial en su espacio de Artefactus, aquí en Miami, recuerdan y festejan dicha fecha. Lejanos quedaron en el tiempo los días en que Ivonne López Arenal se unía a los festejos desde su ya desaparecida también sede de Akuara Teatro, lo que nos hace preguntarnos el por qué de la apatía mostrada por nuestros propios colegas, no solo de aquí en Miami, sino en todos los Estados Unidos y en el resto del mundo donde residen.
Convencido estamos que tratar de unir a los seres humanos y en especial a los artistas es siempre una labor titánica; pero lamentablemente pretender acercar a los cubanos es una labor bastante frustrante en muchos sentidos, nuestras guerras por la independencia lo evidenciaron de forma muy clara. No obstante, los que creemos en la importancia y significado de esta celebración no cejaremos en mantener su continuidad para evitar que como tantos otros proyectos desaparezca. Tal vez la terquedad logre dar sus frutos y se convierta en un futuro no lejano en una verdadera fecha de unión, regocijo y de proyección de nuevas ideas para la consecución de los resultados esperados.
Texto y fotos Lic. Wilfredo A. Ramos
Miami, junio 2, 2024